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2017: CUARESMA DESPUÉS DEL JUBILEO.

Fuente : https://www.laicoscapuchinos.cl/laicos/index.php/2017/03/17/2017-cuaresma-despues-del-jubileo/
Terminado el Jubileo de la Misericordia el papa Francisco nos ha enviado a todos los católicos la CARTA MISERICORDIA ET MISERA del 20 de noviembre de 2016. En ella hace un balance de todo el año y nos proyecta los frutos del Jubileo en la vida diaria de cada comunidad cristiana. En la Cuaresma 2017 que ha comenzado el miércoles 1 de marzo con el rito de las Cenizas y terminará el 9 de abril con el Domingo de Ramos terminado el Jubileo estamos llamados a profundizar lo que vivimos el año pasado.
1.-CUARESMA ES PROFUNDIZAR LA LECTURA PERSONAL Y COMUNITARIA DE LA PALABRA DE DIOS:
“La Biblia es la gran historia que narra las maravillas de la misericordia de Dios. Cada una de sus páginas está impregnada del amor del Padre que desde la creación ha querido imprimir en el universo los signos de su amor.
Deseo vivamente que la Palabra de Dios se celebre, se conozca y se difunda cada vez más, para que nos ayude a comprender mejor el misterio del amor que brota de esta fuente de misericordia. Lo recuerda claramente el Apóstol: «Toda Escritura es inspirada por Dios y además útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia» (2 Tm 3,16)”.
Démonos un tiempo para que todos los días leamos, meditemos, profundicemos personal y comunitariamente la Palabra de Dios.
PREGUNTEMONOS: ¿He leído un libro entero de la Biblia? ¿Leo todos los días un párrafo o el evangelio? ¿En esta Cuaresma puedo empezar a meditar la Biblia?
2.-CUARESMA ES RECIBIR EL SACRAMENTO DEL PERDÓN Y LA RECONCILIACIÓN: 8
“La celebración de la misericordia tiene lugar de modo especial en el Sacramento de la Reconciliación. Es el momento en el que sentimos el abrazo del Padre que sale a nuestro encuentro para restituirnos de nuevo la gracia de ser sus hijos. Somos pecadores y cargamos con el peso de la contradicción entre lo que queremos hacer y lo que, en cambio, hacemos (cf. Rm 7,14-21); la gracia, sin embargo, nos precede siempre y adopta el rostro de la misericordia que se realiza eficazmente con la reconciliación y el perdón. Dios hace que comprendamos su inmenso amor justamente ante nuestra condición de pecadores. La gracia es más fuerte y supera cualquier posible resistencia, porque el amor todo lo puede (cf. 1 Co 13,7).
En el Sacramento del Perdón, Dios muestra la vía de la conversión hacia él, y nos invita a experimentar de nuevo su cercanía. Es un perdón que se obtiene, ante todo, empezando por vivir la caridad. Lo recuerda también el apóstol Pedro cuando escribe que «el amor cubre la multitud de los pecados» (1 Pe 4,8). Sólo Dios perdona los pecados, pero quiere que también nosotros estemos dispuestos a perdonar a los demás, como él perdona nuestras faltas: «Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden» (Mt 6,12). Qué tristeza cada vez que nos quedamos encerrados en nosotros mismos, incapaces de perdonar. Triunfa el rencor, la rabia, la venganza; la vida se vuelve infeliz y se anula el alegre compromiso por la misericordia.
PREGUNTEMONOS:
¿Hace cuánto tiempo que no me confieso? ¿Estoy consciente de la gran necesidad de confesarme para crecer en mi vida cristiana? ¿Tengo conciencia que soy un pecador o me creo bueno (=fariseo)?
3.-CUARESMA ES RECIBIR Y DAR EL CONSUELO DEL PADRE.13
La misericordia tiene también el rostro de la consolación. «Consuelen, consuelen a mi pueblo» (Is 40,1), son las sentidas palabras que el profeta pronuncia también hoy, para que llegue una palabra de esperanza a cuantos sufren y padecen. No nos dejemos robar nunca la esperanza que proviene de la fe en el Señor resucitado. Es cierto, a menudo pasamos por duras pruebas, pero jamás debe decaer la certeza de que el Señor nos ama. Su misericordia se expresa también en la cercanía, en el afecto y en el apoyo que muchos hermanos y hermanas nos ofrecen cuando sobrevienen los días de tristeza y aflicción. Enjugar las lágrimas es una acción concreta que rompe el círculo de la soledad en el que con frecuencia terminamos encerrados.
PREGUNTEMONOS:
¿Me doy tiempo para consolar, escuchar a los que están tristes, a los que han perdido un ser querido? ¿Me acerco al depresivo o lo dejo con sus problemas?
4.-CUARESMA ES HACER ACCIONES CONCRETAS DE AMOR AL PROJIMO, OBRAS DE MISERICORDIA 17
“Durante el Año Santo, especialmente en los «viernes de la misericordia», he podido darme cuenta de cuánto bien hay en el mundo. Con frecuencia no es conocido porque se realiza cotidianamente de manera discreta y silenciosa. Aunque no llega a ser noticia, existen sin embargo tantos signos concretos de bondad y ternura dirigidos a los más pequeños e indefensos, a los que están más solos y abandonados. Existen personas que encarnan realmente la caridad y que llevan continuamente la solidaridad a los más pobres e infelices”.
PREGUNTEMONOS:
¿Paso de la pena y la lástima a la ayuda concreta a los que sufren? ¿Voy a ver a los privados de libertad? ¿Ayudo a los de la calle?
En esta Cuaresma miremos a la Virgen María: 
Que los ojos misericordiosos de la Santa Madre de Dios estén siempre vueltos hacia nosotros. Ella es la primera en abrir camino y nos acompaña cuando damos testimonio del amor. La Madre de Misericordia acoge a todos bajo la protección de su manto, tal y como el arte la ha representado a menudo. Confiemos en su ayuda materna y sigamos su constante indicación de volver los ojos a Jesús, rostro radiante de la misericordia de Dios.
 
Padre Ramón Tapia.
Párroco de Nuestra de los Desamparados.
Quillota.