EDD. jueves 29 de julio de 2021.
Jueves de la decimoséptima semana del tiempo ordinario
Santa Marta
Memoria obligatoria
Color: blanco
Marta aparece tres veces en el Evangelio: en la cena de Betania cuando, con María su hermana, acoge a Jesús en su casa; en la resurrección de su hermano Lázaro, cuando profesa su fe en Jesús y, finalmente, en el banquete ofrecido al Señor, seis días antes de la Pascua. En cada circunstancia, el relato del evangelio destaca su rol de dueña de casa.
Antífona de entrada Cf. Lc 10, 38
Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, cuyo Hijo aceptó hospedarse en la casa de santa Marta; concédenos, por su intercesión, que sirviendo fielmente a Cristo en nuestros hermanos, podamos ser recibidos por ti en la morada eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
La nube cubrió la Carpa del Encuentro y la gloria del Señor llenó la Morada.
Lectura del libro del Éxodo 25, 8-9; 40, 16-21. 34-38
El Señor dijo a Moisés: “Me harás un Santuario y Yo habitaré en medio del pueblo. En la construcción de la Morada y de todo su mobiliario, te ajustarás exactamente a los modelos que Yo te mostraré”.
Moisés realizó exactamente todo lo que el Señor le había ordenado. En el segundo año, el primer día del primer mes, se procedió a la erección de la Morada. Para ello, Moisés asentó sus bases, colocó sus bastidores, dispuso sus travesaños y levantó sus columnas. Después extendió la carpa por encima de la Morada, y sobre ella colocó la cobertura de la carpa, como el Señor se lo había ordenado. En seguida tomó las tablas del Testimonio y las puso en el arca; sujetó las andas en el arca, y sobre ella colocó la tapa. Entonces condujo el arca hasta el interior de la Morada, colgó el velo que la protegía y así cubrió el Arca del Testimonio, conforme a la orden que el Señor le había dado.
Entonces la nube cubrió la Carpa del Encuentro y la gloria del Señor llenó la Morada. Moisés no podía entrar en la Carpa del Encuentro, porque la nube se había instalado sobre ella y la gloria del Señor llenaba la Morada.
En todas las etapas del camino, cuando la nube se alzaba, alejándose de la Morada, los israelitas levantaban el campamento. Pero si la nube no se alzaba, ellos no se movían, hasta que la nube volvía a hacerlo. Porque durante el día, la nube del Señor estaba sobre la Morada, y durante la noche, un fuego brillaba en ella, a la vista de todo el pueblo de Israel. Esto sucedía en todas las etapas del camino.
SALMO RESPONSORIAL 83, 3-6a. 8a. 11
R/. ¡Qué amable es tu Casa, Señor del universo!
Mi alma se consume de deseos por los atrios del Señor; mi corazón y mi carne claman ansiosos por el Dios viviente.
Hasta el gorrión encontró una casa, y la golondrina tiene un nido donde poner sus pichones, junto a tus altares, Señor del universo, mi Rey y mi Dios.
¡Felices los que habitan en tu Casa y te alaban sin cesar! ¡Felices los que encuentran su fuerza en ti! Ellos avanzan con vigor siempre creciente.
Vale más un día en tus atrios que mil en otra parte; yo prefiero el umbral de la Casa de mi Dios antes que vivir entre malvados.
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Cf. Hech 16, 14b
Aleluya.
Señor, toca nuestro corazón, para que aceptemos las palabras de tu Hijo. Aleluya.
EVANGELIO
Recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 13, 47-53
Jesús dijo a la multitud: “El Reino de los Cielos se parece a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.
Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes. ¿Comprendieron todo esto?” “Sí”, le respondieron.
Entonces agregó: “Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo”.
Fuente : http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2021-07-29
REFLEXIÓN :
Este evangelio nos presenta la realidad a la que algún día nos enfrentaremos, solo Dios sabe cuándo. Es por eso una nueva invitación para estar en vigilancia y oración. Cada momento en nuestra vida tenemos la oportunidad de elegir entre lo bueno y lo malo, entre el bien y el pecado. Cristo quiere que nos demos cuenta de esta realidad y que valoremos el gran premio para la eternidad. Ciertamente no es nada fácil mantenerse en vigilancia porque por todos lados estamos rodeados de tentaciones, pero nos preservaremos en la medida que esa fe en Jesús se haga realidad constantemente a través de un pensamiento, una jaculatoria, una renuncia por amor, una conquista ofrecida…
Como cristianos estamos llamados a ayudar a nuestros hermanos a llegar al cielo. El apóstol es una moneda de dos caras: por un lado está la oración y por otro el apostolado; no existen los santos egoístas. Vivo mi vocación en el trabajo, en la familia, con los amigos, ese es mi apostolado y también la manera de estar en vigilancia. Si quiero el cielo para mí, debo quererlo también para todos aquellos que me rodean.
Fuente : https://es.catholic.net/op/articulos/48502/cat/347/separaran-los-peces-malos-de-entre-los-buenos.html