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Homilía para la Eucaristía del domingo 04 de mayo de 2025.

DOMINGO TERCERO DE PASCUA.


Hechos 5,27-32.40-41: Los Apóstoles se enfrentan con las autoridades religiosas. Para difundir y enseñar el evangelio obedecen solamente a Dios.
Apocalipsis 5,11-14: Cristo es presentado como el Cordero inmolado, a quien se le debe todo honor y gloria. Sólo Él libera y da vida.
Juan 21,1-19: Encontramos dos partes. Una, Jesús se manifiesta y da la orden de pescar. La otra, Pedro pasa la prueba del amor, por la que se le da la misión de apacentar al rebaño.

1.- Los Apóstoles y el Espíritu Santo son los testigos cualificados de Cristo Resucitado. Y por esta misión que el Señor les da deben confesar que Jesús es el Señor, vencedor de todo. Esta misión tienen los Apóstoles y también toda la Iglesia. Todos tenemos que cumplir con la misión de ser pescadores, es decir, captar a la gente para el Reino de Dios.
Toda la Iglesia tiene esta misión de mostrar al Señor resucitado. Y por la historia sabemos cómo la comunidad cristiana ha tenido que dar testimonio de Cristo resucitado a pesar de todos los obstáculos.
La Iglesia ha tenido que enfrentar distintos frentes en su tarea de evangelizar. Así, ha enfrentado al sistema religioso judío que luchó abiertamente contra la acción de los Apóstoles,
La Iglesia se enfrentó luego con el sistema del Imperio romano, que también se opuso a la predicación del evangelio persiguiendo a los cristianos.
También tuvo que enfrentar al mundo greco-romano con toda su filosofía predicando la locura de la cruz.


2.- Jesús es el Cordero inmolado, es decir, como el que salva por medio del sacrificio pascual: muerte y resurrección. De todo esto debemos dar testimonio los cristianos. Deber nuestro es proclamar de palabra y de obra la verdad de Cristo resucitado; que Él fue inmolado por todos nosotros. Por eso Él tiene el poder y la gloria.


3.-Actualmente sigue habiendo obstáculos para la predicación del evangelio. Existen sistemas en el mundo que se oponen tenazmente a la predicación del evangelio. Hoy la persecución a la Iglesia ha producido más mártires que en los primeros siglos. Hay sistemas que prohíben la predicación del evangelio; la Iglesia es acallada. Y ahí está la consigna que el Papa Francisco, de feliz memoria, dio a todos: “Ser una Iglesia en salida”. A todos gritó: “Hagan lío”, como lo supo hacer él con su ministerio.


4.- Jesús se manifiesta a todos, pero solamente el más amado, Juan, lo supo reconocer. Pero el más amante, Pedro, se lanzó al agua para estar con Él.
Jesús da a Pedro la misión de apacentar, cuidar al rebaño. Misión que, como bien sabemos, tiene el obispo de Roma, el Papa.
Hermanos, pronto se va a celebrar el cónclave. Dejemos que los agoreros y periodistas vaticinen sobre el futuro Papa. ¿Quién será? El que más ama, el que es necesario hoy para la Iglesia y el mundo de nuestro tiempo. Por eso, pidamos al Espíritu Santo que asista a los del cónclave y a nosotros para saber aceptar al que el Señor ha elegido.
Hoy Jesús nos dice como a los Apóstoles: “Vengan a comer”, Él nos prepara una comida con la que entramos en comunión con Él, así podremos participar de su vida y de su suerte.
Hno. Pastor.