Homilia para la Eucaristía del domingo 16 de junio de 2024.
DOMINGO ONCE AÑO B.
Ezequiel 17, 22-24: Un oráculo acerca del restablecimiento de Israel, pero del Israel mesiánico. Para eso Dios se vale de lo insignificante.
2Corintios 5,6-10: Pablo se sabe peregrino, por eso, su caminar es en fe hacia el encuentro con el Señor. Lo importante es, fuera del cuerpo o en él, hacer la Voluntad de Dios.
Marcos 4, 26-34: Dos mini parábolas que explican el Misterio del Reino. La primera, el ritmo con el que se desarrolla el Reino. La segunda, la desproporción entre la semilla y su desarrollo.
1.- Una vez más la Palabra nos habla del Misterio del Reino de Dios. Pero, ¿qué es el Reino de Dios? No es fácil decirlo en pocas palabras; por eso se acude a ejemplos, parábolas y así con todo todavía quedamos cortos. Digamos que el Reino de Dios es lo que Dios quiere, su deseo para con sus creaturas. Es el Proyecto que Él tiene para con nosotros, para nuestro bien.
Hoy el Señor nos dice que el Reino se realiza no conforme a nuestras ideas, sino el criterio de Dios, que es muy distinto al nuestro. Dios no busca lo espectacular. Toma un pequeño brote para obtener un tremendo cedro. Y siempre es así. Dios escoge el ramito insignificante y olvidado para realizar su salvación, su obra.
De esta manera el Profeta anuncia la restauración, no sólo de su Pueblo, sino de toda la humanidad. No se trata de una restauración política y económica, sino más que eso. Porque el Reino de Dios no va de la mano con el desarrollo político-económico.
2.- A veces podemos correr el riesgo de decepcionarnos, ya que la promesa de Dios como que no se cumple, no se realiza. Por eso san Pablo nos anima a caminar en fe, como a tientas, ya que todavía no vemos claramente. Mientras vivimos en este mundo, en este tiempo presente, es preciso caminar en fe. Porque no vemos, no entendemos, pero sabemos que el Señor es fiel y veraz, es decir, no se engaña y no nos quiere engañar.
3.- Vivimos tiempos difíciles. La Iglesia ha vivido tiempos difíciles, las comunidades han vivido tiempos difíciles. Todos pasamos por momentos difíciles. No vemos claro, no entendemos. Es en estos momentos cuando debemos caminar en fe. Como dice el canto popular: Si el sol llegase a oscurecer y no brille más, yo igual confío en el Señor, que no va a fallar.
Hemos visto cómo tanta gente, tanto católico ha dejado a la Iglesia decepcionados por todo lo que ha pasado. Sin embargo otros, a pesar de todo, se han mantenido fieles, no h decaído su fe.
4.- Para Jesús el Reino de Dios es una semilla, es decir, algo vivo, que trae vida. Y es eso lo que Dos quiere. Claro que a veces nos dejamos conducir por criterios humanos y nos desesperamos. Nos da la impresión que nada cambia y no se nota la presencia del Reino. Pero Jesús nos dice que el Reino tiene su ritmo propio de crecimiento que conduce a la plenitud.
Vuelvo a repetir, Dios no se vale de lo espectacular, de los megas eventos para realizar su obras. Él actúa en lo simple y con lo simple, con lo que el mundo no valora ni ve. Y siempre ha sido así.
Hoy la semilla del Reino está presente en esta Eucaristía. No actúa como nosotros quisiéramos, en una presentación litúrgica espectacular, teatral. No. Sino en la humilde presencia del Señor en estos dones. Presente en su Palabra, Presente en medio nuestro. Por eso celebramos el misterio de nuestra fe, para seguir caminando en fe.
Este mensaje nos debe animar y dar esperanza para seguir trabajando por el Reino de Dios.
Hno. Pastor.