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Homilía para la Eucaristía del domingo 19 de noviembre de 2023.

DOMINGO XXXIII DEL AÑO.

Proverbios 31,10-13.19-20.30-31: Al finalizar el libro se canta las cualidades de una buena dueña de casa.

1Tesalonicenses 5,1-6: La venida del Señor y disposiciones que hay que tener. Llamado a una vigilancia activa, a estar despiertos, en la luz.

Mateo 25,14-30: Parábola del buen y mal servidor; invitación a la responsabilidad.

1.- Estamos ya casi terminando el Año litúrgico; por esta razón la Palabra de Dios nos está invitando a una verdadera responsabilidad frente a Dios y frente a las cosas. Responsabilidad para poder recibir al Señor cuando Él vuelva.

Lo fue esta mujer del libro de los Proverbios. Ella es alabada como una buena ama de casa, que fue responsable en lo económico: es laboriosa y buena administradora; responsable en lo humanitario: abre su mano al desvalido; responsable en lo religioso: temerosa de Dios, es decir, es respetuosa de Dios.

Ya el Antiguo Testamento pinta en esta imagen al verdadero creyente que sabe poner toda su confianza y esperanza en Dios.

2.- San Pablo, en su carta, toca un tema doctrinal: la Venida del Señor y las disposiciones que debe tener un discípulo para poder recibirlo; lo que se resume en la frase: Ustedes son hijos de la luz, hijos del día”. El Día del Señor es luz, no tiniebla; el retorno del Señor es acontecimiento de salvación, de ningún modo de aniquilación. Y este Día del Señor pide vigilancia, sobriedad y responsabilidad.

3.- Da pena constatar la manera como vive la humanidad, como en tinieblas, en el dolor y la muerte.  Es lo que está sucediendo en otros puntos del planeta donde reinan la muerte, la guerra y el terrorismo. Y en nuestro suelo da pena constatar que existen robos, asaltos, secuestros y terrorismo. ¡Qué triste lo sucedido en estos días en cuanto a los dineros que se malversan y gestiones mal realizadas por personeros públicos. Dicho en términos bíblicos, es obra de la noche. Pero no hay nada oculto que no se publique (cfr. Marcos 4,22). Y desgraciadamente se manifiesta lo que se hace en la oscuridad, en la clandestinidad. Y un cristiano no puede ser así, porque somos hijos de la luz, hijos del día y debemos comportarnos como tales (cfr. Efesios 5,6-8).

4.- Y el evangelio nos viene a decir lo mismo.

Si el libro de los Proverbios alaba a la buena ama de casa (y ya sabemos por qué), el evangelio nos presenta la imagen del servidor bueno y del servidor malo.

No nos equivoquemos. El texto   al habar de talentos no se está refiriendo a las cualidades humanas, no es así.  Talento es  el dinero en tiempos de Jesús, que viene a significar el grado de responsabilidad que cada uno tiene en estén mundo respecto al Reino de Dios.

Podría decirse que hoy la Palabra de Dios nos está llamando a ser responsables, junto con la vigilancia y la sobriedad de vida. No podemos ser irresponsables.

Es muy común observar en nuestra sociedad a gente irresponsable, quieren vivir sin esforzarse en nada.  Muchos se preguntan ¿por qué nos pasa esto?  Y es por el poco sentido de responsabilidad.

Ya  san Pablo lo dice: “Si alguien no quiere trabajar, que no coma” (2Tesalonicenses 3,10).

No nos quedemos dormidos. Ser cristiano significa ser un trabajador fiel y responsable en este mundo y por el Reino.

Estamos reunidos para celebrar al Señor que se hace presente en medio de nosotros. Es Él quien nos anima y fortalece, es Él quien no invita ser  servidores buenos y fieles y así poder  gozar de la compañía del Señor. ¡Entra en el gozo de tu Señor!

Hermano Pastor Salvo Beas.