Skip to main content

EDD. jueves 28 de septiembre de 2023.

Hoy, jueves, 28 de septiembre de 2023

Primera lectura

Comienzo de la profecía de Ageo (1,1-8):

El año segundo del rey Darío, el mes sexto, el día primero, vino la palabra del Señor, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judea, y a Josué, hijo de Josadak, sumo sacerdote: «Así dice el Señor de los ejércitos: Este pueblo anda diciendo: «Todavía no es tiempo de reconstruir el templo.»»
La palabra del Señor vino por medio del profeta Ageo: «¿De modo que es tiempo de vivir en casas revestidas de madera, mientras el templo está en ruinas? Pues ahora –dice el Señor de los ejércitos– meditad vuestra situación: sembrasteis mucho, y cosechasteis poco, comisteis sin saciaros, bebisteis sin apagar la sed, os vestisteis sin abrigaros, y el que trabaja a sueldo recibe la paga en bolsa rota. Así dice el Señor: Meditad en vuestra situación: subid al monte, traed maderos, construid el templo, para que pueda complacerme y mostrar mi gloria –dice el Señor–.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 149,1-2.3-4.5-6a.9b

R/.
 El Señor ama a su pueblo

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R/.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R/.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,7-9):

En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Herodes se decía: «A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?»
Y tenía ganas de ver a Jesús.

Palabra del Señor

REFLEXIÓN :

Fernando Torres, cmf

Es interesante el texto evangélico de hoy. Herodes, el virrey, el que tenía todos los poderes en aquellas tierras, siente que hay algo que no controla. El tal Herodes tenía mucho poder. Tanto poder que tenía claro que lo de Juan no había sido un accidente ni un error policial. Sin problema reconoce que “lo mandé decapitar yo”. Y por supuesto que lo hizo con el ánimo claro de cargarse a cualquiera que le pudiese hacer la contra. Vamos que en el reino de Herodes la oposición no tenía mucha esperanza de vida.

Pero hete aquí que la operación no le salió bien. Le llegaban rumores de que algo pasaba, de que alguien decía cosas que no eran, desde su punto de vista, oportunas. Ya se sabe que para el poder cualquier crítica es inaguantable e inaceptable y debe ser cortada de raíz. Las únicas críticas aceptables son las de los aduladores de la corte. Y eso no son críticas. Pero claro Jesús andaba suelto y no era Jesús de los que se callaban frente a la injusticia.

Conclusión que ni Herodes fue capaz de terminar con la libertad del Hijo de Dios. Conclusión: que Dios es más grande que todos nuestros planes e ideas. Y que, aunque degollemos (en sentido figurado, espero) algunas ideas y algunos movimientos, lo que es de Dios sale adelante.

Lo que le pasó a Herodes también nos puede pasar a nosotros. Queremos controlar nuestra vida y, tantas veces, la de los demás. Y la vida sale por las suyas. Y nos da sorpresas y nos pone ante nuevas situaciones y retos, que nos reclaman nuevas respuestas. En nosotros esta la posibilidad de hacer como Herodes: pretender controlarlo todo. Si hacemos así, nos encontraremos casi seguro con el fracaso porque esa pretensión es absurda. O, con libertad, tomarnos esos nuevos retos como las llamadas que Dios nos va haciendo a crecer, a madurar, a ser sus discípulos, a cambiar de vida, a convertirnos. Esto no es fácil de conseguir pero vale la pena intentarlo.

Fuente ; https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy