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EDD viernes 26 de abril de 2024

Primera Lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (13,26-33):

EN aquellos días, cuando llegó Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga:
«Hermanos, hijos del linaje de Abrahán y todos vosotros los que teméis a Dios: a nosotros se nos ha enviado esta palabra de salvación. En efecto, los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús ni entendieron las palabras de los profetas que se leen los sábados, pero las cumplieron al condenarlo. Y, aunque no encontraron nada que mereciera la muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y, cuando cumplieron todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. También nosotros os anunciamos la Buena Noticia de que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo:
“Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy”».

Palabra de Dios

Salmo

Sal 2,6-7.8-9.10-11

R/. Tu eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy

«Yo mismo he establecido a mi Rey
en Sión, mi monte santo».
Voy a proclamar el decreto del Señor;
él me ha dicho: «Tú eres mi Hijo:
yo te he engendrado hoy. R/.

Pídemelo:
te daré en herencia las naciones,
en posesión, los confines de la tierra:
los gobernarás con cetro de hierro,
los quebrarás como jarro de loza». R/.

Y ahora, reyes, sed sensatos;
escarmentad, los que regís la tierra:
servid al Señor con temor,
rendidle homenaje temblando. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (14,1-6):

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí».

Palabra del Señor

REFLEXIÓN :

Camino, verdad y vida

La Palabra de Dios da hoy un giro en el camino pascual (en realidad lo dio en las lecturas del jueves que no hemos leído por la fiesta de san Marcos). Hasta ahora hemos estado contemplando las presencias del Resucitado (en la comunidad de sus discípulos, en la Eucaristía, en los Pastores), y no solo contemplando, sino reproduciendo en nuestra propia vida la experiencia de encuentro con él. Afincados en nuestro presente histórico hemos estado mirando hacia atrás, hacia esos intensos momentos en los que los discípulos, tras la traumática experiencia de la muerte en cruz, experimentaron la certeza de que estaba vivo. Hemos mirado atrás, para asimilar hoy y hacer nuestra esa misma experiencia.

Camino, verdad y vida

La Palabra de Dios da hoy un giro en el camino pascual (en realidad lo dio en las lecturas del jueves que no hemos leído por la fiesta de san Marcos). Hasta ahora hemos estado contemplando las presencias del Resucitado (en la comunidad de sus discípulos, en la Eucaristía, en los Pastores), y no solo contemplando, sino reproduciendo en nuestra propia vida la experiencia de encuentro con él. Afincados en nuestro presente histórico hemos estado mirando hacia atrás, hacia esos intensos momentos en los que los discípulos, tras la traumática experiencia de la muerte en cruz, experimentaron la certeza de que estaba vivo. Hemos mirado atrás, para asimilar hoy y hacer nuestra esa misma experiencia.

fundamental de la Pascua. Por eso el corazón de los discípulos no debe turbarse, sino mantenerse en calma: Jesús no nos deja, sino que nos acompaña de un modo nuevo. Ese camino es precisamente el de la misión universal. Es un camino que tiene una meta bien definida: la plena comunión con Dios en Cristo. Esa comunión no es un nirvana impersonal, en ella seremos plenamente nosotros mismos, de ahí la alusión a la muchas moradas de la casa del Padre: no sólo hay morada para todos, sino que hay toda clase de moradas. Pero, de momento, tenemos que hacernos al camino, que, ya lo hemos dicho, es el mismo Cristo.

Ese camino, el tiempo de la misión, es lo que estamos considerando desde el principio de la Pascua en la lectura continua de los Hechos de los Apóstoles, una especie de “quinto Evangelio”, el de su transmisión a todo el mundo. Pablo, siguiendo el mandato de Jesús (ser testigos en Jerusalén, Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra: Hch 1, 8) empieza su predicación por los más cercanos, por los judíos, presentando a Jesús como aquel en el que se cumplen las antiguas promesas, el objeto de su esperanza. Esta síntesis de continuidad y novedad indica un rasgo esencial del anuncio evangélico: partir de las más profundas y auténticas expectativas humanas (partiendo del contexto cultural en que nos encontremos), para presentar con claridad, sin miedos y sin complejos, a Jesús como el único que puede responderlas plenamente: él es la verdad de nuestra vida, la vida en plenitud, el camino que conduce a ella.

Cordialmente,

José María Vegas CMF

Fuente : https://www.ciudadredonda.org/events/lectura-del-viernes-de-la-iv-semana-de-pascua-227/?occurrence=2024-04-26&nskip=52264