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Homilia para la Eucaristía del domingo 05 de mayo de 2024.

DOMINGO SEXTO DE PASCUA.

Hechos 10,25-48: Lo narrado señala el fin del exclusivismo judío. También los no judíos son admitidos a la comunidad de salvación.

1Juan 4,7-10: Hay una afirmación central: Dios es Amor; de ahí nace el amor cristiano.

Juan 15,9-17: Se insiste en lo esencial:permanecer en el amor.

1.- Una vez más la Palabra va a lo esencial: DIOS ES AMOR.  Es la mejor definición que se puede dar de Dios. Dios no tiene amor, sino es Amor, que se ha manifestado de muchas maneras. Se manifestó el amor en la creación; todo lo que existe es obra del amor de Dios. Se manifiesta en su Hijo, que nos fue dado para que creyendo en Él tengamos vida. Se manifiesta su Amor en el don del Espíritu Santo que Dios regala gratuitamente a todos, como lo acabamos de ver en la primera lectura. A todos regala Dios su Espíritu, porque el Espíritu (Viento) sopla donde quiere (Juan 3,8). Dios es como el sol; a todos irradia su luz y calor, a todos beneficia, no a algunos.

El Dios Amor reside en nosotros, en cada uno de nosotros, en el sabio y en el que no sabe tanto, en el rico y en el pobre, en el varón y en la mujer, en el adulto y también en el joven, como lo dijo Pedro en Pentecostés (cfr. Hechos 2,17).

2.- De allí que para nosotros, especialmente los discípulos, la vivencia del amor es esencial, ya que viene de Dios. Es la atmósfera que necesitamos, es nuestro hábitat natural. Fuera de él no podemos tener vida. Este amor, del que estoy hablando, es más que humano, es divino. Pero el amor divino no anula al amor humano, al contrario, lo enriquece. Es el Amorque brota de Dios mismo. Y Juan dice: Dios amó primero.

3. ¡Qué hermoso suena todo esto! Sin embargo hemos contaminado nuestro hábitat. Así como se ha contaminado a la naturaleza también se ha contaminado el Amor que viene de Dios. Existe un cambio climático espiritual. Lo contaminamos con nuestro egoísmo, con los sentimentalismos. Nos cuesta perdonar y olvidar. Al contrario de Dios, que no tiene acepción de personas, en la sociedad se vive haciendo  todo tipo de distingos, incluso en la comunidad cristiana.

Y con un ambiente contaminado el amor se torna irrealizable. Vale la pena preguntarse: en mi ambiente familiar o social ¿cuán contaminado está el Amor que viene de Dios? ¿Hasta dón yo estoy contribuyendo para contaminarlo?

4.-Por eso el Señor en el evangelio insiste en lo esencial: “Permanezcan en mi amor”. Y el parámetro de la vivencia de este amor es el Amor de Cristo. “Como Yo les amo”, dice el Señor. Porque el amor humano, por grande, noble y hermoso que sea, es limitado. A veces nos cansamos de amar o nos da por temporada con alguien. En cambio, el Amor de Cristo es diferente, es divino, y por ser divino es infinito. Dios no se cansa nunca de amar, de perdonar. Es un amor sin fronteras.

El texto nos presenta las cualidades del amor de Cristo. El amor de Cristo, y del discípulo,  se mide en términos de sacrificio (dar la vida por el otro), en obediencia (el discípulo hace lo que Él dice), da testimonio del amor de Dios al modo como el mismo Jesús lo hizo.

Todo esto es factible si vivimos en el Amor de Cristo, si nos dejamos conducir por el Espíritu Santo, que es el Amor divino derramado en nosotros. Entonces sí que seremos admirables para el mundo de hoy.

Hoy queremos dar gracias al Dios amor, porque, como dice el salmo, “el Señor da a conocer su salvación a las naciones”, porque su amor es eterno.

Hermano Pastor.