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Comentario al Evangelio del domingo 05 de enero de 2025.

“Se llenaron de inmensa alegría”. – Los magos, al seguir por otro camino, nos enseñan que el verdadero encuentro con Cristo requiere cambio. Cuando encontramos al verdadero rey, cambiamos de rumbo, transformamos nuestro viaje y abrazamos una nueva forma de vida.

Queridos hermanos y hermanas, somos invitados a hoy celebrar la Epifanía del Señor, una de las festividades más significativas en nuestra fe cristiana. El Evangelio de San Mateo que acabamos de escuchar nos narra la maravillosa historia de los Reyes Magos, guiados por una estrella, que llegan desde Oriente para adorar al recién nacido Rey de los Judíos. La búsqueda de los Magos Los Magos representan a la humanidad en busca de la verdad y la salvación. Ellos dejan atrás sus hogares y comodidades, emprendiendo un largo y difícil viaje, guiados únicamente por la estrella. Su perseverancia y dedicación nos enseñan que buscar a Dios requiere esfuerzo y sacrificio, pero que la recompensa es infinita. La estrella que los guía es símbolo de la luz divina que nos guía en nuestro camino hacia Dios. Así como la estrella condujo a los Magos a Jesús, la luz de Cristo nos guía a través de las incertidumbres y oscuridades de la vida. Debemos estar siempre atentos a las señales que Dios nos envía, abiertas y dispuestas a seguir su voluntad. El encuentro con Herodes El encuentro de los Magos con el rey Herodes nos muestra dos actitudes opuestas ante el nacimiento de Jesús. Mientras Herodes ve en Él una amenaza a su poder y busca destruirlo, los Magos ven en Jesús al Salvador y se llenan de alegría. Esto nos invita a reflexionar sobre nuestras propias actitudes: ¿Buscamos a Jesús con un corazón abierto y dispuesto a adorarlo, o nos dejamos llevar por nuestros temores y egoísmos? Los dones ofrecidos Los dones de oro, incienso y mirra ofrecidos por los Magos tienen un profundo significado. El oro representa la realeza de Jesús, reconociéndolo como nuestro Rey. El incienso simboliza su divinidad, pues Jesús es Dios hecho hombre. La mirra, utilizada en los embalsamamientos, anticipa el sufrimiento y la muerte de Jesús, mostrando su misión redentora. La revelación a todas las naciones La Epifanía es la manifestación de Jesús al mundo entero. Los Magos, siendo extranjeros, nos recuerdan que la salvación traída por Jesús es para todos, sin distinción de raza, cultura o condición social. Dios se revela a aquellos que, con corazón sincero, lo buscan y están dispuestos a seguir su luz. Hermano y hermana, la liturgia de hoy nos lleva a reflexionar sobre dos actitudes que podemos ver a lo largo de todo el Evangelio: El pueblo de Israel rechaza a Jesús, mientras que los «magos» del oriente (que son paganos) le adoran. Herodes y Jerusalén «se inquietan» y planean su muerte, mientras que los paganos sienten una gran alegría y lo reconocen como su Señor. ¿Con quién nos identificamos? ¿Qué regalos hemos ofrecido a Jesús? Queridos hermanos y hermanas, que esta celebración de la Epifanía nos inspire a buscar siempre a Jesús con perseverancia y humildad. Que estemos atentos a las señales de su presencia en nuestras vidas y dispuestos a ofrecerle lo mejor de nosotros mismos. Y que, como los Magos, regresando a nuestros hogares, llevemos con nosotros la alegría y la luz de haber encontrado al Salvador. Que en esta eucaristía podamos permitir que la luz del Señor nos ilumine, para que iluminados por él podamos ser presencia de su luz en la vida de todas las personas y en los lugares donde vivimos. Gloria al Señor, alabanza por los siglos de los siglos. Amén! – Hermano Mauricio Silva dos Anjos – Hermano Menor Capuchino de Chile.