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Las ‘vacaciones’ del papa Francisco

 
No va a Castel Gandolfo ni a localidades de montaña o de mar. En la residencia Santa Marta aprovecha para descansar más, leer, rezar y escuchar música.
•4 julio 2016
•Redaccion
•El papa Francisco
Domus Santa Marta in Vatican City
ZENIT
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco inició en este mes de julio sus ‘vacaciones’. Han sido suspendidas las audiencias públicas de los miércoles y las privadas, con algunas excepciones, como el viernes pasado cuando recibió a la nueva alcaldesa de Roma, Virginia Raggi; y al iniciador del Camino Neocatecumenal, Kiko Arguello.
Además este miércoles 6 de julio, el Papa concederá una audiencia en el Aula Pablo VI a un grupo de 200 enfermos y discapacitados, acompañado por el arzobispo de Lyon (Francia), el Card. Philippe Barbarin.
También está suspendida la publicación de las homilías de Francisco en su misa diaria en la capilla de la Residencia Santa Marta, hasta el 8 de septiembre.
Se mantiene en cambio el Ángelus con los fieles en la Plaza de San Pedro, cada domingo al mediodía y se confirmó el viaje apostólico de Francisco a Polonia del 27 al 31 de julio, a la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia.
Así audiencias por el Jubileo de la Misericordia se reaundarán el 10 de septiembre y las entradas seiguirán siendo siempre gratuitas.
Así el Santo Padre no realizará di desplazamientos, ni pasará algunas semanas en la residencia de Castel Gandolfo situada a unos 25 kilómetros de Roma, en donde el clima es más fresco, ni a otras localidades de montaña o de mar. El Papa como en los años pasados, pasará su verano en la residencia de Santa Marta, donde tiene su mini departamento.
En el blog El Sismografo, su director Luis Badilla, señala que los horarios de la vida del Pontífice no cambian: se levanta diariamente a las 4,45 de la mañana y después de una breve siesta a las 16,45. También los horarios de las comidas se mantienen los mismos.
Por la noche entre las 22:15 y las 22:45, el Santo Padre concluye su jornada con un largo momento e oración antes de ir a dormir y en estos días duerme un poco más.
“Cambia en cambio mucho –asegura Badilla– el tiempo que el papa Francisco dedica a la oración, al estudio, a la lectura, a escuchar música, asi como a los temas propios de su encargo.

Comentario al evangelio de hoy lunes 04 de julio de 2016

Cristo resucita a una niña
Milagros de Jesús.
Tiempo Ordinario.
Nuestra salud espiritual tambien es importante.
Por: José Rodrigo Escorza
Fuente: Catholic.net
http://es.catholic.net/op/articulos/49028/cristo-resucita-a-una-nia.html
 
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 18-26
Así les estaba hablando, cuando se acercó un magistrado y se postró ante él diciendo: «Mi hija acaba de morir, pero ven tú a imponerle las manos y vivirá». Jesús se levantó y le siguió junto con sus discípulos. En esto, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años se acercó por detrás y tocó la orla de su manto. Pues se decía para sí: «Con sólo tocar su manto, me salvaré». Jesús se volvió, y al verla le dijo: «¡Animo!, hija, tu fe te ha salvado». Y se curó la mujer desde aquel momento. Al llegar Jesús a casa del magistrado y ver a los flautistas y la gente alborotando, decía: «¡Retiraos! La muchacha no ha muerto; está dormida». Y se burlaban de él. Mas, echada fuera la gente, entró él, la tomó de la mano, y la muchacha se levantó. Y la noticia del suceso se divulgó por toda aquella comarca.
Oración introductoria
Señor, eres mi Salvador y Redentor. Creo que en este justo momento estabas esperando que dejará todo para tener un momento de oración, por eso me acerco con fe, confianza y mucho amor. Te ofrezco esta meditación por aquellos que temen acercarse a Ti.
Petición
Jesús, te pido una fe que toque y transforme mi vida entera.
Meditación del Papa
Los cuatro evangelistas coinciden en testimoniar que la liberación de enfermedades y padecimientos de cualquier tipo, constituían, junto con la predicación, la principal actividad de Jesús en su vida pública. De hecho, las enfermedades son un signo de la acción del mal en el mundo y en el hombre, mientras que las curaciones demuestran que el Reino de Dios -y Dios mismo-, está cerca. Jesucristo vino para vencer el mal desde la raíz, y las curaciones son un anticipo de su victoria, obtenida con su muerte y resurrección. Un día Jesús dijo: «No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal». En aquella ocasión se refería a los pecadores, que Él había venido a llamar y a salvar […] Hagamos también como la gente en tiempos de Jesús: presentémosle espiritualmente a todos los enfermos, confiando en que Él quiere y puede curarlos. E invoquemos la intercesión de Nuestra Señora, en especial por las situaciones de mayor sufrimiento y abandono. María, Salud de los enfermos, ¡ruega por nosotros! Benedicto XVI, 5 de febrero de 2012.
Reflexión
Ante las enfermedades todos buscamos al mejor médico, y no paramos hasta encontrarlo. En él ponemos toda nuestra confianza y esperanzas, con tal de que nos dé la salud. No hay sacrificio que no se haga para alcanzar la salud física, pero ¿por qué no hacer lo mismo con nuestra salud espiritual?
En este pasaje evangélico se nos presenta a Cristo que va a resucitar a una niña, pero en el camino una mujer enferma lo toca y recobra la salud. ¿Qué pensaba ella a la hora de tocar la punta del manto del Maestro? Tenía una confianza muy clara de que el Médico de las almas también podría curar su cuerpo. Eso era lo que tenía en la mente y lo que le llevó curarse por la fe.
Cristo no se cansa de alabar la fe de la gente sencilla, porque sabe que ellos son los que más le necesitan y él los necesita para dar a conocer a los fuertes que Dios se vale del débil para dar la salvación a los fuertes.
Propósito
A ejemplo de esa mujer, pidamos a Dios la gracia de la fe y de la confianza en su amor y en su poder, para que cambie nuestros corazones por corazones puros y aptos para la misión que Dios quiera encomedarnos.
Diálogo con Cristo
Señor, el oficial romano y la mujer con flujo de sangre me recuerdan lo maravilloso que es vivir con fe. Tú sabes exactamente qué es lo que necesito, mas esperas que me acerque a Ti y con confianza te pida lo que creo necesitar, por eso te suplico por el don de una fe viva, que no olvide nunca que Tú eres mi Amigo fiel, que eres el compañero que va conmigo siempre, que eres mi Padre bueno que vela continuamente sobre mí.
 

EDD. Lunes 04 de julio de 2016

Lunes de la decimocuarta semana del tiempo ordinario.
http://evangeliodeldia.org/main.php?language=SP&module=readings&localdate=20160704
Libro de Oseas 2,16.17b-18.21-22.
Así habla el Señor:
Yo la seduciré, la llevaré al desierto y le hablaré a su corazón.
Allí, ella responderá como en los días de su juventud, como el día en que subía del país de Egipto.
Aquel día -oráculo del Señor- tú me llamarás: «Mi esposo» y ya no me llamarás: «Mi Baal».
Yo te desposaré para siempre, te desposaré en la justicia y el derecho, en el amor y la misericordia;
te desposaré en la fidelidad, y tú conocerás al Señor.
 
Salmo 145(144),2-3.4-5.6-7.8-9.
Señor, día tras día te bendeciré,
y alabaré tu Nombre sin cesar.
¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza:
su grandeza es insondable!
Cada generación celebra tus acciones
y le anuncia a las otras tus portentos:
ellas hablan del esplendor de tu gloria,
y yo también cantaré tus maravillas.
Ellas publican tus tremendos prodigios
y narran tus grandes proezas;
divulgan el recuerdo de tu inmensa bondad
y cantan alegres por tu victoria.
El Señor es bondadoso y compasivo,
lento para enojarse y de gran misericordia;
el Señor es bueno con todos
y tiene compasión de todas sus criaturas.
 
Evangelio según San Mateo 9,18-26.
Mientras Jesús les estaba diciendo estas cosas, se presentó un alto jefe y, postrándose ante él, le dijo: «Señor, mi hija acaba de morir, pero ven a imponerle tu mano y vivirá».
Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
Entonces se le acercó por detrás una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años, y le tocó los flecos de su manto,
pensando: «Con sólo tocar su manto, quedaré curada».
Jesús se dio vuelta, y al verla, le dijo: «Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado». Y desde ese instante la mujer quedó curada.
Al llegar a la casa del jefe, Jesús vio a los que tocaban música fúnebre y a la gente que gritaba, y dijo:
«Retírense, la niña no está muerta, sino que duerme». Y se reían de él.
Cuando hicieron salir a la gente, él entró, la tomó de la mano, y ella se levantó.
Y esta noticia se divulgó por aquella región.
Comentario del Evangelio por 
 San Cirilo de Alejandría (380-444), obispo y doctor de la Iglesia
 
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Comentario al Evangelio de Juan, 4; PG 73,
«Entró y cogió la mano de la niña»
Desde que Cristo entró en nosotros por su propia carne, resucitaremos enteramente; es inconcebible, o mejor aún, imposible, que la vida no dé vida a los que ella se introduce. De la misma manera que se recubre un tizón encendido con un montón de paja para que conserve intacto el fuego del interior, así también nuestro Señor Jesucristo, a través de su propia carne, esconde su vida en nosotros y pone en ella como una semilla de inmortalidad que aleja toda clase de corrupción que llevamos con nosotros.
No es, pues, tan sólo con su palabra que lleva a cabo la resurrección de los muertos, sino que para demostrar que su cuerpo da vida, tal como hemos dicho, toca los cadáveres y por el contacto con su cuerpo devuelve la vida a esos cuerpos que están en vías de descomposición. Si el solo contacto con su carne sagrada devuelve la vida a esos cuerpos mortales, ¡qué provecho no vamos a encontrar en su eucaristía vivificante cuando la recibamos!… No sería suficiente que nuestra alma fuera tan sólo regenerada por el Espíritu para una vida nueva; nuestro cuerpo pesado y terrestre debía también ser santificado por ser partícipe de un cuerpo también consistente y del mismo origen que el nuestro y ser así también llamado a la incorruptibilidad.
 
 
 
 
 

Francisco en el ángelus: ‘debemos testimoniar con alegría el Evangelio en la vida diaria’

 
La misión de llevar la palabra de Jesús es estupenda, explica el Santo Padre y pide rezar para que en la Iglesia nunca falten corazones generosos – Texto completo –
zenit.org | 3 julio 2016
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- En este domingo del verano europeo el papa Francisco rezó la oración del ángelus desde la ventana de su estudio que da a la Plaza de San Pedro, donde le aguardaban miles de fieles y peregrinos.
La misión del cristiano es estupenda –dijo el Pontífice– porque debe llevar la Buena Noticia a todos. Entrentanto reconoció que es una tarea difícil y que a veces encuentra hostilidad. Por ello no hay que dejarse condicionar confiando en los medios humanos, sino llevando solamente la potencia de la Cruz de Cristo.
A continuación las palabras del Santo Padre :
“Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En la página evangélica del día de hoy, en el capítulo décimo del Evangelio, Lucas nos hace entender cuánta necesidad tenemos de invocar a Dios, “el Señor de la mies, para que envíe operarios a su mies”. Los operarios de los cuales habla Jesús son los misioneros del Reino de Dios, que Él mismo llamaba y enviaba “de dos en dos delante de sí en cada ciudad y lugar a donde estaba por ir”.
Su taera era anunciar un mensaje de salvación dirigido a todos. Los misioneros anuncian siempre el mensaje de salvación a todos; no solamente los misioneros que van lejos, también nosotros, misioneros cristianos que decimos una buena palabra de salvación. Y este es el don que nos da Jesús con el Espíritu Santo. Este anuncio es decir: “Está cerca el Reino de Dios”.
Porque Jesús ha ‘acercado’ a Dios hacia nosotros, Dios reina en medio de nosotros, su amor misericordioso vence el pecado y la miseria humana.
Esta es la Buena Noticia que los ‘operarios’ tienen que llevar a todos: un mensaje de esperanza y de consolación, de paz y de caridad. Jesús, cuando envía a sus discípulos delante de él en los pueblos les recomienda: ‘Antes digan: paz a esta casa’ (…) curen a los enfermos que allí se encuentren’.
Todo esto significa que el Reino de Dios se construye día a día y ofrece ya en esta tierra sus frutos de conversión, de purificación, de amor y de consolación entre los hombres. ¡Es algo muy hermoso construir día a día este Reino de Dios que va naciendo! ¡No destruir, sino construir!
¿Con cuál espíritu el discípulo de Jesús deberá realizar esta misión? Como primera cosa deberá ser conciente de la realidad difícil y a veces hostil que lo espera. De hecho Jesús dice: ‘Les envío como corderos en medio de los lobos’. Es clarísimo. La hostilidad está siempre al inicio de la persecución de los cristianos: porque Jesús sabe que la misión es obstaculizada por la obra del maligno.
Por esto, el operario del Evangelio se esforzará en ser libre de los condicionamientos humanos de todo tipo, no llevando ni bolsa, ni alforja, ni sandalias, como ha recomendado Jesús, para solamente confiar en la potencia de la Cruz de Cristo. Esto significa abandonar todo motivo de vanagloria personal y volverse humilde instrumento de la salvación obrada por el sacrificio de Jesús, muerto y resuscitado por nosotros.
La del cristiano en el mundo es una misión estupenda y destinada a todos, es una misión de servicio, ninguno excluído. Esta necesita de tanta generosidad y sobre todo de la mirada y del corazón dirigido hacia lo alto para invocar la ayuda del Señor.
Hay mucha necesidad de que hayan cristianos que testimonien con alegría el Evangelio en la vida de cada día. Los discípulos enviados por Jesús, ‘llegaron llenos de alegría’.
Cuando nosotros hacemos así, el corazón se llena de alegría. Y esta expresión me hace pensar a la alegría de la Iglesia cuando sus hijos reciben la Buena Noticia, gracias a la dedicación de tantos hombres y mujeres que diariamente anuncian en Evangelio: los sacerdotes, aquellos buenos párrocos que todos conocemos, las monjas , misioneros, misioneras… Y me pregunto, escuchen la pregunta: ¿Cuántos de los jóvenes que ahora está aquí presentes en la plaza sienten la llamada del Señor para seguirlo?
¡No tengan miedo! Sean valientes y lleven a los demás esta llama del celo apostólico que nos ha sido dada por estos discípulos ejemplares.
Recemos al Señor, por la intercesión de la Virgen María, para en la Iglesia no falten nunca corazones generosos, que trabajen para llevar a todos el amor y la ternura del Padre celeste”.
El Santo Padre reza la oración del ángelus y después dirige las siguientes palabras:
“Queridos hermanos y hermanas, expreso mi cercanía a los familiares de las víctimas y de los heridos del atentado que se registró ayer en Daca. Y también ante el sucedido en Bagdad. Recemos juntos por ellos, por los difuntos y pidamos al Señor que convierta el corazón de los violentos enceguecidos por el odio.
(El Papa reza) Dios te Salve María…
Saludo a todos los fieles de Roma y peregrinos que llegaron de Italia y de diversos países. En particular al grupo de Bérgamo guiado por su obispo. Los bergamascos no han ahorrado para el cartel, ¡se ve bien! Y a los de Braganca-Miranda (Portugal); a las monjas Misioneras del Sagrado Corazón que vinieron desde Corea con algunos fieles; a los jóvenes de Ibiza que se preparan para la Confirmación;y  al grupo de peregrinos venezolanos. Quiero saludar también a mis compatriotas de La Rioja, de Chilecito: ¡se ve bien la bandera allí!
Saludo a algunas peregrinaciones especiales, en el signo de la misericordia: el de los fieles de Ascoli Piceno, que llegaron a pié a lo largo de la antigua vía Salaria; el de los socios de la Federación italiana de turismo equestra, que vinieron a caballo, incluso algunos desde Cracovia;  a los que vinieron en bicicleta y motocicleta desde Cardito (Nápoles).
Saludo al concluir, a la Asociación “Bricciole di speranza di Carla Zichetti, la familia Camiliana laica, la escuela jardín de Verdellino, a los jóvnes dde Albino y Desenzano, y a los de Sassari.
(Texto completo traducido desde el audio por ZENIT)

Comentario al evangelio de hoy sábado 02 de julio de 2016

 
Vino nuevo en odres nuevos
Tiempo Ordinario.
El distintivo de los cristianos es la alegría en Cristo.
Por: P Juan Pablo Menéndez |Catholic.net
http://es.catholic.net/op/articulos/48486/vino-nuevo-en-odres-nuevos.html
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-17
Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?» Jesús les dijo: «Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán. Nadie echa un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, porque lo añadido tira del vestido, y se produce un desgarrón peor. Ni tampoco se echa vino nuevo en pellejos viejos; pues de otro modo, los pellejos revientan, el vino se derrama, y los pellejos se echan a perder; sino que el vino nuevo se echa en pellejos nuevos, y así ambos se conservan».
Oración introductoria
¡Ven, Espíritu Santo! Ilumíname para experimentar tu presencia en esta oración. Ayúdame a dejar a un lado mis preocupaciones para darte el tiempo y la atención que mereces. Nada hay más importante en este momento, reorienta mi vida hacia Ti y alimenta mi amor por Ti en esta meditación.
Petición
Señor, concédeme amarte por encima de todas las cosas.
Meditación del Papa
Quisiera volver aún sobre un punto esencial: la experiencia del amor tiene dentro de sí la tensión hacia Dios. ¡El verdadero amor promete lo infinito! […] Redescubrid para vuestra vida de pareja la centralidad de Jesucristo y del caminar en la Iglesia. María nos enseña que el bien de cada uno depende del escuchar con docilidad la palabra del Hijo. En quien se fía de Él, el agua de la vida cotidiana se transforma en el vino de un amor que hace buena, bella y fecunda la vida. Caná, de hecho, es anuncio y anticipación del don del vino nuevo de la Eucaristía, sacrificio y banquete en el que el Señor nos alcanza, nos renueva y nos transforma. No descuidéis la importancia vital de este encuentro; que la asamblea litúrgica dominical os encuentre plenamente partícipes: de la Eucaristía brota el sentido cristiano de la existencia y una forma nueva de vivir. Benedicto XVI, 11 de septiembre de 2011.
Reflexión
Los tiempos de alegría y las fiestas son para pasar el tiempo felices, llenos de alegría. Si estás en una fiesta, y ves a una persona triste, te preguntas, ¿qué hace este tristón aquí? Es la verdad, no se puede estar triste en las fiestas. Por eso los apóstoles no podían estar tristes cuando estaban con Cristo, porque Él es quien da la felicidad con su sola presencia.
Por eso el distintivo de los cristianos es la alegría en Cristo, esa alegría que llena hasta lo más profundo del alma. Ya lo decía Tertuliano: «mirad cómo se aman y cómo están dispuestos a morir unos por otros». ¿Cuánto cambiaría el mundo si todos los cristianos vivieramos con profundidad el mandamiento de la carídad?
Vivamos en este día siempre con una sonrisa en los labios, para que Dios nos bendiga y haga felices a todas las personas que estén a nuestro lado.
Propósito
Promover, con una buena estrategia, la participación de mi familia en la Eucaristía del domingo.
Diálogo con Cristo
Jesús, la gran aspiración de mi vida es poder amarte por encima de todas las cosas. Dame valor para poder renunciar a todo lo que me aparte de Ti; dame generosidad para saber ayunar siempre de mí mismo, de manera que pueda llenarme de tu amor y de tu gracia. Esto es lo único que busco, lo único que quiero Señor.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Aprende a Orar
 
Evangelio meditado para el Tiempo Ordinario
 
×Diplomado Juan Pablo II y la Teología del Cuerpo. Profundizar en la «Teología del cuerpo», para ayudar sobre todo a los jóvenes en vista del noviazgo y a las parejas en la vida matrimonial y familiar. Da click aquí.
Vino nuevo en odres nuevos
Tiempo Ordinario
Mateo 9, 14-17. Tiempo Ordinario. El distintivo de los cristianos es la alegría en Cristo.
Por: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net
 
 
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-17
Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?» Jesús les dijo: «Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán. Nadie echa un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, porque lo añadido tira del vestido, y se produce un desgarrón peor. Ni tampoco se echa vino nuevo en pellejos viejos; pues de otro modo, los pellejos revientan, el vino se derrama, y los pellejos se echan a perder; sino que el vino nuevo se echa en pellejos nuevos, y así ambos se conservan».
Oración introductoria
¡Ven, Espíritu Santo! Ilumíname para experimentar tu presencia en esta oración. Ayúdame a dejar a un lado mis preocupaciones para darte el tiempo y la atención que mereces. Nada hay más importante en este momento, reorienta mi vida hacia Ti y alimenta mi amor por Ti en esta meditación.
Petición
Señor, concédeme amarte por encima de todas las cosas.
Meditación del Papa
Quisiera volver aún sobre un punto esencial: la experiencia del amor tiene dentro de sí la tensión hacia Dios. ¡El verdadero amor promete lo infinito! […] Redescubrid para vuestra vida de pareja la centralidad de Jesucristo y del caminar en la Iglesia. María nos enseña que el bien de cada uno depende del escuchar con docilidad la palabra del Hijo. En quien se fía de Él, el agua de la vida cotidiana se transforma en el vino de un amor que hace buena, bella y fecunda la vida. Caná, de hecho, es anuncio y anticipación del don del vino nuevo de la Eucaristía, sacrificio y banquete en el que el Señor nos alcanza, nos renueva y nos transforma. No descuidéis la importancia vital de este encuentro; que la asamblea litúrgica dominical os encuentre plenamente partícipes: de la Eucaristía brota el sentido cristiano de la existencia y una forma nueva de vivir. Benedicto XVI, 11 de septiembre de 2011.
Reflexión
Los tiempos de alegría y las fiestas son para pasar el tiempo felices, llenos de alegría. Si estás en una fiesta, y ves a una persona triste, te preguntas, ¿qué hace este tristón aquí? Es la verdad, no se puede estar triste en las fiestas. Por eso los apóstoles no podían estar tristes cuando estaban con Cristo, porque Él es quien da la felicidad con su sola presencia.
Por eso el distintivo de los cristianos es la alegría en Cristo, esa alegría que llena hasta lo más profundo del alma. Ya lo decía Tertuliano: «mirad cómo se aman y cómo están dispuestos a morir unos por otros». ¿Cuánto cambiaría el mundo si todos los cristianos vivieramos con profundidad el mandamiento de la carídad?
Vivamos en este día siempre con una sonrisa en los labios, para que Dios nos bendiga y haga felices a todas las personas que estén a nuestro lado.
Propósito
Promover, con una buena estrategia, la participación de mi familia en la Eucaristía del domingo.
Diálogo con Cristo
Jesús, la gran aspiración de mi vida es poder amarte por encima de todas las cosas. Dame valor para poder renunciar a todo lo que me aparte de Ti; dame generosidad para saber ayunar siempre de mí mismo, de manera que pueda llenarme de tu amor y de tu gracia. Esto es lo único que busco, lo único que quiero Señor.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Aprende a Orar
 
Evangelio meditado para el Tiempo Ordinario
 
×Diplomado Juan Pablo II y la Teología del Cuerpo. Profundizar en la «Teología del cuerpo», para ayudar sobre todo a los jóvenes en vista del noviazgo y a las parejas en la vida matrimonial y familiar. Da click aquí.
Vino nuevo en odres nuevos
Tiempo Ordinario
Mateo 9, 14-17. Tiempo Ordinario. El distintivo de los cristianos es la alegría en Cristo.
Por: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net
 
 
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-17
Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?» Jesús les dijo: «Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán. Nadie echa un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, porque lo añadido tira del vestido, y se produce un desgarrón peor. Ni tampoco se echa vino nuevo en pellejos viejos; pues de otro modo, los pellejos revientan, el vino se derrama, y los pellejos se echan a perder; sino que el vino nuevo se echa en pellejos nuevos, y así ambos se conservan».
Oración introductoria
¡Ven, Espíritu Santo! Ilumíname para experimentar tu presencia en esta oración. Ayúdame a dejar a un lado mis preocupaciones para darte el tiempo y la atención que mereces. Nada hay más importante en este momento, reorienta mi vida hacia Ti y alimenta mi amor por Ti en esta meditación.
Petición
Señor, concédeme amarte por encima de todas las cosas.
Meditación del Papa
Quisiera volver aún sobre un punto esencial: la experiencia del amor tiene dentro de sí la tensión hacia Dios. ¡El verdadero amor promete lo infinito! […] Redescubrid para vuestra vida de pareja la centralidad de Jesucristo y del caminar en la Iglesia. María nos enseña que el bien de cada uno depende del escuchar con docilidad la palabra del Hijo. En quien se fía de Él, el agua de la vida cotidiana se transforma en el vino de un amor que hace buena, bella y fecunda la vida. Caná, de hecho, es anuncio y anticipación del don del vino nuevo de la Eucaristía, sacrificio y banquete en el que el Señor nos alcanza, nos renueva y nos transforma. No descuidéis la importancia vital de este encuentro; que la asamblea litúrgica dominical os encuentre plenamente partícipes: de la Eucaristía brota el sentido cristiano de la existencia y una forma nueva de vivir. Benedicto XVI, 11 de septiembre de 2011.
Reflexión
Los tiempos de alegría y las fiestas son para pasar el tiempo felices, llenos de alegría. Si estás en una fiesta, y ves a una persona triste, te preguntas, ¿qué hace este tristón aquí? Es la verdad, no se puede estar triste en las fiestas. Por eso los apóstoles no podían estar tristes cuando estaban con Cristo, porque Él es quien da la felicidad con su sola presencia.
Por eso el distintivo de los cristianos es la alegría en Cristo, esa alegría que llena hasta lo más profundo del alma. Ya lo decía Tertuliano: «mirad cómo se aman y cómo están dispuestos a morir unos por otros». ¿Cuánto cambiaría el mundo si todos los cristianos vivieramos con profundidad el mandamiento de la carídad?
Vivamos en este día siempre con una sonrisa en los labios, para que Dios nos bendiga y haga felices a todas las personas que estén a nuestro lado.
Propósito
Promover, con una buena estrategia, la participación de mi familia en la Eucaristía del domingo.
Diálogo con Cristo
Jesús, la gran aspiración de mi vida es poder amarte por encima de todas las cosas. Dame valor para poder renunciar a todo lo que me aparte de Ti; dame generosidad para saber ayunar siempre de mí mismo, de manera que pueda llenarme de tu amor y de tu gracia. Esto es lo único que busco, lo único que quiero Señor.

EDD. sábado 02 de julio de 2016

Sábado de la decimotercera semana del tiempo ordinario
http://evangeliodeldia.org/main.php?language=SP&module=readings&localdate=20160701
Libro de Amós 9,11-15. 
Así habla el Señor:
Aquel día, yo levantaré la choza derruida de David, repararé sus brechas, restauraré sus ruinas, y la reconstruiré como en los tiempos pasados,
para que ellos tomen posesión del resto de Edóm y de todas las naciones que han sido llamadas con mi Nombre -oráculo del Señor, que cumplirá todo esto-.
Llegan los días -oráculo del Señor- en que el labrador seguirá de cerca al que siega, y el que vendimia al que siembra. Las montañas harán correr el vino nuevo y destilarán todas las colinas.
Yo cambiaré la suerte de mi pueblo Israel; ellos reconstruirán las ciudades devastadas y las habitarán, plantarán viñedos y beberán su vino, cultivarán huertas y comerán sus frutos.
Los plantaré en su propio suelo, y nunca más serán arrancados del suelo que yo les di, dice el Señor, tu Dios.
Salmo 85(84),9.11-12.13-14. 
Voy a proclamar lo que dice el Señor:
el Señor promete la paz,
la paz para su pueblo y sus amigos,
y para los que se convierten de corazón.
El Amor y la Verdad se encontrarán,
la Justicia y la Paz se abrazarán;
la Verdad brotará de la tierra
y la Justicia mirará desde el cielo.
El mismo Señor nos dará sus bienes
y nuestra tierra producirá sus frutos.
La Justicia irá delante de él,
y la Paz, sobre la huella de sus pasos.
Evangelio según San Mateo 9,14-17. 
Se acercaron a Jesús los discípulos de Juan y le dijeron: «¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?».
Jesús les respondió: «¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido y la rotura se hace más grande.
Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan, el vino se derrama y los odres se pierden. ¡No, el vino nuevo se pone en odres nuevos, y así ambos se conservan!».
Comentario del Evangelio por Catecismo de la Iglesia Católica. § 772-773; 796
«El novio está con ellos»
La Iglesia, misterio de la unión de los hombres con Dios. Es en la Iglesia que Cristo ha realizado y revelado su propio misterio como el fin último del designio de Dios: «recapitularlo todo en él» (Ef 1,10).  San Pablo llama «gran misterio»  (Ef 5,32) a la unión esponsal de Cristo con la Iglesia. Unida a Cristo como a su Esposo, la Iglesia llega a ser ella misma misterio (Ef 3,9). Contemplando el misterio de la Iglesia, san Pablo exclama: «Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria» (Col 1,27)…  María nos precede a todos en la santidad que es el misterio de la Iglesia «la Esposa sin mancha ni arruga» (Ef 5,27). Por eso «la dimensión mariana de la Iglesia es anterior a su dimensión petrina» (Juan Pablo II)…
La unidad de Cristo y de la Iglesia, Cabeza y miembros del Cuerpo, implica también la distinción de ambos en una relación personal. Este aspecto a menudo es expresado bajo la imagen del esposo y la esposa. El tema de Cristo Esposo de la Iglesia ha sido preparado por los profetas y anunciado por Juan Bautista (Jn 3,29). El mismo Señor se ha designado como «el Esposo» (Mc 2,19). El apóstol Pablo describe a la Iglesia y a cada fiel, miembro de su Cuerpo, como a una esposa presentada como «novia» a Cristo Señor, con el fin de formar con él un solo Espíritu. La Iglesia es la Esposa inmaculada del cordero inmaculado (Ap 22,7) que Cristo ama. Por ella se ha entregado «a fin de santificarla» (Ef 5,26), se la ha asociado  con una alianza eterna, y nunca deja de tener cuidado de ella como a su propio Cuerpo.
«He aquí al Cristo total, Cabeza y Cuerpo, uno solo formado de muchos… ». El mismo Señor dice en el Evangelio… «Ya nos son dos sino una sola carne (Mt 19,6) Como lo habéis visto, hay dos personas diferentes, pero no son más que una sola en la unión conyugal» (San Agustín).
 

Homilía para la Eucaristía del Domingo 03 de Julio de 2016

Paz y Bien para todos ustedes. Un abrazo fraterno. Hno. Pastor.

DOMINGO XIV.

Isaías 66,10-14: Alegre vaticinio con un lenguaje poético con el cual el Profeta anuncia la llegada de la salvación para Israel.

Lucas 10,1-12.17-20: Misión de los 72 discípulos a todo el mundo. Se les da consignas concretas de cómo deben ir por el mundo. Con la proclamación del Reino comienza la derrota del poder del mal.

1.-  Cuando en el mundo reina el mal entonces reina la tristeza, el dolor, la calamidad, la muerte. Israel vivió este clima de dolor y muerte. Es entonces cuando el profeta anuncia al pueblo la alegre noticia: “Yo los consolaré a ustedes”; y la comparación es hermosa: “como un hombre es consolado por su madre”. No es la única vez que el Señor promete consuelo a su pueblo. Es que Dios es un Dios que salva, que restaura, porque es bueno. Por eso, al enviarnos a su Hijo se inicia la evangelización, es decir, ha llegado el momento de proclamar la Buena Noticia: Dios viene a salvar, viene a liberar al hombre de la situación de esclavitud en la que se encuentra. Por eso Jesús envía a sus discípulos a proclamar que el Reino de Dios está cerca, está llegando. El Reino significa salvación; el cumplir la Voluntad de Dios siempre trae bienestar, salvación.

2.- Los discípulos, de entonces y de ahora, tienen que proclamar el Reino de Dios. ¿Dónde? En el mundo, es decir, allí donde Dios no es tenido en cuenta, donde su reinado es sistemáticamente rechazado. Esto no nos debe extrañar; por algo dice el Señor que El nos envía como a ovejas en medio de lobos. Lo que está dando a entender que siempre habrá rechazo al reinado de Dios.

Por esta razón los discípulos han de proclamar el Reino de palabra, de obra y con un estilo de vida coherente con lo que se proclama. Proclamar el Reino de palabra significa con un mensaje de paz-armonía con Dios, los hermanos y el mundo. De obra, es decir, sanando enfermos, haciendo el bien. Con un estilo de vida, es decir, no apegados al dinero, a las cosas; un estilo de vida que haga creíble el Reino de Dios. Porque hoy no es creíble el evangelio. Y no lo es porque hemos reducido el Mensaje de Jesús a una simple religión, sin ninguna implicancia en la vida concreta.

Llama la atención que en occidente ha ganado terreno el Islamismo y otras religiones con desmedro del cristianismo, porque la oferta de aquella religiones es atrayente; ofrecen un estilo de vida diferente ya que el cristianismo no les dice nada.

3.-  El desafío que tenemos los cristianos es grande. Debemos hacer creíble el evangelio de Jesús. Hacerlo creíble en medio de una sociedad sedienta de placer, poder y poseer a cualquier precio.

Cuando hacemos presente el Reino con nuestra vida el reino del mal comienza a desaparecer. Cuando se enciende la luz las tiniebla desaparecen. Por algo Mateo, citando a Isaías, dice: “El pueblo que habitaba en las tinieblas vio una gran luz”  (Isaías 9,1). Porque hemos de admitir que vivimos tiempos de oscuridad. No sólo existe un apagón cultural, sino también un apagón moral, valórico. Una vida mediocre, farandulezca.

Se dice que vivimos en la llamada “cultura líquida”, en la que nada es estable, todo es desechable. Lo importante es “Vivir por vivir”, como lo expresara muy bien una película de los años sesenta. Ahí estamos, inmersos como corderos en medio de lobos, como pollos en corral ajeno.

4.- En este ambiente debemos hacer realidad el Reino. “Vivan como hijos de la luz” nos dice san Pablo en Efesios 5,8. Tal vez nosotros bien podríamos hacer nuestro, como un Programa de vida, lo que expresa la oración atribuida a san Francisco: “Haz de mí un instrumento…” ¿Instrumento de qué? De paz, de amor, de unión, de luz, sin buscarnos a nosotros mismos. Sólo así haremos creíble el Reino, sólo así podemos decir con el salmo responsorial: “Vengan a ver las obras del Señor, las cosas admirables que hizo por los hombres”. Entonces sí que el Reino de Dios es buena noticia, porque somos creadores de algo nuevo.

En la Eucaristía se realiza por anticipado algo nuevo, ya que aquí está el Reino de Dios presente. Con El seremos capaces de ser Instrumentos del Reino, constructores de algo mejor. Celebremos con fe.

                                                      Hermano Pastor Salvo Beas.

                                          Párroco de San Miguel.

Comentario al evangelio de hoy viernes 01 de julio de 2016

Misericordia quiero, y no sacrificio.
Tiempo Ordinario

No necesitan médico los que están sanos sino los que estamos mal.
Por: P. Clemente González
Fuente: Catholic.net 
http://es.catholic.net/op/articulos/48719/la-vocacin-de-mateo.html

Del santo Evangelio según san Mateo 9, 9-13
Cuando se iba de allí, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme». Él se levantó y le siguió. Y sucedió que estando Él a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. Al verlo los fariseos decían a los discípulos: «¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores?» Mas Él, al oírlo, dijo: «No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal. Id, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores». 
Oración preparatoria
Señor, yo también quiero dejar todo para estar sólo contigo en esta oración. Concédeme desprenderme de todas mis preocupaciones para poder escuchar y ser dócil a las inspiraciones de tu Santo Espíritu.
Petición
Señor, cúrame de todo aquello que me aleje de cumplir tu voluntad.
Meditación del Papa
Jesús acoge en el grupo de sus íntimos a un hombre que, según la concepción de Israel en aquel tiempo, era considerado un pecador público. En efecto, Mateo no sólo manejaba dinero considerado impuro por provenir de gente ajena al pueblo de Dios, sino que además colaboraba con una autoridad extranjera, odiosamente ávida, cuyos tributos podían ser establecidos arbitrariamente. Por estos motivos, todos los Evangelios hablan en más de una ocasión de «publicanos y pecadores», de «publicanos y prostitutas». Además, ven en los publicanos un ejemplo de avaricia: sólo aman a los que les aman y mencionan a uno de ellos, Zaqueo, como «jefe de publicanos, y rico», mientras que la opinión popular los tenía por «hombres ladrones, injustos, adúlteros». Ante estas referencias, salta a la vista un dato: Jesús no excluye a nadie de su amistad. Es más, precisamente mientras se encuentra sentado a la mesa en la casa de Mateo-Leví, respondiendo a los que se escandalizaban porque frecuentaba compañías poco recomendables, pronuncia la importante declaración: «No necesitan médico los sanos sino los enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores». Benedicto XVI, 30 de agosto de 2006.
Reflexión
Dios respeta en su integridad al hombre, y cuando llama a un alma a su servicio, en su solemne poder, ni la violenta, ni la atosiga, sino que con paciencia y amor la deja casi andar a la deriva o al vaivén de las circunstancias. No es fácil, por tanto, dar una respuesta como la de Mateo: pronta, sincera, total.
San Mateo era un cobrador de impuestos, un pecador ante los ojos de todo el pueblo. Sólo Jesús fue capaz de ver más allá de sus pecados y vio a un hombre. Un hombre que podía hacer mucho por el Reino de los Cielos. Y le llamó con todo el amor y misericordia de su corazón para ser uno de sus apóstoles, de sus íntimos.
Todos hemos recibido la vocación a la vida cristiana. Dios nos ha creado para prestarle un servicio concreto, cada uno de nosotros. Tenemos una misión, comos eslabones de una cadena. Decía el Cardenal Newman: «No me ha creado para nada. Haré bien el trabajo, seré un ángel de la paz, un predicador de la verdad en mi propio lugar si obedezco sus mandamientos. Por tanto confiaré en él quienquiera que yo sea, dondequiera que esté. Nunca me pueden desechar. Si estoy enfermo, mi enfermedad puede servirle. En la duda, mi duda puede servirle. Si estoy apenado, mi pena puede servirle. Él no hace nada en vano. ¡El sabe lo que hace!»
Propósito
Buscar un acercamiento o tener un acto de caridad con esa persona que «me cuesta» aceptar.
Diálogo con Cristo
Señor, gracias por invitarme a seguirte, a ser tu discípulo y misionero. Ardientemente deseo tener la fe y el amor suficiente para responder con prontitud a tu llamado. Quiero salir de esta oración con la sabiduría, la fuerza y la alegría, que logre contagiar de tu amor a los demás. Siguiendo el ejemplo de María, y por su intercesión, te pido que sea fermento y canal para comunicar tu amor en mi familia, en mi profesión, en el círculo de mis amigos.
 

EDD. viernes 01 de julio de 2016 . –

Viernes de la decimotercera semana del tiempo ordinario.

Libro de Amós 8,4-6.9-12.
Escuchen esto, ustedes, los que pisotean al indigente para hacer desaparecer a los pobres del país.
Ustedes dicen: «¿Cuándo pasará el novilunio para que podamos vender el grano, y el sábado, para dar salida al trigo? Disminuiremos la medida, aumentaremos el precio, falsearemos las balanzas para defraudar;
compraremos a los débiles con dinero y al indigente por un par de sandalias, y venderemos hasta los desechos del trigo».
Aquel día -oráculo del Señor- yo haré que el sol se ponga al mediodía, y en pleno día cubriré la tierra de tinieblas;
cambiaré sus fiestas en duelo y todos sus cantos en lamentaciones; haré que todos se ciñan un sayal y que se rapen todas las cabezas; haré que estén de duelo como por un hijo único, y su final será como un día de amargura.
Vendrán días -oráculo del Señor- en que enviaré hambre sobre el país, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de escuchar la palabra del Señor.
Se arrastrarán de un mar a otro e irán errantes del norte al este, buscando la palabra del Señor, pero no la encontrarán.
Salmo 119(118),2.10.20.30.40.131.
Felices los que cumplen sus prescripciones
y lo buscan de todo corazón,
Yo te busco de todo corazón:
no permitas que me aparte de tus mandamientos.
Mi alma se consume,
deseando siempre tus decisiones.
Elegí el camino de la verdad,
puse tus decretos delante de mí.
Yo deseo tus mandamientos:
vivifícame por tu justicia.
Abro mi boca y aspiro hondamente,
porque anhelo tus mandamientos.
Evangelio según San Mateo 9,9-13.
Jesús, al pasar, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: «Sígueme». El se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos.
Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: «¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?».
Jesús, que había oído, respondió: «No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.
Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores».
Comentario del Evangelio por  Juan Taulero (c. 1300-1361), dominico en Estrasburgo. Sermón 64
“El hombre se levantó y lo siguió”
Nuestro Señor le dijo a san Mateo: «Sígueme». Este santo amable fue un modelo para todos los hombres. Había sido en primer lugar un gran pecador, como el Evangelio dice sobre él, y después fue uno de los grandes, entre todos los amigos de Dios. Porque nuestro Señor le habló en el fondo de su ser, y como consecuencia lo abandonó todo para seguir al Maestro.
Seguir a Dios en verdad: en efecto todo está ahí, y para hacerlo, verdaderamente hay que abandonar completamente todas las cosas que no son Dios, cualesquiera que sean. Dios desea corazones; no se interesa por lo exterior, sino que quiere de nosotros una viva devoción interior.Esta devoción es más verdadera, que si rezase más que el mundo entero, o que si cantase tanto, que mi canto subiera hasta el cielo, más verdadera que todo lo que pudiera hacer exteriormente en ayunos, vigilancias y otras prácticas.

El papa Francisco, en la audiencia jubilar de este jueves, ha reflexionado sobre las obras de misericordia y su significado.

Texto completo de la catequesis del Papa en la audiencia jubilar del 30 de junio de 2016.
El Papa advierte de que la gente que pasa por la vida, que va por la vida, sin notar las necesidades de los otros, sin ver tantas necesidades, espirituales y materiales, es gente que pasa sin vivir, es gente que no sirve a los otros.
https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-catequesis-del-papa-en-la-audiencia-jubilar-del-30-de-junio-de-2016/
Audiencia mensual por el jubileo de la misericordia

El Papa En La Audiencia Mensual Por El Jubileo De La Misericordia

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, en la audiencia jubilar de este jueves, ha reflexionado sobre las obras de misericordia y su significado. Así, ha advertido sobre las ocasiones en las que pasamos delante de situaciones de pobreza dramática y no nos damos cuenta. Por eso ha reconocido que la misericordia no es una palabra abstracta, sino un estilo de vida. Por otro lado, ha dado las gracias por su reciente viaje a Armenia, recordando que dentro de tres meses volverá al Cáucaso para visitar Georgia y Azerbaiyán.
 
Publicamos a continuación el texto completo de la audiencia jubilar.
Queridos hermanos y hermanas, buenos días.
¡Cuántas veces, durante estos primeros meses del Jubileo, hemos escuchado hablar de las obras de misericordia! Hoy el Señor nos invita a hacer un serio examen de conciencia. Está bien, de hecho, no olvidar nunca que la misericordia no es una palabra abstracta, sino un estilo de vida. Una cosa es hablar de misericordia, otra es vivir la misericordia.Una persona puede ser misericordiosa o puede ser no misericordiosa. Es un estilo de vida, yo elijo vivir como misericordioso o elijo vivir como no misericordioso. Una cosa es hablarde misericordia, otra es vivir la misericordia. Parafraseando las palabras de Santiago apóstol (cfr 2,14-17) podemos decir: la misericordia sin las obras está muerte en sí misma. ¡Es precisamente así! Lo que hace viva la misericordia es su constante dinamismo para ir al encuentro de los necesitados y a las necesidades de los que están en la penuria espiritual y material. La misericordia tiene ojos para ver, oídos para escuchar, manos para levantar…
La vida cotidiana nos permite tocar con la mano muchas exigencias que tienen que ver con las personas más pobres y más probadas. A nosotros se nos pide esa atención particular que nos lleva a darnos cuenta del estado de sufrimiento y necesidad en la que están tantos hermanos y hermanas. A veces pasamos delante de situaciones de pobreza dramática y parece que no nos tocan; todo continúa como si nada, en una indiferencia que al final hace hipócritas y, sin que nos demos cuenta, conduce a una forma de letargo espiritual que hace insensible el alma y estéril la vida. La gente que pasa por la vida, que va por la vida, sin notar las necesidades de los otros, sin ver tantas necesidades, espirituales y materiales, es gente que pasa sin vivir, es gente que no sirve a los otros. Y recordad bien: quien no vive para servir, no sirve para vivir.
¡Cuántos son los aspectos de la misericordia de Dios hacia nosotros! ¡De la misma manera, cuántos rostros se dirigen a nosotros para obtener misericordia! Quién ha experimentado en la propia vida la misericordia del Padre no puede permanecer insensible delante de las necesidades de los hermanos. La enseñanza de Jesús que hemos escuchado no consiente caminos de fuga: Tenía hambre y me has dado de comer; tenía sed y me has dado beber; estaba desnudo, enfermo, en la cárcel, era prófugo y me has asistido (cfr Mt25,35-36). No se puede tergiversar delante de una persona que tiene hambre: es necesario darle de comer. Jesús nos dice esto. Las obras de misericordia no son temas teóricos, sino testimonios concretos. Obligan a remangarse para aliviar el sufrimiento.
A causa de los cambios de nuestro mundo globalizado, algunas pobrezas materiales y espirituales se han multiplicado: damos por tanto espacio a la fantasía de la caridad para concretar nuevas modalidades operativas. En este modo el camino de la misericordia se hará cada vez más concerta. A nosotros, por tanto, se nos pide que permanezcamos vigilante como centinelas, para que no suceda que, delante de las pobrezas producidas por la cultura del bienestar, la mirada de los cristianos se debilite y se haga incapaz de mirar a lo esencial. Mirar a lo esencial ¿qué significa? Mirar a Jesús en el hambriento, en el preso, en el enfermo, en el desnudo, en aquel que no tiene trabajo y debe mantener a una familia. Mirar a Jesús en estos hermanos y hermanas nuestros. Mirar a Jesús en aquel que está solo, triste, en aquel que se equivoca y necesita un consejo, en aquel que necesita hacer un camino en silencio para que se sienta en compañía. Estas son las obras que Jesús nos pide. Mirar a Jesús en ellos, en esta gente. ¿Por qué? Porque Jesús a mí, a todos nosotros, nos mira así.
Y ahora pasamos a otra cosa.
En los días pasados el Señor me ha concedido visitar Armenia, la primera nación que abrazó el cristianismo, a principios del siglo IV. Un pueblo que, a lo largo de su historia, ha testimoniado la fe cristiana con el martirio. Doy gracias a Dios por este viaje, y estoy vivamente agradecido al presidente de la República Armenia, el Catholicós Karekin II, al Patriarca y a los obispos católicos, y dentro del pueblo armenio por haberme acogido como peregrino de fraternidad y de paz.
Dentro de tres meses realizaré, si Dios quiere, otro viaje a Georgia y Azerbaiyán, otros dos países de la región caucásica. He acogido la invitación de visitar estos países por un doble motivo: por una parte la valoración de las antiguas raíces cristianas presentes en esas tierras –siempre en espíritu de diálogo con las otras religiones y culturas– y por la otra animar esperanza y sentimientos de paz. La historia nos enseña que el camino de la paz requiere una gran tenacidad y de pasos continuos, comenzando por esos pequeños y poco a poco haciéndoles crecer, yendo el uno al encuentro del otro. Precisamente por esto mi deseo es que todos y cada uno den la propia contribución para la paz y la reconciliación.
Como cristianos estamos llamados a reforzar entre nosotros la comunión fraterna, para dar testimonio al Evangelio de Cristo y para ser levadura de una sociedad más justa y solidaria. Por esto la visita ha sido compartida con el Supremo Patriarca de la Iglesia Apostólica Armenia, que me ha hospedado fraternalmente durante tres días en su casa.
Renuevo mi abrazo a los obispos, a los sacerdotes, a las religiosas y a los religiosos y a todos los fieles de Armenia. La Virgen María, nuestra Madre, les ayude a permanecer firmes en la fe, abiertos al encuentro y generoso en las obras de misericordia. Gracias.