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Santa Marta: El pastor debe tener “conmoción, cercanía y coherencia”

Fuente  :  https://es.zenit.org/articles/santa-marta-el-pastor-debe-tener-conmocion-cercania-y-coherencia/

“Es feo ver pastores con doble vida: es una herida en la Iglesia”

9 enero 2018Rosa Die AlcoleaPapa y Santa Sede

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Misa en Santa Marta 09/01/2018 © L´Osservatore Romano

(ZENIT – 9 enero 2018).- El Papa Francisco ha explicado que Jesús “tenía autoridad porque se acercaba a la gente”, comprendía sus problemas, sus dolores y sus pecados.

El Santo Padre ha reflexionado sobre esto en la Misa celebrada esta mañana en la capilla de Santa Marta, martes 9 de enero de 2018.

“Conmoción, cercanía y coherencia”: Son las tres características que debe tener el pastor y su “autoridad”, ha afirmado el Papa en su homilía al comentar el Evangelio según San Marcos propuesto por la liturgia del día, señala Radio Vaticano en español.

El Santo Padre se ha referido a Jesús, que enseñaba “como uno que tiene autoridad”, lo que representa “una enseñanza nueva”. Sí, porque la “novedad” de Cristo –ha dicho– es precisamente el “don de la autoridad” recibido del Padre.

El Francisco ha explicado que Jesucristo “Porque era cercano, comprendía. Acogía, curaba y enseñaba, con la cercanía. Lo que da autoridad a un pastor, o lo que despierta la autoridad que es dada por el Padre, es la cercanía: cercanía a Dios en la oración – un pastor que no reza, un pastor que no busca a Dios – ha perdido en parte la cercanía a la gente”.

En este sentido, Francisco ha afirmado que “El pastor separado de la gente no llega a la gente con el mensaje. Cercanía, esta doble cercanía. Ésta es la unción del pastor que se conmueve ante el don de Dios en la oración, y se puede conmover ante los pecados, ante los problemas, ante las enfermedades de la gente: conmueve al pastor”.

Los escribas –ha advertido el Pontífice– habían perdido la “capacidad” de conmoverse precisamente porque “no estaban cerca de la gente ni de Dios”. Y cuando se pierde esa cercanía “el pastor termina en una vida incoherente”, ha afirmado.

“Jesús es claro en esto: ‘Hagan lo que dicen’ –dicen la verdad– ‘pero no lo que hacen”. La doble vida. Es feo ver pastores con doble vida: es una herida en la Iglesia. Los pastores enfermos, que han perdido la autoridad y van adelante en esta doble vida. Hay tantos modos de llevar adelante la doble vida: pero es doble… Y Jesús es muy severo con ellos. No sólo dice a la gente que los escuchen, sino que no hagan lo que hacen ellos. ¿Y a ellos qué les dice? ‘Ustedes son sepulcros blanqueados’: hermosos en la doctrina, vistos desde afuera. Pero por dentro, podredumbre. Así termina el pastor que no tiene cercanía a Dios en la oración y con la gente en la compasión”.

Sin embargo, Francisco ha concluido con un mensaje esperanzador su reflexión: “Yo diré a los pastores que han vivido su vida separados de Dios y del pueblo, de la gente: No pierdan la esperanza. Siempre hay otra posibilidad” y ha recordado que la autoridad es “don de Dios” y “sólo viene de Él”.

Comentario al evangelio de hoy martes 09 de enero de 2018

El lenguaje que todos entienden.

Martes I de Tiempo Ordinario.
Por: H. Jorge Alberto Leaños García, L.C.
 
Fuente:  http://es.catholic.net/op/articulos/67944/el-lenguaje-que-todos-entienden.html

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Vengo ante Ti para hablar con la confianza de un amigo, con una mirada de un hijo hacia su madre, con los ánimos de un hermano para jugar con su hermano querido. Quiero hablar contigo incluso si ahora me encuentro como un hijo que busca el perdón de un padre o como un enamorado que pide, mendiga y espera el amor que pudo haber perdido. Esté como esté, hoy quiero hablar contigo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Marcos 1, 21-28
En aquel tiempo, llegó Jesús a Cafarnaúm y el sábado siguiente fue a la sinagoga y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de sus palabras, pues enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: “¿Qué quieres tú con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios”. Jesús le ordenó: “¡Cállate y sal de él!” El espíritu inmundo, sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él. Todos quedaron estupefactos y se preguntaban: “¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta? Este hombre tiene autoridad para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen”. Y muy pronto se extendió su fama por toda Galilea.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Es tan sencillo cómo habla Cristo pero ¿por qué nos suele sorprender cuando no le entendemos?
Si Cristo ha entrado en nuestra vida y no comprendemos es porque no hemos acabado de asimilar lo que nos ha querido enseñar.
Podemos pensar según la lógica humana. Por esto es tan complicado para los sabios de este mundo entender la ley del amor. Cuando no entendemos el porqué de la alegría y del dolor, del gozo y del sufrimiento, es porque pensamos con la sabiduría terrenal sin ponernos en un plano sobrenatural; a este nivel sobrenatural todo tiene respuesta, todo tiene lógica, pero nunca según los criterios humanos.
He aquí que, cuando nos ponemos a amar sin medida, algunos se sorprenden de este nuevo poder, un poder que se fundamenta en el servicio, un poder que Dios mismo respalda. El amor es el lenguaje que todos pueden entender por su sencillez.
Pensemos. ¿De qué nos gloriamos? De nuestra sabiduría… de nuestro poder… de nuestras capacidades… ¿Qué somos y qué llegaremos a ser con esta lógica? Son muchas preguntas que se responden con sencillez: Las enseñanzas de Dios se hunden en los cimientos del amor. ¿Quién puede comprenderlo? ¿Quién pude vivirlo?

Jesús es diferente de los maestros de su tiempo: por ejemplo Jesús no abrió una escuela dedicada al estudio de la Ley, sino que sale para predicar y enseñar por todas partes: en las sinagogas, por las calles, en las casas, siempre moviéndose. Jesús también es distinto de Juan el Bautista, quien proclama el juicio inminente de Dios, mientras que Jesús anuncia su perdón de Padre.
(Homilía de S.S. Francisco, 24 de enero de 2018).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy examinaré con sinceridad si pienso según los parámetros humanos o los divinos.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
 

EDD. martes 09 de enero de 2018

Fuente :  http://evangeliodeldia.org/main.php?language=SP&module=readings&localdate=20150818
 
Martes de la primera semana del tiempo ordinario
Primer Libro de Samuel 1,9-20.
Después que comieron y bebieron en Silo, Ana se levantó. Mientras tanto, el sacerdote Elí estaba sentado en su silla a la puerta del Templo del Señor.
Entonces Ana, con el alma llena de amargura, oró al Señor y lloró desconsoladamente.
Luego hizo este voto: «Señor de los ejércitos, si miras la miseria de tu servidora y te acuerdas de mí, si no te olvidas de tu servidora y le das un hijo varón, yo lo entregaré al Señor para toda su vida, y la navaja no pasará por su cabeza».
Mientras ella prolongaba su oración delante del Señor, Elí miraba atentamente su boca.
Ana oraba en silencio; sólo se movían sus labios, pero no se oía su voz. Elí pensó que estaba ebria,
y le dijo: «¿Hasta cuándo te va a durar la borrachera? ¡Ve a que se te pase el efecto del vino!».
Ana respondió: «No, mi señor; yo soy una mujer que sufre mucho. No he bebido vino ni nada que pueda embriagar; sólo me estaba desahogando delante del Señor.
No tomes a tu servidora por una mujer cualquiera; si he estado hablando hasta ahora, ha sido por el exceso de mi congoja y mi dolor».
«Vete en paz, le respondió Elí, y que el Dios de Israel te conceda lo que tanto le has pedido».
Ana le dijo entonces: «¡Que tu servidora pueda gozar siempre de tu favor!». Luego la mujer se fue por su camino, comió algo y cambió de semblante.
A la mañana siguiente, se levantaron bien temprano y se postraron delante del Señor; luego regresaron a su casa en Ramá. Elcaná se unió a su esposa Ana, y el Señor se acordó de ella.
Ana concibió, y a su debido tiempo dio a luz un hijo, al que puso el nombre de Samuel, diciendo: «Se lo he pedido al Señor».
 
Primer Libro de Samuel 2,1.4-5.6-7.8abcd.
Mi corazón se regocija en el Señor,
tengo la frente erguida gracias a mi Dios.
Mi boca se ríe de mis enemigos,
porque tu salvación me ha llenado de alegría.
El arco de los valientes se ha quebrado,
y los vacilantes se ciñen de vigor;
los satisfechos se contratan por un pedazo de pan,
y los hambrientos dejan de fatigarse;
la mujer estéril da a luz siete veces,
y la madre de muchos hijos se marchita.
El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el Abismo y levanta de él.
El Señor da la pobreza y la riqueza,
humilla y también enaltece.
El levanta del polvo al desvalido
y alza al pobre de la miseria,
para hacerlos sentar con los príncipes
y darles en herencia un trono de gloria.
 
Evangelio según San Marcos 1,21b-28.
Jesús entró a Cafarnaún, y cuando llegó el sábado, Jesús fue a la sinagoga y comenzó a enseñar.
Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a gritar:
«¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios».
Pero Jesús lo increpó, diciendo: «Cállate y sal de este hombre».
El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido, salió de ese hombre.
Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen!».
Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea.
Comentario del Evangelio por Catecismo de la Iglesia Católica. § 2851-2854.
«¿Has venido a acabar con nosotros?»
«Y líbranos del mal»: En esta petición del Padrenuestro, el mal no es una abstracción, sino que designa una persona, Satanás, el Maligno, el ángel que se opone a Dios. El «diablo» [dia-bolos] es aquel que «se atraviesa» en el designio de Dios y su obra de salvación cumplida en Cristo. «Homicida desde el principio, mentiroso y padre de la mentira» (Jn 8,44), «Satanás, el seductor del mundo» (Ap 12,9), es aquél por medio del cual el pecado y la muerte entraron en el mundo y, por cuya definitiva derrota, toda la creación entera será «liberada del pecado y de la muerte» (Pleg Eucarística IV). «Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Engendrado de Dios le guarda y el Maligno no llega a tocarle. Sabemos que somos hijos de Dios y que el mundo entero yace en poder del Maligno» (1Jn 5,18-19)…
La victoria sobre el «príncipe de este mundo» (Jn 14,30) se adquirió de una vez por todas en la hora en que Jesús se entregó libremente a la muerte por darnos su Vida. Es el juicio de este mundo, y el príncipe de este mundo  ha sido «echado abajo» (Jn 12,31). «El se lanza en persecución de la Mujer» pero no consigue alcanzarla: la nueva Eva, «llena de gracia» del Espíritu Santo es librada del pecado y de la corrupción de la muerte… «Entonces, despechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos» (Ap 12, 13.17). Por eso el Espíritu y la Iglesia oran: «Ven, Señor Jesús» (Ap 22, 17.20), ya que su venida nos librará del Maligno.
Al pedir ser liberados del Maligno, oramos igualmente para ser liberados de todos los males, presentes, pasados y futuros de los que él es autor o instigador. En esta última petición, la Iglesia presenta al Padre todas las desdichas del mundo. Con la liberación de todos los males que abruman a la humanidad, implora el don precioso de la paz y la gracia de la espera perseverante en el retorno de Cristo. Orando así, anticipa en la humildad de la fe la recapitulación de todos y de todo en Aquel que «tiene las llaves de la Muerte y del Hades», «el Dueño de todo, Aquel que es, que era y que ha de venir» (Ap 1,18.8).

Santa Marta : " Mofarse del más débil ", comportamiento propio del diablo.

Fuente:  https://es.zenit.org/articles/santa-marta-mofarse-del-mas-debil-comportamiento-propio-del-diablo/

Homilía del Papa en la Misa del segundo lunes de enero.

8 enero 2018 Rosa Die Alcolea Papa y Santa Sede

El Papa celebra Misa en Santa Marta © L´Osservatore Romano.

(ZENIT – 8 enero 2018).- El Papa Francisco ha advertido de que es el diablo el que está detrás del comportamiento de “mofarse de los más débiles”, puesto que, en efecto, “en él no hay compasión”.

El Santo Padre lo ha dicho esta mañana, 8 de enero de 2018, en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, mientras comentaba los diversos episodios presentes en la Biblia en los que el más fuerte humilla al más frágil, señala Radio Vaticano en su edición en español.

El Pontífice ha reflexionado ante los fieles: “Yo me pregunto: ¿qué hay dentro de estas personas? ¿Qué hay dentro de nosotros, que nos lleva a despreciar, a maltratar, a mofarnos de los más débiles? Se comprende que uno pueda reñir con otro que es más fuerte: puede ser la envidia que te conduce a esto… ¿Pero los más débiles? ¿Qué hay dentro que nos lleva a esto? Es algo habitual, como si yo tuviera necesidad de despreciar al otro para sentirme seguro. Como una necesidad…”.

El Santo Padre ha comentado la Primera Lectura propuesta por la liturgia del día y tomada del primer libro de Samuel, en la que se relata la historia de los padres del profeta, Elcaná y Ana. Su padre tenía dos esposas: Ana era estéril, y la otra, sí tenía hijos, pero en lugar de consolar a Ana, no pierde la ocasión y la humilla y maltrata con dureza recordándole su esterilidad.

Asimismo, el Francisco ha recordado otras historias que como esta, están escritas en las páginas de la Biblia. Por ejemplo, la de Agar y Sara, las mujeres de Abraham, cuya segunda esposa era estéril. El Papa ha descrito que además de referirse a la mofa y al hecho de despreciar al débil, también se trata de una actitud de los hombres como en el caso de Goliat frente a David, a lo que invitó a pensar en la mujer de Job, o en la de Tobías, que desprecian a sus maridos que sufren.

En este contexto, el Papa ha alertado de que entre los niños también sucede esto, “mofarse del más débil”. Así, ha explicado que hoy lo vemos continuamente, en las escuelas, con el fenómeno del bullying, del acoso psicológico, agredir al débil, “porque tú eres gordo o porque tú eres así o tú extranjero o porque tú eres negro, por esto… agredir, agredir… (…) Esto significa hay algo dentro de nosotros que nos conduce a esto. A la agresión del débil. Y creo que sea una de las huellas del pecado original”.

El Santo Padre ha indicado que aunque los psicólogos tengan sus explicaciones a esta voluntad de aniquilar al otro porque es débil, “ésta es una de las huellas del pecado original. Ésta es obra de Satanás”. En Satanás, en efecto, no hay compasión.

Para concluir, el Papa Francisco ha invitado a pedirle al Señor “que nos dé la gracia de la compasión: eso es de Dios”, Él que “tiene compasión de nosotros y nos ayuda a caminar”.

Comentario al evangelio de hoy, lunes 08 de enero de 2018

Jesús nos demuestra la grandeza del Bautismo
Fiesta del Bautismo del Señor.

Por: Javier Caballero
 
Fuente: http://es.catholic.net/op/articulos/67940/mirar-a-cristo.html

Del santo Evangelio según san Marcos 1, 7-11
En aquel tiempo Juan predicaba diciendo: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»
Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. En cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma, bajaba a él. Y se oyó una voz que venía de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.»

Reflexión:
Uno de los momentos más importantes de la vida de todo cristiano es el bautismo. A diferencia de otros momentos, nos acordamos muy poco de él. No sólo porque, cuando nos bautizaron y nos “mojaron” la cabeza, no teníamos uso de razón, sino también porque no siempre lo valoramos en su justa medida.
El Evangelio de hoy nos presenta el bautismo de Jesús. Él, que era Dios, que no tenía ningún pecado, acudió a Juan, el Bautista, para ser bautizado. ¡Qué sorpresa para el Bautista ver que el mismo Dios se inclinaba ante él para recibir este sacramento! Con este gesto, Jesús nos demuestra la grandeza de este misterio y nos da una lección más de humildad.
En efecto, por el bautismo nos hacemos hijos de Dios. Somos curados del pecado original. Gracias a este sacramento se nos abren las puertas del cielo y comenzamos a ganar méritos en la gran competición que es la vida. Dios nos da su gracia. A nosotros nos corresponde hacerla fecunda, hacerla crecer día tras día. ¿Hasta dónde? «Y descendió el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma, sobre Él, y se dejó oír del cielo una voz: “Tú eres mi Hijo amado, en Ti me complazco”. Hemos de lograr que el Padre también exclame de cada uno de nosotros: “Éste es mi hijo amado… en él me complazco…” Y todo ello porque tratamos de agradarle en todo, correspondiendo a ese don tan maravilloso que nos vino por el bautismo, el don del Espíritu Santo.
Que todos aquellos con los que convivimos descubran en nosotros esa paloma invisible que se traduce en santidad y en donación hacia nuestros hermanos los hombres. Una vez que Cristo se hizo bautizar, comenzó de lleno su misión apostólica. Seamos apóstoles y portadores del mensaje redentor y salvífico de Cristo a un mundo que, a veces, parece caminar a ciegas.

EDD. lunes 08 de enero de 2018

Fuente : http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2018-01-08
EL BAUTISMO DEL SEÑOR
Fiesta
Color: blanco
Antífona de entrada            Cf. Mt 3, 16-17
Los cielos se abrieron después del bautismo del Señor, y el Espíritu, en forma de paloma, descendió sobre él. Se oyó la voz del Padre: Éste es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección.
Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste a Cristo como Hijo tuyo muy amado, cuando era bautizado en el Jordán, y el Espíritu Santo descendía sobre él; concede a tus hijos, renacidos del agua y del Espíritu, perseverar siempre en el cumplimiento de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Venga a tomar agua; escuchen y vivirán.
Lectura del libro de Isaías   55, 1-11
Así habla el Señor:
¡Vengan a tomar agua, todos los sedientos, y el que no tenga dinero, venga también! Coman gratuitamente su ración de trigo, y sin pagar, tomen vino y leche. ¿Por qué gastan dinero en algo que no alimenta y sus ganancias, en algo que no sacia? Háganme caso, y comerán buena comida, se deleitarán con sabrosos manjares. Presten atención y vengan a mí, escuchen bien y vivirán.
Yo haré con ustedes una alianza eterna, obra de mi inquebrantable amor a David. Yo lo he puesto como testigo para los pueblos, jefe y soberano de naciones.
Tú llamarás a una nación que no conocías, y una nación que no te conocía correrá hacia ti, a causa del Señor, tu Dios, y por el Santo de Israel, que te glorifica.
¡Busquen al Señor mientras se deja encontrar, llámenlo mientras está cerca!
Que el malvado abandone su camino y el hombre perverso, sus pensamientos; que vuelva al Señor, y Él le tendrá compasión, a nuestro Dios, que es generoso en perdonar. Porque los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de ustedes son mis caminos -oráculo del Señor-.
Como el cielo se alza por encima de la tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a los caminos y a los pensamientos de ustedes.
Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven a él sin haber empapado la tierra, sin haberla fecundado y hecho germinar, para que dé la semilla al sembrador y el pan al que come, así sucede con la palabra que sale de mi boca: ella no vuelve a mí estéril, sino que realiza todo lo que Yo quiero y cumple la misión que Yo le encomendé.
SALMO RESPONSORIAL    Is 12, 2-4bcd. 5-6
R/. Sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación.
Éste es el Dios de mi salvación: yo tengo confianza y no temo, porque el Señor es mi fuerza y mi protección; Él fue mi salvación.
Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, anuncien entre los pueblos sus proezas, proclamen qué sublime es su Nombre.
Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso: ¡que sea conocido en toda la tierra! ¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión, porque es grande en medio de ti el Santo de Israel!
EVANGELIO
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO   Jn 1, 29
Aleluya.
Juan vio acercarse a Jesús y dijo: “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Aleluya.
EVANGELIO
Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos   1, 7-11
Juan Bautista predicaba, diciendo:
“Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero Él los bautizará con el Espíritu Santo”.
En aquellos días, Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía sobre Él como una paloma; y una voz desde el cielo dijo: “Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección”.
Comentario :
Fuente : http://ocarm.org/es/content/lectio/lectio-bautismo-senor-b
• El bautismo: los ritos de purificación mediante baños o abluciones eran frecuentemente usados en el hebraísmo de la época de Jesús (cfr Mc 7, 1-4), también entre los esenios del Qumran, como práctica cotidiana.
La palabra bautismo indica un baño, una inmersión completa en el agua, y deriva del verbo baptizare, poco usado en el Antiguo Testamento griego a causa de la forma negativa de su significado: sumergir, hundir, aniquilar (anegando o hundiendo en el agua).
Esta acepción negativa solo falta en 2Re 5, 14: la curación de Naamán, obtenida por una serie de baños en el Jordán practicados por orden de Eliseo. De aquí deriva el uso positivo en las épocas siguientes.
• El bautismo de Juan: caracteriza toda su actividad ( de modo que llega a ser su nombre: cfr Mc 1,4) y vuelve a tomar las prácticas existentes, introduciendo algunas novedades. Juan hace su trabajo en un lugar impreciso a lo largo del Jordán y confiere el bautismo en el agua corriente del río, no en locales a propósito y en aguas preparadas para el rito. La conversión y la penitencia pedidas por él (Mc 1,4) miran más al plano moral que al ritual (cfr Lc 3,8) y el rito indicado de tal cambio existencial (baño y confesión de los pecados) sucedía una sola vez en la vida. Además, Juan dice claramente que su bautismo es sólo preparación de un suceso purificatorio más radical y directamente conectado al juicio final de Dios: el «bautismo en el espíritu» y en «el fuego» (cfr Mc 1, 7-8; Mt 11-12).
El pueblo de la Judea y de Jerusalén acoge ampliamente la predicación de Juan, en tal forma que fueron gran número los que se acercaban a él para obtener el bautismo (Mc 1, 5) como incluso narra Flavio Josefo: es la realización evidente de la palabra profética citada por Mc 1, 2-3.
• Jesús y Juan en el Jordán: Juan sabe muy bien que no es el Mesías y de que es muy inferior a él en dignidad, aun siendo llamado a prepararle la venida, ya inminente (Mc 1,7-8). Todos los evangelios refieren este conocimiento, subrayada aquí por el uso del verbo en pretérito para el proprio bautismo y en futuro para el bautismo del Mesías. Esto refleja la preocupación (típica de las primeras comunidades cristianas) de mostrar la superioridad del bautismo cristiano al bautismo de Juan, al mismo tiempo que la preeminencia de Jesús el Cristo sobre Juan el Bautista (cfr Mt 3, 14; Jn 1,26,34).
Marcos sintetiza al máximo la predicación de Juan; en particular, omite lo que se refiere al divino juicio final (cfr Mc 1, 7; Mt 3, 10-12), con el fin de poner en mayor relieve la predicación de Jesús.
• El bautismo en el Espíritu: es el bautismo escatológico ya prometido por los profetas (cfr Jn 3, 1-5), ligado al fuego del juicio y también bajo forma de aspersión (cfr Ez 36. 25). Jesús lo recibe inmediatamente después y su bautismo será origen y modelo del bautismo de los cristianos. Por tanto, la comunidad cristiana se funda sobre el don del Espíritu Santo.
• Jesús viene de Nazaret: Jesús sobresale en medio de la gran muchedumbre de penitentes judíos ( cfr Mc 1,5), porque proviene de una zona a la cual no había llegado nada más que los ecos de la predicación penitencial del Bautista, la Galilea (Mc 1,9). Este es un lugar importante para Marcos: Jesús inicia allí su actividad y allí es bien acogido; después de la Pascua, es allí donde los discípulos se reunirán (16,7) y lo entenderán plenamente y es desde allí de donde saldrán para la misión (16,20).
A la luz de lo que dirá después la voz celestial, Jesús no es sólo «más fuerte» que Juan, sino que tiene una naturaleza muy superior a él. Y sin embargo él ha descendido entre aquéllos que se reconocen pecadores, sin tener ninguna disminución de la propia dignidad (cfr Fil 2, 6-7): es «la luz que brilla en las tinieblas» (cfr Jn 1,5).
El segundo evangelio no trae los motivos por los cuales Jesús va a recibir el bautismo de penitencia, aunque el acontecimiento es uno de los más esperados históricamente entre los narrados en los evangelios: al evangelista le interesa primariamente la revelación divina que sigue al bautismo de Jesús.
• Vio que los cielos se rasgaban: no es una especie de revelación reservada a Jesús. Los cielos, literalmente, «se rasgan» oyendo la invocación de Isaías: «Si tú rasgaras los cielos y descendieras» (Is 63, 19b). Se abre así una fase del todo nueva en la comunicación entre Dios y los hombres, después de un tiempo de separación: esta nueva relación se confirma y llega a ser definitiva con la muerte redentora de Cristo, en cuyo momento «se rasgó» el velo del Templo (cfr Mc 15,38) como si una mano del cielo la hubiese golpeado. Por lo demás, la Pascua de muerte y resurrección es el «bautismo deseado» de Jesús.(cfr Lc 12,50).
• El Espíritu descendió sobre él: Jesús sale del agua del río e inmediatamente después, abiertos los cielos, «desciende» el Espíritu y se posa sobre él. Entre tanto se ha acabado ya el tiempo de la espera del Espíritu y se reabre el camino directo que une a Dios con los hombres. Marco muestra plásticamente que es Jesús el único poseedor del Espíritu que lo consagra Mesías, lo vuelve plenamente consciente de ser el Dios-Hijo, lo habilita y sostiene en la misión querida por el Padre.
El Espíritu, según Marcos, aparece sobre Jesús en figura de una paloma. Esta, ya en la narración referente a Noé, está puesta en relación a las aguas y a la obra de Dios en el mundo (cfr Gn 8,8-12). En otro lugar, la paloma se utiliza como reclamo a la fidelidad y por tanto a la estabilidad del don, por su constancia en retornar al lugar del que sale (cfr. Ct 2,14; Jn 1, 33-34); el Espíritu se posa establemente sobre Jesús y se posesiona de él. En esta frase de Marcos podemos también leer de rebote el «aletear del espíritu de Dios sobre las aguas» de la creación (Gn 1,2); con Jesús comienza verdaderamente una «nueva creación» (cfr Mt 19,38; 2Cr 5,17; Gal 6,15).
• Una voz que venía de los cielos: con la llegada de Jesús se ha restablecido la comunicación entre Dios y el hombre. Aquí no se trata de la que los rabinos llamaban «hija de la voz», substitución incompleta de la palabra profética, sino de una comunicación directa entre el Padre y el Hijo.
• Vino …se vio descender…se oyó: admiramos la condescendencia de la Trinidad que «se abaja» hacia los hombres: desciende al Jordán en Jesús para recibir el bautismo como tantos pecadores, desciende sobre Jesús en el Espíritu por la autoconciencia y la misión y desciende en la voz del Padre para confirmar la filiación.
• «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco»: varios pasajes del Antiguo Testamento pueden ser evocados por Marcos, para subrayar al menos con la alusión la importancia y los diversos valores de las palabras celestes.
Ante todo, se evoca a Isaías 42, 1: «He aquí mi siervo, a quien sostengo yo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él; el dará el derecho a las naciones»; es Jhwh que presenta a su fiel siervo. Aquí, sin embargo, no se usa el título de «siervo», aunque sí el de «hijo» entrelazando el texto profético con un salmo de investidura real y mesiánica: «El me ha dicho: Tú eres mi Hijo, hoy yo te he engendrado» (Sal 2, 7). El evangelista ( a la par de los otros sinópticos) deja asomar así cual sea su identidad humana-divina y la misión de Jesús.
• «Mi Hijo el predilecto»: A la luz de la fe pascual, Marcos no podía ciertamente entender esta revelación como la adopción del hombre Jesús por parte de Dios. La voz del cielo es una confirmación de una especial relación entre Jesús y el Padre. El título de Hijo de Dios es atribuido a Jesús ya en el primer versículo de Marcos y después al término de la pasión, en la declaración del centurión: «Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios» (Mc 1, 1; 15,39), pero aparece frecuentemente en varias formas (cfr 3,11; 5,7; 9,7; 14,61). Para Marcos, el título de «Hijo de Dios» es particularmente relevante para la comprensión de la persona de Jesús y para la plena profesión de la fe, y de tal manera importante, que se convierte después en un nombre atribuido a Jesús por los Cristianos, con el cual ellos tratan de proclamar los elementos esenciales de la propia fe en El. (cfr Rm 1,4); el mesías rey, el salvador escatológico, el hombre con una especial relación con la esfera divina, el resucitado de entre los muertos, la segunda persona de la Trinidad.
El hecho de que la voz del cielo lo proclame «el predilecto», «amadísimo» (como se repetirá en la Transfiguración: 9,7; cfr también 12,6) pone de relieve la relación del todo singular del Padre con Jesús, tan especial, que oscurece todas las demás relaciones de los hombres con Dios, por más privilegiadas que sean. También Isaac, como Jesús es el hijo «único y predilecto» (cfr Gn 22,2) y a quien no se le ahorra la angustia de la muerte violenta (cfr Heb 5,7).
• «En ti me complazco»: estas palabras subrayan la elección mesiánica de Jesús, fruto de una benevolencia del Padre que muestra así su absoluta preferencia hacia el Hijo en el que halla gozo y satisfacción (cfr Is 42,1) mientras, obediente, comienza su misión para llevar los hombres al Padre (cfr Mc 1,38).

La Transmisión de la fe se hace “en el dialecto de la familia”

Homilía del Papa para el bautismo de 34 niños .
7 enero 2018Raquel AnilloPapa y Santa Sede

Bautismos Capilla Sixtina© Vatican Media
(ZENIT – 7 enero 2018).- “La transmisión de la fe solo se puede hacer “en dialecto”, en el dialecto de la familia, en el dialecto del padre y de la madre, del abuelo y de la abuela….si en casa no se habla esta lengua del amor entre los padres, la transmisión no es fácil, no se podrá hacer. “Es lo que afirma el Papa Francisco celebrando el bautismo de 34 recién nacidos, 16 niños y 18 niñas – de los cuales, dos pares de gemelos – este 7 de enero de 2018.
Como es tradición en el día de la fiesta litúrgica  del Bautismo del Señor, el Papa ha bautizado  a los niños de los empleados del Vaticano, en la Capilla Sixtina del palacio apostólico. Bromeando sobre el “concierto” de los bebés llorando, el Papa ha asegurado a los padres: es “la lengua que agrada tanto a Jesús”. “Si tienen hambre, ha animado, dadles de mamar, sin miedo, dadles de comer, porque esto también es un lenguaje de amor”.
Esta es nuestra traducción completa de la homilía que el Papa ha pronunciado de la abundancia de su corazón.
A.K.
Homilía del Papa Francisco
Queridos padres, vosotros traéis a vuestros niños al Bautismo, es el primer paso del deber que tenéis, el deber de la transmisión de la fe. Pero tenemos necesidad del Espíritu Santo para transmitir la fe, solos no podemos. Poder transmitir la fe es una gracia del Espíritu Santo, la posibilidad de transmitirla; y es por esto que traéis a vuestros hijos, para que reciban el Espíritu Santo, que reciban la Trinidad – el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo – que habitará en sus corazones.
Quisiera deciros solo una cosa, que os concierne: la transmisión de la fe solo se puede hacer “en dialecto”, en el dialecto de la familia, en el dialecto del papá y de la mamá, del abuelo y de la abuela. Después los catequistas desarrollarán esta transmisión, con ideas, con explicaciones….Pero no os olvidéis: se hace” en dialecto”, y si falta el dialecto, si en casa no se habla este lenguaje del amor entre los padres, la transmisión no es fácil, no podrá hacerse. No lo olvidéis. Vuestro deber es transmitir la fe pero hacerlo por el dialecto del amor en vuestro hogar, de la familia.
Ellos también [los niños] tienen su “dialecto”, que nos hacen entender ¡Ahora están todos en silencio, pero es suficiente que uno de ellos dé tono y toda la orquesta seguirá! ¡El dialecto de los niños! Y Jesús nos aconseja que seamos como ellos, que hablemos como ellos. No debemos olvidar esta lengua de los niños, que hablan como ellos pueden, pero es el lenguaje que le gusta tanto a Jesús. Y en vuestras oraciones, sed sencillos como ellos, decid a Jesús lo que os viene al corazón como lo hacen ellos. Hoy lo dirán llorando, si, como lo hacen los niños. El dialecto de los padres que es el amor para transmitir la fe, y el dialecto de los niños que debe ser acogido por los padres para crecer en la fe. Ahora vamos a continuar la ceremonia; y si comienzan a hacer un concierto es porque no están instalados confortablemente, o que tienen mucho calor, o no se sienten a gusto, o que tienen hambre….Si tienen hambre, amamantadlos, sin miedo, dadles de comer, porque este también, es un lenguaje de amor.
© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

EDD. sábado 06 de enero de 2018.

Fuente : http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2018-01-06
Sábado en tiempo de Navidad
Común de la Virgen María
Propuesta celebrativa
Color: blanco
Antífona de entrada            Cf. Jdt 13, 18. 19
El Señor, el Dios altísimo, te ha bendecido a ti, Virgen María, más que a todas las mujeres de la tierra. Él ha engrandecido tanto tu nombre, que los hombres no dejarán de alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Padre, por la intercesión de la Santísima Virgen María, que cuantos la veneramos en esta gloriosa conmemoración, merezcamos también participar de la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
El Espíritu, el agua y la sangre.
Lectura de la primera carta de san Juan      5, 5-13
Hijos míos:
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?  Jesucristo vino por el agua y por la sangre; no solamente con el agua, sino con el agua y con la sangre.
Y el Espíritu da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.
Son tres los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres están de acuerdo.
Si damos fe al testimonio de los hombres, con mayor razón tenemos que aceptar el testimonio de Dios.
Y Dios ha dado testimonio de su Hijo.
El que cree en el Hijo de Dios tiene en su corazón el testimonio de Dios.  El que no cree a Dios lo hace pasar por mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.  Y el testimonio es éste: Dios nos dio la Vida eterna, y esa Vida está en su Hijo.
El que está unido al Hijo, tiene la Vida; el que no lo está, no tiene la Vida.
Les he escrito estas cosas, a ustedes que creen en el Nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen la Vida eterna.
SALMO RESPONSORIAL   147, 12-15. 19-20
R/. ¡Glorifica al Señor, Jerusalén!
¡Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión! Él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de ti.
Él asegura la paz en tus fronteras y te sacia con lo mejor del trigo. Envía su mensaje a la tierra, su palabra corre velozmente.
Revela su palabra a Jacob, sus preceptos y mandatos a Israel: a ningún otro pueblo trató así ni le dio a conocer sus mandamientos.
EVANGELIO
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO      Cf. Mc 9, 7
Aleluya.
Los cielos se abrieron y se oyó la voz del Padre: “Éste es mi Hijo muy querido, escúchenlo”. Aleluya.
EVANGELIO
Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos    1, 6b-11
Juan Bautista predicaba, diciendo: “Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero Él los bautizará con el Espíritu Santo”.
En aquellos días, Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán.  Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu Santo descendía sobre Él como una paloma; y una voz desde el cielo dijo: “Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección”.
Comentario de San Juan Pablo II, Papa. Catequesis (01-04-1998): El bautismo, fundamento de la existencia cristiana.
Fuente : http://www.deiverbum.org/mc-01_06b-11/
Audiencia General, Miércoles 1 de abril de 1998.
«Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco» (Mc 1,11).
1. Según el evangelio de san Marcos, las últimas enseñanzas de Jesús a sus discípulos presentan unidos fe y bautismo como el único camino de salvación: «El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará» (Mc 16, 16). También Mateo, al referir el mandato misionero que Jesús da a los Apóstoles, subraya el nexo entre predicación del Evangelio y bautismo: «Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28, 19).
En conformidad con estas palabras de Cristo, Pedro, el día de Pentecostés, dirigiéndose al pueblo para exhortarlo a la conversión, invita a sus oyentes a recibir el bautismo: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo» (Hch 2, 38). La conversión, pues, no consiste sólo en una actitud interior, sino que implica también el ingreso en la comunidad cristiana a través del bautismo, que obra el perdón de los pecados e inserta en el Cuerpo místico de Cristo.
2. Para captar el sentido profundo del bautismo, es necesario volver a meditar en el misterio del bautismo de Jesús, al comienzo de su vida pública. Se trata de un episodio a primera vista sorprendente, porque el bautismo de Juan, que recibió Jesús, era un bautismo de «penitencia», que disponía al hombre a recibir la remisión de los pecados. Jesús sabía bien que no tenía necesidad de ese bautismo, siendo perfectamente inocente. En tono desafiante, dirá un día a sus adversarios: «¿Quién de vosotros puede probar que soy pecador?» (Jn 8, 46).
En realidad, sometiéndose al bautismo de Juan, Jesús lo recibe no para su propia purificación, sino como signo de solidaridad redentora con los pecadores. En su gesto bautismal está implícita una intención redentora, puesto que es «el Cordero (…) que quita el pecado del mundo» (Jn 1, 29). Más tarde llamará «bautismo» a su pasión, experimentándola como una especie de inmersión en el dolor, aceptada con finalidad redentora para la salvación de todos: «Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla!» (Lc 12, 50).
3. En el bautismo en el Jordán, Jesús no sólo anuncia el compromiso del sufrimiento redentor, sino que también obtiene una efusión especial del Espíritu, que desciende en forma de paloma, es decir, como Espíritu de la reconciliación y de la benevolencia divina. Este descenso es preludio del don del Espíritu Santo, que se comunicará en el bautismo de los cristianos.
Además, una voz celestial proclama: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco» (Mc 1, 11). Es el Padre quien reconoce a su propio Hijo y manifiesta el vínculo de amor que lo une a él. En realidad, Cristo está unido al Padre por una relación única, porque es el Verbo eterno «de la misma naturaleza del Padre». Sin embargo, en virtud de la filiación divina conferida por el bautismo, puede decirse que para cada persona bautizada e injertada en Cristo resuena aún la voz del Padre: «Tú eres mi hijo amado».
En el bautismo de Cristo se encuentra la fuente del bautismo de los cristianos y de su riqueza espiritual.
4. San Pablo ilustra el bautismo sobre todo como participación en los frutos de la obra redentora de Cristo, subrayando la necesidad de renunciar al pecado y comenzar una vida nueva. Escribe a los Romanos: «¿O es que ignoráis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte? Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva» (Rm 6, 3-4).
El bautismo cristiano, precisamente porque sumerge en el misterio pascual de Cristo, tiene un valor muy superior a los ritos bautismales judíos y paganos, que eran abluciones destinadas a significar la purificación, pero incapaces de borrar los pecados. En cambio, el bautismo cristiano es un signo eficaz, que obra realmente la purificación de las conciencias, comunicando el perdón de los pecados. Confiere, además, un don mucho mayor: la vida nueva de Cristo resucitado, que transforma radicalmente al pecador.
5. Pablo muestra el efecto esencial del bautismo, cuando escribe a los Gálatas: «Todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo» (Ga 3, 27). Existe una semejanza fundamental del cristiano con Cristo, que implica el don de la filiación divina adoptiva. Los cristianos, precisamente porque están «bautizados en Cristo», son por una razón especial «hijos de Dios». El bautismo produce un verdadero «renacimiento».
La reflexión de san Pablo se relaciona con la doctrina transmitida por el evangelio de san Juan, especialmente con el diálogo de Jesús con Nicodemo: «El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu» (Jn 3, 5-6).
«Nacer del agua» es una clara referencia al bautismo, que de ese modo resulta un verdadero nacimiento del Espíritu. En efecto, en él se da al hombre el Espíritu de la vida que «consagró» la humanidad de Cristo desde el momento de la Encarnación y que Cristo mismo infundió en virtud de su obra redentora.
El Espíritu Santo hace nacer y crecer en el cristiano una vida «espiritual», divina, que anima y eleva todo su ser. A través del Espíritu, la vida misma de Cristo produce sus frutos en la existencia cristiana.
¡Don y misterio grande es el bautismo! Es de desear que todos los hijos de la Iglesia, especialmente en este período de preparación del acontecimiento jubilar, tomen conciencia cada vez más profunda de ello.

Homilía para la Eucaristía del Domingo 07 de enero de 2018

A todos ustedes, una feliz fiesta de Epifanía. Brille para cada uno de ustedes la luz de Cristo, para que puedan iluminar sus ambientes. Pastor

EPIFANIA DEL SEÑOR.
Isaías  60, 1-6: canto de gloria a la futura Jerusalén ya que el Señor está en medio. Él será el punto de atracción de todos los pueblos, especialmente sus hijos que regresan del exilio. Todos serán incorporados al Pueblo de Dios.
Efesios 3,2-6: Pablo describe el Plan salvífico de Dios: también los no judíos son herederos de la Promesa. Desaparece el exclusivismo de un pueblo, de una raza o de una religión. Dios brilla para todos.
Mateo 2,1-12: el evangelio acentúa el encuentro del Mesías con los no judíos. En aquella época existía una expectación de un Salvador extendida por Mesopotamia e Irán. Además el evangelio insiste en presentar a Jesús como el nuevo Caudillo del Pueblo de Dios.

1.- Con la celebración de la Epifanía se culmina la celebración de la Navidad. En verdad, el nacimiento en Belén es ya una Epifanía, toda la vida de Cristo fue una Epifanía, es decir, una manifestación. San Mateo gusta presentar a Jesús abierto a los paganos. Al final de su evangelio Jesús envía a sus discípulos para que vayan a todos los pueblos (cfr. Mateo 28,16-20). Dios, en Cristo, se ha manifestado a todos.
Y san Juan, desde otra perspectiva, presenta a Jesús como el centro de atracción de todos los pueblos: “y cuando Yo sea levantado sobre la tierra, atraeré a todos hacia Mí” (Juan 12,32). De modo que Jesús es quien da cumplimiento a lo anunciado por los profetas: El es el salvador de todos y para todos.
Y san Pablo, el apóstol de los no judíos, proclama el Plan salvífico de Dios: quien cree en Cristo, judío o no, es hecho hijo de Dios, miembro del Cuerpo de Cristo, herederos con Cristo. Este es el misterio que hoy celebramos, y que a veces, con un infantilismo ingenuo, nos hemos quedado en lo anecdótico, si eran dos o más los “Magos”. Y esto no es más que una descripción poética del Misterio del Plan de Dios.

2.- Este Jesús manifestado y manifestación del Padre, es rechazado; lo que es representado con la figura de Herodes, que a toda costa quiere deshacerse de Jesús. Ya desde el principio se prefigura el rechazo de Israel al Mesías y la aceptación del Plan de Dios por parte de los no judíos.
Los evangelios siempre nos presentan estos aspectos en Jesús: Él es manifestado al mundo, pero también Él es rechazado por el mundo.
Llama la atención que el texto del evangelio nos dice que “postrándose le rindieron homenaje”. Otros traducen: “cayendo de rodillas, lo adoraron”. Los no judíos fueron capaces de reconocer a Jesús como el “Mesías y el Señor”, es decir, al Hijo de Dios que viene a salvar a todos.

3.- Hoy no ha cambiado mucho la situación. El mundo sigue rechazando a Cristo y a su Mensaje. Los nuevos Herodes buscan  cómo eliminar a Cristo. Y lo hacen con la espada…de la pluma, de la palabra, sembrando el error y la confusión. Hoy se rechaza a Cristo y a su Iglesia. Claro que muchos identifican erróneamente Iglesia con Obispos y curas. Y aquí en Chile esto es muy notorio. Se rechaza a los obispos y sacerdotes; razones hay muchas, pero cuando no hay fe todo es válido para el rechazo. Rechazar a la Iglesia es rechazar no sólo a la jerarquía, sino a todo el Pueblo de Dios.
Hoy Cristo no es aceptado como Dios por muchos y por eso no se le respeta y no se le adora. Y rechazar a Jesús es rechazar la salvación que sólo Él puede dar. Hoy se buscan sucedáneos de la salvación, pero no salvan, porque no son la salvación. JESUS ES EL UNICO SALVADOR DEL MUNDO AYER, HOY Y SIEMPRE.

4.- Celebrar este Misterio es todo un desafío, ya que nos empuja a salir, a abrirnos al mundo, a dialogar con el mundo. No tener miedo, ya que Él está con nosotros. El Señor no quiere una Iglesia encerrada en sí misma, autorreferente, sino abierta a todos, una Iglesia en salida. Y usted y yo somos Iglesia, no sólo los pastores.
Cada comunidad, cada cristiano, debe ser una Epifanía, una manifestación de Dios en nuestros propios ambientes. Mostremos con nuestras vidas la verdad de Cristo.
Hoy se nos manifiesta el Señor en esta Eucaristía. En cada Eucaristía somos enviados a evangelizar, a decirles a todos que Dios es bueno, que nos ama y quiere nuestro bien. Seamos portadores de este mensaje al mundo de hoy.

Hermano Pastor Salvo Beas.

Comentario al evangelio de hoy viernes 05 de enero de 2018

Invitación inesperada.
Viernes I de tiempo de Navidad.
Por: H. Michael Vargas, L.C.
Fuente: http://es.catholic.net/op/articulos/67917/invitacion-inesperada.html
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor Jesús, enséñame a ser dócil a Ti y a vivir con sencillez cada momento de mi vida.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 1, 43-51
En aquel tiempo, determinó Jesús ir a Galilea, y encontrándose a Felipe, le dijo: “Sígueme”. Felipe era de Betsaida, la tierra de Andrés y de Pedro.
Felipe se encontró con Natanael y le dijo: “Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en la ley y también los profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José”. Natanael replicó: “¿Acaso puede salir de Nazaret algo bueno?” Felipe le contestó: “Ven y lo verás”.
Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: “Este es un verdadero israelita en el que no hay doblez”. Natanael le preguntó: “¿De dónde me conoces?” Jesús le respondió: “Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera”. Respondió Natanael: “Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel”. Jesús le contestó: “Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver”. Después añadió: “Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Somos buscadores por naturaleza, ya sea de la verdadera felicidad, del sentido a nuestras vidas, en fin, buscamos un tesoro; pero, ¿qué tan bien buscamos? Es un hecho, a todos nos gusta, en dicha búsqueda, vivir nuevas experiencias y, si no, al menos renovarnos constantemente para seguir adelante y encontrar ese gran tesoro.
En el Evangelio de hoy el Señor nos hace una invitación, clara, sencilla, hermosa, pero que a su vez, requiere un poco de esfuerzo personal. Hoy el Señor nos invita a hacer una pausa en nuestro día y nos elige para vivir una verdadera experiencia con Él. ¿Para qué? Sencillamente para que le conozcamos más y, en base a eso, podamos amarlo más, pues no se ama aquello que no conocemos en profundidad. Nos puede gustar, llamar la atención, pero si no lo conocemos realmente, si no hacemos la experiencia, simplemente no lo podremos amar o lo amaremos superficialmente y, ante las dificultades, ante las contrariedades, este amor se esfumará.
Jesús nos llama a descubrirle. Así como invitó a Felipe así nos invita a cada uno. ¿Qué sucedería si realmente confiáramos más? ¡Cuanta confianza hay al aceptar esta invitación!, pues así como Él reconoce a Natanael debajo de la higuera, así también nos conoce a nosotros, sabe de qué estamos hechos y ve todo lo que hay en el fondo de nuestro corazón.
Pidamos al Señor y a nuestra Madre, la Santísima Virgen María, la gracia de amar más a Jesucristo y de poder compartir momentos en nuestras vidas para degustar de su presencia.
«Un cristiano es un invitado. ¿Invitado a qué? ¿A un negocio? ¿Invitado a un paseo? El Señor nos quiere decir algo más: ‘¡Estás invitado a una fiesta!’. El cristiano es el invitado a una fiesta, a la alegría, a la alegría de ser salvados, a la alegría de estar redimidos, a la alegría de participar en la vida con Jesús».
(Homilía de S.S. Francisco, 5 de noviembre de 2013).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Me esforzaré por tener un verdadero diálogo con Dios y viviré en comunión con Él durante mi día.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.