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Declaración frente a la profanación del templo de la Gratitud Nacional

La Congregación Salesiana en Chile, en repetidas ocasiones, ha acudido a las autoridades para solicitar resguardo al templo de la Gratitud Nacional, sin embargo, queda en evidencia que las medidas adoptadas son siempre insuficientes.
Ante el ataque sufrido por el templo de la Gratitud Nacional manifestamos nuestro absoluto rechazo, dolor e indignación.
El templo fue profanado no sólo con los ya habituales daños en paredes, puertas y vitrales, sino que también con la sustracción y destrucción de una imagen de Jesús Crucificado.
Nos duele profundamente que una Iglesia sea objeto de repetidos ataques que no sólo dañan el patrimonio histórico de la ciudad, la libertad de culto y un lugar sagrado donde muchas personas llegan para el encuentro con Dios; creemos que también se hiere en lo más profundo el alma de nuestra patria.
La Congregación Salesiana en Chile, en repetidas ocasiones, ha acudido a las autoridades para solicitar resguardo al templo de la Gratitud Nacional, sin embargo, queda en evidencia que las medidas adoptadas son siempre insuficientes.
Como familia religiosa dedicada a la educación, evangelización y promoción social, compartimos los anhelos por una educación de calidad que ofrezca oportunidades a todos los jóvenes, especialmente los más vulnerables. Es por eso que nos acongoja de manera particular que un grupo de jóvenes haya protagonizado este grave gesto.
Renovamos nuestro compromiso a favor de la educación y evangelización según el carisma de Don Bosco, como lo venimos realizando en Chile desde hace 130 años.
Pedimos a la sociedad entera unirnos en el desafío de no claudicar en la lucha por un Chile más justo donde prime el diálogo y el entendimiento.
Alberto Lorenzelli
Provincial de los Salesianos en Chile
Santiago, 9 de junio de 2016
Realizaremos como acto de desagravio a la profanación del templo de la Gratitud Nacional una Eucaristía que será presidida por el presidente de la Conferencia Episcopal, arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, la que se llevará a cabo el sábado 11 de junio a las 18:00 hrs., en el mismo templo.
Fuente: Comunicaciones Congregación Salesiana
Santiago, 09/06/2016

Declaración del Arzobispo de Santiago ante los hechos de violencia en templo de la Gratitud Nacional

«No quisiera quedarme solo en la forma de los hechos de violencia ocurridos hoy, cuando encapuchados sustrajeron y destruyeron la imagen del Señor desde el templo de la Gratitud Nacional. Este templo me recuerda momentos históricos del país, como por ejemplo, la celebración de la Oración por Chile en 1973. Hoy, este año 2016, desde lo acontecido en este mismo lugar, reafirmo una preocupación profunda. La preocupación por reconstruir el diálogo y la paz en nuestra sociedad actual.

Estos hechos violentos –que lastimosamente se hacen cada vez más frecuentes- evidencian una crisis de la conciencia nacional. Por ello quiero volver a repetir las palabras que en otro tiempo pronunció mi predecesor, el cardenal Raúl Silva Henríquez: “Matemos el odio antes que el odio mate el alma de Chile”.
Con humildad y serenidad pido a quienes están realizando estos tipos de actos, que reflexionen sobre la necesidad de que exista respeto entre todos nosotros. Hay muchos ciudadanos cristianos, creyentes en las enseñanzas del Evangelio, que tienen un sentimiento religioso, que viven su fe. Ellos merecen también un espacio en la sociedad.
En segundo lugar, quisiera hacer un llamado amplio, a toda la comunidad nacional, a que nos detengamos y pensemos seriamente: ¿Cuáles son las causas más profundas de este desencanto y de este clima de violencia? Ciertamente hay causas profundas. Tenemos que saber escucharlas y discernirlas. En el Chile de hoy hay serias situaciones de injusticia social, que no deberían existir. Hagamos el esfuerzo de volver a dialogar sobre nuestra vida en comunidad. Me parece que en un espíritu de solidaridad y búsqueda del bien común, esas injusticias podrán ser gradualmente superadas.
Esta invitación es también para el movimiento estudiantil. Estos días he podido escuchar sus demandas. Entiendo profundamente sus aspiraciones, y los animo a no apagarlas. Pero al mismo tiempo, me pregunto si sería posible que estas aspiraciones se concreten cada vez más en acciones de diálogo, que faciliten mayormente un camino de progreso.
Finalmente quisiera hacer un llamado a los padres de familia a preguntarse: ¿Qué visión de familia estamos formando en nuestros hijos? ¿Acaso el individualismo imperante en nuestras relaciones no debería dar paso –desde la formación en el seno familiar- a una mayor valoración de la vida comunitaria y colaborativa, que no solo produzca el bien propio, sino que también y principalmente el de todos, como grupo familiar y por desborde como sociedad? Padres de familia, los animo a que recobren esta gran misión de educar a los hijos poniendo de relieve el significado de la persona humana, que se realiza plenamente en el don de darse a los demás.
Ante la violencia y el delito, las cárceles no son la solución profunda para alcanzar la paz. Insisto, es en el hogar donde los hijos, desde que son pequeños, ven el ejemplo de sus padres: el cariño que se manifiestan, el respeto, la capacidad de resolver los conflictos pacíficamente. Es en el seno de la familia donde construiremos el ideal de una sociedad en paz. Estos pequeños gestos se transformarán un día en grandes gestos de convivencia nacional.
“Matemos el odio antes que el odio mate el alma de Chile”. Nuestra alma es pacífica, y tiene vocación de entendimiento más que de enfrentamiento, como nos recordó el papa Juan Pablo II en su visita a Chile, en medio de manifestaciones violentas en el parque O’Higgins. Animo a la comunidad y particularmente a los cristianos a que oremos al Señor pidiendo la paz. También a los hombres y mujeres de buena voluntad a redoblar los esfuerzos para construir una vida cotidiana de bien, en una sociedad más justa, solidaria, respetuosa y pacífica. Todos podemos colaborar”.
Fuente: Comunicaciones Santiago
www.iglesiadesantiago.cl

Homilía para la Eucaristía del Domingo 12 de junio de 2016

Comentario al evangelio de hoy viernes 10 de junio de 2016‏

Nada sea ocasión de pecado.
Tiempo Ordinario

Cristo no quiere el mal de nuestro cuerpo, quiere el bien del alma.
Por: Juan Jesús Riveros
Fuente: Catholic.net 

Del santo Evangelio según san Mateo 5, 27-32
«Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado a la gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna. «También se dijo: El que repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. Pues yo os digo: Todo el que repudia a su mujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada, comete adulterio.
Oración introductoria
Jesucristo, no dejes que me escandalice por la radicalidad de tu Palabra, que es la verdad. En este momento de oración quiero arrancar todo que pueda ser ocasión de distracción. Sé que el tesoro de la oración no es fácil y que Tú sólo se lo entregas a quien se esfuerza. Ayúdame a perseverar en mi lucha y a dialogar contigo sinceramente, de corazón a Corazón.
Petición
Señor, quiero escuchar en mi corazón lo que Tú me quieras decir hoy.
Meditación del Papa Benedicto XVI
Es importante recordar que «el amor de los esposos exige, por su misma naturaleza, la unidad y la indisolubilidad de la comunidad de personas que abarca la vida entera de los esposos». De hecho, Jesús dijo claramente: «Lo que Dios unió, no lo separe el hombre» y añadió: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquella; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio». Con toda la comprensión que la Iglesia puede sentir ante tales situaciones, no existen casados de segunda unión, como los hay de primera; esa es una situación irregular y peligrosa, que es necesario resolver con fidelidad a Cristo, encontrando con la ayuda de un sacerdote un camino posible para poner a salvo a cuantos están implicados en ella.
Para ayudar a las familias, os exhorto a proponerles con convicción las virtudes de la Sagrada Familia: la oración, piedra angular de todo hogar fiel a su identidad y a su misión; la laboriosidad, eje de todo matrimonio maduro y responsable; y el silencio, fundamento de toda actividad libre y eficaz. (Benedicto XVI, 25 de septiembre de 2009).
Reflexión
En la vida de San Antonio de Padua se cuenta un hecho que sucedió a raíz de este evangelio: un joven que le dio un puntapié a su madre oyendo hablar al santo sobre este pasaje evangélico se desesperó y se cortó el pie. La madre del muchacho acudió desesperada al predicador, éste vino y puso el pie en su lugar, y el joven milagrosamente fue curado.
Este evangelio no es para tomarlo al pie de la letra en lo que respecta a la integridad física, debemos tomarlo al pie de la letra en lo que atañe al bien espiritual.
Cristo es muy sabio al darnos estos consejos, porque no quiere el mal de nuestro cuerpo, quiere el bien del alma. Así como es doloroso cortarse un miembro sin anestesia, así más dolor causa al alma el perder un miembro por utilizarlo en el pecado.
Cuando hay verdadero amor de un hombre por una mujer, de una mujer por un hombre, de los enamorados entre sí, de los adolescentes a la vida,… de todos a Dios, no se puede mirar a una mujer deseándola.
Todos somos hijos del Padre Eterno, y como hijos de un mismo Padre debemos mirar no lo que llevamos encima, sino más bien lo que hay en el corazón del hombre: un pequeño reflejo del fuego del amor de Dios.
Diálogo con Cristo
Jesucristo, quiero configurar todo mi ser al programa de vida que propone tu Palabra. Te prometo no escatimar esfuerzos por conocer las implicaciones morales del Evangelio para conformar con ellas todo mi obrar, y desterrar de mi vida todo lo que pueda ser un obstáculo para crecer en mi amor a Ti y a los demás.
Propósito
Adoptar la bondad en mis pensamientos y deseos, y negar la entrada a cualquier pensamiento que me pueda apartar de Cristo.

EDD. Viernes 10 de junio de 2016.

Viernes de la décima semana del tiempo ordinario.
 
http://evangeliodeldia.org/main.php?language=SP&module=readings&localdate=20160609
 
Primer Libro de los Reyes 19,9.11-16.
Allí, entró en la gruta y pasó la noche. Entonces le fue dirigida la palabra del Señor.
El Señor le dijo: «Sal y quédate de pie en la montaña, delante del Señor». Y en ese momento el Señor pasaba. Sopló un viento huracanado que partía las montañas y resquebrajaba las rocas delante del Señor. Pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, hubo un terremoto. Pero el Señor no estaba en el terremoto.
Después del terremoto, se encendió un fuego. Pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó el rumor de una brisa suave.
Al oírla, Elías se cubrió el rostro con su manto, salió y se quedó de pie a la entrada de la gruta. Entonces le llegó una voz, que decía: «¿Qué haces aquí, Elías?».
El respondió: «Me consumo de celo por el Señor, el Dios de los ejércitos, porque los israelitas abandonaron tu alianza, derribaron tus altares y mataron a tus profetas con la espada. He quedado yo solo y tratan de quitarme la vida».
El Señor le dijo: «Vuelve por el mismo camino, hacia el desierto de Damasco. Cuando llegues, ungirás a Jazael como rey de Arám.
A Jehú, hijo de Nimsí, lo ungirás rey de Israel, y a Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejolá, lo ungirás profeta en lugar de ti.»
 
Salmo 27(26),7-8a.8b-9abc.13-14.
¡Escucha, Señor, yo te invoco en alta voz,
apiádate de mí y respóndeme!
Mi corazón sabe que dijiste:
“Busquen mi rostro”
no lo apartes de mí.
No alejes con ira a tu servidor,
tú, que eres mi ayuda.
Yo creo que contemplaré la bondad del Señor
en la tierra de los vivientes.
Espera en el Señor y sé fuerte;
ten valor y espera en el Señor.
Evangelio según San Mateo 5,27-32.
Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio.
Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.
Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena.
También se dijo: El que se divorcia de su mujer, debe darle una declaración de divorcio.
Pero yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido, comete adulterio.
 
Comentario del Evangelio por  Imitación de Cristo, tratado espiritual del siglo XV. II,4  (El Kempis).
 
 
“Si tu ojo está claro, todo tu cuerpo está en la luz.” (Mt 6,22).
 
 
 
Con dos alas se levanta el hombre de lo terreno, que son: simplicidad y puridad.
La simplicidad está en la intención y en la pureza del afecto.
La simplicidad busca a Dios, la pureza lo encuentra y lo gusta.
Ninguna obra buena te resultará difícil si estás interiormente libre de todo afecto desordenado.
Si tú sólo quieres lo que Dios quiere y lo que es útil a tu prójimo, entonces gozarás de libertad interior.
Si tu corazón es recto, toda criatura será como un espejo de vida y un libro lleno de santas instrucciones.
No existe criatura tan insignificante y tan deleznable que no refleje de alguna manera la bondad de Dios.
Si poseyeras suficiente inocencia y pureza, verías todo sin obstáculos. Un corazón puro penetra cielo y tierra.
Cada uno juzga de las cosas exteriores según lo que alberga en su corazón.
Si hay alegría alguna en el mundo, la posee el corazón puro.
 
 

Insultar es dar una bofetada al alma del hermano.

El Papa en Sta. Marta: Insultar es dar una bofetada al alma del hermano.
En la homilía de este jueves, el Santo Padre recuerda que los cristianos que dan un testimonio negativo hacen mucho mal a la gente.
El Papa en Santa Marta - Osservatore Romano

EL PAPA EN SANTA MARTA – OSSERVATORE ROMANO
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Es “herético” querer “esto o nada”, no es católico. Lo ha indicado el papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana en Santa Marta, centrada en el “sano realismo” que el Señor ha enseñado a sus discípulos. El Santo Padre también ha subrayado el mal que causan al pueblo de Dios los hombres de Iglesia que hacen el contrario de lo que dicen. Por eso, ha exhortado a librarse de ese idealismo rígido que no permite reconciliarnos entre nosotros.
Jesús, en el Evangelio del día, indica que “vuestra justicia debe superar la de los escribas y los fariseos”. Y a esta afirmación el papa Francisco ha hecho referencia para explicar la importancia del realismo cristiano.
De este modo, el Santo Padre ha afirmado que el pueblo estaba “un poco perdido” porque “esos que enseñaban la ley no eran coherentes” en su “testimonio de vida”. Y Jesús pide superar esto, “subir”. Al respecto pone como ejemplo el primer mandamiento: “amar a Dios y amar al prójimo”. Y ha recordado que quien se enfada con su hermano, deberá ser sometido a juicio.
A continuación, el Papa ha advertido que nos hace bien escuchar esto, en este tiempo donde estamos tan acostumbrados a los calificativos y tenemos un vocabulario tan creativo para insultar a los otros. Esto “es pecado”, es “matar, porque es dar una bofetada al alma del hermano”, a “su dignidad”. Y con amarga ironía ha añadido que a menudo decimos muchas palabrotas “con mucha caridad, pero las decimos a los otros”.
Por otro lado, haciendo referencia a la presencia de los niños en el misa, el Pontífice ha exhortado a permanecer “tranquilos”, porque “la predicación de un niño en la iglesia es más bonita que la del sacerdote, del obispo o del Papa”.  Así, ha invitado a dejarlo hacer “que es la voz de la inocencia la que nos hace bien a todos”.
Retomando la lectura, el Santo Padre ha precisado que Jesús, a este pueblo desorientado le pide que mire “arriba” y vaya “adelante”. Y ha recordado el mal que hace el pueblo el testimonio negativo de los cristianos. En esta línea ha observado cuántas veces algunos sacerdotes, obispos, gente de Iglesia e incluso papas, dicen cómo hacer las cosas y luego hacen lo contrario. Este es el escándalo  –ha reconocido– que hiere al pueblo y no deja que el pueblo de Dios crezca, que vaya adelante. No libera.
Por esta razón, el Santo Padre ha recordado que la generosidad y la santidad que pide Jesús “es salir pero siempre, siempre, hacia arriba. Salir hacia arriba”. Esta –ha indicado– es la liberación de la rigidez de la ley y también de los falsos idealismos que no nos hacen bien.
En esta línea ha explicado que Jesús nos conoce bien y conoce nuestra naturaleza y nos exhorta a ponernos de acuerdo con el otro cuando tenemos una diferencia con el otro. El Papa ha añadido que Jesús “nos enseña también un sano realismo”. Muchas veces no se puede llegar a la perfección, pero al menos en lo que podamos, ponernos de acuerdo.
Y lo ha explicado así: “este sano realismo de la Iglesia católica: la Iglesia católica nunca enseña ‘o esto, o esto’. Eso no es católico. La Iglesia dice: ‘Esto y esto’. ‘Haz la perfección: reconcíliate con tu hermano, no lo insultes, ámalo. Pero si hay algún problema, al menos hay que ponerse de acuerdo para que no salga la guerra’. Este sano realismo del catolicismo. No es católico decir ‘o esto, o nada’: eso no es católico. Esto es herético”. Asimismo, ha precisado que Jesús sabe caminar con nosotros, nos da el ideal, nos acompaña hacia el ideal, nos libera de este encarcelamiento de la rigidez de la ley y nos dice: ‘Pero hay que hacer esto hasta el donde se pueda’.  Y él entiende bien. Y esto es nuestro Señor, es esto lo que nos enseña”.
El Pontífice ha aseverado que el Señor “nos pide que no seamos hipócritas y no vayamos a alabar a Dios con la misma lengua con la que se insulta al hermano”.

Comentario al evangelio de hoy jueves 09 de junio de 2016

Primero reconciliate con tu hermano.
Tiempo Ordinario

Pedir a Dios la gracia de saber perdonar y no juzgar.
Por: Buenaventura Acero
Fuente: Catholic.net 
http://es.catholic.net/op/articulos/19741/perdn-de-las-ofensas.html

Del santo Evangelio según san Mateo 5, 20-26 
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el Reino de los cielos. Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: «No matarás y el que mate será llevado ante el tribunal.» Pero yo les digo: Todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar de castigo. Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo. 
Oración introductoria
Señor, gracias por recordarme que no quieres ofrecimientos ni una oración alejada de la realidad mi vida. Limpia mi corazón de todo resentimiento y amargura, de todo rencor o envidia, con tu gracia podré ser un instrumento de tu paz.
Petición
Señor, concédeme disculpar de inmediato, con un gesto bondadoso, todas las ofensas y pequeñas molestias del día.
Meditación del Papa Francisco
En las tablas de la ley está la ley hacia Dios y la ley hacia el prójimo y las dos van juntas. Yo no puedo decir: ‘Pero, no, yo cumplo los tres primeros mandamientos… y los otros más o menos’. No, si tú no haces estos, esos no puedes hacerlos y si tú haces eso, debes hacer esto. Están unidos: el amor a Dios y el amor al prójimo son una unidad y si tú quieres hacer penitencia, real no formal, debes hacerla delante de Dios y también con tu hermano, con el prójimo.
Y como dice el apóstol Santiago, puedes tener mucha fe pero si no haces obras, no sirve de nada. Uno puede ir a misa todos los domingos y comulgar, y se puede preguntar: ¿cómo es tu relación con tus trabajadores? ¿Les pagas en negro? ¿Les pagas el salario justo? ¿También pagas la contribución para la pensión? ¿Para asegurar la salud?
Esos hombres y mujeres de fe que dividen las tablas de la ley: ‘sí, sí, yo hago esto’ – ‘¿pero tú das limosna?’ – ‘sí, sí, siempre envío el cheque a la Iglesia’ – ‘Ah, muy bien. Pero a tu Iglesia, en tu casa, con los que dependen de ti -ya sean hijos, abuelos, trabajadores- ¿eres generoso, eres justo?’ Tú no puedes hacer ofrendas a la Iglesia sobre los hombros de la injusticia que haces con tus trabajadores. Esto es un pecado gravísimo: es usar a Dios para cubrir la injusticia. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 20 de febrero de 2015, en Santa Marta).
Reflexión
Jesús habla de la realidad dándole un nuevo sentido, iluminándola con el espíritu de la Ley. Para ejemplificar el amor al prójimo, habla de la historia del buen samaritano y concluye, ahora «ve y haz tú lo mismo». Y cuando baja a los detalles de la vida cotidiana sabe que la mayoría de sus oyentes podrían ser protagonistas en sus ejemplos…
Si es verdad que el amor es el primer mandamiento ¿cómo se pone en práctica? Jesús nos ilustra con tres casos.
Constituyen el primer grado, lo que hay que evitar. El insulto, la enemistad y la querella contra el prójimo no serán propias de un cristiano. Pero más allá del precepto negativo «no matarás»… se nos abre el horizonte ilimitado del amor al prójimo.
El primer paso es evitar esas tres actitudes, pero Jesús no se detendrá en ellas mas que como un mero paso intermedio, él va más allá. Por tanto es un buen momento para hacer nosotros también nuestro propio examen de conciencia. Para preguntarnos, a la luz de la fe, ¿qué hay de todo esto en mi corazón? Saber perdonar, no guardar rencores e imitar con ello a Jesucristo es exigente, pero al mismo tiempo liberador.
La gracia de Dios nos impulsa a ello, es una obra propia del Espíritu Santo, si le dejamos actuar en nuestra alma.
Propósito
Si estoy distanciado de alguna persona, dar el primer paso para la reconciliación.
Diálogo con Cristo
Lo que cultivo en mi corazón, bueno o malo, va floreciendo y eventualmente se manifiesta en mis acciones. Gracias, Jesucristo, Tú me has enseñado a amar y a buscar la santidad. Me has dado la fe, la esperanza y la caridad para sostenerme y orientarme hacia la fuente de tu gracia, para poder vivir el amor diariamente. María, madre de la misericordia, ayúdame a cultivar un corazón semejante al tuyo

EDD. Jueves 09 de junio de 2016.

 
Jueves de la décima semana del tiempo ordinario
 
Primer Libro de los Reyes 18,41-46.
Elías dijo a Ajab: «Sube a comer y a beber, porque ya se percibe el ruido de la lluvia».
Ajab subió a comer y a beber, mientras Elías subía a la cumbre del Carmelo. Allí se postró en tierra, con el rostro entre las rodillas.
Y dijo a su servidor: «Sube y mira hacia el mar». El subió, miró y dijo: «No hay nada». Elías añadió: «Vuelve a hacerlo siete veces».
La séptima vez, el servidor dijo: «Se eleva del mar una nube, pequeña como la palma de una mano». Elías dijo: «Ve a decir a Ajab: Engancha el carro y baja, para que la lluvia no te lo impida».
El cielo se oscureció cada vez más por las nubes y el viento, y empezó a llover copiosamente. Ajab subió a su carro y partió para Izreel.
La mano del Señor se posó sobre Elías; él se ató el cinturón y corrió delante de Ajab hasta la entrada de Izreel.
 
Salmo 65(64),10.11.12-13.
Visitas la tierra, la haces fértil
y la colmas de riquezas;
los canales de Dios desbordan de agua,
y así preparas sus trigales:
riegas los surcos de la tierra,
emparejas sus terrones;
la ablandas con aguaceros
y bendices sus brotes.
Tú coronas el año con tus bienes,
y a tu paso rebosa la abundancia;
rebosan los pastos del desierto
y las colinas se ciñen de alegría.
 
Evangelio según San Mateo 5,20-26.
Jesús dijo a sus discípulos:
Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal.
Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego.
Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti,
deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso.
Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
 
 
Comentario del Evangelio por  Orígenes (c. 185-253), presbítero y teólogo. Pequeño Tratado sobre la oración, 8-9; PG 11, 441-443.
 
“Vete primero a reconciliarte con tu hermano…”
 
Nadie puede alcanzar nada por la oración si no ora con buenas disposiciones y con una fe recta…No es cuestión de hablar mucho… No se trata de venir a la oración con un alma turbada por los resentimientos. Uno no se puede imaginar que alguien venga a la oración sin preparar su interior. Tampoco se puede imaginar que alguien venga a la oración para pedir el perdón de sus pecados y no haya perdonado antes de todo corazón a su hermano…
En primer lugar, pues, el que se dispone a orar hará bien en adquirir una actitud que le ayude a ponerse en presencia de Dios y a hablarle como a alguien que le ve y que está presente. Hay imaginaciones y recuerdos de acontecimientos pasados que estorban al espíritu si se deja invadir por ellos. Por esto es útil acordarse de que Dios está aquí y que conoce los movimientos más secretos de nuestro interior. Entonces, el alma procura agradar a Dios que está presente, que la ve y que conoce todos sus pensamientos, aquel que escruta los corazones y sondea las entrañas (Sal 7,10)…
Tal como dicen las Escrituras, el que ora levante sus manos puras, que perdone a los que le han ofendido, rechace todo lo que le estorba en el alma y le hace irritarse contra alguien… ¿Quien dudará que este estado del alma es el más favorable a la oración? Pablo enseña esto mismo cuando dice en la primera carta a Timoteo: “Deseo, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando las manos limpias de ira y altercados” (1 Tim 2,8).
 

En las bodas de Caná, Jesús cumple un signo elocuente: transforma la Ley de Moisés en Evangelio, portador de alegría.

Texto completo de la catequesis del Papa en la audiencia del miércoles 8 de junio de 2016.

En las bodas de Caná, Jesús cumple un signo elocuente: transforma la Ley de Moisés en Evangelio, portador de alegría.
https://es.zenit.org/articles/texto-completo-de-la-catequesis-del-papa-en-la-audiencia-del-miercoles-8-de-junio-de-2016/
Audiencia del miércoles en la plaza de San Pedro

Audiencia Del Miércoles En La Plaza De San Pedro (Copyright Osservatore Romano)

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha explicado en la audiencia de hoy miércoles realizada en la Plaza de San Pedro, el pasaje de las bodas de Caná, donde Jesús cumple su primer “signo prodigioso”. Jesús se manifiesta como el esposo del Pueblo de Dios. Y este amor, es como la historia de dos enamorados. Dios y el hombres se encuentran, se buscan, se encuentra, se celebran y se aman: precisamente como el amado y la amada en el Cantar de los Cantares. Todo lo demás viene como consecuencia de esta relación.

Publicamos a continuación el texto completo de la catequesis
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Antes de comenzar la catequesis quisiera saludar a un grupo de parejas que celebran el 50º aniversario de matrimonio. Eso sí que es el vino bueno de la familia. El vuestro es un testimonio que tiene que aprender los recién casados y los jóvenes a quienes saludaré después. Un bonito testimonio, gracias por vuestro testimonio.

Después de haber comentado algunas parábolas de la misericordia, hoy nos detenemos en el primer milagro de Jesús, que el evangelista Juan llama ‘signos’, porque Jesús no los hizo para suscitar maravilla, sino para revelar el amor del Padre. El primero de estos signos prodigiosos es contado precisamente por Juan (2, 1-11) y se cumple en Caná de Galilea. Se trata de una especie de “puerta de ingreso”, en la que están talladas palabras y expresiones que iluminan todo el misterio de Cristo y abren el corazón de los discípulos a la fe. Veamos algunas.

En la introducción encontramos la expresión “Jesús con sus discípulos” (v. 2). Aquellos a los que Jesús ha llamado a seguirlo, les ha unido a sí en una comunidad y ahora como una única familia, están todos invitados a la boda.

Comenzando su ministerio público en las bodas de Caná, Jesús se manifiesta como el esposo del Pueblo de Dios, anunciado por los profetas y nos revela la profundidad de las relaciones que nos une a Él: es una nueva Alianza de amor.

¿Qué hay en el fundamento de nuestra fe? Un acto de misericordia con la que Jesús nos ha unido a Él. Y la vida cristiana es la respuesta y este amor es como la historia de dos enamorados. Dios y el hombres se encuentran, se buscan, se encuentran, se celebran y se aman: precisamente como el amado y la amada en el Cantar de los Cantares. Todo lo demás viene como consecuencia de esta relación. La Iglesia es la familia de Jesús en la que se vierte su amor; es este el amor que la Iglesia cuida y quiere dar a todos.

En el contexto de la Alianza se comprende también la observación de la Virgen: “No tienen vino” (v. 3). ¿Cómo es posible celebrar las bodas y hacer fiesta si falta lo que los profetas indicaban como un elemento típico del banquete mesiánico? (cfr Am 9,13-14; Gl 2,24; Is 25,6). El agua es necesaria para vivir, pero el vino expresa la abundancia del banquete y la alegría de la fiesta.

¡Una fiesta de boda donde falta el vino hace sentir vergüenza a los recién casados, imaginen terminar la fiesta de la boda bebiendo té! Sería una vergüenza. El vino es necesario para la fiesta. Transformando en vino el agua de la ánforas utilizadas “para la purificación ritual de los judíos” (v. 6), Jesús cumple un signo elocuente: transforma la Ley de Moisés en Evangelio, portador de alegría. Como dice en otra parte el mismo Juan: “porque la Ley fue dada por medio de Moisés,  pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo” (1,17).

Las palabras que María dirige a los sirvientes coronan el cuadro esponsal de Caná: “Haced lo que él os diga” (v. 5). Es curioso, son sus últimas palabras transmitidas por los Evangelios: son su herencia entregada a todos nosotros. También hoy la Virgen nos dice, ‘haced lo que Jesús os diga’.

¡Esta es la herencia que nos ha dejado y es bonito! Se trata de una expresión que reclama la fórmula de fe utilizada por el pueblo de Israel al Sinaí en respuesta a las promesas de la alianza: “Lo que el Señor ha dicho, lo haremos” (Es 19,8). Y en efecto en Caná los sirvientes obedecen. “Jesús dijo a los sirvientes: ‘Llenen de agua estas tinajas’. Y las llenaron hasta el borde. Saquen ahora, agregó Jesús y lleven al encargado del banquete. Así lo hicieron” (vv. 7-8).

En esta boda, realmente viene estipulada una Nueva Alianza y a los sirvientes del Señor, es decir a toda la Iglesia, se le confía una nueva misión: “¡Haced lo que él os diga!”. Servir al Señor significa escuchar y poner en práctica su Palabra. Es la recomendación sencilla pero esencial de la Madre de Jesús y es el programa de vida del cristiano.

Para cada uno de nosotros, recibir de la ánfora equivale a encomendarse a la Palabra de Dios para experimentar su eficacia en la vida. Entonces, junto al jefe del banquete que ha probado el agua que se convierte en vino, también nosotros podemos exclamar: “Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento” (v. 10). Sí, el Señor continúa reservando el vino bueno para nuestra salvación, así como continúa brotando del costando traspasado del Señor.

La conclusión del pasaje suena como una sentencia:“Este fue el primero de los signos de Jesús y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él”(v. 11). Las bodas de Caná son mucho más que la simple historia del primer milagro de Jesús. Como un tesoro, Él custodia el secreto de su persona y la finalidad de su venida: el esperado Esposo comienza en las bodas que se cumplen en el Misterio pascual. En esta boda Jesús une a sí a sus discípulos con una Alianza nueva y definitiva. En Caná los discípulos de Jesús se convierten en su familia y nace la fe de la Iglesia. Todos nosotros estamos invitados a esa boda, ¡porque el vino nuevo no se puede perder!

(Traducido por ZENIT desde el audio)

Comentario al evangelio de hoy miércoles 08 de junio de 2016

No he venido a abolir la Ley y los Profetas.
Tiempo Ordinario

No basta cumplir con reglas para estar cerca de Dios, hay que amarlo. 
Por: Buenaventura Acero
Fuente: Catholic.net 
http://es.catholic.net/op/articulos/19746/jess-ante-la-ley-antigua.html

Del santo Evangelio según san Mateo 5, 17-19 
«No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley. Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los Cielos. 

Oración introductoria
Dios mío, me postro ante Ti en esta oración, quiero escucharte y ser dócil a tus inspiraciones, porque sólo Tú podrás dar plenitud a mi vida.


Petición
Señor, dame la gracia para que nunca contradiga tus mandamientos, concédeme ser un auténtico seguidor y testigo de tu amor.


Meditación del Papa Francisco
Integración: Jesús revoluciona y sacude fuertemente aquella mentalidad cerrada por el miedo y recluida en los prejuicios. Él, sin embargo, no deroga la Ley de Moisés, sino que la lleva a plenitud, declarando, por ejemplo, la ineficacia contraproducente de la ley del talión; declarando que Dios no se complace en la observancia del Sábado que desprecia al hombre y lo condena; o cuando ante la mujer pecadora, no la condena, sino que la salva de la intransigencia de aquellos que estaban ya preparados para lapidarla sin piedad, pretendiendo aplicar la Ley de Moisés.
Jesús revoluciona también las conciencias en el Discurso de la montaña abriendo nuevos horizontes para la humanidad y revelando plenamente la lógica de Dios. La lógica del amor que no se basa en el miedo sino en la libertad, en la caridad, en el sano celo y en el deseo salvífico de Dios, Nuestro Salvador, “que quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. “Misericordia quiero y no sacrificio”» (Homilía de S.S. Francisco, 15 de febrero de 2015).

Reflexión
Toda esa tremenda legislación se convirtió en una carga demasiado pesada. Los mismos judíos experimentan esta casi insuperable dificultad. Ser un hombre perfecto, como Dios lo quiere, sin estar unido verdaderamente a Dios desde el interior, es una tarea imposible.


Los actos externos, el culto, los ritos y todos los sacrificios, no pueden todo unido llegar al valor de un simple acto de contricción, de una simple y sencilla oración que nace del corazón y que diga: «Señor, ten piedad de mi, porque soy un pecador… un corazón contrito y humillado tú, Oh Dios, no lo desprecias», dice el salmo. Cuántos se habían olvidado de esto en aquellos tiempos, y cuántos hoy pensamos que para tranquilizar la conciencia basta un acto externo, una limosna, o ni siquiera eso… Hemos adaptado tanto a nuestro antojo la ley de Dios que su contenido casi ha desaparecido o nos contentamos con «decir algo a Dios de vez en cuando»…


El camino de una verdadera conversión interior, es el de un leal esfuerzo por interiorizar nuestra experiencia y relación con Él, pero sin dejar de aprovechar las riquezas espirituales de la Iglesia, sobre todo a través de los sacramentos. Ahí encontraremos al Señor siempre que le busquemos. Su espíritu está ahí presente y actúa por encima de las instituciones y de las personas… 
Yo estaré con vosotros hasta el final del mundo

Propósito
Cumplir siempre las leyes civiles y de la Iglesia y reflexionar en qué sentido me lleva a vivir más plenamente el amor.


Diálogo con Cristo
Señor, erróneamente existe la tendencia de pensar que así como el agua y el aceite no se mezclan, tampoco lo hacen tus mandamientos y la felicidad. Por eso, con diligencia voy adormilando mi conciencia, y sutilmente hago a un lado todo lo que implique renuncia, esfuerzo, sacrificio. Gracias por recordarme que me ofreces tu gracia y amor para ser fiel siempre a tu ley, que tiene como fundamento el amor.