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EDD. sábado 17 de junio de 2017

Fuente :  http://evangeliodeldia.org/main.php?language=SP&module=readings&localdate=20170616
Sábado de la décima semana del tiempo ordinario

Carta II de San Pablo a los Corintios 5,14-21.
Porque el amor de Cristo nos apremia, al considerar que si uno solo murió por todos, entonces todos han muerto.
Y él murió por todos, a fin de que los que viven no vivan más para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Por eso nosotros, de ahora en adelante, ya no conocemos a nadie con criterios puramente humanos; y si conocimos a Cristo de esa manera, ya no lo conocemos más así.
El que vive en Cristo es una nueva criatura: lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente.
Y todo esto procede de Dios, que nos reconcilió con él por intermedio de Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación.
Porque es Dios el que estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo, no teniendo en cuenta los pecados de los hombres, y confiándonos la palabra de la reconciliación.
Nosotros somos, entonces, embajadores de Cristo, y es Dios el que exhorta a los hombres por intermedio nuestro. Por eso, les suplicamos en nombre de Cristo: Déjense reconciliar con Dios.
A aquel que no conoció el pecado, Dios lo identificó con el pecado en favor nuestro, a fin de que nosotros seamos justificados por él.
Salmo 103(102),1-2.3-4.8-9.11-12.
Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía,
y nunca olvides sus beneficios.
El perdona todas tus culpas
y cura todas tus dolencias;
rescata tu vida del sepulcro,
te corona de amor y de ternura.
El Señor es bondadoso y compasivo,
lento para enojarse y de gran misericordia;
No acusa de manera inapelable
ni guarda rencor eternamente;
Cuanto se alza el cielo sobre la tierra,
así de inmenso es su amor por los que lo temen;
cuanto dista el oriente del occidente,
así aparta de nosotros nuestros pecados.
Evangelio según San Mateo 5,33-37.
Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor.
Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios,
ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey.
No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos.
Cuando ustedes digan ‘sí’, que sea sí, y cuando digan ‘no’, que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno.
Comentario del Evangelio por Una homilía griega del siglo 4º. Sobre la Pascua (homilía inspirada en el Tratado sobre la Pascua de San Hipólito).
«Yo os digo»: La Ley antigua llevada a plenitud por aquél que da la Ley nueva
La Ley dada a Moisés es una compilación de enseñanzas variadas y de imperativos, una colección útil para todos de lo que es bueno hacer en esta vida, y un reflejo místico de las costumbres de la vida celeste: una antorcha y una lámpara, un fuego y una luz, réplica de las lámparas de arriba. La Ley de Moisés era el itinerario de la piedad, la regla de las costumbres honestas, el freno del primer pecado, el boceto de la verdad que ha de venir (Col 2,17)… La Ley de Moisés era para la piedad un maestro y para la justicia un guía, para los ciegos una luz y para los insensatos una prueba, para los niños un pedagogo y para los imprudentes una amarra, para las cervices duras una brida y para los impacientes un yugo que constreñía.
La Ley de Moisés era el mensajero de Cristo, el precursor de Jesús, el heraldo y el profeta del  gran Rey, una escuela de sabiduría, una preparación necesaria y una enseñanza universal, una doctrina llegada en el momento oportuno y un misterio temporal. La Ley de Moisés era un resumen simbólico y enigmático de la gracia futura, anunciando en imágenes la perfección de la verdad que ha de venir. Por los sacrificios anunciaba la Víctima, por la sangre, la Sangre, por el cordero, el Cordero, por la paloma, la Paloma, por el altar, el Sumo Sacerdote, por el Templo, la permanencia de la divinidad, por el fuego del altar, la plena «Luz del mundo» (Jn 8,12) que desciende de Arriba.

Homilía para la Eucaristía del domingo 18 de junio de 2017.

Fuente :  https://www.laicoscapuchinos.cl/laicos/index.php/2017/06/16/homilia-para-la-eucaristia-del-domingo-18-de-junio-de-2017/
En este día del Cuerpo de Cristo que crezca el amor al Señor sacramentado en el Pa n y el Vino y también en la persona de los pobres. Se necesita mucha fe. Pastor.

SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO.

Deuteronomio 8,2-3.14-16: Recuento del caminar por el desierto; se destaca el prodigio del Maná y del agua que brotó de la roca. Es Dios quien da el sustento y la vida.

1Corintios 10,16-18: el cristiano entre en comunión con Cristo por medio de la Eucaristía. Todos forman un Cuerpo en Cristo.

Juan 6,51-59: Jesús es el Pan de vida para la Iglesia; por eso el creyente tiene vida plena y transformada.

1.- Dios alimenta a su Pueblo, a la humanidad toda. Le proporciona el alimento material, los recursos de la tierra y el fruto de su trabajo. Pero también lo alimenta con un bocado especial, que sólo los que tienen fe lo valoran y lo anhelan. Ya sabemos cuál es este bocado especial; es el Viático para nuestras vidas. Viático es el alimento que lleva el viajero para su peregrinar. Viático, es el que se da al que tiene una comisión especial para que cubra sus gastos en lo que dura el viaje. Es el Señor el que se preocupa de nuestro sustento. Pero, insisto, este alimento se valora solamente desde la fe.

El Pueblo de Israel peregrinó por el desierto y fue alimentado por el Señor. En la primera lectura se nos dice que si fue alimentado por el maná es para enseñarle al pueblo que no sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca de Dios. Ellos cayeron en la idolatría: comieron, bebieron, cayeron en el libertinaje y, por eso, se olvidaron de quien les daba el sustento, la vida.

2.- Nosotros, inmersos en una cultura secularista, tenemos que renovar nuestra fe y revalorar lo que el Señor nos da. Es cierto que es el hombre el que se procura el alimento, el sustento. Es cierto que gracias a los conocimientos científicos ha podido lograr una calidad de vida mejor. Pero por más que alcance tanto avance no puede olvidar algo tan esencial: “que no sólo de pan vive el hombre”. No sólo de pan, es decir, del progreso, de las cosas, el bienestar económico. Ya la Sagrada Escritura nos recuerda algo importantísimo: Cuando el Señor, tu Dios te introduzca en la tierra que él te dará,–en ciudades grandes y prósperas que tú no levantaste; en casas colmadas de toda clase de bienes, que tú no acumulaste; en pozos que tú no cavaste; en viñedos y olivares que tú no plantaste– y cuando comas hasta saciarte,  ten cuidado de no olvidar al Señor que te hizo salir de Egipto, de un lugar de esclavitud.  Teme al Señor, tu Dios, sírvelo y jura por su Nombre”. (Deuteronomio 6,10-13). Pero el hombre se ha olvidado de esto y ha caído en la idolatría, dándole la espalda al Señor, como otrora cayera Israel.

3.- No debemos ser autosuficientes. Necesitamos de Dios. Necesitamos de un alimento que realmente nos dé plenitud. Y cuando el hombre no descubre este alimento buscará sucedáneos, que ni alimentan ni dan vida. ¡Hay tanto alimento falso para la vida espiritual!

Hoy Jesús dice a los judíos, es decir, a los que no creen en Él: “Yo soy el Pan vivo. El que coma de este Pan vivirá eternamente, y el Pan que Yo daré es mi carne para la vida del mundo.”

Jesús es entrega, donación, alimento para la vida del mundo. Ya sabemos los efectos: comunión vital con el Señor, forma un solo cuerpo con Él.

La celebración de la Eucaristía genera un real entramado de relaciones vitales. Por eso, lo que dice el Apóstol a los Corintios sigue siendo válido: el que come del Cuerpo de Cristo y bebe su Sangre no puede entrar en comunión con la maldad. (Ver  1Corintios 10,21). El que vive prescindiendo de Dios, centrado en sí mismo, en el materialismo y en un falso amor es un idólatra.

4.- Hoy, día del “Corpus”, es todo un desafío. Jesús se nos ofrece en alimento en su cuerpo y en su sangre, en su Palabra. Pero no nos conformemos con celebrar este misterio de fe sólo en lo religioso-cultual. Le pedimos al Señor que renueve el corazón de nuestra sociedad para que el pan de la abundancia sea partido a los pobres. Que a nadie falte su alimento, que a nadie falte el pan de la Palabra y del espíritu, el pan de la libertad, la amistad y el amor fraterno.

El ha venido para que todos tengan vida. Acerquémonos y salgamos de aquí a comunicar vida.

                                         Hermano Pastor Salvo Beas.

Comentario al evangelio de hoy viernes 16 de junio de 2017.

Infidelidad es sinónimo de egoísmo.

X Viernes de Tiempo Ordinario.
Por: H. Cristian Gutiérrez LC
Fuente: http://es.catholic.net/op/articulos/65656/infidelidad-es-sinonimo-de-egoismo.html 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
«Conozco tu miseria, las luchas y tribulaciones de tu alma, la debilidad y las dolencias de tu cuerpo; conozco tu cobardía, tus pecados y tus flaquezas. A pesar de todo te digo: Dame tu corazón, ámame tal como eres. Si para darme tu corazón esperas ser un ángel, nunca llegarás a amarme. Aun cuando caigas de nuevo, muchas veces, en esas faltasque jamás quisieras cometer y seas un cobarde para practicar la virtud, No te consiento que me dejes de amar. Ámame tal como eres.» (Fragmento de una oración de Charles de Foucauld)
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 27-32
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: No cometerás adulterio; pero yo les digo que quien mire con malos deseos a una mujer, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Por eso, si tu ojo derecho es para ti ocasión de pecado, arráncatelo y tíralo lejos, porque más te vale perder una parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al lugar de castigo. Y si tu mano derecha es para ti ocasión de pecado, córtatela y arrójala lejos de ti, porque más te vale perder una parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al lugar de castigo.
También se dijo antes: El que se divorcie, que le dé a su mujer un certificado de divorcio; pero yo les digo que el que se divorcia, salvo el caso de que vivan en unión ilegítima, expone a su mujer al adulterio, y el que se casa con una divorciada comete adulterio».
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Adulterio no es sólo sinónimo de infidelidad; es sinónimo de egoísmo, que a su vez es contrario del amor. Adulterio y amor. Más que amenazas sobre al adulterio, encuentro consejos para el amor. Me enseñas que cuando se ama de verdad, se busca por todos los medios posibles conservar, cuidar ese amor. El amor verdadero es la solución eficaz al mal del adulterio.
Pero es importante amar. No se puede pasar la vida sin amor, amor real. ¡Cuánto vacío experimento cuando no amo o amo mal! ¡Cuánto mal hago a las personas cuando no las amo, sino que las uso!
Me invitas a amar. Es ésta la clave de lectura de este pasaje. Sabes bien que el amor es la necesidad más fuerte que el hombre lleva en su interior. Por ello buscas la manera de saciar esta necesidad enseñando un amor bueno, sano, sacrificado, hermoso.
Muchas veces busco amores que llenen mi corazón, pero luego queda un vacío más profundo que al inicio. El amor humano es algo hermoso, pero también algo que el mismo hombre se ha encargado de deformar, de reducir, de envenenar, como por ejemplo con el adulterio. Y es contra ello de lo que me previenes hoy.
El amor humano que me presenta el mundo se reduce al placer, al sentimiento, al gusto, a la emoción. El amor pareciera ser algo que se consigue a la mano y se desecha cuando ya no me agrada o me cuesta. Distinta visión a la que me das en este Evangelio. Un amor que se libera de toda esclavitud de placer mezquino, de emoción pasajera, de superficial sentimentalismo. Es el amor que se va arrancando todo aquello que impide crecer, purificarse, sanarse. Ése es el amor que pensaste para el ser humano. El amor que se entrega sin medida, que es fiel, que es puro, que respeta, que libera y no esclaviza, que no rebaja sino que eleva, que no ve en el otro un objeto sino una persona, que va más allá de la apariencia, de la mirada y penetra y hunde las raíces en el interior, en el corazón, en el alma.
Hoy me enseñas que el amor no es para esclavos, el amor es para personas libres. Amar no me limita, no me reduce; amar me eleva, me sublima, me porta al infinito, me realiza en plenitud. Desde esta perspectiva se entiende tu invitación a arrancar todo aquello que pueda ser ocasión de pecado y contaminar el amor, porque amar es el mayor proyecto de mi vida.
A los jóvenes nos dices en el primer párrafo la necesidad de mirar al otro con pureza, con sinceridad, con respeto. No como un objeto, no como medio para mi satisfacción, mi placer, mi realización. Arrancar de mi mirada esos esquemas que me impiden descubrir en el otro la belleza de una persona, con sus sentimientos, sus problemas, sus necesidades, sus cualidades y defectos. No mirar al otro fijándose en su cuerpo, sino en su rostro. Contrariamente a lo que el mundo de hoy me transmite.

«El adulterio, como el hurto, la corrupción y todos los otros pecados, primero son concebidos en nuestra intimidad y, una vez cumplida en el corazón la elección equivocada, se ponen en práctica a través de un comportamiento concreto. Y Jesús dice: quien mira a una mujer que no es la propia con ánimo de posesión es un adúltero en su corazón, ha iniciado el camino hacia el adulterio. Pensemos un poco sobre esto: sobre los malos pensamientos que vienen en esta línea. […]Que la Virgen María, que dona la escucha dócil y la obediencia alegre, nos ayude a acercarnos siempre más al Evangelio, para ser cristianos no «de fachada», ¡sino de sustancia! Y esto es posible con la gracia del Espíritu Santo, que nos permite hacer todo con amor, y así cumplir plenamente la voluntad de Dios.»
(Homilía de S.S. Francisco, 12 de febrero de 2017).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy buscaré pasar un rato en familia y les daré alguna muestra de mi afecto por ellos.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
 

EDD. viernes 16 de junio de 2017

Fuente :  http://evangeliodeldia.org/main.php?language=SP&module=readings&localdate=20170614
Viernes de la décima semana del tiempo ordinario.

Carta II de San Pablo a los Corintios 4,7-15.
Hermanos:
Nosotros llevamos un tesoro en recipientes de barro, para que se vea bien que este poder extraordinario no procede de nosotros, sino de Dios.
Estamos atribulados por todas partes, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados;
perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no aniquilados.
Siempre y a todas partes, llevamos en nuestro cuerpo los sufrimientos de la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
Y así aunque vivimos, estamos siempre enfrentando a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
De esa manera, la muerte hace su obra en nosotros, y en ustedes, la vida.
Pero teniendo ese mismo espíritu de fe, del que dice la Escritura: Creí, y por eso hablé, también nosotros creemos, y por lo tanto, hablamos.
Y nosotros sabemos que aquel que resucitó al Señor Jesús nos resucitará con él y nos reunirá a su lado junto con ustedes.
Todo esto es por ustedes: para que al abundar la gracia, abunde también el número de los que participan en la acción de gracias para gloria de Dios.
Salmo 116(115),10-11.15-16.17-18.
Tenía confianza, incluso cuando dije:
“¡Qué grande es mi desgracia!”.
Yo, que en mi turbación llegué a decir:
“¡Los hombres son todos mentirosos!”.
¡Qué penosa es para el Señor
la muerte de sus amigos!
Yo, Señor, soy tu servidor,
tu servidor, lo mismo que mi madre:
por eso rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
e invocaré el nombre del Señor.
Cumpliré mis votos al Señor,
en presencia de todo su pueblo.
Evangelio según San Mateo 5,27-32.
Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio.
Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.
Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.
También se dijo: El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio.
Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio.
Comentario del Evangelio por San Juan Pablo II (1920-2005), papa. Discurso a los jóvenes de los Países Bajos, 14 de mayo 1985.
Las exigencias de Cristo y el gozo del corazón.
Queridos jóvenes, me habéis hecho saber que a menudo consideráis a la Iglesia como una institución que no hace más que promulgar reglamentos y leyes… Y concluís que hay un profundo hiato entre el gozo que emana de la palabra de Cristo y el sentimiento de opresión que suscita en vosotros la rigidez de la Iglesia… Pero el  Evangelio nos presenta a un Cristo muy exigente, que invita a una radical conversión del corazón, a un desasimiento de los bienes de la tierra, al perdón de las ofensas, al amor a los enemigos, a la paciente aceptación de las persecuciones e incluso al sacrificio de la propia vida por amor al prójimo. En lo que concierne al dominio particular de la sexualidad, se conoce la firme posición que ha tomado en defensa de la indisolubilidad del matrimonio e incluso en la pronunciada condenación en lo que se refiere al simple adulterio cometido en el corazón. ¿Se podría no estar impresionado frente al precepto de «arrancarse el ojo» o de «cortarse la mano» cuando estos miembros son una ocasión de «escándalo»?…
La licencia moral no hace felices a los hombres. De la misma manera la sociedad de consumo no trae el gozo del corazón. El ser humano no se realiza más que en la medida en que sabe aceptar las exigencias que provienen de su dignidad de ser creado «a imagen y semejanza de Dios» (Gn 1,27). Por eso, si hoy la Iglesia dice cosas que no gustan, es que se siente obligada a hacerlo. Lo hace por deber de lealtad…
¿Así pues, no será verdad que el mensaje evangélico es un mensaje de gozo? Al contrario ¡es totalmente verdad! Y ¿cómo es posible? La respuesta se encuentra en una palabra, una sola palabra, una palabra breve pero de un contenido ancho como el mar. Y esta palabra es: amor. El rigor del precepto y el gozo del corazón  pueden perfectamente conciliarse. El que ama no teme el sacrificio. E incluso busca, en el sacrificio, la prueba más convincente aún de la autenticidad de su amor.

Comentario al evangelio de hoy jueves 15 de junio de 2017

Primero reconciliate con tu hermano
Tiempo Ordinario.

Pedir a Dios la gracia de saber perdonar y no juzgar.
Por: Buenaventura Acero | Fuente: http://es.catholic.net/op/articulos/19741/cat/331/primero-reconciliate-con-tu-hermano.html
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 20-26 
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el Reino de los cielos. Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: «No matarás y el que mate será llevado ante el tribunal.» Pero yo les digo: Todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar de castigo. Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo. 
Oración introductoria
Señor, gracias por recordarme que no quieres ofrecimientos ni una oración alejada de la realidad mi vida. Limpia mi corazón de todo resentimiento y amargura, de todo rencor o envidia, con tu gracia podré ser un instrumento de tu paz.
Petición
Señor, concédeme disculpar de inmediato, con un gesto bondadoso, todas las ofensas y pequeñas molestias del día.
Meditación del Papa Francisco
En las tablas de la ley está la ley hacia Dios y la ley hacia el prójimo y las dos van juntas. Yo no puedo decir: ‘Pero, no, yo cumplo los tres primeros mandamientos… y los otros más o menos’. No, si tú no haces estos, esos no puedes hacerlos y si tú haces eso, debes hacer esto. Están unidos: el amor a Dios y el amor al prójimo son una unidad y si tú quieres hacer penitencia, real no formal, debes hacerla delante de Dios y también con tu hermano, con el prójimo.
Y como dice el apóstol Santiago, puedes tener mucha fe pero si no haces obras, no sirve de nada. Uno puede ir a misa todos los domingos y comulgar, y se puede preguntar: ¿cómo es tu relación con tus trabajadores? ¿Les pagas en negro? ¿Les pagas el salario justo? ¿También pagas la contribución para la pensión? ¿Para asegurar la salud?
Esos hombres y mujeres de fe que dividen las tablas de la ley: ‘sí, sí, yo hago esto’ – ‘¿pero tú das limosna?’ – ‘sí, sí, siempre envío el cheque a la Iglesia’ – ‘Ah, muy bien. Pero a tu Iglesia, en tu casa, con los que dependen de ti -ya sean hijos, abuelos, trabajadores- ¿eres generoso, eres justo?’ Tú no puedes hacer ofrendas a la Iglesia sobre los hombros de la injusticia que haces con tus trabajadores. Esto es un pecado gravísimo: es usar a Dios para cubrir la injusticia. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 20 de febrero de 2015, en Santa Marta).
Reflexión
Jesús habla de la realidad dándole un nuevo sentido, iluminándola con el espíritu de la Ley. Para ejemplificar el amor al prójimo, habla de la historia del buen samaritano y concluye, ahora «ve y haz tú lo mismo». Y cuando baja a los detalles de la vida cotidiana sabe que la mayoría de sus oyentes podrían ser protagonistas en sus ejemplos…
Si es verdad que el amor es el primer mandamiento ¿cómo se pone en práctica? Jesús nos ilustra con tres casos.
Constituyen el primer grado, lo que hay que evitar. El insulto, la enemistad y la querella contra el prójimo no serán propias de un cristiano. Pero más allá del precepto negativo «no matarás»… se nos abre el horizonte ilimitado del amor al prójimo.
El primer paso es evitar esas tres actitudes, pero Jesús no se detendrá en ellas mas que como un mero paso intermedio, él va más allá. Por tanto es un buen momento para hacer nosotros también nuestro propio examen de conciencia. Para preguntarnos, a la luz de la fe, ¿qué hay de todo esto en mi corazón? Saber perdonar, no guardar rencores e imitar con ello a Jesucristo es exigente, pero al mismo tiempo liberador.
La gracia de Dios nos impulsa a ello, es una obra propia del Espíritu Santo, si le dejamos actuar en nuestra alma.
Propósito
Si estoy distanciado de alguna persona, dar el primer paso para la reconciliación.
Diálogo con Cristo
Lo que cultivo en mi corazón, bueno o malo, va floreciendo y eventualmente se manifiesta en mis acciones. Gracias, Jesucristo, Tú me has enseñado a amar y a buscar la santidad. Me has dado la fe, la esperanza y la caridad para sostenerme y orientarme hacia la fuente de tu gracia, para poder vivir el amor diariamente. María, madre de la misericordia, ayúdame a cultivar un corazón semejante al tuyo.
Amén.

EDD. jueves 15 de junio de 2017

Fuente :  http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2017-06-15
Jueves de la décima semana del tiempo ordinario
Por el perdón de los pecados
Propuesta celebrativa
Color: verde
Antífona de entrada            Cf. Sab 11, 24-25. 27
Señor, tú eres misericordioso con todos y no aborreces nada de lo que has hecho; cierra los ojos a los pecados de los hombres para que se arrepientan y los perdones, porque tú eres el Señor, nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Padre de bondad, escucha nuestras súplicas y perdona nuestros pecados para que, por tu misericordia, recibamos juntamente tu perdón y tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera lectura
Dios hizo brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios.
Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto   3, 15—4, 1. 3-6
Hermanos:
Hasta el día de hoy un velo cubre la inteligencia de los israelitas siempre que leen a Moisés. Pero al que se convierte al Señor, se le cae el velo. Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad. Nosotros, en cambio, con el rostro descubierto, reflejamos, como en un espejo, la gloria del Señor, y somos transfigurados a su propia imagen con un esplendor cada vez más glorioso, por la acción del Señor, que es Espíritu.
Por eso, investidos misericordiosamente del ministerio apostólico, no nos desanimamos. Si nuestro Evangelio todavía resulta impenetrable, lo es sólo para aquellos que se pierden, para los incrédulos, a quienes el dios de este mundo les ha enceguecido el entendimiento, a fin de que no vean resplandecer el Evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios.
Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús, el Señor, y nosotros no somos más que servidores de ustedes por amor de Jesús. Porque el mismo Dios que dijo: “Brille la luz en medio de las tinieblas”, es el que hizo brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios, reflejada en el rostro de Cristo.
Salmo responsorial   84, 9ab. 10-14
R/. La gloria del Señor habitará en nuestra tierra.
Voy a proclamar lo que dice el Señor: el Señor promete la paz para su pueblo y sus amigos.  Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la Gloria habitará en nuestra tierra.
El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo.
El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos.  La Justicia irá delante de Él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos.
EVANGELIO
Aclamación al Evangelio       Jn 13, 34
Aleluya.
“Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros, así como Yo los he amado”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO
Todo aquel que se enoja contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    5, 20-26
Jesús dijo a sus discípulos:
Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata debe ser llevado ante el tribunal. Pero Yo les digo que todo aquel que se enoja contra su hermano merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta merece ser castigado por el Tribunal. Y el que lo maldice merece el infierno.
Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.

Reflexión :

• El texto del evangelio de hoy está dentro de la unidad mayor de Mt 5,20 hasta Mt 5,48. En esta unidad Mateo muestra como Jesús interpretaba y explicaba la Ley de Dios. Por cinco veces repitió la frase: «Habéis oído que se dijo, ¡pero yo os digo!» (Mt 5,21.27.33.38.43). En opinión de algunos fariseos, Jesús estaba terminando con la ley. Pero era exactamente lo contrario. Decía: “No piensen que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a acabar, sino a darles pleno cumplimiento (Mt 5,17). Ante la Ley de Moisés, Jesús tiene una actitud de ruptura y continuidad. Rompe con las interpretaciones erradas que se encerraban en la prisión de la letra, y reafirma de forma categórica el objetivo último de la ley: alcanzar la justicia mayor que es el Amor.
• En las comunidades para las cuales Mateo escribe su Evangelio había opiniones diferentes ante la Ley de Moisés. Para algunos no tenía sentido. Para otros tenía que ser observada hasta los mínimos detalles. Por esto había muchos conflictos y enfrentamientos. Unos llamaban a otros imbecil e idiota. Mateo trata de ayudar a los dos grupos a enfrentar y superar los conflictos que surgen dentro de la familia y de la comunidad.
• Mateo 5,20: La justicia de ustedes tiene que ser mayor que la justicia de los fariseos. Este primer versículo ofrece la llave general de todo lo que sigue en el conjunto de Mt 5,20-48. El evangelista muestra a las comunidades cómo deben practicar una justicia mayor que supera la justicia de los escribas y de los fariseos y que llevará a la observancia plena de la ley. En seguida, después de esta clave general sobre la justicia mayor, Mateo presenta cinco ejemplos bien concretos de cómo practicar la Ley de tal manera que su observancia lleve a la práctica perfecta del amor. En el primer ejemplo del evangelio de hoy, Jesús revela lo que Dios quería cuando entregó a Moisés el quinto mandamiento. “¡No matarás!”.
• Mateo 5,21-22: No matar. “Habéis oído que se ha dicho: No matará. Quien mate a su hermano será condenado por el tribunal”(Ex 20,13) Para observar plenamente este quinto mandamiento no basta evitar el asesinato. Es preciso arrancar del proprio ser todo aquello que, de una forma o de otra, pueda llevar al asesinato, como por ejemplo, la rabia, el odio, el juicio, e deseo de venganza, de explotación, etc.“Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal”. Es decir, quien piensa con rabia en su hermano, merece ya el mismo castigo de condena de parte del tribunal que, en la antigua ley, era reservado al asesino. Y Jesús va mucho más allá. El quiere arrancar la raíz del asesinato: pero el que llame a su hermano `imbécil’, será reo ante el Sanedrín; y el que le llame `renegado’, será reo de la gehenna de fuego Con otras palabras, observo plenamente el mandamiento No Matar si consigo sacar de mi corazón cualquier sentimiento de rabia que lleva a insultar al hermano. Es decir: solamente si llego a la perfección del amor.
• Mateo 5,23-24: El culto perfecto que Dios quiere “Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda. Para poder ser aceptado por Dios y estar unido a él, es preciso estar reconciliado con el hermano, con la hermana. Antes de la destrucción del Templo del año 70, cuando los cristianos han participado a las peregrinaciones a Jerusalén para hacer sus ofertas al altar del Templo, recordaban siempre la frase de Jesús. Ahora en los años 80, en el momento en que Mateo escribe, el Templo y el Altar ya no existían. La comunidad pasó a ser el Templo y el Altar de Dios (1Cor 3,16).
• Mateo 5,25-26: Reconciliar. Uno de los puntos en que el Evangelio de Mateo más insiste es la reconciliación, pues en las comunidades de aquella época, había muchas tensiones entre grupos radicales con tendencias diferentes, sin diálogo. Nadie quería ceder ante el otro. Mateo ilumina esta situación con palabras de Jesús sobre la reconciliación que piden acogida y comprensión. Pues el único pecado que Dios no consigue perdonar es nuestra falta de perdón a los demás (Mt 6,14). ¡Por esto, busca la reconciliación, antes de que sea demasiado tarde!
• El ideal de la justicia mayor. Por cinco veces, Jesús cita un mandamiento o una costumbre de la antigua ley: No matar (Mt 5,21), No cometer adulterio (Mt 5,27), No jurar en falso (Mt 5,33), Ojo por ojo, diente por diente (Mt 5,38), Amar al prójimo y odiar al enemigo (Mt 5,43). Y por cinco veces, critica la antigua manera de observar estos mandamientos y apunta hacia un camino nuevo para alcanzar la justicia, el objetivo de la ley (Mt 5,22-26; 5, 28-32; 5,34-37; 5,39-42; 5,44-48). La palabra Justicia aparece siete veces en el Evangelio de Mateo (Mt 3,15; 5,6.10.20; 6,1.33; 21,32). El ideal religioso de los judíos de la época era «ser justo ante Dios». Los fariseos enseñaban: “La persona alcanza la justicia ante Dios cuando llega a observar todas las normas de la ley en todos sus detalles!» Esta enseñanza engendraba una opresión legalista y llenaba de angustia a las personas de buena voluntad, porque era muy difícil observar todas las normas (Rom 7,21-24). Por esto, Mateo recoge las palabras de Jesús sobre la justicia mostrando que tiene que superar la justicia de los fariseos (Mt 5,20). Para Jesús, la justicia no viene de aquello que yo hago por Dios observando la ley, sino que viene de lo que Dios hace por mí, acogiéndome con amor como hijo o hija. El nuevo ideal que Jesús propone es éste «¡Ser perfecto como el Padre celestial es perfecto!» (Mt 5,48). Esto quiere decir: seré justo ante Dios, cuando trate de acoger y perdonar a las personas así como Dios me acoge y perdona gratuitamente, a pesar de mis muchos defectos y pecados.
Para la reflexión personal
• ¿Cuáles son los conflictos más frecuentes en nuestra familia? ¿Y en nuestra comunidad? ¿Es fácil la reconciliación en familia y en comunidad? ¿Sí o no? ¿Por qué?
• ¿De qué manera los consejo de Jesús pueden ayudar a mejorar la relación dentro de nuestra familia y de la comunidad?

EDD. jueves 15 de junio de 2017

Fuente :  http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2017-06-15
Jueves de la décima semana del tiempo ordinario
Por el perdón de los pecados
Propuesta celebrativa
Color: verde
Antífona de entrada            Cf. Sab 11, 24-25. 27
Señor, tú eres misericordioso con todos y no aborreces nada de lo que has hecho; cierra los ojos a los pecados de los hombres para que se arrepientan y los perdones, porque tú eres el Señor, nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Padre de bondad, escucha nuestras súplicas y perdona nuestros pecados para que, por tu misericordia, recibamos juntamente tu perdón y tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera lectura
Dios hizo brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios.
Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto   3, 15—4, 1. 3-6
Hermanos:
Hasta el día de hoy un velo cubre la inteligencia de los israelitas siempre que leen a Moisés. Pero al que se convierte al Señor, se le cae el velo. Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad. Nosotros, en cambio, con el rostro descubierto, reflejamos, como en un espejo, la gloria del Señor, y somos transfigurados a su propia imagen con un esplendor cada vez más glorioso, por la acción del Señor, que es Espíritu.
Por eso, investidos misericordiosamente del ministerio apostólico, no nos desanimamos. Si nuestro Evangelio todavía resulta impenetrable, lo es sólo para aquellos que se pierden, para los incrédulos, a quienes el dios de este mundo les ha enceguecido el entendimiento, a fin de que no vean resplandecer el Evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios.
Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús, el Señor, y nosotros no somos más que servidores de ustedes por amor de Jesús. Porque el mismo Dios que dijo: “Brille la luz en medio de las tinieblas”, es el que hizo brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios, reflejada en el rostro de Cristo.
Salmo responsorial   84, 9ab. 10-14
R/. La gloria del Señor habitará en nuestra tierra.
Voy a proclamar lo que dice el Señor: el Señor promete la paz para su pueblo y sus amigos.  Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la Gloria habitará en nuestra tierra.
El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo.
El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos.  La Justicia irá delante de Él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos.
EVANGELIO
Aclamación al Evangelio       Jn 13, 34
Aleluya.
“Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros, así como Yo los he amado”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO
Todo aquel que se enoja contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    5, 20-26
Jesús dijo a sus discípulos:
Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata debe ser llevado ante el tribunal. Pero Yo les digo que todo aquel que se enoja contra su hermano merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta merece ser castigado por el Tribunal. Y el que lo maldice merece el infierno.
Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.

Reflexión :


• El texto del evangelio de hoy está dentro de la unidad mayor de Mt 5,20 hasta Mt 5,48. En esta unidad Mateo muestra como Jesús interpretaba y explicaba la Ley de Dios. Por cinco veces repitió la frase: «Habéis oído que se dijo, ¡pero yo os digo!» (Mt 5,21.27.33.38.43). En opinión de algunos fariseos, Jesús estaba terminando con la ley. Pero era exactamente lo contrario. Decía: “No piensen que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a acabar, sino a darles pleno cumplimiento (Mt 5,17). Ante la Ley de Moisés, Jesús tiene una actitud de ruptura y continuidad. Rompe con las interpretaciones erradas que se encerraban en la prisión de la letra, y reafirma de forma categórica el objetivo último de la ley: alcanzar la justicia mayor que es el Amor.
• En las comunidades para las cuales Mateo escribe su Evangelio había opiniones diferentes ante la Ley de Moisés. Para algunos no tenía sentido. Para otros tenía que ser observada hasta los mínimos detalles. Por esto había muchos conflictos y enfrentamientos. Unos llamaban a otros imbecil e idiota. Mateo trata de ayudar a los dos grupos a enfrentar y superar los conflictos que surgen dentro de la familia y de la comunidad.
• Mateo 5,20: La justicia de ustedes tiene que ser mayor que la justicia de los fariseos. Este primer versículo ofrece la llave general de todo lo que sigue en el conjunto de Mt 5,20-48. El evangelista muestra a las comunidades cómo deben practicar una justicia mayor que supera la justicia de los escribas y de los fariseos y que llevará a la observancia plena de la ley. En seguida, después de esta clave general sobre la justicia mayor, Mateo presenta cinco ejemplos bien concretos de cómo practicar la Ley de tal manera que su observancia lleve a la práctica perfecta del amor. En el primer ejemplo del evangelio de hoy, Jesús revela lo que Dios quería cuando entregó a Moisés el quinto mandamiento. “¡No matarás!”.
• Mateo 5,21-22: No matar. “Habéis oído que se ha dicho: No matará. Quien mate a su hermano será condenado por el tribunal” (Ex 20,13) Para observar plenamente este quinto mandamiento no basta evitar el asesinato. Es preciso arrancar del proprio ser todo aquello que, de una forma o de otra, pueda llevar al asesinato, como por ejemplo, la rabia, el odio, el juicio, e deseo de venganza, de explotación, etc.“Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal”. Es decir, quien piensa con rabia en su hermano, merece ya el mismo castigo de condena de parte del tribunal que, en la antigua ley, era reservado al asesino. Y Jesús va mucho más allá. El quiere arrancar la raíz del asesinato: pero el que llame a su hermano `imbécil’, será reo ante el Sanedrín; y el que le llame `renegado’, será reo de la gehenna de fuego Con otras palabras, observo plenamente el mandamiento No Matar si consigo sacar de mi corazón cualquier sentimiento de rabia que lleva a insultar al hermano. Es decir: solamente si llego a la perfección del amor.
• Mateo 5,23-24: El culto perfecto que Dios quiere “Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda. Para poder ser aceptado por Dios y estar unido a él, es preciso estar reconciliado con el hermano, con la hermana. Antes de la destrucción del Templo del año 70, cuando los cristianos han participado a las peregrinaciones a Jerusalén para hacer sus ofertas al altar del Templo, recordaban siempre la frase de Jesús. Ahora en los años 80, en el momento en que Mateo escribe, el Templo y el Altar ya no existían. La comunidad pasó a ser el Templo y el Altar de Dios (1Cor 3,16).
• Mateo 5,25-26: Reconciliar. Uno de los puntos en que el Evangelio de Mateo más insiste es la reconciliación, pues en las comunidades de aquella época, había muchas tensiones entre grupos radicales con tendencias diferentes, sin diálogo. Nadie quería ceder ante el otro. Mateo ilumina esta situación con palabras de Jesús sobre la reconciliación que piden acogida y comprensión. Pues el único pecado que Dios no consigue perdonar es nuestra falta de perdón a los demás (Mt 6,14). ¡Por esto, busca la reconciliación, antes de que sea demasiado tarde!
• El ideal de la justicia mayor. Por cinco veces, Jesús cita un mandamiento o una costumbre de la antigua ley: No matar (Mt 5,21), No cometer adulterio (Mt 5,27), No jurar en falso (Mt 5,33), Ojo por ojo, diente por diente (Mt 5,38), Amar al prójimo y odiar al enemigo (Mt 5,43). Y por cinco veces, critica la antigua manera de observar estos mandamientos y apunta hacia un camino nuevo para alcanzar la justicia, el objetivo de la ley (Mt 5,22-26; 5, 28-32; 5,34-37; 5,39-42; 5,44-48). La palabra Justicia aparece siete veces en el Evangelio de Mateo (Mt 3,15; 5,6.10.20; 6,1.33; 21,32). El ideal religioso de los judíos de la época era «ser justo ante Dios». Los fariseos enseñaban: “La persona alcanza la justicia ante Dios cuando llega a observar todas las normas de la ley en todos sus detalles!» Esta enseñanza engendraba una opresión legalista y llenaba de angustia a las personas de buena voluntad, porque era muy difícil observar todas las normas (Rom 7,21-24). Por esto, Mateo recoge las palabras de Jesús sobre la justicia mostrando que tiene que superar la justicia de los fariseos (Mt 5,20). Para Jesús, la justicia no viene de aquello que yo hago por Dios observando la ley, sino que viene de lo que Dios hace por mí, acogiéndome con amor como hijo o hija. El nuevo ideal que Jesús propone es éste «¡Ser perfecto como el Padre celestial es perfecto!» (Mt 5,48). Esto quiere decir: seré justo ante Dios, cuando trate de acoger y perdonar a las personas así como Dios me acoge y perdona gratuitamente, a pesar de mis muchos defectos y pecados.
Para la reflexión personal
• ¿Cuáles son los conflictos más frecuentes en nuestra familia? ¿Y en nuestra comunidad? ¿Es fácil la reconciliación en familia y en comunidad? ¿Sí o no? ¿Por qué?
• ¿De qué manera los consejo de Jesús pueden ayudar a mejorar la relación dentro de nuestra familia y de la comunidad?

Texto completo de la catequesis del papa Francisco en la audiencia del 14 de junio de 2017

Fuente :  https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-catequesis-del-papa-francisco-en-la-audiencia-del-14-de-junio-de-2017/

 “Dios nos ama como somos: nos ama siempre y de manera incondicional”

14 junio 2017RedaccionEl papa Francisco

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(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 14 Jun. 2017).- El papa Francisco realizó hoy en la plaza de San Pedro la audiencia de los miércoles, en la cual desarrolló prosiguió con la serie de catequesis sobre la esperanza.

A continuación el texto completo:

«¡Queridos hermanos y hermanas , buenos días!

Hoy hacemos esta Audiencia en dos lugares, unidos a través de las pantallas gigantes: los enfermos están en el Aula Pablo VI para que no sufran tanto el calor y nosotros aquí. Pero todos juntos. Y nos une el Espíritu Santo, que es el que hace siempre la unidad. Saludemos a los que están en el Aula…

Ninguno de nosotros puede vivir sin amor. Y una de las más feas esclavitudes en la que podemos caer es la de creer que el amor se merece. Seguramente gran parte de la angustia del hombre contemporáneo viene de esto: creer que si no somos fuertes, atrayentes y bellos, nadie se ocupará de nosotros.

¿Es la vía de la “meritocracia” no? Tantas personas hoy día buscan una visibilidad sólo para colmar el vacío interior: como si fuéramos personas eternamente necesitadas de ser confirmados. Pero ¿imagínense un mundo donde todos mendiguen la atención de los demás, y nadie esté dispuesto a amar gratuitamente a otra persona? Imagínense un mundo así…un mundo sin la gratuidad del quererse bien….Parece un mundo humano, pero en realidad está enfermo.

Tantos narcisismos del ser humano, nacen de un sentimiento de soledad. Y también de orfandad. Detrás de tantos comportamientos aparentemente inexplicables se esconde una pregunta: ¿Es posible que yo no merezca ser llamado por mi nombre; o lo que es lo mismo, no merezca ser amado? Porque el amor siempre te llama por tu nombre.

Cuando es un adolescente quien no es o no se siente amado; entonces puede nacer la violencia. Detrás de tantas formas de odio social y de vandalismo, se esconde con frecuencia un corazón que no ha sido reconocido.

No existen los niños malos, como tampoco existen los adolescentes del todo malvados, existen personas infelices. ¿Y qué nos puede hacer felices más que la experiencia de dar y recibir amor? La vida del ser humano es un intercambio de miradas: alguien que al mirarnos, nos arranca una primera sonrisa, y en la sonrisa que ofrecemos gratuitamente a quien está encerrado en la tristeza. Y así es cómo abrimos el camino. Intercambio de miradas: mirarse a los ojos….y así se abren las puertas del corazón.

El primer paso que Dios realiza en nosotros, es un amor que nos anticipa de manera incondicional. Dios siempre ama primero. Dios no nos ama porque nosotros tememos motivos que despierten su amor. Dios nos ama porque Él mismo es amor y el amor por su propia naturaleza tiende a difundirse, a darse.

Dios no vincula su benevolencia a nuestra conversión: aunque ésta sea una consecuencia del amor de Dios. San Pablo lo dice de manera perfecta: “Dios demuestra su amor hacia nosotros, en el hecho de que aunque éramos todavía pecadores, Cristo murió por nosotros” (Rom. 5,8).

Mientras aún éramos pecadores. Un amor incondicional. Estábamos lejos, como el hijo pródigo de la parábola: “Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vió, tuvo compasión….” (Lc 15,20). Por amor hacia nosotros, Dios realizó un éxodo de sí mismo, para venir a nuestro encuentro, en esta tierra, dónde insensato que Él transitara. Dios nos amaba aun cuando estábamos equivocados.

¿Quién de nosotros ama de esta manera, a no ser quien es madre o padre? Una madre sigue amando a su hijo aunque éste hijo esté en la cárcel. Yo recuerdo tantas madres, haciendo la fila para entrar en la cárcel, en la primera diócesis dónde estuve: tantas madres. Y no se avergonzaban. El hijo estaba en la cárcel, pero era su hijo.

Y sufrían tantas humillaciones en la antesala, antes de entrar, pero “es hijo mío”. “¡Pero señora, su hijo es un delincuente! – “Es hijo mío”- Sólo este amor de madre y de padre, nos hace comprender cómo es el amor de Dios.

Una madre, no pide que no se aplique la justicia de los hombres, porque todo error necesita redimirse, pero una madre nunca deja nunca de sufrir por el propio hijo. Lo ama a pesar de saber que es pecador.

Dios hace lo mismo con nosotros: somos sus hijos amados. ¿Pero puede ser que Dios tenga algún hijo al que no ame? No. Todos somos hijos amados de Dios. No hay ninguna maldición sobre nuestra vida, lo único es la benévola palabra de Dios, que ha sacado nuestra existencia de la nada. La verdad de todo está en esa relación de amor que une al Padre con el Hijo mediante el Espíritu Santo, relación en la cual, nosotros somos recibidos mediante la gracia.

En Él, en Cristo Jesús, hemos sido queridos, amados, deseados. Es Él quien ha impreso en nosotros una belleza primordial que ningún pecado, ninguna decisión equivocada podrá nunca borrar enteramente.

Nosotros, ante los ojos de Dios, somos siempre pequeños manantiales hechos para salpicar el agua buena. Lo dijo Jesús a la samaritana: “ El agua que yo te daré, se hará en ti una corriente de agua, de la que fluye la vida eterna”. (Jn. 4,14)

Para cambiar el corazón de una persona infeliz, ¿cuál es la medicina? ¿Cuál es la medicina para cambiar el corazón de una persona que no es feliz? (responden ‘el amor’) ¡Más fuerte! (‘¡el amor!’)

¡Muy despiertos!, muy despiertos, ¡todos están muy despiertos! ¿Y cómo hacemos sentir a una persona que la amamos? Hace falta sobretodo abrazarla. Hacerle sentir que es deseada, que es importante, y dejará de estar triste.

El amor llama al amor, de un modo mucho más fuerte de cuanto el odio llama a la muerte. Jesús no murió y resucitó para si mismo, sino por nosotros, para que nuestros pecados sean perdonados. Así que es tiempo de Resurrección para todos: tiempo de levantar a los pobres de la desesperanza, sobre todo a aquellos que yacen en el sepulcro mucho más que tres días.

Sopla aquí, sobre nuestros rostros, un viento de liberación. Haz que germine aquí, el don de la esperanza. Y la esperanza es la de Dios Padre que nos ama como somos: nos ama siempre, a todos. Buenos y malos. ¿De acuerdo? ¡Gracias!»

Comentario al evangelio de hoy miércoles 14 de junio de 2017

La plenitud de la Ley

X Miércoles de Tiempo Ordinario.
Por: H. Rubén Tornero, LC
Fuente:http://es.catholic.net/op/articulos/65645/la-plenitud-de-la-ley.html

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
En el alma, Señor, una caricia tuya,
un beso de tu amor y una sonrisa,
para llenar mi vida de ambiciones,
tu ambición y tu gloria, y tu alegría,
tu alegría, Señor, que yo entreveo
cuando te siento sembrador de amores,
porque sólo por mí creaste el cielo
y sólo para mí nacen las flores.
Mi juventud es tuya, tú lo sabes,
tuyas mis esperanzas y mis sueños;
por ti, Señor, desgastaré mi vida
hasta hacerte querer del mundo entero.
Gracias, Señor, porque tu amor es mío,
por haberme admitido en tu servicio,
por tener en el alma tu sonrisa;
te seguiré, Señor, por donde quieras,
con la paz de tu amor en la mirada
y tendré el corazón hecho de hoguera
para abrasar al mundo con tus llamas.
Yo no nací sino para quereros,
mi alma os ha cortado a su medida,
por hábito del alma misma os quiero.
Cuanto tengo confieso yo deberos
por Vos nací, por Vos tengo la vida,
por Vos he de morir y por Vos muero.
(Garcilaso de la Vega 1503- 15036)
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No crean que he venido a abolir la ley o a los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley.
Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos».
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Muy querida alma:
No he venido a abolir ni la ley ni los profetas, sino a darles plenitud… esa plenitud que sólo el amor puede dar.
Sé que a veces no entiendes la ley, que te cuesta y muchas veces la ves como un fardo pesado impuesto por un tirano. ¿Sabes?, no quiero fastidiarte… sólo quiero que seas feliz. Toda la ley no es otra cosa que un intento para acercarte a Mí. Sólo quiero que estés conmigo… ¡Sólo quiero que sepas que te amo!
Yo soy quien te ha creado. No temas, yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre. Tú eres mío. Si pasas por las aguas, yo estoy contigo. Eres precioso a mis ojos, eres estimado y yo te amo. No temas… yo estoy contigo (Cf. Is 43).
Pasará la tierra, pasará el cielo… pero mi amor por ti, ¡NUNCA! Ésa es la plenitud que he venido a traer: Mi amor por ti.
Por ti me he hecho carne. Por ti he muerto en la cruz. Por ti he creado las flores, el cielo, las estrellas… ¡Todo! Nada puede igualar mi amor por ti. Date cuenta que siempre te he buscado. Siempre. En cada amanecer, en cada estrella, en cada palabra de aliento… en todos lados, en todo momento quiero que mi amor se haga presente en tu vida.
Te amo. Podrá caer todo, podrá de dejar de brillar el sol, podrán abandonarte todos, podrás incluso herirme haciéndote daño (¿qué sufrimiento más grande puede tener un Padre que ver a sus hijos lastimarse?)… pero mi amor por ti siempre estará a tu lado.
¡TE AMO!… y eso jamás, ¡JAMÁS! Cambiará.
Atentamente.
Jesús.

«El nuestro es un ministerio de reconciliación. Proclamamos la Buena Nueva del amor infinito, de la misericordia y de la compasión de Dios. Proclamamos la alegría del Evangelio. Pues el Evangelio es la promesa de la gracia de Dios, la única que puede traer la plenitud y la salvación a nuestro mundo quebrantado. Es capaz de inspirar la construcción de un orden social verdaderamente justo y redimido.»
(Homilía de S.S. Francisco, 16 de enero de 2015).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a contemplar la naturaleza y le daré gracias a Dios por su amor, y antes dormir, haré un examen de conciencia de cómo vivo la voluntad de Dios en mi vida.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
 

EDD. miércoles 14 de junio de 2017.

Fuente :    http://evangeliodeldia.org/main.php?language=SP&module=readings&localdate=20150818
Miércoles de la décima semana del tiempo ordinario

Carta II de San Pablo a los Corintios 3,4-11.
Es Cristo el que nos da esta seguridad delante de Dios,
no porque podamos atribuirnos algo que venga de nosotros mismos, ya que toda nuestra capacidad viene de Dios.
El nos ha capacitado para que seamos los ministros de una Nueva Alianza, que no reside en la letra, sino en el Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.
Ahora bien, si el ministerio que lleva a la muerte -grabado sobre piedras- fue inaugurado con tanta gloria que los israelitas no podían fijar sus ojos en el rostro de Moisés, por el resplandor -aunque pasajero- de ese rostro,
¡cuánto más glorioso será el ministerio del Espíritu!
Y si el ministerio que llevaba a la condenación fue tan glorioso, ¡cuál no será la gloria del ministerio que conduce a la justicia!
En realidad, aquello que fue glorioso bajo cierto aspecto ya no lo es más en comparación con esta gloria extraordinaria.
Porque si lo que era transitorio se ha manifestado con tanta gloria, ¡cuánto más glorioso será lo que es permanente!
Salmo 99(98),5.6.7.8.9.
Glorifiquen al Señor, nuestro Dios,
adórenlo ante el estrado de sus pies.
¡Santo es el Señor!
Moisés y Aarón, entre sus sacerdotes,
y Samuel, entre los que invocaban su Nombre,
clamaban al Señor y él les respondía.
Dios les hablaba desde la columna de nube;
ellos observaban sus mandamientos
y los preceptos que les había dado.
Señor, nuestro Dios, tú les respondías;
tú eras para ellos un Dios indulgente,
pero te vengabas de sus malas acciones.
Glorifiquen al Señor, nuestro Dios,
y adórenlo en su santa Montaña:
el Señor, nuestro Dios, es santo.
Evangelio según San Mateo 5,17-19.
Jesús dijo a sus discípulos:
«No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.
El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.»
Comentario del Evangelio por Orígenes (c. 185-253), presbítero y teólogo. Homilías sobre el libro de los Números, nº 9,4.
«No he venido a abolir la Ley…: no he venido a abolir sino a dar plenitud»
Quiero recordar a los discípulos de Cristo la bondad de Dios: que ninguno de vosotros se deje inquietar por los herejes si, en la controversia, dicen que el Dios de la Ley no es bueno pero sí justo, y que la Ley de Moisés no enseña la bondad sino la justicia. Que estos detractores de Dios y al mismo tiempo de la Ley, sepan cómo el mismo Moisés y Aaron han cumplido, adelantándose, lo que el Evangelio ha enseñado más tarde. Considerad cómo Moisés «ama a sus enemigos y ora por los que le persiguen» (Mt 5,44)…; ved cómo «cayendo rostro en tierra» los dos oraban por los que se habían rebelado y querían matarlos (Nm 10,17). Es así que se encuentra en el Evangelio el poder de la Ley y se debe entender que los Evangelios se sostienen sobre el fundamento de la Ley.
Yo no doy el nombre de Antiguo Testamento a la Ley cundo la considero espiritualmente; la Ley  es «Antiguo Testamento» sólo para aquellos que no la quieren comprender según el espíritu. Para estos obligatoriamente se ha hecho «antigua» y vieja, porque no puede conservar su fuerza. Pero para nosotros, que la comprendemos y la explicamos según el espíritu y en la línea del Evangelio, es siempre nueva; para nosotros, los dos Testamentos son un nuevo Testamento, no por la fecha que han sido escritos, sino por la novedad del sentido.
¿No piensa lo mismo el apóstol Juan cuando dice en su carta: «Hijitos míos, os doy un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros»? (4,7; Jn 13,34). Sabía que el precepto del amor se había ya dado desde hacía mucho tiempo en la Ley (1Jn 2,7s; Lv 19,18). Pero como «la caridad no acaba nunca» (1Co 13,8)…, afirma la eterna novedad de este precepto que es siempre actual… Para el pecador y para los que no guardan la caridad, hasta los Evangelios son ya cosa pasada; no puede haber Testamento Nuevo para el que no se «ha revestido del Hombre Nuevo, creado según Dios» (Ef 4,22.24).