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Homilía para la Eucaristía del Domingo 16 de Julio de 2017.

Fuente :  https://www.laicoscapuchinos.cl/laicos/index.php/2017/07/15/homilia-para-la-eucaristia-del-domingo-16-de-julio-de-2017/
Dios y su Santísima Madre protejan a nuestra Patria. Un abrazo. Pastor.

SOLEMNIDAD DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN.

 

1Reyes 18,41-46: desde la cumbre del Carmelo Elías observa y anuncia el fin de la sequía de Israel.

Gálatas 4,4-7: en el tiempo determinado por Dios para inaugurar su reinado evió a su Hijo nacido de una mujer.

Juan 19,25-27: Jesús deja a su Madre a los que creen en El.

1.- Hoy tenemos la suerte de celebrar a la Santísima Virgen en su advocación del Carmen. Ella es la Madre y Reina de Chile. Así la proclamaron los Padres de la Patria. Desde entonces la celebramos los que somos creyentes.

En estos tiempos por los que pasamos los chilenos y todos sus habitantes la Palabra de Dios nos sale al paso. Son muchos los mensajes que podríamos sacar. Si nos detenemos en la primera lectura, Elías, el celoso profeta que combatió el absolutismo de los reyes y fue el defensor de la fe en el Dios verdadero, poniendo freno a la ola de paganismo que amenazaba al Pueblo de Dios. Es este Profeta el que anuncia el fin de la sequía imperante en Israel. De este modo muestra al Pueblo de Dios que el único capaz de dar vida (agua) a su pueblo es el Señor, y no los falsos dioses de los paganos.

2.- El Señor interviene en la historia del hombre y lo hace enviando a su Hijo nacido de una mujer. Ella, la madre, es la tierra fecunda en la que germinó y fructificó la Palabra de Dios hecha carne. Gracias a Ella Dios se hace presente entre nosotros para hacer de cada uno de nosotros sus hijos y herederos del Reino de Dios. Y en el momento cumbre de la redención el Señor deja su Madre en  manos del discípulo amado. Este discípulo no tiene nombre, hay que ponerle un nombre. ¿Cuál? El tuyo, el mío, el de cada uno de nosotros. Ella es nuestra Madre, prueba concreta del amor del Señor. En Juan 3,16 leemos: “Dios amó tanto al mundo, que entregó su Hijo único para que todo el que cree en El no muera”. Y en el mismo evangelio, en el capítulo 19 leemos: “Al ver a la Madre y cerca de ella al discípulo a quien amaba (a ti…a mí), Jesús le dijo: Mujer, aquí tienes a tu hijo”. Dos actos de amor generoso de entrega: el Padre nos da a su Hijo y el Hijo nos da a su Madre.

3.- Estamos viviendo tiempos difíciles, ya que juna fuerte ola de paganismo amenaza a nuestro pueblo. Así como las marejadas están destruyendo el borde costero, así esta ola está echando por tierra lo más sagrado de la patria y de la fe cristiana: la familia, los niños, el matrimonio. Atropella la vida porque ya no se cree en la persona. Esta ola de paganismo ha producido una terrible sequía espiritual en nuestro pueblo. Sequía que se manifiesta en el ambiente de corrupción imperante en nuestra sociedad chilena. Sequía espiritual que se manifiesta en la esterilidad de la misma Iglesia chilena, que no está muerta, sino dormida.

Este triste cuadro debe cambiar, tiene que cambiar. ¿Cómo?

Por un lado le pedimos a la Virgen que sea nuestra Madre. Ella es la nube que presagia la mejor de las lluvias: el Reinado de Dios, que sea Él quien haga su voluntad en nuestra Patria. Pero no basta con rezar. Cada uno de nosotros ha de trabajar por poner a Dios en el centro, por poner al servicio del Estado a personas de manos limpias y corazones no contaminados.

4.- Hoy el Señor nos dice a todos: “Aquí tienes a tu Madre”. Hagamos lo que dice el evangelio: “Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa”. Que Chile sea la casa de todos, donde recibimos a la Madre de Jesús. Que en tu casa sea recibida Aquella por quien nos vino la salvación: Jesús bendito, el Hijo de Dios, el Hijo de María.

Que Ella sea quien nos muestre a su Hijo Jesús aquí en esta Eucaristía y en todos los momentos de nuestra Patria.

                                                                Hermano Pastor Salvo Beas.