27/07. EVANGELIO DEL DÍA. Mt 13, 24-30.
La paciencia de Dios para con nosotros sus hijos es ilimitada, Él sabe que podemos cambiar. Nunca perdamos la esperanza en la conversión de las personas que amamos. Recemos por ellas siempre.
«El reino de los cielos es como un hombre que siembra buena semilla en su campo. Mientras todos dormían, el enemigo vino y sembró paja en medio del trigo…» Por desgracia, siempre habrá alguien que busque destruir lo que se ha hecho con amor y cariño, ya sea con críticas negativas, chismes o juicios precipitados (Joio). Pero esto no puede neutralizar nuestra práctica del bien (trigo). La paciencia del patrón, al final de la parábola, que pide que dejen crecer juntos el trigo y la paja hasta la cosecha, nos llena de consuelo y esperanza. Dios espera pacientemente la conversión de los malos… también nosotros debemos ser pacientes unos con otros. Que Jesús y María bendigan su día.¡Bendecida jornada! – Hno. Mauricio Silva dos Anjos – Hermano Menor Capuchino de Chile.