Comentario al Evangelio del lunes 28 de abril de 2025.
LA PALABRA DE DIOS ILUMINA NUESTRA VIDA.
Cristo resucitado nos enseña que lo más importante en la vida es TENER: tener fe para fortalecerse; tener gente para amar; tener proyectos para dedicarse; tener sueños para inspirarse; tener humildad para levantarse; tener la certeza de un Dios siempre presente, entonces, tener a quien agradecer.
En el evangelio de hoy, estamos invitados a seguir el diálogo de Jesús con Nicodemo, un fariseo que busca a Jesús por la noche. Nicodemo reconoce que Jesús viene de Dios, pero aún tiene dificultades para comprender plenamente el misterio que se le presenta: «En verdad, en verdad te digo, si no naces de lo alto, no podrás ver el reino de Dios» (Jn 3,3).
Jesús habla de un nuevo nacimiento, no físico sino espiritual – nacer «del agua y el Espíritu». Este nuevo nacimiento es una llamada a la renovación de vida, a una transformación interior que solo el Espíritu Santo puede operar en nosotros.
En plena luz de la Pascua, esta palabra resuena con fuerza: estamos llamados a vivir como resucitados, hombres y mujeres del Espíritu, liberados de las ataduras del miedo, de la duda y de la muerte. La vida nueva en Cristo no es algo que poseemos por nosotros mismos, sino que recibimos de Dios como un don gratuito.
Nicodemo representa también nuestros propios pasos de fe: nos acercamos a Jesús muchas veces en el silencio de la noche, con nuestras preguntas, dudas y deseos profundos. Y Jesús, con paciencia, nos invita a confiar en el soplo misterioso del Espíritu que, como el viento, «sopla donde quiere» (Jn 3,8).
Pregunta del día: Hoy, ¿estoy abierto(a) a la acción del Espíritu en mi vida? ¿Qué áreas de mi corazón aún necesitan nacer de nuevo?
Hermano Mauricio Silva dos Anjos – Hermanos Menores Capuchinos de Chile.