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Homilía para la Eucaristía del domingo 24 de septiembre de 2023.

DOMINGO XXV DEL AÑO.
Isaías 55,6-9: Una invitación: buscar a Dios. Para eso es necesario tomar otro camino, el de Dios, que es distinto al del hombre.
Filipenses 1,20-26: Pablo escribe desde la cárcel esperando una sentencia. Pero la razón de su vida es Cristo, quien da sentido a su existencia, sea preso o libre.
Mateo 19,30-20,16: Parábola de los jornaleros de la viña. La clave para entender la parábola es esta: “¿Por qué tomas a mal que Yo sea bueno?”

1.- En la vida existen muchos caminos, muchas maneras de pensar y de actuar. Todos buscamos la felicidad, la plenitud; pero no todos la logran porque sus caminos son distintos. Quien busca a Dios debe tomar el camino correcto para así encontrarse con Él. Es necesario estar en sintonía con Él para entenderlo. Mis caminos no son los de ustedes, dice el Señor. Para estar en sintonía con Dios hay que tener la mentalidad de Dios, pensar como Dios, porque “los pensamientos de ustedes no son los míos”. Y la manera de ver y valorarlo todo en nosotros no es como la de Dios. En el fondo ese es el meollo de la conversión. Más que un cambio de conducta se trata de un cambio de mentalidad, lo que llevará a un actuar nuevo.
2.- Bien entendió Pablo, el convertido, el que encontró o fue encontrado por Cristo. Jesús le cambió la vida. Su escala de valores cambió totalmente. Si la razón de su vida fue el celo por la Ley, lo que le llevó al fanatismo, ahora, después de conocer a Jesús, la razón de su vida es Jesucristo. Él es quien le da sentido a su vida. En verdad, Pablo, los santos, están en otra, porque descubrieron a Jesucristo.
3.- Por eso el mundo no entiende, no nos entiende. Porque sus caminos son tan distintos a los del Evangelio. Se fomenta la cultura del odio, la violencia, la venganza, la muerte. La escala de valores del mundo no siempre coincide con la escala de valores del Evangelio.
Decía el Cardenal Celestino en la homilía del Te Deum: “Cambian las condiciones de vida, avanzamos en ámbitos técnicos, sociales y culturales. No podemos contentarnos con esos progresos. Junto a ellos deben estar siempre los progresos morales”. Es que son muchos los que hacen daño en la sociedad. Es necesario, entonces ajustar nuestros pensamientos a los de Dios y no nos sigamos haciendo daño.
4.- Jesús, con esta Parábola, nos está diciendo que el Reino de Dios revoluciona todo, los conceptos, los sistemas humanos y crea un nuevo sistema de valores.
La misericordia de Dios, su amor, no se oponen a la justicia humana, sino que la trasciende totalmente en el amor. Dios no es injusto, sino generoso en el amor.
Dios no nos paga por lo que merecemos, sino porque Él es bueno, es generoso con todos. Eso nos está queriendo decir Jesús. Dios es generoso con todos porque Él es bueno, es el único Bueno.
Cuesta entender esto, cuesta entender a Dios, porque todavía nuestros pensamientos no son como los de Él.
Hoy, como Pablo, nos encontraremos con Jesús. Encontrarse con Él no nos puede dejar indiferentes, sino debemos ser otros, con la gracia de Dios.
Hoy vamos a hacer Comunión. Comunión con el Señor. Vamos a comulgar con sus pensamientos, con su sentir, para poder así caminar por sus caminos, tan distintos a los nuestros.
Hermano Pastor Salvo Beas.