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Homilía para la Eucaristía del Domingo 06 de Marzo de 2016.

 
A todos deseo un buen fin de semana y que el Señor los colme de bendiciones. Hno. Pastor.
DOMINGO IV DE CUARESMA.
 
Josué 4,19; 5,10-12: se inicia una nueva etapa: Israel entra en la Tierra Prometida. Termina el nomadismo y comienza la vida sedentaria. Poseer la Tierra Prometida significa: -cumplimiento de la Promesa de Dios; -presagia y simboliza la entrada en la patria definitiva (cfr. Mateo 5,4).
 
2Corintios 5,17-21: la obra de Cristo se describe como una reconciliación entre los enemistados: Dios y el hombre. Reconciliación es el arreglo entre partes enemistadas. Pero Pablo transforma la idea de reconciliación: el ofendido (Dios) busca al ofensor (humanidad) y ofrece una reparación inaudita: su propio Hijo.
 
Lucas 15,1-3.11-32: la parábola no es más que una justificación del por qué Jesús come y trata con los pecadores. Cabe destacar:  – la conversión, al reconocer la propia realidad, se vuelve al Padre. -Dios colma de bienes al que regresa. –Se manifiesta la misericordia de Dios que a todos ama y salva.
 
 
1.- Si hubiera que resumir el mensaje de la Palabra de Dios de hoy se podría decir: Reconciliación. En el Antiguo Testamento hay una reconciliación provisional: Josué celebra la Alianza-Pascua al entrar en la Tierra Prometida. Sabemos que no puede haber Alianza sin reconciliación. Y el Señor precisamente quiere hacer Alianza permanente, eterna, con toda la humanidad. Y para esto encontramos pasos previos: a) toma la iniciativa de formarse un pueblo con Abraham, b) de salvarlo de la esclavitud con Moisés y c) de darle una Tierra Prometida con Josué. Pero todo esto es provisorio, no lo definitivo. La Tierra Prometida es la meta de la peregrinación, es el resultado de la Reconciliación. Rota la reconciliación se pierde la Tierra Prometida: situación de exilio, de destierro.
 
2.- San Pablo nos habla de la verdadera reconciliación. Es Jesús quien realiza la verdadera reconciliación. Es el servicio que realiza Jesús. Pero lo novedoso es que el iniciador y autor de esta reconciliación es Dios, no el hombre, ya que Dios amó primero. Y llega al colmo de identificar a su Hijo con el pecado a fin de nosotros alcanzáramos el don divino que hace justo a los hombres. Todo proviene de Dios, autor de toda reconciliación. Y Jesús, que es “el Rostro de la misericordia” nos muestra en las parábolas de qué manera nos reconcilia Dios. En primer lugar, Jesús con su actitud de juntarse con pecadores y comer con ellos nos muestra cómo es Dios con nosotros.
 
3.- En la parábola del Hijo pródigo nos revela el inmenso y gratuito amor del Padre misericordioso para todos sus hijos, especialmente con los que se alejan.
 
La parábola es la plastificación de la reconciliación que el Padre realiza con nosotros. Si reconciliación es el arreglo entre partes enemistadas, en este caso es Dios quien toma la iniciativa de arreglar, componer lo separado. Si nos fijamos en algunos detalles, al que regresa (el convertido): el Padre lo perdona y recibe como hijo, lo viste con la mejor ropa, le pone anillo en la mano y sandalias en los pies, signos del hombre libre y digno, que recupera la dignidad perdida.
 
De esta manera el evangelio nos da a conocer cuál es la misión de Jesús y que también la tiene la Iglesia: anunciar a todos la reconciliación.
 
4.- Al celebrar la Eucaristía hacemos memoria de Aquel que no conoció el pecado, pero que Dios lo identificó con el pecado a favor nuestro. Gracias a Jesús también nosotros podemos recapacitar y volver a la Casa paterna, ya que El nos da seguridad de que seremos recibidos con amor, reconciliados plenamente por El y en El. No tengamos miedo de volver al Señor.
 
“Gusten y vean que bueno es el Señor”. Esto cantaban los primeros cristianos al celebrar la Eucaristía. Hoy hacemos nuestras estas palabras, porque en verdad el Señor ha sido bueno con todos nosotros. Y no sólo hoy, sino cada día de este tiempo de misericordia.
 
Hoy día, con la Fuerza del Espíritu, el Señor nos pone el traje nuevo, sandalias nuevas y prepara un banquete, del que podemos participar porque somos sus hijos amados.
 
 
Hermano Pastor Salvo Beas.
 

Homilía para la Eucaristía del Domingo 06 de marzo de 2016.

A todos deseo un buen fin de semana y que el Señor los colme de bendiciones. Hno. Pastor.

DOMINGO IV DE CUARESMA.

 

Josué 4,19; 5,10-12: se inicia una nueva etapa: Israel entra en la Tierra Prometida. Termina el nomadismo y comienza la vida sedentaria. Poseer la Tierra Prometida significa: -cumplimiento de la Promesa de Dios; -presagia y simboliza la entrada en la patria definitiva (cfr. Mateo 5,4).

2Corintios 5,17-21: la obra de Cristo se describe como una reconciliación entre los enemistados: Dios y el hombre. Reconciliación es el arreglo entre partes enemistadas. Pero Pablo transforma la idea de reconciliación: el ofendido (Dios) busca al ofensor (humanidad) y ofrece una reparación inaudita: su propio Hijo.

Lucas 15,1-3.11-32: la parábola no es más que una justificación del por qué Jesús come y trata con los pecadores. Cabe destacar:  – la conversión, al reconocer la propia realidad, se vuelve al Padre. -Dios colma de bienes al que regresa. –Se manifiesta la misericordia de Dios que a todos ama y salva.

1.- Si hubiera que resumir el mensaje de la Palabra de Dios de hoy se podría decir: Reconciliación. En el Antiguo Testamento hay una reconciliación provisional: Josué celebra la Alianza-Pascua al entrar en la Tierra Prometida. Sabemos que no puede haber Alianza sin reconciliación. Y el Señor precisamente quiere hacer Alianza permanente, eterna, con toda la humanidad. Y para esto encontramos pasos previos: a) toma la iniciativa de formarse un pueblo con Abraham, b) de salvarlo de la esclavitud con Moisés y c) de darle una Tierra Prometida con Josué. Pero todo esto es provisorio, no lo definitivo. La Tierra Prometida es la meta de la peregrinación, es el resultado de la Reconciliación. Rota la reconciliación se pierde la Tierra Prometida: situación de exilio, de destierro.

2.- San Pablo nos habla de la verdadera reconciliación. Es Jesús quien realiza la verdadera reconciliación. Es el servicio que realiza Jesús. Pero lo novedoso es que el iniciador y autor de esta reconciliación es Dios, no el hombre, ya que Dios amó primero. Y llega al colmo de identificar a su Hijo con el pecado a fin de nosotros alcanzáramos el don divino que hace justo a los hombres. Todo proviene de Dios, autor de toda reconciliación. Y Jesús, que es “el Rostro de la misericordia” nos muestra en las parábolas de qué manera nos reconcilia Dios. En primer lugar, Jesús con su actitud de juntarse con pecadores y comer con ellos nos muestra cómo es Dios con nosotros.

3.- En la parábola del Hijo pródigo nos revela el inmenso y gratuito amor del Padre misericordioso para todos sus hijos, especialmente con los que se alejan.

La parábola es la plastificación de la reconciliación que el Padre realiza con nosotros. Si reconciliación es el arreglo entre partes enemistadas, en este caso es Dios quien toma la iniciativa de arreglar, componer lo separado. Si nos fijamos en algunos detalles, al que regresa (el convertido): el Padre lo perdona y recibe como hijo, lo viste con la mejor ropa, le pone anillo en la mano y sandalias en los pies, signos del hombre libre y digno, que recupera la dignidad perdida.

 De esta manera el evangelio nos da a conocer cuál es la misión de Jesús y que también la tiene la Iglesia: anunciar a todos la reconciliación.

4.- Al celebrar la Eucaristía hacemos memoria de Aquel que no conoció el pecado, pero que Dios lo identificó con el pecado a favor nuestro. Gracias a Jesús también nosotros podemos recapacitar y volver a la Casa paterna, ya que El nos da seguridad de que seremos recibidos con amor, reconciliados plenamente por El y en El. No tengamos miedo de volver al Señor.

“Gusten y vean que bueno es el Señor”. Esto cantaban los primeros cristianos al celebrar la Eucaristía. Hoy hacemos nuestras estas palabras, porque en verdad el Señor ha sido bueno con todos nosotros. Y no sólo hoy, sino cada día de este tiempo de misericordia.

Hoy día, con la Fuerza del Espíritu, el Señor nos pone el traje nuevo, sandalias nuevas y prepara un banquete, del que podemos participar porque somos sus hijos amados.

                                                          Hermano Pastor Salvo Beas.
 

Comentario al evangelio de hoy viernes 04 de marzo de 2016.

¡Amor a Dios es amor al prójimo!
Cuaresma y Semana Santa
En esta Cuaresma, sigamos el camino de Cristo a su Pascua, de entrega, de amor total.
Por: Andrés González Cristóbal, LC
Fuente: Catholic.net
Del santo Evangelio según san Marcos 12, 28-34
En aquel tiempo, uno de los letrados se acercó a Jesús y le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos. Le dijo el escriba: Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios. Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: No estás lejos del Reino de Dios. Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.
Oración introductoria
Hola, Jesús, aquí estoy para dialogar contigo. A mí me gusta estar a tu lado y agradarte. Y para hacerlo, quiero amarte más y vivir la caridad con mis próximos. Ya que Tú me pides que no sólo te ame a ti, sino que también ame a mi prójimo. Por eso, te doy las gracias, Jesús, amigo mío, porque me has hecho caer en la cuenta de la primacía que tiene el amor en mi vida: amor a ti y amor a mi prójimo. Sólo te pido que me enseñes a amar como Tú me has amado.
Petición
Enséñame a amar a mi prójimo y a tener una amistad con él, al igual que la tengo contigo.
Meditación del Papa Francisco
Para conocer a Dios nuestro intelecto, la razón es insuficiente. Dios se conoce totalmente en el encuentro con Él, y para el encuentro la razón no basta. Hace falta algo más:
¡Dios es amor! Y sólo por el camino del amor puedes conocer a Dios. Amor razonable, acompañado de la razón. ¡Pero amor! ‘¿Pero cómo puedo amar lo que no conozco?’; ‘Ama a los que tienes cerca’. Y esta es la doctrina de los dos mandamientos: El más importante es amar a Dios, porque Él es amor; Pero el segundo es amar al prójimo, pero para llegar al primero debemos subir los escalones del segundo: es decir, a través del amor al prójimo llegamos a conocer a Dios, que es amor. Sólo amando razonablemente, pero amando, podemos llegar a este amor.
Es por eso que debemos amarnos los unos a los otros, porque el amor es de Dios y quien ama ha sido engendrado por Dios. Para conocer a Dios hay que amar. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 8 de enero de 2015, en Santa Marta).
Reflexión
Gracias a la pregunta del letrado sabemos a cuál de las numerosas normas que tenían los judíos -tenían más de seiscientas- le daba más importancia Jesús. La respuesta no se hace esperar y responde claramente: «amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y a tu prójimo como a ti mismo».
No sin razón el Papa Benedicto XVI recalca en sus mensajes para cuaresma la necesidad urgente de defender el derecho a la vida de los no nacidos, de los ancianos, de los enfermos y de todo hombre sobre esta tierra. Porque también ellos son nuestro prójimo y como tal debemos respetarlos y amarlos.
Por ello, vale la pena recordar que, antes de ir a comulgar se nos invita a dar la paz a los que tenemos al lado, como representantes de todos los que encontraremos a lo largo del día. Tomemos conciencia por tanto de que recibimos a Cristo, modelo de cómo hay que amar y darnos a nuestros hermanos. Modelo de cómo debemos entregarnos a los demás y ser pan partido para ellos.
La cuaresma consiste en seguir el camino de Cristo a su Pascua. Y ese camino es de entrega, de amor total.
El Santo Padre nos ha mencionado que tenemos que llenarnos completamente del amor de Dios. Esto se puede lograr, ya que San Pablo nos da un gran ejemplo cuando dice: «No soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí». Es verdad. Todos los que están con Jesús y saben amarlo al igual que al prójimo, pueden parecerse a Jesús, que siempre nos muestra un gran ejemplo de amor al Padre y a los demás. Por eso, en este día, Cristo nos quiere invitar a acercarnos más al Reino de los cielos sabiendo amarle por medio del prójimo.
Propósito
Hoy viviré la caridad con mi prójimo y rezaré un Padrenuestro por todos los que buscan ser amados por Dios para que Él los cuide.
Diálogo con Cristo
Señor Jesús, después de meditar a tu lado cómo puedo amarte a través de mi prójimo, te doy gracias por enseñarme a amar, sabiendo que no sólo necesito amar a aquella persona que menos quiero, sino que también puedo amar al que lo necesita.
«No basta con que digamos: Yo amo a Dios pero no amo a mi prójimo». (Madre Teresa de Calcuta)

EDD. VIERNES 04 DE MARZO DE 2016.

Viernes de la tercera semana de Cuaresma

Libro de Oseas 14,2-10.
Así habla el Señor:
Vuelve, Israel, al Señor tu Dios, porque tu falta te ha hecho caer.
Preparen lo que van decir y vuelvan al Señor. Díganle: «Borra todas las faltas, acepta lo que hay de bueno, y te ofreceremos el fruto de nuestros labios.
Asiria no nos salvará, ya no montaremos a caballo, ni diremos más «¡Dios nuestro!» a la obra de nuestras manos, porque sólo en ti el huérfano encuentra compasión».
Yo los curaré de su apostasía, los amaré generosamente, porque mi ira se ha apartado de ellos.
Seré como rocío para Israel: él florecerá como el lirio, hundirá sus raíces como el bosque del Líbano;
sus retoños se extenderán, su esplendor será como el del olivo y su fragancia como la del Líbano.
Volverán a sentarse a mi sombra, harán revivir el trigo, florecerán como la viña, y su renombre será como el del vino del Líbano.
Efraím, ¿qué tengo aún que ver con los ídolos? Yo le respondo y velo por él. Soy como un ciprés siempre verde, y de mí procede tu fruto.
¡Que el sabio comprenda estas cosas! ¡Que el hombre inteligente las entienda! Los caminos del Señor son rectos: por ellos caminarán los justos, pero los rebeldes tropezarán en ellos.
Salmo 81(80),6c-8a.8bc-9.10-11ab.14.17.
Oigo una voz desconocida que dice:
Yo quité el peso de tus espaldas
y tus manos quedaron libres de la carga.
Clamaste en la aflicción, y te salvé.

Te respondí oculto entre los truenos,
aunque me provocaste junto a las aguas de Meribá.
Oye, pueblo mío, yo atestiguo contra ti,
¡ojalá me escucharas, Israel!

No tendrás ningún Dios extraño,
no adorarás a ningún dios extranjero:
yo, el Señor, soy tu Dios,
que te hice subir de la tierra de Egipto.

¡Ojalá mi pueblo me escuchara,
e Israel siguiera mis caminos!
Yo alimentaría a mi pueblo con lo mejor del trigo
y lo saciaría con miel silvestre.

Evangelio según San Marcos 12,28b-34.
Un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Cuál es el primero de los mandamientos?».
Jesús respondió: «El primero es: Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor;
y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas.
El segundo es: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. No hay otro mandamiento más grande que estos».
El escriba le dijo: «Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que él,
y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios».
Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: «Tú no estás lejos del Reino de Dios». Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Comentario del Evangelio por  Concilio Vaticano II. Constitución dogmática sobre la Iglesia en el mundo actual «Gaudium et spes» § 23-24.
«No hay mandamiento mayor».
Entre los principales aspectos del mundo actual hay que señalar la multiplicación de las relaciones mutuas entre los hombres. Contribuye sobremanera a este desarrollo el moderno progreso técnico. Sin embargo, la perfección del coloquio fraterno no está en ese progreso, sino más hondamente en la comunidad que entre las personas se establece, la cual exige el mutuo respeto de su plena dignidad espiritual. La Revelación cristiana presta gran ayuda para fomentar esta comunión interpersonal y al mismo tiempo nos lleva a una más profunda comprensión de las leyes que regulan la vida social, y que el Creador grabó en la naturaleza espiritual y moral del hombre…
Dios, que cuida de todos con paterna solicitud, ha querido que los hombres constituyan una sola familia y se traten entre sí con espíritu de hermanos. Todos han sido creados a imagen y semejanza de Dios, quien hizo de uno todo el linaje humano y para poblar toda la haz de la tierra (Hch 17,26), y todos son llamados a un solo e idéntico fin, esto es, Dios mismo. Por lo cual, el amor de Dios y del prójimo es el primero y el mayor mandamiento. La Sagrada Escritura nos enseña que el amor de Dios no puede separarse del amor del prójimo: … cualquier otro precepto en esta sentencia se resume : Amarás al prójimo como a tí mismo … El amor es el cumplimiento de la ley (Rom 13,9-10; cf. I 10 4,20). Esta doctrina posee hoy extraordinaria importancia a causa de dos hechos: la creciente interdependencia mutua de los hombres y la unificación asimismo creciente del mundo.
Más aún, el Señor, cuando ruega al Padre que todos sean uno, como nosotros también somos uno (Jn 17,21-22), abriendo perspecti¬vas cerradas a la razón humana, sugiere una cierta semejanza entre la unión de las personas divinas y la unión de los hijos de Dios en la verdad y en la caridad. Esta semejanza demuestra que el hombre, única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí mismo, no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás.

Homilía del Papa en la Misa diaria en Santa Marta.

El Papa en Sta. Marta: ‘La infidelidad a Dios endurece el corazón’
El Santo Padre asegura que la salida es confesarse, porque si nos reconocemos pecadores el corazón se abre y entra la misericordia de Dios.
es.zenit.org
Francisco en su encuentro con la Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales muestra su cercanía por Siria, Irak,Tierra Santa, Oriente Próximo …



Pope Francis during today's Mass in Santa Marta

PHOTO.VA
(ZENIT – Ciudad del Vaticano). – El papa Francisco ha asegurado este jueves que solo el corazón abierto es capaz de acoger la misericordia de Dios. Lo hizo durante la homilía de la misa celebrada esta mañana en Santa Marta. De este modo, reflexionó sobre la infidelidad del pueblo de Dios que solo puede ser vencida en el reconocerse pecadores y así iniciar un camino de conversión.
Haciendo referencia a las lecturas del día, Francisco recordó que podemos ver de un lado la fidelidad del Señor y de otro la “fidelidad fallida” de su pueblo. Al comentar la primera lectura, del Libro de Jeremías, el Papa subrayó que “Dios es siempre fiel, porque no puede renegarse a sí mismo” mientras que el pueblo no escucha su Palabra.
Tal y como explicó el Pontífice, Jeremías no cuenta por tanto las “muchas cosas que ha hecho Dios para atraer los corazones de la gente”, pero el pueblo permanece en su infidelidad. Esta infidelidad del pueblo de Dios — afirmó– también la nuestra, nuestra propia infidelidad, nos endurece el corazón: ¡cierra el corazón!
En esta línea, precisó que este corazón “no deja entrar la voz del Señor que, siendo padre amoroso, nos pide siempre abrirnos a su misericordia y a su amor”.
En el salmo hoy se proclama: “Escuchad hoy la voz del Señor. ¡No endurezcáis vuestro corazón! Por eso, el Santo Padre aseveró que el Señor siempre nos habla así, también con ternura de padre nos dice: ‘Volved a mí con todo el corazón, porque soy misericordioso y piadoso’. Pero cuando el corazón está duro esto no se entiende. La misericordia de Dios solamente se entiende si tú eres capaz de abrir tu corazón, para que pueda entrar”.
Al respecto, el Papa advirtió de que “el corazón se endurece y vemos la misma historia” en el pasaje del Evangelio de Lucas, donde Jesús es desafiado por aquellos que habían estudiado las Escrituras, “los doctores de la ley que conocían la teología, pero estaban muy cerrados”. En cambio la multitud “estaba sorprendida”, “¡tenía fe en Jesús. Tenía el corazón abierto, imperfecto, pecador, pero el corazón abierto”.
El Papa observó que estos teólogos “tenían una actitud cerrada”, “siempre buscando una explicación para no entender el mensaje de Jesús”, “le pedían un signo del cielo. ¡Siempre cerrados! Era Jesús que justificaba lo que hacía”.
Asimismo, el Santo Padre recordó que “esta es la historia, la historia de esta fidelidad fallida. La historia de los corazones cerrados, de los corazones que no dejan entrar la misericordia de Dios, que han olvidado la palabra ‘perdón’ — ‘perdóname Señor’– simplemente porque no se sienten pecadores: se sienten jueces de los otros”. Y Jesús explica esta fidelidad fallida con dos palabras claras, para poner fin, para terminar este discurso de estos hipócritas: ‘Quien no está conmigo está contra de mí’.
Pero, el Papa también reconoció que hay un posible “camino”, una “salida”. Confesarse. “Si tú dices ‘soy un pecador’, el corazón se abre y entra la misericordia de Dios y comienzas a ser fiel”.
Para finalizar la homilía, el Papa invitó a pedir al Señor la gracia de la fidelidad. “Y el primer paso para ir en este camino de la fidelidad es sentirse pecador. Si tú no te sientes pecador, has empezado mal”. Pidamos la gracia –concluyó– de que nuestro corazón no se endurezca, que se abra a la misericordia de Dios, y la gracia de la fidelidad.

COMENTARIO AL EVANGELIO DE HOY JUEVES 03 DE MARZO DE 2016.

Un reino no puede estar dividido.
Cuaresma y Semana Santa
Que nos esforcemos por ser hombres de bien, pero hombres completos.
Por: Edgar Suárez, L.C.
Fuente: Catholic.net
Del santo Evangelio según san Lucas 11, 14-23
En aquel tiempo, Jesús estaba expulsando un demonio que era mudo; sucedió que, cuando salió el demonio, rompió a hablar el mudo, y las gentes se admiraron. Pero algunos de ellos dijeron: Por Beelzebul, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios. Oros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo. Pero Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo queda asolado, y casa contra casa, cae. Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?.. porque decís que yo expulso los demonios por Beelzebul. Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por eso, ellos serán vuestros jueces. Pero si por el dedo de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios. Cuando uno fuerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están en seguro; pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos. El que no está conmigo, está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama.
Oración introductoria
Señor Jesús, gracias por estar siempre a mi lado. Contigo, no tengo nada que temer. Tú me has librado de las garras del maligno. Tu presencia me da paz y reconforta mi alma. Cada vez que miro una cruz, recuerdo que Tú me amas y que estás dispuesto a darlo todo por mí, por mi salvación y mi felicidad eterna.
Petición
Dios mío, concédeme la gracia de nunca olvidar que Tú eres todopoderoso, que ninguna creatura tiene poder sobre Ti aunque el mundo quiera presentarnos lo contrario. Yo quiero estar contigo y no contra Ti: ¡hazme fiel a tu amistad!
Meditación del Papa Francisco
Había un grupo de personas que no le querían y trataban siempre de interpretar las palabras de Jesús y también sus comportamientos, de forma distinta, contra Jesús.
Algunos por envidia, otros por rigidez doctrinal, otros porque tenían miedo que vinieran los romanos y les masacraran; por muchos motivos trataban de alejar la autoridad de Jesús del pueblo y también con la calumnia: Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios. Le ponían delante de una trampa para ver si caía.
Por ello hay que saber discernir las situaciones: es decir, lo que viene de Dios y lo que viene del maligno que siempre trata de engañar, de hacernos elegir un camino equivocado. El cristiano no puede estar tranquilo con que todo va bien, debe discernir las cosas y mirar bien de dónde vienen y cuál es su raíz.
En un camino de fe las tentaciones vuelven siempre, el mal espíritu no se cansa nunca. Cuando el demonio ha sido expulsado tiene paciencia, espera para volver y si lo dejas entrar se cae en una situación peor. De hecho, antes se sabía que era el demonio que atormentaba. Después, el Maligno se ha escondido, viene con sus amigos muy educados, llama a la puerta, pide permiso, entra y convive con el hombre, su vida cotidiana y, juega y juega, da las instrucciones. Con esta modalidad educada el diablo convence para hacer las cosas con relativismo, al tranquilizar la conciencia. Anestesiar la conciencia. Y esto es un gran mal. Cuando el mal espíritu consigue anestesiar la conciencia, se puede hablar de una verdadera victoria suya, se convierte en propietario de esa conciencia. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 9 de octubre de 2015, en Santa Marta).
Reflexión
Pienso que nosotros, los cristianos, tenemos un gran regalo que debemos aprovechar: la presencia de Dios. Él nos acompaña a todas partes y su presencia nos da paz y fuerzas para seguir luchando para que el bien venza.
Sin embargo, ante el mal que vemos a nuestro alrededor se nos presenta una tentación: que supuestamente el mal es fuerte y puede vencer a Dios. Pero no es así. En el evangelio de hoy, Cristo nos demuestra que Él ha vencido al demonio y al pecado. Jesucristo quiere ser nuestra paz y nuestra gran esperanza. Sólo nos pide una cosa: que nos entreguemos totalmente a Él, que en nosotros no haya ningún rastro de maldad, que nos esforcemos conscientemente por ser hombres de bien, pero hombres completos. «El que no está conmigo, está contra mí».
Entreguémonos a Dios. Hoy es un día para revisar si hay algo en mí que no va de acuerdo con mi condición de católico. Dios quiere un reino fuerte y consolidado. Nos quiere muy unidos a Él. «Nunca se ha escuchado decir de un hombre que se entregó por entero a Dios y no fue plenamente feliz».
Propósito
Hoy rezaré un misterio de rosario, pidiendo por todas las personas que están en pecado para que se acerquen a Dios.
Diálogo con Cristo
Señor, recordando esta gran verdad, que Tú tienes poder sobre todas las creaturas, tomo conciencia del gran valor de mi vida de gracia. ¡Qué honor y dignidad tengo al ser hijo de Dios, hijo del Amo y Señor del Universo! Señor Jesús, concédeme la gracia de valorar y proteger nuestra amistad, y también de nunca perder la paz, porque Tú permites que todo suceda para mi bien.
Las puertas del infierno no prevalecerán sobre Ella. (Mt 16, 18)
 

EDD. JUEVES 03 DE MARZO DE 2016.

Jueves de la tercera semana de Cuaresma
Libro de Jeremías 7,23-28.
Así habla el Señor:
Esta fue la orden que les di: Escuchen mi voz, así yo seré su Dios y ustedes serán mi Pueblo; sigan por el camino que yo les ordeno, a fin de que les vaya bien.
Pero ellos no escucharon ni inclinaron sus oídos, sino que obraron según sus designios, según los impulsos de su corazón obstinado y perverso; se volvieron hacia atrás, no hacia adelante.
Desde el día en que sus padres salieron de Egipto hasta el día de hoy, yo les envié a todos mis servidores los profetas, los envié incansablemente, día tras día.
Pero ellos no me escucharon ni inclinaron sus oídos, sino que se obstinaron y obraron peor que sus padres.
Tú les dirás todas estas palabras y no te escucharán: los llamarás y no te responderán.
Entonces les dirás: «Esta es la nación que no ha escuchado la voz del Señor, su Dios, ni ha recibido la lección. La verdad ha desaparecido, ha sido arrancada de su boca».
Salmo 95(94),1-2.6-7.8-9.
¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor,
aclamemos a la Roca que nos salva!
¡Lleguemos hasta él dándole gracias,
aclamemos con música al Señor!
¡Entren, inclinémonos para adorarlo!
¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó!
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros, el pueblo que él apacienta,
las ovejas conducidas por su mano.
Ojalá hoy escuchen la voz del Señor:
«No endurezcan su corazón como en Meribá,
como en el día de Masá, en el desierto,
cuando sus padres me tentaron y provocaron,
aunque habían visto mis obras.»
Evangelio según San Lucas 11,14-23.
Jesús estaba expulsando a un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó admirada,
pero algunos de ellos decían: «Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios».
Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo.
Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: «Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra.
Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul.
Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces.
Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.
Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras,
pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes.
El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.
Comentario del Evangelio por  Orígenes (c. 185-253), presbítero y teólogo. Homilías sobre Josué 15, 1-4; SC 71 pag. 331-345 .-
El combate espiritual .
Si las guerras (del Antiguo Testamento) no fueran símbolo de las guerras espirituales, pienso que nunca los libros históricos de los judíos se hubieran transmitido a los discípulos de Cristo que ha venido para traer la paz. Nunca los hubieran transmitido los apóstoles como lectura pública en las asambleas. ¿A qué servirían tales descripciones de guerras a aquellos que oyen a Jesús que dice: “La paz os dejo, mi paz os doy”, (Jn 14,27) a aquellos a quienes manda Pablo: “No os toméis la justicia por vuestra mano.” (Rm 12,19) y “¿No sería preferible soportar la injusticia y permitir ser despojados?” (1Cor 6,7)
Pablo sabe muy bien que ya no tenemos que ganar batallas materiales sino que hay que luchar con gran esfuerzo en nuestra alma contra nuestros adversarios espirituales. Como un jefe de ejército, nos da este precepto a los soldados de Cristo: “Revestios de las armas que Dios os ofrece para que podáis resistir a las asechanzas del diablo.” (Ef 6,11) Y para poder aprovecharnos de los ejemplos de nuestros antepasados en las guerras espirituales, quiso que sea leído en la asamblea el relato de sus hazañas. Así, si somos hombres espirituales, nosotros que sabemos que la ley es “espiritual” (cf Rm 7,14) nos acercamos en estas lecturas a las realidades espirituales en términos espirituales. (cf 1Cor 2,13) Así contemplamos a través de estas naciones que atacaron materialmente al pueblo de Israel, el poder de las “naciones espirituales” enemigas interiores, los espíritus malos que están en el aire (cf Ef 6,12) que levantan las guerras contra la Iglesia del Señor, el nuevo Israel.
 

El cardenal O’Malley valora el papel del periodismo para destapar los casos de abusos.

El arzobispo de Boston reconoce que Spotlight, vencedora del Oscar 2016 a la mejor película, es importante para todos aquellos que han sido golpeados por esta tragedia
Card. O'Malley -Centre for Child Protection

PHOTO.VA – OSSERVATORE ROMANO

(ZENIT – Ciudad del Vaticano). – El cardenal Sean O’Malley, arzobispo de Boston y presidente de la Pontificia Comisión para la Tutela de menores, ha definido a la ganadora del Oscar 2016 a la mejor película, Spotlight, como “una película importante para todos aquellos que han sido golpeados por la tragedia de los abusos sexuales cometido por el clero”. La película, dirigida por Tom McCarthy, narra la investigación periodística realizada en el diario The Boston Globe, que en el año 2002, destapó los casos de abusos a menores cometidos en la diócesis de Boston.

En un comunicado oficial del cardenal O’Malley, asegura que “contando de forma detallada la historia de esta crisis, los medios de comunicación han llevado a la Iglesia a reconocer los crímenes y los pecados cometidos por sus miembros y a afrontar sus debilidades, el daño causado a las víctimas y a sus familiares, las exigencias de los supervivientes”.

En esta misma línea, el purpurado reconoce que “en una democracia como la nuestra, el periodismo es esencial en nuestra forma de vivir” porque “el rol de los medios de comunicación al mostrar los casos de abusos, ha abierto una puerta que la Iglesia ha atravesado para responder a las necesidades de los supervivientes”.
Y esto, precisa el arzobispo de Boston, “debe ser una prioridad de la vida de la Iglesia en todos sus aspectos”, es decir “proteger a los niños y asistir a las víctimas y sus familias”.

Del mismo modo, el cardenal O’Malley subraya también el compromiso de la Iglesia para llevar adelante “políticas y procedimientos de vigilancia para prevenir que se repitan ciertas tragedias”. Al respecto, cita los programas educativos sobre la tutela de menores, la obligación de verificar los precedentes, señalar y colaborar con las autoridades civiles cuando alguien  es acusado de abusos, el cuidado y el apoyo a las víctimas y a sus familias.

​Finalmente, pide nuevamente perdón “por todos aquellos que han sido heridos por la tragedia de los abusos sexuales cometidos por algunos miembros del clero”. Rezamos –concluye el cardenal–para que, cada día, el Señor nos guíe en el camino de la sanación y de la renovación.

Mensaje del Papa Francisco en la Audiencia General de los días miércoles.

Audiencia del Papa: texto completo de la catequesis del 2 de marzo.-

En la audiencia general de esta semana el Santo Padre asegura que la Iglesia no tiene necesidad de dinero sucio sino corazones abiertos a la misericordia de Dios.

https://es.zenit.org/articles/audiencia-del-papa-texto-completo-de-la-catequesis-del-2-de-marzo/

Audiencia general en la plaza de San Pedro

Audiencia General En La Plaza De San Pedro

(ZENIT – Ciudad del Vaticano). – El santo padre Francisco durante la audiencia general de este miércoles ha precisado que el culto no pude reducirse a rituales pensando que son los sacrificios que nos salvan, cuando en verdad es la misericordia divina la que perdona gratuitamente el pecado.

Y recordó que existen benefactores de la Iglesia que vienen con la ofrenda, que entretanto es fruto de la sangre de tanta gente explotada, maltratada, esclavizada con trabajo mal pagado, ofrenda que merece ser rechazada. Porque a Dios es necesario acercarse con manos purificadas, evitando el mal y practicando el bien y la justicia.

Publicamos a continuación el texto completo de la catequesis.

“Queridos hermanos y hermanas, buenos días.

Hablando de la misericordia divina, hemos evocado varias veces la figura del padre de familia, que ama a sus hijos, les ayuda, los cuida y les perdona. Y como padre, les educa y les corrige cuando se equivocan, favoreciendo su crecimiento en el bien.

Es así que Dios es presentado en el primer capítulo del profeta Isaías, en el que el Señor, como padre afectuoso pero también atento y severo, se dirige a Israel acusándole de infidelidad y corrupción, para llevarlo de nuevo al camino de la justicia.

Inicia así nuestro texto: “¡Escuchen, cielos! ¡Presta oído, tierra! porque habla el Señor: Yo crié hijos y los hice crecer, pero ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su amo y el asno el pesebre de su dueño; ¡pero Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento!” (1, 2-3).

Dios, mediante el profeta, habla al pueblo con la amargura de un padre decepcionado: ha hecho crecer a sus hijos, y ahora ellos se han rebelado contra Él. Incluso los animales son fieles a su amo y reconocen la mano que les da de comer; el pueblo sin embargo ya no reconoce a Dios, se niega a entender. Aún herido, Dios deja hablar al amor, y hace un llamamiento a la conciencia de estos hijos degenerados, para que se arrepientan y se dejen amar de nuevo. Y esto es lo que hace Dios. Viene a nuestro encuentro para que nos dejemos amar por Él, el corazón de nuestro Dios.

La relación padre-hijo, a la que a menudo los profetas hacen referencia para hablar de la relación de alianza entre Dios y su pueblo, se ha desnaturalizado. La misión educativa de los padres está dirigida a hacerle crecer en la libertad, a hacerles responsables, capaz de cumplir obras de bien para sí y para los otros. Sin embargo, a causa del pecado, la libertad se convierte en reivindicación de autonomía, reivindicación de orgullo y el orgullo lleva a la oposición y a la ilusión de la autosuficiencia.

Y es aquí donde Dios llama a su pueblo: ‘Os habéis equivocado de camino’. Llama de nuevo. Afectuosamente y amargamente dice “mi” pueblo, Dios nunca nos reniega. Nosotros somos su pueblo. El más malo, el más malo de los hombres, la más mala de las mujeres, el pueblo más malo, son sus hijos. Y este es Dios. Nunca, nunca nos renegó. Siempre dice: ‘hijo ven’. Este es el amor de nuestro padre. Y esta es misericordia de a Dios. Tener un padre así nos da esperanza, nos da confianza. Esta pertenencia debería ser vivida en la confianza y en la obediencia, con la conciencia de que todo es don que viene del amor del Padre. Y sin embargo, aquí está la vanidad, la necedad y la idolatría.

Por eso el profeta se refiere directamente a este pueblo con palabras severas para ayudarlo a entender la gravedad de su culpa:

“Ay, nación pecadora, […] hijos pervertidos! ¡Han abandonado al Señor, han despreciado al Santo de Israel, se han vuelto atrás! (v. 4).

La consecuencia del pecado ha sido un estado de sufrimiento, y sufre las consecuencias también el país, devastado y convertido como en un desierto, al punto que Sión, es decir Jerusalén, se convierte en inhabitable. Donde hay rechazo de Dios, de su paternidad, no hay más vida posible, la existencia pierde sus raíces, todo aparecer pervertido y aniquilado. Sin embargo, también en este momento doloroso está en vista la salvación. La prueba se da para que el pueblo pueda experimentar la amargura de quien abandona a Dios, y por tanto enfrentarse con el vacío desolador de una elección de muerte. El sufrimiento, consecuencia inevitable de una decisión autodestructiva, debe hacer reflexionar al pecador para abrirlo a la conversión y al perdón.

Es el camino de la misericordia divina: Dios no nos trata según nuestras culpas (cfr Sal103,10). La punición se convierte en instrumento para provocar la reflexión. Se comprende así que Dios perdona a su pueblo, da la gracia y no destruye todo, pero deja abierta siempre la puerta a la esperanza. La salvación implica la decisión de escuchar y dejarse convertir, pero permanece siempre don gratuito.

El Señor, por tanto, en su misericordia, indica el camino que no es el de los sacrificios rituales, sino más bien de la justicia. El culto es criticado no porque sea inútil en sí mismo, sino porque, en vez de expresar la conversión, pretende sustituirla; y se convierte así en búsqueda de la propia justicia, creando la creencia engañosa de que sean los sacrificios los que salvan, y no la misericordia divina la que perdona el pecado.

Para entenderlo bien, cuando una está mal va al médico, cuando uno se siente pecador va al Señor. Pero si en vez de ir al médico va al brujo, no sana. Y muchas veces preferimos ir por caminos equivocados buscando una justificación, una justicia, una paz que nos viene regalada como don del propio Señor si no vamos sobre el camino y le buscamos a Él.

Dios, dice el profeta Isaías, no agradece la sangre de los toros y de los corderos (v. 11), sobre todo si la oferta se hace con las manos sucias de la sangre de los hermanos (v. 15). Y pienso en algunos benefactores de la Iglesia que vienen con la ofrenda, ‘toma para la Iglesia’. Y esta ofrenda es fruto de la sangre de tanta gente explotada, maltratada, esclavizada con trabajo mal pagado. Yo diré a esta gente, por favor, llévate tu cheque, quémalo. El pueblo de Dios, es decir, la Iglesia, no tiene necesidad de dinero sucio. Necesita corazones abiertos a la misericordia de Dios.

Es sin embargo necesario acercarse a Dios con manos purificadas, evitando el mal y practicando el bien y la justicia. Que bonito como termina el profeta: “¡Cesen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien! ¡Busquen el derecho, socorran al oprimido, hagan justicia al huérfano, defiendan a la viuda” (vv. 16-17). Pensad en tantos, tantos refugiados que desembarcan en Europa y no saben donde ir.

Entonces, dice el Señor, los pecados, aún si fueran de color escarlata, se volverán blancos, como la nieve, este es el milagro del amor de Dios, y cándidos como la lana, y el pueblo podrá nutrirse de los bienes de la tierra y vivir en la paz (v. 19).

Es este el milagro del perdón que Dios, el perdón que Dios como Padre quiere donar a su pueblo. La misericordia de Dios se ofrece a todos, y estas palabras del profeta valen también hoy por nosotros, llamados a vivir como hijos de Dios”.

(Texto traducido y transcrito desde el audio por ZENIT )

Comentario al evangelio de hoy miércoles 02 de marzo de 2016

Se cumplirá hasta la más pequeña letra de la ley.
Cuaresma y Semana Santa.
Todo bautizado está llamado a ser testigo y apóstol de Jesús.
Por: Christian D. Garrido F
Fuente: Catholic.net 
Del santo Evangelio según San Mateo 5, 17-19 
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No crean que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley. Por tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los cumpla y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos.
Oración Introductoria
Jesús mío, yo quiero ser tu testigo y tu apóstol. No puedo ser indiferente ante la necesidad de transmitir tu palabra a todo el mundo, y saber que muchas almas se pierden por falta de conocimiento de ti.
Petición
Te pido Señor, que grabes en mi mente y en mi corazón la urgente necesidad de predicar y transmitir tu palabra, y de esa manera hacer que todo el mundo te conozca y se salve.
Meditación del Papa Francisco
¿Qué ventaja hemos recibido por cumplir los mandamientos de Dios, mientras que los ‘soberbios’ aun haciendo el mal, se multiplican y, aun provocando a Dios quedan impunes?
Muchas veces vemos esto: la gente mala, la gente que hace el mal parece que en la vida le va bien: son felices, tienen lo que quieren, no les falta nada. ¿Por qué a este que es un descarado a quien no le importa ni Dios ni los otros, que es una persona injusta y mala, le va todo bien en la vida, tiene todo lo que quiere y nosotros que queremos hacer el bien tenemos tantos problemas?
La respuesta la encontramos en el salmo que proclama ‘dichoso’ al hombre que no sigue los consejos de los malvados y que encuentra su alegría en la ley del Señor.
Ahora no vemos los frutos de esta gente que sufre, de esta gente que lleva la cruz, como en ese Viernes Santo y ese Sábado Santo no se veían los frutos del Hijo de Dios Crucificado, de sus sufrimientos. Asimismo, ¿qué dice el Salmo sobre los malvados, sobre los que pensamos que les va todo bien? Serán paja que arrebata el viento. Porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 8 de octubre de 2015, en Santa Marta).
Reflexión 
La fe que obtenemos por medio del Evangelio es un enorme tesoro que nos da el conocimiento de Cristo, y por él nos viene la vida. Sin embargo, es deber nuestro transmitir la Palabra que hemos recibido, de acuerdo con su mandato: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio”. No podemos quedarnos solamente en la vivencia de su Palabra cuando hay tanta gente en este mundo que no le conoce. Así pues, todo bautizado está llamado a ser testigo y apóstol de Jesús.
Dios nunca se deja ganar en generosidad, y promete, a todo el que quiera ser su mensajero, ser grande en el Reino de los Cielos. No dejemos en nuestra vida pasar la oportunidad de ganar un premio que no se acaba, y que a fin de cuentas es el que gozaremos por toda la eternidad.
Propósito
Meditaré un pasaje del evangelio y lo compartiré con mi familia.
Dialogo con Cristo
Jesús, a ejemplo tuyo quiero ser portador de tu palabra, y me propongo no solamente cumplir con tus mandamientos, sino también transmitirte a todos, y en todo momento, por medio de la predicación y el testimonio.
«También hoy, para ser en el mundo signo e instrumento de íntima unión con Dios y de unidad entre los hombres, los cristianos debemos basar nuestra vida en estos cuatro «ejes»: la vida fundada en la fe de los Apóstoles transmitida en la Tradición viva de la Iglesia, la comunión fraterna, la Eucaristía y la oración» (Benedicto XVI, 23 de enero de 2011).