Homilía para la Eucaristía del domingo 28 de septiembre de 2025.
DOMINGO XXVI DEL CICLO C.
Amós 6,1.4-7: Se hace un retrato de la denuncia de la adinerada y corrupta de Samaría.
1Timoteeo 6,11-16: El hombre de Dios debe testimoniar la fe y mandatos de Cristo mediante una fe viva y una caridad auténtica. Todos somos testigos (=mártir).
Lucas 16,19-31: Inutilidad de la riquezas no compartidas.
1.- El Profeta se encara valiente mente contra el desgaste moral de la región del norte de Israel, cuya capital es Samaría. Se retrata la vida del adinerado y corrupto, que vive preocupado de sí mismo, pero no tiene en cuenta la ruina y miseria de los pobres. Es por esta razón que el Profeta les anuncia el cautiverio y con él el derrumbe de una vida de lujos y pecado. El texto dice: Se terminará la orgía de los libertinos”.
2.- Todo discípulo de Cristo es u hombre de Dios y lo que se espera de un hombre de Dios es que sea un verdadero testigo de fe y de los mandamientos de Cristo. Nuestra vida cristiana es martirial, es decir, de testimonio. Y la misión del cristiano es vivir el mensaje de Cristo mediante una fe viva y una caridad auténtica hasta las últimas consecuencias.. Y si la iglesia es poco creíble hoy es por la poca vivencia de una fe auténtica.
3.- Estamos viviendo en el mundo occidental un terrible desorden social y moral. Y asomos de estos hay también en nuestra patria.
Si, según el evangelio, existe una brecha, un abismo entre los del Reino de Dios y los de este mundo, del mismo modo también se da esta brecha en este mundo llamado Chile.
Los exagerados sueldos de algunos políticos y otros al lado de los pobres, que abundan en nuestro suelo han creado una brecha infranqueable. Mientras unos pocos gozan y lo pasan bien, incluso en medio de colectivas corrupciones, hay un grueso de la población que no tiene con qué cubrir sus necesidades básicas. Hace poco, en las festividades patrias, todas las iglesias hicieron un llamado para que se respete la vida en todas sus manifestaciones. ¡Dios quiera que este llamado no caiga en el vacío!
4.- El evangelio es claro. No es malo el tener riquezas, sobre todo si son obtenidas de forma correcta. ¿Qué condena el evangelio? Al rico que con un estilo de vida de lujo y desenfreno hace espléndidos banquetes, pero le da la espalda al pobre que tiene en su puerta.
Si el banquete en la Biblia es imagen del Reino de Dios, el banquete del rico es imagen de un anti Reino, ya que no toma en cuenta al pobre y al indigente.
Por eso la Palabra nos está llamando a una vida de fe auténtica y coherente.
Escuchar la Palabra y vivirla garantiza salvación. No así los signos extraordinarios como apariciones, resurrección de muertos, ni eventos religiosos.
Hoy, último domingo del mes, es la Día de Oración por Chile. El evangelio nos quiere decir: “Tienen a Jesús y las Escrituras, que las escuchen.” Si no hacemos esto, ni los templos votivos, ni las manifestaciones religiosas convencerán. El mensaje es demasiado claro. Vivámoslo.
Al celebrar la Eucaristía hoy que nuestra respuesta sea como la de los israelitas al pie del Sinaí: “Haremos todo lo que el Señor nos diga”. O lo que nos dice María: “Hagan lo que Él le diga”.
Hno. Pastor.