Skip to main content

Homilía para la Eucaristía del domingo 09 de junio de 2024.

DOMINGO DECIMO DEL AÑO B.

Génesis 3,9-15: Hermoso relato que termina en un “Primer evangelio”: el mal será vencido por un hijo de hombre.

2Corintios 4,13-51: La vida cristiana transcurre entre lo provisional y lo permanente. En este mundo nos vamos deteriorando, pero la fe en el Resucitado nos da aliento.

Marcos 3,20-35:Dos posturas frente a Jesús: los que no creen en Él y los que creen en Él, los que llegan a ser sus discípulos. Rechazar la acción salvadora de Jesús es una blasfemia, ya que se niega el Amor de Dios.

1.- Como siempre la Palabra de Dios nos trae una Buena Noticia, un Evangelio. ¿Y cuál es esta Buena Noticia?

A la luz del Génesis nos damos cuenta que el ser humano sufre una fuerte tensión, pues no quiere ser lo que es y pretende ser lo que no es. Y ¿qué es el ser humano? Una criatura, por lo mismo, sin poder absoluto, sin conocimiento absoluto. En una palabra, se descubre débil, frágil…desnudo, totalmente expuesto a todo. Y ¿qué pretende el ser humano? “Ser como Dios”, conocer-manejar el bien y el mal. El hombre siempre ha soñado ser un Superhombre; incluso así lo muestran las mitologías.

Por eso, “pondré enemistad entre ti y la mujer”. En su intento de ser igual a Dios, lo único que descubre y experimenta es su desnudez, es decir, su indigencia absoluta.

Pero el texto termina con una Buena Notica: un descendiente de mujer, un humano, aplastará la cabeza de la serpiente.

2.- Porque somos creaturas somos frágiles. En este mundo experimentamos lo provisional, lo caduco. Sufrimos todo tipo de males, notamos lo débiles que somos. Precisamente nos angustia la enfermedad y la muerte. Pero desde la fe nos damos cuenta que la realidad es más que esta lucha contra el mal. San Pablo nos recuerda que el que resucitó a Jesús también nos resucitará a nosotros. Aunque experimentamos la debilidad, el mal, nuestro interior se va renovando. Y esto nos debe sostener siempre.

3.- El hombre de hoy, como el de siempre,  sueña con suplantar a Dios. El hombre cree saber lo que es bueno y lo que es malo. Y con su frágil sabiduría no se da cuenta que está desnudo, que es una simple creatura.  En la sociedad moderna se ha perdido el sentido de que el ser humano es creatura. Falta una auténtica antropología, como lo vemos en los argumentos para justificar el aborto.

Seguimos experimentando la ruptura del pecado: no nos entendemos (como en Babel), nos culpamos unos a otros, nunca asumimos nuestra responsabilidad. Y en todo el mundo hay un afán, una pugna por mandar, estar por encima del otro.

4.-  Y esta realidad se manifestó en el tiempo de los judíos cuando atacaron y descalificaron a Jesús. Descalificar a Cristo es descalificar y rechazar a Dios. Hoy hablamos de una sociedad secularista, que niega a Dios, le da la espalda a Dios.

Negar la salvación traída por Cristo es una blasfemia contra el Amor mismo de Dios, que es el Espíritu Santo.

Si aceptamos a Jesús, si lo reconocemos como el Salvador seremos sus discípulos, seremos los íntimos de Jesús.

Jesús no sólo nos trae un Mensaje de salvación, sino que Él es la salvación. Jesús, el descendiente nacido de una mujer (Gálatas 4,4), ha vencido al mal. Con Él, unidos a Él somos más que vencedores, porque ha llegado el fin de satanás. Por eso, a pesar de nuestras desnudeces, podemos bendecir y alabar a Dios, porque estamos revestidos de Cristo; ha mostrado su amor misericordioso a nosotros. Celebremos.

Hermano Pastor.