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EDD. martes 05 de septiembre de 2023.

Hoy, martes, 5 de septiembre de 2023

Primera lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (5,1-6.9-11):

En lo referente al tiempo y a las circunstancias no necesitáis, hermanos, que os escriba. Sabéis perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: «Paz y seguridad», entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no podrán escapar. Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas. Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y despejados.
Porque Dios no nos ha destinado al castigo, sino a obtener la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo; él murió por nosotros para que, despiertos o dormidos, vivamos con él. Por eso, animaos mutuamente y ayudaos unos a otros a crecer, como ya lo hacéis.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 26,1.4.13-14

R/.
 Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.

Una cosa pido al Señor, eso buscaré:
habitar en la casa del Señor por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R/.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,31-37):

En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente. Se quedaban asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad.
Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo, y se puso a gritar a voces: «¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús le intimó: «¡Cierra la boca y sal!»
El demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, pero salió sin hacerle daño.
Todos comentaban estupefactos: «¿Qué tiene su palabra? Da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen.» Noticias de él iban llegando a todos los lugares de la comarca.

Palabra del Señor

REFLEXIÓN :

Santa Teresa de Calcuta, virgen. Memoria.

Despiertos y vigilantes

Decía Marx, y muchos siguen pensándolo, que la religión es el opio del pueblo, es decir, una especie de adormidera. No sé muy bien a qué religión se refería (aunque lo intuyo), pero, desde luego, leyendo los textos bíblicos y las fuentes cristianas, nos encontramos con algo muy distinto de la invitación a dormir: continuas llamadas a despertar y a estar en actitud de vigilia. No es a dormir, sino a abrir los ojos a lo que nos llama Dios. No sabemos cuándo y cómo será el fin del mundo, también ignoramos cuándo y cómo será ese particular fin del mundo que es nuestra propia muerte. Pero sabemos que nuestra estancia en este mundo está limitada en el tiempo. Y esta limitación es una llamada a la responsabilidad, a tomarnos en serio este tiempo del que disponemos, para no hacer de nuestra biografía un terreno estéril y sin sentido. Abrir los ojos, vivir en estado de vigilia, ser responsables significa cultivar las actitudes, las obras y los valores que salvan nuestra vida, es decir, que la dotan de un sentido que trasciende nuestra limitación temporal. De este modo, no solo no nos desentendemos de los asuntos y los problemas de este mundo, sino que, al contrario, les damos un sentido transcendente gracias a esos valores superiores, que son como la luz que ilumina nuestra oscuridad. Podemos, por ejemplo, hacer del pan no sólo el objeto de nuestra codicia, sino la ocasión para compartirlo con el hambriento. Así, pasamos por este mundo tratando de hacer el bien, y dejándolo un poco mejor que como lo encontramos. Esto es lo que nos enseña Jesús, que “pasó por el mundo haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo” (Hch 10, 38). Lo vemos hoy claramente en el texto evangélico.

Es digno de ser notado que el hombre afligido por un espíritu inmundo estaba en la sinagoga, en la iglesia, podríamos decir. El acoso del diablo, la presencia del mal no se limita a “los de fuera”. Todos, de un modo u otro, estamos afectados por el mal, y dejarlo tranquilamente sentado en nosotros o junto a nosotros, es una buena forma de cerrar los ojos y dormir. Es curioso cómo la presencia de Jesús despierta al mal espíritu, que lo reconoce y lo confiesa, al mismo tiempo que lo increpa. La palabra y la presencia de Jesús nos hace despertar, nos abre los ojos para descubrir en nosotros mismos el mal que nos paraliza, y que él exorciza y expulsa (no sin algo de sufrimiento por parte nuestra), y nos invita a iniciar una vida nueva. En los límites de nuestra existencia temporal y mundana, despertados e iluminados por la Palabra poderosa de Jesús, descubrimos horizontes abiertos, que superan toda limitación: entre nosotros está y actúa el que tiene poder para liberarnos del mal y para vivir la vida nueva de un amor que es más fuerte que la muerte.

Santa Teresa de Calcuta, mujer de nuestro tiempo, nos da un ejemplo eminente de esta vida despierta y en vigilia.

José M. Vegas cmf

Fuente : https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy