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Homilia para la Eucaristía del domingo 18 de agosto de 2024.

DOMINGO XX DEL CICLO B.

Proverbios 9,1-6: La Sabiduría invita a un Banquete en una casa lujosa. Banquete que es para los que  no tienen Sabiduría, es decir, los incautos y faltos de juicio.

Efesios 5,15-20: Una llamada a los cristianos a vivir como sabios, cumpliendo la Voluntad de Dios. Esto genera un estilo de vida nuevo.

Juan 6,51-59: Afirmación categórica: Jesús es el alimento que se entrega para dar vida al mundo. El alimento  que da Jesús está ligado a su sacrificio, el de la cruz = dar la vida por todos.

1.- Hemos escuchado que la Sabiduría prepara un banquete. Ya en esta afirmación encontramos dos enseñanzas. Una, que la Sabiduría, que es un atributo divino, es identificada con Dios mismo. De modo que es Él mismo quien prepara e invita a un banquete. Dos, El banquete es símbolo de los bienes mesiánicos – del Reino de Dios.

En una palabra, quien acepta la Voluntad de Dios y la cumple está en comunión con Dios, tiene vida, es sabio.

Dios invita a los desheredados de la sabiduría, es decir, a los que carecen de Sabiduría: los incautos, los faltos de entendimiento. En el evangelio son los pobres, los marginados, los mirados en menos (cfr. Mateo 22,1-14; Lucas 14, 15-24).

De mil maneras la Palabra de Dios nos da a entender qué es  lo que Dios quiere para con nosotros. Él quiere nuestro bien, nuestra plenitud.

Dios quiere que todos participen del Banquete, de su Reino.

2.- El cristiano, se supone, es alguien que se alimenta y, por lo mismo, participa de la Sabiduría de Dios. Entonces un verdadero discípulo es o debería ser sabio, conocedor de la Voluntad de Dios. Y si esto es cierto ¿por qué hay tanto necio suelto en el mundo, en la sociedad?

San Pablo nos hace un llamado a no actuar como necios, carentes de sabiduría, sino sabiamente, conociendo la Voluntad de Dios, viviendo de acuerdo de acuerdo a lo que Él quiere.

Porque al desconocerse lo que Dios quiere es cuando se comete toda clase disparates.

3.- En el mundo hay muchos pobres. Hay pobres de carácter socio-económico, que no tienen cómo alimentarse, dónde vivir, carentes de salud. Pero también hay pobres marginados de la sociedad, los que, aunque tengan mucho dinero, son excluidos por su sexo, raza, religión o ideología política. Pero sobre todo abundan los pobres que carecen de la sabiduría de Dios; por eso viven al margen de la Voluntad de Dios.

Y muchos de estos pobres son los que detentan el poder en las naciones y rigen a la sociedad, pero neciamente. Así vemos cómo empobrecen a la sociedad, a la gente. Pues bien, a todos estos pobres el Señor prepara un banquete, invita a participar del Reino de Dios.

4.- Hoy el Señor, la Sabiduría encarnada, se nos ofrece como alimento que da vida.

Hoy es el Día de la Solidaridad, día en que celebramos a san Alberto Hurtado, un hombre, un cristiano, que comprendió lo que es predicar y vivir el misterio del Reino de Dios.

En un Chile falsamente católico, muy religioso, pero individualista y clasista él se dio cuenta que la realidad imperante no era la que Dios quería. Los mismos cristianos desconocían la Doctrina Social de la Iglesia y por eso se conformaban con una práctica asistencialista.

Han pasado más de sesenta años desde que él murió. ¿Ha cambiado Chile? ¿Es Chile un país solidario, que cumple con lo que Dios quiere? Cada uno de nosotros debe darse la respuesta..

Hoy el Señor nos invita al banquete. Comer de su carne, beber de su sangre es más que comulgar una hostia. Es querer realizar lo que Dios quiere, su Voluntad. Que a nadie falte el pan material, el pan de la cultura, el pan de la sabiduría.  Y todo esto lo celebramos y significamos aquí en la Eucaristía.

Hno. Pastor.


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