(ZENIT – 26 julio 2018).- A continuación, ofrecemos la segunda parte de la entrevista realizada por Jordi Picazo a Norberto González, en esta ocasión dedicada a la familia en los medios de comunicación y el cine, “tipos de familia” y roles sociales.
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En esta segunda y última parte de nuestra conversación me habla el Dr. Norberto González Gaitano de que existe el concepto de familia transversalmente en todas las culturas. El arte es un escenario en el que se expresa este pensamiento subyacente en el mismo modo de ser del hombre y la mujer. Sin embargo, hemos hecho una pobre defensa de la familia, cayendo en ocasiones en el uso de terminología simple, siendo a su entender el término “familia tradicional” totalmente inadecuado. La ideología llamada ‘de género’ se aprovecha de estas reglas de juego arbitrarias.
“No existe la familia tradicional”
Jordi Picazo – Se me ocurre que con la frase “tipos de familia” se intentaría “desestabilizar”, y “demostrar” la falsedad del concepto “unívoco” de familia, equiparándola falsamente con el concepto de “familia tradicional” cuando la familia tradicional es la familia basada en el amor complementario sexuado abierto a la vida, célula de la sociedad, a proteger. Así, a los cristianos se les acusa de pensar que “solo” hay un tipo de familia. ¿Piensa Usted que equiparando esa vocación cristiana y vocación social de extender la familia humana en un entorno de familia, a la que se llama tradicional equiparándola a otros tipos, se busca quitarle la importancia y el rol que tiene eliminando así también los valores que transmite? Me atrevo a decir que no es válido el apodo de “tradicional” para la familia, en esta línea.
Norberto González – Es fatal, pues no existe la familia tradicional frente a la familia moderna. La familia es una, que se realiza históricamente en forma más o menos perfectiva o más o menos defectiva. En el pasado había familias tradicionales que eran inequívocamente desastrosas. Y es importante analizar y entender cómo intervienen los medios de comunicación en la configuración de estas ideas (leer aquí sobre trabajo de investigación equipo Dr. Norberto GG). Dice Ashley Montagu que la sociedad se configura también a partir de la imagen que ella tiene de sí misma, y cambia según la imagen que contribuye a configurar. Entonces este es el papel de los medios de comunicación, que pueden modificar cambiar la sociedad para bien o para mal.
Una gramática universal de la familia
Jordi Picazo – Por el fenómeno del cruce de culturas y la consecuente interculturalidad, que convierte especialmente las grandes metrópolis en comunidades cosmopolitas, me pregunto si existe una “gramática universal” de la familia, trazos comunes que podamos identificar, común denominador en Barcelona, Singapur, Kampala, Seattle o Minsk, o entre los aborígenes australianos. ¿O por el contrario es simplemente un constructo social arbitrario y objeto de definición del partido político o consejo de ancianos que rija la comunidad en un momento dado?
Norberto González – Sí, hay una gramática universal de la familia, y a mí me parece que es particularmente visible en las grandes obras de la literatura y el cine. Particularmente me encanta el cine chino, y especialmente Zhang Yimou, por ejemplo en ‘Sorgo Rojo’, ¡Vivir!’, ‘Hero’, ‘El amor en el espino blanco’. Por otra parte, es el gran cineasta chino de la revolución cultural, censurado muchas veces. Bien, él tiene una vida personal digamos que movida, difícil, compleja. Pero en sus películas, cuando habla de la familia, toca bien dentro, por eso alcanza todas las culturas, y por eso ha sido bien recibido en Occidente. Ciertamente la sensibilidad de ‘Regreso a casa’ es todo un canto a la pietas. Entonces, hay notas comunes que percibes perfectamente (ver filmografía de Z Y).
Percibes, decía, estas constantes universales, está gramática de la piedad, del amor como donación, etcétera, no obstante las dificultades. Con dificultades ciertamente, pues hablamos del amor no como una utopía, sino como un ideal, sí, pero que es realizable y realizado, que exige una cooperación y la respuesta libre de las personas.
Por desgracia, vemos cómo en Occidente tenemos mucha más dificultad para representar esto hoy día. Porque la presión de esos lugares comunes culturales que han debilitado la imagen ideal de la familia es tan fuerte, que no somos capaces de hacer un discurso tan bello como estos filmes. Lo cual no quiere decir que no esté presente esa imagen de la familia, ciertamente está presente. Incluso en una filmografía de vanguardia, como El árbol de la vida, película norteamericana del mismo director de La delgada línea roja.
Hombre malo y abusador
El árbol de la vida transmite el mensaje profundo de que la cultura moderna ha perdido el sentido de la paternidad, y además aporta a mi juicio una tesis muy bonita: que no podemos recuperar el sentido de la paternidad en la cultura sino recuperamos el origen mismo de la paternidad, idea que es presentada como denuncia. Y es fuertísimo esto que dice, que el origen de la paternidad es Dios Padre (ver tráiler YouTube). La película empieza con una larguísima secuencia sobre la Creación.
Estéticamente, El árbol de la vidaha sido muy aplaudida por la crítica ‘hollywoodiana’, la élite ‘hollywoodiana’, quizá porque no entendieron el mensaje profundo de la película. El padre es el malo en la cultura moderna, el abusador; es el macho violento, etcétera.
La dimensión profética del Arte
El arte se adelanta siempre a su tiempo. Ahora estoy pensando en una autora como Susana Tamaro. Y es que no cabe duda de que Susana Tamaro en su libro Donde te lleve el corazón, y en el resto de su obra literaria, es consciente en el fondo de dirigirse a una cultura nihilista, y, por tanto, piensa, ‘mi literatura es aparentemente nihilista, pero hay Redención’. Entonces esto es lo que quiero decir: tanto en un contexto como en otro se está hablando de la familia, se está hablando de la paternidad, y en algunos casos presentándola como valor positivo, bello y hermoso, valor que todavía está por realizar socialmente. En otros casos, como una aspiración de algo que hemos perdido o que nos falta. En definitiva, es un horizonte de llegada. Este fenómeno es global, yo creo que sí. No puede ser de otra manera, por ello la gramática de la familia es universal, como conclusión a su pregunta.
Estoy pensando ahora mismo en otros dos filmes que han tenido éxito, ciertamente no ‘hollywoodiano’ como en el caso de El Árbol de la vida pero sí de crítica y de público. Es El hijo del otro (2014), un filme francés que plantea el problema de la identidad en la familia en relación con el origen étnico: el problema que se plantea en la familia cuando los padres descubren que los niños han sido cambiados en una incubadora, y ellos tienen en realidad un niño palestino, mientras que el hijo de la familia palestina es en realidad su hijo. Es interesantísimo el encuentro entre las familias (ver tráiler YouTube).
Esto es un lugar común, que hemos tratado en nuestra publicación ‘Familia y medios de comunicación’, y del que el Dr. A. Malo, catedrático de Antropología filosófica de la Universidad de la Santa Cruz en Roma, se ha ocupado abundantemente. Más en concreto desde el ángulo de la “antropología de la relación”, en su reciente libro. Precisamente él ha hecho una estupenda crítica cinematográfica sobre esos dos filmes, publicada en nuestro portal. Esa película plantea el contexto de la cultura japonesa con dos matrimonios a los que en realidad los médicos les han intercambiado inconscientemente los hijos. Entonces, ahí lo que se explora no son las relaciones de clan, de tribu, étnicas, sino internas de la familia: lo que supone en la relación marido y mujer, padre e hijo en este caso. Esto te hace ver una vez más que la ‘gramática’ de la familia es universal. Se trata de dos universos culturales totalmente distintos, conflictivos en este caso. Y la lectura de fondo es la misma.
Aún otro filme en el que estoy pensando ahora es El velo pintado. Esta película es una adaptación fantástica de la famosa novela homónima de W. Somerset Maugham donde el tema central es el perdón (ver tráiler YouTube). Una frase de la crítica en la presentación de la carátula del vídeo comercial dice: “a veces la distancia más larga es la que existe entre dos personas”. Es la historia de un adulterio, la historia también de un descubrimiento del amor a través del perdón. Es una novela fantástica. De ahí su éxito intemporal.
El folleto de Glaad
Jordi Picazo – En Filadelfia, EE. UU., en la espera de la venida del Papa Francisco en septiembre de 2015, el lobby LGBTIQ a través de la asociación Glaad, difundió unos panfletos entre los profesionales de los Medios de Comunicación, en los que se nos explicaba el lenguaje que a su manera de ver deberíamos usar para hacer nuestro trabajo bien. Clasificaba algunas expresiones como correctas, incorrectas, ofensivas, y también calificaba de “destructiva” la campaña de la jerarquía católica romana. Es lo que Usted comentaba de la influencia de la ideología más sobre los Medios de comunicación que en “la calle Twitter”. Otros términos inexactos para Glaad serían “la Iglesia” como sinónimo de “los obispos” o “la jerarquía”: “La definición de ‘la Iglesia’, técnicamente, es “todo el pueblo de Dios.” Decir, “La Iglesia católica está en contra de la igualdad de matrimonio” no es exacta. “Obispos de la Iglesia Católica” están en contra de la igualdad de matrimonio. Así, un término ofensivo sería “homosexual”: se prefiere “gay”, pero como adjetivo.
Así, sería correcto “Hombre gay” o “lesbiana” (sustantivo); “persona gay” Igualmente ofensivo sería “el estilo de vida gay” o “estilo de vida homosexual” y se prefiere “la vida de personas gay, lesbianas y bisexuales”, pues “No hay un único estilo de vida lesbiana, gay o bisexual”. Las lesbianas, los hombres gay, los bisexuales y personas transgénero son diversos en la forma en que conducen sus vidas (ver informe Glaad aquí, español/inglés).
Se me ocurre que este juego lingüístico es similar a tomar una célula, extirpar el núcleo y ponerle otro núcleo: tomas un concepto y lo manipulas. El pensamiento discurre a través de lenguaje, las palabras, y cambiando los conceptos expresados por las palabras cambia la percepción de la realidad.
Norberto González – «No es que pensemos con palabras, sin embargo el lenguaje no solo es el vestido del pensamiento, es su forma. Es muy interesante a este respecto el ensayo de George Orwell “La política y la lengua inglesa” sobre la manipulación del lenguaje como instrumento de arma política, escrito justo en el contexto de la Guerra Mundial».