Homilía para la Eucaristía de la Celebración de la Inmaculada Concepción de la Sma. Virgen María.
Fuente : https://www.laicoscapuchinos.cl/laicos/index.php/category/formacion-eclesial/
Celebremos debidamente a la Virgen Inmaculada participando en la Eucaristía. Dios bendiga a todos. Pastor.
LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA SMA. VIRGEN.
Génesis 3,9-15.20: La primera Buena noticia que da el mismo Dios: el mal será vencido por un descendiente de mujer: Jesús, el Hijo del hombre.
Efesios 1,3-6.11-12: Al inicio de la carta Pablo bendice a Dios, es decir, lo alaba, porque El nos ha colmado de bendiciones en Cristo. Así: fuimos elegidos para ser santos, predestinados a ser hijos de Dios y herederos.
Lucas 1,26-38: el anuncio de la Encarnación. Se destaca la generosidad de Dios y la fe de María.
1.- La celebración de la Inmaculada no es un paréntesis en este tiempo de Adviento, al contrario, un aporte grandísimo al misterio del Señor que viene. Porque, como dice la oración de la Misa, “Dios se preparó una digna morada para su Hijo”.
Contemplar el misterio de la Inmaculada concepción es hacer fe a la Buena Noticia de salvación que nos da el mismo texto del Génesis. Allí se nos promete algo inaudito: que de una mujer nacería Aquel que con su muerte y Resurrección aplastaría la cabeza de la serpiente maligna, autor de todo mal, el demonio. Por eso la iglesia celebra a Aquella por quien nos vino la salvación y la llama la Inmaculada, la sin contaminación de pecado. No es de dudar esto, ya que en Cristo Jesús, como dice san Pablo, hemos sido colmados de bendiciones.
2.- Sí, Cristo es nuestra Bendición, es decir, en El Dios Padre nos eligió para que fuéramos santos e irreprochables. Si esto creemos que el Señor ha realizado en nosotros, con mayor razón lo creemos de Aquella que Dios se preparó; la colmó de dones y bendiciones. Ella fue elegida antes de la creación del mundo, para que fuera santa e irreprochable. Si todos fuimos predestinados a ser hijos adoptivos, Ella, la hija predilecta del Padre, fue predestinada a ser la Madre de Jesucristo, el Hijo muy querido de Dios Padre. No nos quepa la menor duda que así fue.
Por eso nos alegramos y la celebramos. Porque es la “llena de gracia”. Contemplarla es para nosotros todo un signo de esperanza.
3.- Ahora nos sentimos acosados por el mal, ya que, como dice el texto bíblico, el mal siempre nos asecha y trata de mordernos. Y de hecho, todos hemos experimentado la mordedura del mal, hemos llegado a la existencia contagiados por el asqueroso virus del pecado, del que Ella fue liberada por los méritos de su Hijo Jesús, ¡ Bendito sea por siempre!
San Pablo nos dice: “al que no cometió pecado Dios lo hizo pecado” (2Corintios 5,21), es decir, El, como nacido de mujer, sufrió la mordedura, pagó el precio del pecado muriendo por todos, y así venció al pecado con su muerte y resurrección.
4.- Por eso, ¡Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo!
¿Por qué? Porque colmó de bendición a todos: a María, la llena de gracia, a ti, a mí, a todos, que gimiendo en este valle de lágrimas, no nos desesperamos. Al contrario, nos llena de alegría el saber que allí donde abundó el pecado sobreabundó la gracia; porque eso creemos, eso esperamos.
Si la Navidad nos alegra es porque llega el Salvador. La Inmaculada nos llena de optimismo, porque Ella es la primicia de los redimidos, la que por gracia fue exenta de todo pecado. Por eso celebramos y nos alegramos. Por eso hacemos Eucaristía.
Hermano Pastor Salvo Beas.