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El cardenal Dziwisz abre la JMJ: ‘La misericordia vence el egoismo y la violencia’ .

En el parque Blonia unos 400 mil personas participaron en la ceremonia de apertura presidida por el arzobispo de Cracovia, que rezó por el sacerdote asesinado en Francia.
Apertura JMJ Cracovia - (Fonte: CCEW - Mazur, CC BY-NC-SA 2.0)

Apertura JMJ Cracovia – (Fonte: CCEW – Mazur, CC BY-NC-SA 2.0)

(ZENIT – Cracovia).- Ni la fuerte lluvia que cayó este martes en Cracovia, ni el temor de posibles atentados después de la tragedia del ataque y asesinato de un sacerdote en Francia, pudieron desanimar a los jóvenes reunidos en Polonia para la apertura de la 31° Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Eran unos 400 mil, todos llenos de alegría, provenían de 187 países y estaban reunidos en el parque Blonia, a pocos pasos del centro de la ciudad.
Allí, el cardenal Stanislaw Dziwisz, histórico secretario de san Juan Pablo II, celebró la misa de apertura del evento del cual el papa polaco fue el creador y del cual ahora es el patrono.
De pie, bajo los paraguas o sentados en el suelo en pequeñas alfombras de colores –que no faltan en cada bolsa del peregrino– los jóvenes cantaron y aplaudieron durante las presentaciones musicales que se realizaron por la tarde, rezaron a la llegada del palco de las reliquias de santa Faustina Kowalska y de Karol Wojtyla, y lloraron cuando el purpurado antes de iniciar la función dijo: “Recemos por todas las víctimas del terrorismo y en particular por el sacerdote que hoy en Francia ha sido asesinado durante la celebración eucarística”.
Asimismo, exclamó “¡Ha sonado la hora esperada desde hace tres años. Bienvenidos a Cracovia!”. Y recordó que san Juan Pablo II “en esta ciudad maduró su servicio a la Iglesia y desde aquí se encaminó por los senderos del mundo para anunciar el Evangelio de Jesús”.
Añadió que los jóvenes han venido para dar un testimonio del amor cristiano y de unidad. Que ellos traen “siglos y siglos de anuncio del Evangelio” y entre sus manos “la riqueza de las propias culturas, tradiciones e idiomas”.
Pero entre los presentes –observó– hay quien proviene “de países en los cuales la gente sufre por los conflictos y guerras, donde los niños mueren por hambre, en los cuales los cristianos son cruelmente perseguidos”. Zonas del mundo donde “se registra la violencia ciega del terrorismo, o los gobernantes se arrogan derechos sobre los hombres y las naciones dejándose guiar por ideologías absurdas”.
Así, el cardenal invitó a confiar estas experiencias negativas a Jesús, en una nación en la que “hace 1050 años llegó la luz de la fe”.
“Encontrándonos con Jesús, sintamos que todos juntos formamos una gran comunidad, o sea la Iglesia, que supera los confines trazados por los hombres o que dividen las personas”.
Exhortó también a escuchar la voz del papa Francisco, a participar con emoción en las liturgias y a sentir el amor misericordioso del Señor en el sacramento de la reconciliación.
Especialmente les pidió que “lleven a los otros la llama de la fe y enciendan con ella otras llamas, para que los corazones humanos latan al ritmo del corazón de Jesús, que es fuente de ardiente caridad”.
(De nuestro enviado a Cracovia)

EDD. jueves 28 de Julio de 2016

Jueves de la decimoséptima semana del tiempo ordinario.
http://evangeliodeldia.org/main.php?language=SP&module=readings&localdate=20160727


Libro de Jeremías 18,1-6.
Palabra que llegó a Jeremías de parte del Señor, en estos términos:
«Baja ahora mismo al taller del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.»
Yo bajé al taller del alfarero, mientras el trabajaba en el torno.
Y cuando la vasija que estaba haciendo le salía mal, como suele pasar con la arcilla en manos del alfarero, él volvía a hacer otra, según le parecía mejor.
Entonces la palabra del Señor me llegó en estos términos:
«¿No puedo yo tratarlos a ustedes, casa de Israel, como ese alfarero? -oráculo del Señor-. Si, como la arcilla en la mano del alfarero, así están ustedes en mi mano, casa de Israel.»
Salmo 146(145),2-4.5-6.
Alabaré al Señor toda mi vida;
mientras yo exista, cantaré al Señor.
No confíen en los poderosos,
en simples mortales, que no pueden salvar:
cuando expiran, vuelven al polvo,
y entonces se esfuman sus proyectos.
Feliz el que se apoya en el Dios de Jacob
y pone su esperanza en el Señor, su Dios:
él hizo el cielo y la tierra,
el mar y todo lo que hay en ellos.
Él mantiene su fidelidad para siempre,
Evangelio según San Mateo 13,47-53.
Jesús dijo a la multitud: «El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces.
Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.
Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos,
para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
¿Comprendieron todo esto?». «Sí», le respondieron.
Entonces agregó: «Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo».
Cuando Jesús terminó estas parábolas se alejó de allí.
Comentario del Evangelio por  Santa Catalina de Siena (1347-1380), terciaria dominica, doctora de la Iglesia, copatrona de Europa. El Diálogo, cap. 39.
«El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea en el Hijo, no verá la vida»
[Santa Catalina oyó que Dios decía:] En el último día del juicio, cuando el Verbo, mi Hijo, revestido de mi majestad, vendrá a juzgar al mundo con su poder divino, no vendrá como pobre y miserable tal como se presentó cuando nació del seno de la Virgen, en un establo y en medio de animales, o tal como murió, entre dos ladrones. Entonces, en él mi poder estaba escondido; como hombre le dejé sufrir dolores y tormentos. No fue, en absoluto, que mi naturaleza divina se separara de la naturaleza humana, sino que le dejé sufrir como a hombre para expiar vuestras faltas. No, no es así que vendrá en el momento supremo: vendrá con todo su poder y con todo el esplendor de su propia persona…
A los justos les inspirará, al mismo tiempo que un temor respetuoso, un gran júbilo. No es que su rostro cambie: su rostro, en virtud de su naturaleza divina, es inmutable porque no es sino uno conmigo, y en virtud de la naturaleza humana su rostro es igualmente inmutable porque tiene asumida la gloria de la resurrección. A los ojos de los réprobos, aparecerá terrible, porque le verán con ese ojo de espanto y turbación que los pecadores llevan dentro de sí mismos.
¿No es lo mismo que ocurre con un ojo enfermo? Cuando brilla el sol no ve más que tinieblas, mientras que el ojo sano ve la luz. No es que la luz tenga algún defecto; no es que el sol cambie. El defecto está en el ojo ciego. Es así como los réprobos verán a mi Hijo: en la tiniebla, el odio y la confusión. Será por culpa de su propia enfermedad y no a causa de la majestad divina con la que mi Hijo aparecerá para juzgar al mundo.

El Papa viaja a Polonia a la JMJ – 2016

El Santo Padre llega a Cracovia. ‘El mundo está en guerra pero no de religión’.

En el vuelo a Cracovia Francisco señala que “el mundo ha perdido la paz”
https://es.zenit.org/articles/el-papa-llega-a-polonia-el-mundo-esta-en-guerra-pero-no-de-religion/
Francisco parte hacia Polonia

Francisco Parte Hacia Polonia (Oss.Romano ©Photo.Va)

(ZENIT – Roma).- El vuelo Alitalia A321 que lleva al papa Francisco a Polonia para la Jornada Mundial de la Juventud, partió a las 14:05 del aeropuerto Fiumicino/Leonardo da Vinci y ha llegado en dos horas a Cracovia en un  el viaje de 1.100 kilómetros en el cual cruzó los espacios aéreos de Italia, Croacia, Eslovenia, Austria, Eslovaquia y Polonia.

El vuelo llega a Polonia, al aeropuerto internacional Juan Pablo II

Durante el vuelo, el Santo Padre saludó a los periodistas, cámaras y fotógrafos que le acompañan e hizo una reflexión sobre el asesinato del sacerdote francés, ocurrido ayer, a manos de terroristas relacionados con el Estado Islámico.
El Papa señalo que “desde hace tiempo el mundo está en una guerra a trozos, pero es una guerra”. Y explicó que no es una guerra comparable a la Primera o la Segunda Mundial, “esta no es una guerra declarada, pero sí organizada. Es una guerra”.
Recordó así a “este sacerdote santo que murió justo cuando ofrecía una plegaria por toda la Iglesia”. Pero invitó a pensar también en países como Nigeria, aunque mucha gente diga “¡Ah, pero eso es en África!” e hizo referencia a “tantos cristianos, tantos inocentes, tantos niños” que sufren las consecuencias de la guerra. Finalmente aseguró que “no es una guerra de religiones, es una guerra de intereses, por dinero, por los recursos de la naturaleza, por el dominio de los pueblos. Pero no es una guerra de religiones, porque todas las religiones quieren paz”.
El Papa agradeció entonces el trabajo de los periodistas en esta jornada de la juventud, “la juventud nos dice esperanza, esperemos que los jóvenes nos digan algo y nos dé esperanza en este momento” dijo.
Como es habitual cada vez que el Santo Padre viaja fuera de Italia, envió un telegrama para saludar al presidente del país, Sergio Mattarella, en el que califica la Jornada Mundial de la Juventud como “una significativa manifestación en el signo de la fe y la fraternidad”.
Por su parte el presidente italiano respondió expresando que “en un período marcado por grandes incertidumbres y eventos dramáticos, el último de los cuales ha golpeado trágicamente a la Iglesia católica en Francia, su mensaje de esperanza y confianza es particularmente esperado”. En su mensaje considera que Francisco logrará inspirar en los jóvenes del mundo “valores de solidaridad y de paz, oponiéndose a todas las expresiones de intolerancia, prepotencia y violencia”.
A su llegada a Polonia, en el aeropuerto internacional Juan Pablo II de Cracovia a las 15:50 hora local, recibió a bordo del avión el saludo del nuncio apostólico. Al bajar la escalera del avión, le esperaban el presidente de la República Andrzej Duda y su esposa, junto al cardenal Stanislaw Dziwisz y a dos niños vestidos con trajes regionales.
Allí, la banda militar interpretó el  himno del Vaticano y el de Polonia. Después de los honores militares, el Papa se dirige en coche hasta el Wawel, complejo arquitectónico donde se encuentran el Castillo Real, la catedral y el vicariato.

( VER MÁS EN www.zenit.org )

Comentario al evangelio de hoy miércoles 27 de julio de 2016

El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido
Parábolas

Tiempo Ordinario. 
Quien encuentra en Dios su tesoro, hace todo por 
Por: P. Francisco Javier Arriola, LC
Fuente: Catholic.net 
http://es.catholic.net/op/articulos/49046/encontrar-el-reino-de-los-cielos-gran-alegra.html

Del Evangelio según san Mateo 13, 44-46
El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.
Oración Introductoria
Dulce Huésped del alma, Espíritu Santo, ven a visitar mi corazón para que me ayudes a encontrar los verdaderos tesoros por los cuales vale la pena dejarlo todo. Hazme digno depositario de tus dones e ilumina mi mente y entendimiento para escuchar tus palabras en este momento de oración en el que vengo humildemente a pedirte tu ayuda. Santifica mi vida para ayudar a otros a encontrarte.
Petición
Corazón de Jesús lleno de bondad, llena mi corazón de amor por ti y por los demás. Concédeme conocerte para amarte y poseerte como mi único tesoro. Hazme instrumento de tu amor para que todos se beneficien de las riquezas de tu gracia.
Meditación del Papa
Nos preguntamos: ¿Cómo podemos recibir y conservar este don de la alegría profunda, de la alegría espiritual? Un Salmo dice: «Sea el Señor tu delicia, y él te dará lo que pide tu corazón». Jesús explica que «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo». Encontrar y conservar la alegría espiritual surge del encuentro con el Señor, que pide que le sigamos, que nos decidamos con determinación, poniendo toda nuestra confianza en Él. Queridos jóvenes, no tengáis miedo de arriesgar vuestra vida abriéndola a Jesucristo y su Evangelio; es el camino para tener la paz y la verdadera felicidad dentro de nosotros mismos, es el camino para la verdadera realización de nuestra existencia de hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza.
Buscar la alegría en el Señor: la alegría es fruto de la fe, es reconocer cada día su presencia, su amistad: «El Señor está cerca»; es volver a poner nuestra confianza en Él, es crecer en su conocimiento y en su amor. (Benedicto XVI, 27 de marzo de 2012).
Reflexión 
Es más fácil adiestrarnos en los negocios del mundo que en los «negocios» espirituales. Los primeros los medimos con ganancias materiales y tangibles, mientras que los segundos sólo los medimos con la fe y el amor. Esto no significa que sea difícil encontrar las riquezas de la vida espiritual, más bien quiere decir que si nosotros no podemos, hay que asesorarnos con quienes conocen este mundo de negocios de la eternidad. Dios nos ha dado muchos medios para poder encontrarlo a Él: la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras, la Santísima Virgen, los sacerdotes, los santos, los ángeles y tantas personas de buena voluntad que viven una vida ejemplar.
Las comparaciones que nos pone el Señor con su Reino, las entendemos con facilidad, porque conocemos lo que vale un cofre lleno de monedas de oro o una perla de valor incalculable, aunque nunca las hayamos tenido en las manos físicamente. Para nosotros debe haber sólo una perla, como le expresa el pasaje, pues no son varias porque disminuiría su valor. Nuestra única perla preciosa es Cristo, y quien lo posee conoce su valor. Quienes no lo conocen a Él, tampoco saben cuál es nuestro tesoro por el cual podemos llegar a dar la vida, como lo han hecho los mártires, los santos.
También hay quienes encuentran el campo donde está el tesoro, venden todo y luego lo compran. Ellos son los que eligen la vida religiosa, consagrada o sacerdotal; ellos dejan todo con tal de poseer las praderas donde está el Tesoro. Estas praderas son donde llegan a reposar y a descansar porque Cristo, el Buen Pastor y Único Tesoro, nos hace valorar las cosas en su justo precio. Cuando Jesús se convierte en nuestro único tesoro, también Él nos esmalta con las bellas joyas de la fe, de la esperanza, de la gracia, de las virtudes y del amor.
En un bello himno se lee que un apóstol no es apóstol si no es también un mensajero. Este tesoro que descubrimos lo será más en la medida en la que lo hagamos descubrir a los demás. Es curioso pensar que cuando encontramos a Dios, se transforma en la joya invaluable que nadie nos puede quitar si la cuidamos bien, y al mismo tiempo podemos hacer que otros lo encuentren, pero nunca podremos hacer que otros lo aprecien como lo único que vale si ellos mismos no lo valoran así. Esta es la experiencia de Dios en la vida espiritual, de la que más necesitamos conforme más la vamos conociendo y gustando.
Santa Teresita del Niño Jesús tiene una frase que encierra bien esta experiencia: «Jesús, dulzura inefable, convertidme en amargura todos los goces de este mundo». Quien encuentra este tesoro, sólo le pide a Dios no perderlo. Una sola es la Verdad, uno sólo el Camino, y una sola es la Vida, todo lo demás que hemos recibido de Dios en este mundo, no es malo, al contrario, pues si hubiera sido algo malo Él nunca nos lo habría dado. Pero las personas, las cosas, lo material está subordinado al único valor que está expresado en el primer mandamiento de la ley de Dios: amar a Dios sobre todas las cosas. En esta relación, lo demás será un don y una oportunidad para alabar y agradecer a Dios.
Propósito
Haré cinco minutos de oración para agradecer a Dios todas las personas, experiencias y cosas que me ha dado y permitido en mi vida y le pediré que lo descubra a Él como mi único Tesoro.
Diálogo con Cristo
Señor, Bondad infinita, yo te alabo y te doy gracias por haberme creado, por haberme permitido acercarme una vez más a ti y conocerte un poco más. Mira mi indigencia, mira mi pobreza y socórreme Tú. No permitas que mi corazón se llene de las cosas que tienen un valor efímero, de las caducas y pasajeras, y sobre todo de las que me vacían el alma y me apartan de ti. Vacíame de mí mismo y de mis egoísmos, para que sólo Tú me puedas llenar el alma y las ansias de felicidad y eternidad. Que tu Eucaristía sea mi prenda de eternidad para ganarme el cielo y los tesoros que nos has prometido. Amén.
Jesús es el verdadero y único tesoro que nosotros tenemos para dar a la humanidad. De él sienten profunda nostalgia los hombres y las mujeres de nuestro tiempo, incluso cuando parecen ignorarlo o rechazarlo. De él tienen gran necesidad la sociedad en que vivimos, Europa y todo el mundo. Benedicto XVI, Gruta de Lourdes de los Jardines Vaticanos
31 de mayo de 2010

EDD. miércoles 27 de Julio de 2016

Miércoles de la decimoséptima semana del tiempo ordinario.
http://evangeliodeldia.org/main.php?language=SP&module=readings&localdate=20160726


Libro de Jeremías 15,10.16-21.
¡Qué desgracia, madre mía, que me hayas dado a luz, a mí, un hombre discutido y controvertido por todo el país! Yo no di ni recibí nada prestado, pero todos me maldicen.
Cuando se presentaban tus palabras, yo las devoraba, tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo soy llamado con tu Nombre, Señor, Dios de los ejércitos.
Yo no me senté a disfrutar en la reunión de los que se divierten; forzado por tu mano, me mantuve apartado, porque tú me habías llenado de indignación.
¿Por qué es incesante mi dolor, por qué mi llaga es incurable, se resiste a sanar? ¿Serás para mí como un arroyo engañoso, de aguas inconstantes?
Por eso, así habla el Señor: Si tú vuelves, yo te haré volver, tú estarás de pie delante de mí; si separas lo precioso de la escoria, tú serás mi portavoz. Ellos se volverán hacia ti, pero tú no te volverás hacia ellos.
Yo te pondré frente a este pueblo como una muralla de bronce inexpugnable. Te combatirán, pero no podrán contra ti, porque yo estoy contigo para salvarte y librarte -oráculo del Señor-.
Yo te libraré de la mano de los malvados y te rescataré del poder de los violentos.
Salmo 59(58),2-3.4-5a.10-11.17.18.
Líbrame de mis enemigos, Dios mío,
defiéndeme de los que se levantan contra mí;
líbrame de los que hacen el mal
y sálvame de los hombres sanguinarios.
Mira cómo me están acechando:
los poderosos se conjuran contra mí;
sin rebeldía ni pecado de mi parte, Señor.
sin culpa mía, se disponen para el ataque.
Yo miro hacia ti, fuerza mía,
porque Dios es mi baluarte;
él vendrá a mi encuentro con su gracia
y me hará ver la derrota de mis enemigos.
Pero yo cantaré tu poder,
y celebraré tu amor de madrugada,
porque tú has sido mi fortaleza
y mi refugio en el peligro.
¡Yo te cantaré, fuerza mía,
porque tú eres mi baluarte,
Dios de misericordia!
Evangelio según San Mateo 13,44-46.
Jesús dijo a la multitud:
«El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas;
y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.»
Comentario del Evangelio por  San Máximo el Confesor (c. 580-662), monje y teólogo. Centurias sobre el amor, 4, 69s .
“El Reino de Dios se parece a un tesoro escondido en un campo”.
Algunos piensan que ellos no participan de los dones del Santo Espíritu. A causa de su negligencia en obrar conforme a los mandamientos, no saben que quien conserva inalterable su fe en Cristo, tiene en él todos los dones divinos. Cuando por inercia, estamos lejos del amor activo que deberíamos tener para con él, amor que nos muestra los tesoros de Dios escondidos en nosotros, es normal que pensemos que no poseemos los dones divinos.
Si “Cristo permanece en vuestros corazones por la fe” según dice el apóstol Pablo (Ef 3,17), y si “todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento están escondidos en él” (Col 2,3), eso significa que todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento permanecen escondidos en nuestros corazones. Pero se revelan al corazón según la medida de la purificación de cada uno, purificación que suscitan los mandamientos. Así es el tesoro escondido en el campo de tu corazón y que tú, a causa de tu pereza, no has encontrado todavía. Porque si lo hubieras encontrado lo habrías vendido todo y hubieras comprado ese campo. Pero ahora, has abandonado el campo y el tesoro lo buscas alrededor de él, allí donde no se encuentra más que espinas y abrojos. Es por eso que el Salvador dice: “Dichosos los puros de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt 5,8). Lo verán y verán los tesoros que están en ellos mismos, cuando serán purificados por el amor y la templanza. Verán tanto más, cuanto más serán purificados.

El Papa expresa su dolor por las víctimas del ataque a una iglesia en Francia

Reza por el sacerdote asesinado, por la persona herida y pide al Señor “que inspire a todos pensamientos de reconciliación en esta nueva prueba”

https://es.zenit.org/articles/el-papa-expresa-su-dolor-por-las-victimas-del-ataque-en-saint-etienne-du-rouvray/
Escudo en la sala de prensa del Vaticano (Foto ZENIT cc)

Escudo En La Sala De Prensa Del Vaticano (Foto ZENIT Cc)

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco envió un telegrama al arzobispo deRouen, Dominique Lebrun, expresando su dolor por las víctimas del atentado en la pequeña iglesia del norte de Francia. Lo hizo este martes a través del secretario de Estado, Pietro Parolin, pocas horas después del ataque en el que dos terroristas asesinaron a un sacerdote e hirieron gravemente a una segunda persona.
El texto del telegrama:
“Su excelencia
Monseñor Dominique Lebrun.
“Informado de la toma de rehenes en la iglesia de Saint-Etienne-du Rouvray, que ha causado la muerte de un sacerdote y donde una persona ha resultado gravemente herida, Su Santidad el papa Francisco le asegura su cercanía espiritual y se une con la oración al sufrimiento de las familias, así como al dolor de la parroquia y de la diócesis de Rouen”.
El telegrama añade que el Papa “Invoca a Dios, Padre de misericordia, para que reciba al padre Jacques Hamel en la paz de su luz y conforte a la persona herida”.
“El Santo Padre –prosigue el texto– está particularmente impresionado por este acto de violencia que ha tenido lugar en una iglesia, durante una misa, acción litúrgica que implora de Dios su paz para el mundo”.
El Pontífice, concluye el telegrama, “pide al Señor que inspire a todos, pensamientos de reconciliación y de fraternidad en esta nueva prueba y que derrame sobre cada uno la abundancia de sus bendiciones”.

EDD. martes 26 de Julio de 2016

Lecturas de hoy San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María.

http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy

Primera lectura

Lectura del libro del Eclesiástico (44,1.10-15):
Hagamos el elogio de los hombres de bien, de la serie de nuestros antepasados. Fueron hombres de bien, su esperanza no se acabó; sus bienes perduran en su descendencia, su heredad pasó de hijos a nietos. Sus hijos siguen fieles a la alianza, y también sus nietos, gracias a ellos. Su recuerdo dura por siempre, su caridad no se olvidará. Sepultados sus cuerpos en paz, vive su fama por generaciones; el pueblo cuenta su sabiduría, la asamblea pregona su alabanza.
Palabra de Dios

Salmo

Sal 131
R/. El Señor Dios le ha dado el trono de David, su padre
El Señor ha jurado a David
una promesa que no retractará:
«A uno de tu linaje
pondré sobre tu trono.» R/.
Porque el Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en ella:
«Esta es mi mansión por siempre,
aquí viviré, porque la deseo.» R/.
«Haré germinar el vigor de David,
enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia,
sobre él brillará mi diadema.» R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (13,16-17):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.»
Palabra del Señor

Comentario al Evangelio de hoy

José María Vegas, cmf
La familiaridad de Dios.
Para los espíritus críticos, esta sería una fiesta (litúrgicamente, una Memoria obligatoria) innecesaria, puesto que se basa, no en datos bíblicos, sino en tradiciones apócrifas y en visiones hagiográficas sin suficiente fundamento histórico. Sin embargo, el sentido de esta celebración que recuerda a los padres de la Virgen María, aparte de hacer homenaje a la Tradición de la Iglesia, que es una fuente verdadera de nuestra fe, quiere afirmar el realismo de la encarnación del Verbo de Dios, su verdadera inserción en la historia humana. Y, para ello, es preciso afirmar también la plena humanidad de María, a la que, en ocasiones, tendemos a considerar un ser tan angelical y celestial, que se encuentra fuera de nuestra humana concreción. Jesús nació de una mujer (Gal 4, 4), que fue hija a su vez de unos padres humanos. Aunque no podamos saber con certeza científica sus nombres, ni detalles de su vida, por ejemplo, si llegaron a conocer a Jesús, sabemos con certeza que existieron, que tuvieron rostro y nombre, y que, en su hija, María, contemplaron ya la aurora de la salvación. El Dios que se ha revelado como un Dios familia, un Dios Padre que se hace visible en el Hijo, quiere transmitirnos ese Espíritu de familiaridad (el Espíritu del Amor, el Espíritu Santo), para vivir en familiaridad con nosotros.
Al celebrar la memoria de los padres de María, Madre de Jesús, somos invitados a elevar un canto de acción de gracias y alabanza, porque, en verdad, somos dichosos, más afortunados que los antiguos patriarcas y profetas, porque a nosotros se nos ha dado contemplar el cumplimiento de las antiguas promesas, aquello que ellos anhelaron y esperaron, y que nosotros hemos recibido como un don inmerecido. La alabanza y la acción de gracias, el sentirnos dichosos por lo que hemos visto y oído, por lo que vemos y oímos cada día (la alegría del Evangelio, la alegría del amor), ¿no deberá traducirse en una forma de vida que sigue encarnando y haciendo visible la cercanía y familiaridad de Dios entre los hombres?
Cordialmente,
José M. Vegas cmf

Día de San Santiago el Mayor.

Santiago el Mayor, 25 de julio.

«Primero entre los apóstoles en obtener la palma del martirio, patrón de España. Origen, por tradición, de la Ruta Jacobea y de la espiritualidad mariana del Pilar, en Zaragoza»
https://es.zenit.org/articles/santiago-el-mayor-25-de-julio/
Santiago el Mayor. (Guido Reni) museo de Huston

Santiago El Mayor. (Guido Reni) Museo De Huston

 
(ZENIT – Madrid).- Este galileo, hijo del Zebedeo, compartía el mismo nombre con otro de los apóstoles: el descendiente de Alfeo. Santiago era natural de Betsaida donde pudo nacer hacia el año 5 d. C. en una acomodada familia de pescadores. Fue uno de los elegidos personalmente por Jesús, quien le invitó a seguirle cuando se hallaba ganándose el sustento en el lago de Genesaret. Su hermano Juan, el «discípulo amado», que compartía con él la faena, también fue objeto de llamamiento en ese instante, y se apresuraron a ir en pos del Maestro por el que entregarían su vida. La inmediatez de su respuesta, dejando trabajo y familia al momento sin sopesar los riesgos ni detenerse a pensar racionalmente, signos que se manifestaron antes en Pedro y en Andrés, es una de las características del seguimiento, testimonio vivo para quienes son sorprendidos por Jesús en cualquier recodo del camino. Comprendieron en ese minuto que supuso el cambio radical de sus vidas lo que encerraba el espíritu inserto en sus palabras: «os haré pescadores de hombres». De algún modo entendieron que implicaban mucho más que sobrenaturalizar su oficio; les colocaba en el disparadero hacia el paraíso prometido.

A Santiago el Mayor se le atribuye haber aparecido en diversas batallas.  (Catedral de Córdoba - Wiki commons Marshall Henrie)

Da idea de cómo sería el temperamento de estos jóvenes pescadores el sobrenombre que Cristo les dio: «boanerges», esto es, «hijos del trueno». Algunos pasajes evangélicos reflejan su primitivo carácter impulsivo e inmaduro. También una cierta osadía, no exenta de ingenuidad, pero en todo caso envuelta en la ambición y su inseparable egoísmo cuando secundaron a su madre en la petición de prebendas que hizo para ellos. El Redentor respondió con infinita paciencia, haciéndoles una observación que fue profecía. ¿Serían capaces de beber el cáliz? Su respuesta afirmativa fue corroborada por Él, y se cumplió en Santiago con su cruento martirio, pero el objeto de la conversación: saber si podrían ser encumbrados en el cielo uno a la derecha y otro a la izquierda, estaba en manos del Padre. Indudablemente, la impetuosidad y la pasión bien encauzadas son fuente de gracias. Así que la volcánica vehemencia que albergaba el corazón de estos hermanos tuvo en Jesús la vía genuina para seguir creciendo en la línea adecuada. Los dos despertaron el anhelo de incontables personas que, seducidas por esa cascada inagotable de pasión por lo divino que apreciaban en ambos, se dispusieron a entregar a Dios sus vidas.
Santiago, junto a su hermano Juan, y a Pedro, conforman una privilegiada tríada dentro de la comunidad de los Doce. Fueron testigos de momentos singulares que a otros discípulos les fueron vedados. Acompañaron al Redentor en instantes gloriosos y también dolorosos. Contemplaron la Transfiguración en el Monte Tabor, que ardientemente desearon haber podido prolongar, y de no haber sucumbido al sueño los tres habrían apreciado su terrible agonía en Getsemaní porque eran los que se hallaban más cerca de Él en esos momentos. Santiago estaba presente cuando Jesús devolvió milagrosamente la salud a la suegra de Pedro y resucitó a la hija de Jairo. Tuvo la gracia de ver al Maestro, ya Resucitado, al producirse su aparición en las orillas del lago de Tiberíades y se encontraba en Jerusalén en el momento de la venida del Espíritu Santo.
Tras la Resurrección, los discípulos dieron inicio a una labor evangelizadora que a algunos les condujo muy lejos de las fronteras en las que se habían movido. Según la tradición, Santiago llegó a España, dejando la huella de la fe directamente recibida de Cristo en dos lugares emblemáticos: Galicia y Zaragoza (la antigua Cesaraugusta). Primeramente habría pasado por la tierra gallega y una vez sembrado allí el evangelio se trasladaría a Zaragoza. En las orillas del río Ebro descansaría de las intensas jornadas apostólicas junto a un grupo de siete seguidores, los «Varones apostólicos», los únicos que se habían convertido. Afligido ante la dureza de corazón de las gentes en las que había hecho mella el paganismo, obtuvo el consuelo de la Virgen que se le apareció en esas riveras el 2 de enero del año 40 d. C. Se hallaba de pie, sobre una columna de luz rodeada de ángeles. Después de asegurarle que obtendría grandes frutos apostólicos, le encomendó que erigiese una iglesia levantando un altar justamente en el lugar donde estaba el pilar en el que reposaba. Acompañó su petición con la promesa de que Ella permanecería hasta el fin de los tiempos en ese sitio, «para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio». Además, le indicó que regresara a Jerusalén después de materializar su ruego. Dicho esto, María desapareció y quedó la columna de jaspe en torno a la cual se edificó la iglesia solicitada, actual basílica de la Virgen del Pilar en la ciudad de Zaragoza.
Santiago volvió a Jerusalén, como Ella le había pedido, y el año 41 fue martirizado durante la persecución del rey Herodes Agripas. Fue el primer discípulo mártir. Luego, siempre según la tradición, su cuerpo, inicialmente sepultado en Jerusalén, fue trasladado por sus discípulos a Galicia. Sus restos se veneran en la catedral de Santiago de Compostela. Los estudiosos no se ponen de acuerdo a la hora de ratificar la fiabilidad de estos hechos. Además, hay discordancias como la datación de fechas que no encajan en la historia. Pero lo cierto es que la que se ha considerado su tumba dio lugar a la Ruta Jacobea, una de las corrientes más fecundas de la historia a todos los niveles espirituales y culturales, incesantemente recorrida por millares de peregrinos que acuden a visitarla desde hace siglos. Esta es la realidad incuestionable; no precisa ser contrastada. Otras vías, que tampoco están corroboradas, subrayan nuevas trayectorias del apóstol Santiago que pudo llevarle a Cartagena y a Lérida. Es el patrón de España y de otros muchos países del mundo, objeto siempre de gran veneración, especialmente en Latinoamérica.

Comentario al evangelio de hoy lunes 25 de julio de 2016

Uno a tu derecha y otro a tu izquierda en tu Reino.

Fiesta de Santiago Apóstol. 
Consolidemos nuestra fe en el ruego sincero a Dios antes de afrontar nuestra pequeña gran cruz.
Por: José Fernández de Mesa
Fuente: Catholic.net 
http://es.catholic.net/op/articulos/4998/la-madre-de-los-hijos-de-zebedeo.html

Del santo Evangelio según san Mateo 20, 20-28
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. Él le dijo: «¿Qué quieres?» Ella le dice: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino». Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Le dicen: «Sí, podemos». Les dijo Jesús: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre. Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos». 
Oración preparatoria
Señor, te pido humildemente tu gracia, que es lo único que realmente importa y necesito. Soy todo tuyo, sin reserva alguna. Dame un corazón desinteresado que se consuma sólo por tu amor.
Petición
Señor, concédeme vivir en este día con la ilusión de entregarme y de servirte en los demás.
Meditación del Papa FranciscoExiste el riesgo de no entender la verdadera misión del Señor: esto sucede cuando se aprovecha de Jesús, pensando en ‘el poder’. Esta actitud se repite en los evangelios. Muchos siguen a Jesús por interés. Incluso entre sus apóstoles: los hijos de Zebedeo querían ser, uno, primer ministro y el otro, ministro de economía, querían el poder.
Esa gracia de llevar la buena noticia a los pobres, la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia, se vuelve oscura, se pierde y se convierte en querer algo del poder.
Siempre existió esa tentación del poder y de la hipocresía, de pasar del estupor religioso que Jesús nos da cuando nos encuentra, a querer sacar una ventaja personal.
Esta fue también la propuesta del diablo a Jesús en las tentaciones. Una la del pan, la otra la del espectáculo: Vamos a hacer un gran espectáculo, así todas las personas van a creer en ti. Y la tercera, la apostasía, es decir, la adoración de los ídolos. Y esta es una tentación diaria de los cristianos, nuestra, de todos los que son de la Iglesia: la tentación no del poder, de la potencia del Espíritu, sino la tentación del poder mundano. (Cf S.S. Francisco, 20 de abril de 2015, Santa Marta).
Reflexión
Ellos aún no comprendían el modo extraordinario con el que Cristo iniciaba la preparación del Reino de Dios. Quizás ellos también como los otros discípulos imaginaron que antes o después Cristo reivindicaría el poder sobre los hombres, para después administrarlo con aquella infinita sabiduría y compasión que demostró en las muchas regiones de Israel. Pero, una vez más, después de la rara intercesión de la madre de los hijos de Zebedeo, Jesús habla de una «copa que beber».
Si el que ha creado el universo ha asumido la naturaleza de sus mismas criaturas para quererlas, servirlas y salvarlas, humillándose hasta la muerte de cruz, del mismo modo quien elige seguir las huellas del Maestro tendrá que aprender a servir, a dejar que el poder del mundo lo humille y lo desprecie.
Quien quiere de verdad beber la copa de Cristo, acompañarlo a llevar la cruz del dolor a este mundo y aliviar los sufrimientos de sus hermanos, tiene que conocer lo que significa realmente sufrir y servir con generosidad. ¿Estamos listos también a hacer nuestra parte? Consolidemos nuestra fe en el ruego sincero a Dios antes de afrontar nuestra pequeña gran cruz.
Propósito
Servir con alegría y amor, especialmente a aquellos que más necesitan de mi atención.
Diálogo con Cristo
Señor, mi vocación de discípulo y misionero es una vocación al servicio. Ayúdame a rezar, a predicar, a sacrificarme para que Tú seas más amado. Dame tu gracia para poder caracterizarme por el servicio abnegado y eficaz del prójimo. Vivir con plenitud, con profundidad procurando que todas mis obras se caractericen por el servicio generoso.

EDD. lunes 25 de Julio de 2016

Fiesta de Santiago, apóstol.
http://evangeliodeldia.org/main.php?language=SP&module=readings&localdate=20160723


Carta II de San Pablo a los Corintios 4,7-15.
Hermanos:
Nosotros llevamos un tesoro en recipientes de barro, para que se vea bien que este poder extraordinario no procede de nosotros, sino de Dios.
Estamos atribulados por todas partes, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados;
perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no aniquilados.
Siempre y a todas partes, llevamos en nuestro cuerpo los sufrimientos de la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
Y así aunque vivimos, estamos siempre enfrentando a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
De esa manera, la muerte hace su obra en nosotros, y en ustedes, la vida.
Pero teniendo ese mismo espíritu de fe, del que dice la Escritura: Creí, y por eso hablé, también nosotros creemos, y por lo tanto, hablamos.
Y nosotros sabemos que aquel que resucitó al Señor Jesús nos resucitará con él y nos reunirá a su lado junto con ustedes.
Todo esto es por ustedes: para que al abundar la gracia, abunde también el número de los que participan en la acción de gracias para gloria de Dios.
Salmo 126(125),1-2ab.2cd-3.4-5.6.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía que soñábamos:
nuestra boca se llenó de risas
y nuestros labios, de canciones.
Hasta los mismos paganos decían:
“¡El Señor hizo por ellos grandes cosas!”.
¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros
y estamos rebosantes de alegría!
¡Cambia, Señor, nuestra suerte
como los torrentes del Négueb!
Los que siembran entre lágrimas
cosecharán entre canciones.
El sembrador va llorando
cuando esparce la semilla,
pero vuelve cantando
cuando trae las gavillas.
Evangelio según San Mateo 20,20-28.
La madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo.
«¿Qué quieres?», le preguntó Jesús. Ella le dijo: «Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
«No saben lo que piden», respondió Jesús. «¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?». «Podemos», le respondieron.
«Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre».
Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos.
Pero Jesús los llamó y les dijo: «Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad.
Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes;
y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo:
como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud».
Comentario del Evangelio por  San Gregorio Magno (c. 540-604), papa y doctor de la Iglesia. Homilías sobre los Evangelios, n° 35.
Beberéis mi copa.
Hermanos míos, ya que celebramos hoy la fiesta de un mártir, debemos sentirnos interpelados por la forma de paciencia que practicó. Porque si nos esforzamos, con la ayuda del Señor, a guardar esta virtud, no dejaremos de obtener la palma del martirio, aunque vivíamos en la paz de la Iglesia.El caso es que hay dos tipos de martirio: uno que consiste en una disposición del espíritu, el otro que junta esta disposición del espíritu con los actos exteriores. Por eso podemos ser mártires aunque no muramos ejecutados por la espada del verdugo. Morir de la mano de los perseguidores, es el martirio en acto, en su forma visible; soportar los insultos, amando al que nos odia, es el martirio en el espíritu, en su forma escondida.
Que hubiera dos tipos de martirios, el uno escondido, el otro público, el que es la Verdad lo atestigua pidiendo a los hijos del Zebedeo: «¿Podéis beber el cáliz que voy a beber? «, replicaron: «podemos», el Señor responde en seguida: «Mi cáliz, lo beberéis en efecto». ¿Qué debemos entender por este cáliz, si no los sufrimientos de la Pasión, sobre los que dice en otro lugar: «Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz»? (Mt 26,39) Los hijos del Zebedeo, a saber a Santiago y Juan, no murieron los dos mártires, y sin embargo se les dijo a ellos que beberían el cáliz. En efecto, aunque Juan no murió mártir, sin embargo, los sufrimientos que no pasó en su cuerpo, los probó en su espíritu. Hay que concluir pues, de este ejemplo, que nosotros también podemos ser mártires sin pasar por la espada, si conservamos la paciencia en nuestra alma.