Homilía para la Eucaristía del domingo 12 de enero de 2025.
FIESTA DEL BAUTISMO.
Isaías 40,1-5.9-11: Palabras de consuelo: el Señor viene a salvar a su Pueblo. Es Dios presente que
viene a salvar.
Tito 2,11-14. 3,4-7: Dos aspectos:
Uno, Dios se ha manifestado, por eso se desprende de aquí un estilo de vida nuevo.
Dos, En el bautismo Dios manifestó su bondad para con nosotros y nos regeneró para una vida
nueva.
Lucas 3,15-16,21-22; Juan Bautista tiene una misión: preparar al pueblo para la venida del Señor
por medio del bautismo de agua. Jesús, al ser bautizado, es Ungido por el Espíritu Santo y
mostrado como el Hijo amado.
1.- Hemos celebrado la Epifanía del Señor, es decir, la manifestación del Señor al mundo, que está
envuelto en tinieblas. Porque “el Pueblo que estaba en tinieblas vio una gran luz”. Pero el Señor
sigue manifestándose a todos.
Nos dice el Profeta que Dios se hace presente, llega para salvar a su Pueblo. Porque esa es la
verdad: el Señor viene, se ha hecho presente, se ha manifestado para nuestro bien, porque quiere
salvarnos. El texto dice: “Como un pastor Él apacienta a su rebaño, lo reúne con su brazo”. El Señor
se manifiesta en una gesta de salvación. En más de una oportunidad he dicho que salvación
significa reunir, rescatar, liberar. Dios ha salvado a su pueblo.
2.- Y esta salvación hemos experimentado nosotros al igual que Israel, pasando por el agua. Israel
por el Mar Rojo, nosotros por el bautismo.
Israel cambió al estar a l otro lado del mar; ahora es un pueblo libre. El creyente, al aceptar a
Cristo también experimenta una mutación, se le pide un estilo de vida nuevo, vida que brota del
paso por el agua salvadora. Porque al manifestarse la bondad de Dios fuimos liberados de toda
iniquidad y llegamos a ser un Pueblo nuevo.
Por esta razón el Apóstol amonesta a su discípulo Tito a que aprendamos a rechazar la impiedad y
los deseos mundanos. Es decir, se nos pide un estilo de vida nuevo, diferente.
3.- Se ha dicho repetidas veces que América Latina, y por ende Chile, es un continente de
bautizados, pero al que hay que evangelizar. La gente todavía le da importancia al bautismo, pero
no sabe lo que esto implica. Se da entonces la triste realidad: la mayoría, habiendo sido rescatados
por el bautismo vive como paganos, al margen de lo que pide el Señor. Con razón decía Lutero:
“Homo simul iustus et peccator” = el hombre es al mismo tiempo un justo y un pecador.
Si antes se bautizaba a los que se habían convertido, hoy día hay que convertir a los bautizados.
¡Tremendo desafío!. Porque manifestó su gloria rescatándonos, debemos vivir realmente el
bautismo.
4.- Hoy Jesús es bautizado. Hoy Jesús fue sumergido en nuestra realidad pecadora para
rescatarnos del mal que nos amenazaba. Y nosotros hemos sido sumergidos=bautizados con Él
para ser rescatados del mal.
Hoy Cristo, el Ungido, es presentado a todos nosotros por el Padre: “Este es mi Hijo muy querido,
en quien tengo toda mi predilección”.
No hay duda que cuando fuiste bautizado, y también hoy al venir a comulgar, el Señor vuelve a
decir: “Tú eres mi hijo muy querido, en quien tengo toda mi predilección”. ¿No es esta verdad
como para animarse y alegrarse?
Hno. Pastor.