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EDD. jueves 29 de junio de 2023.

Hoy, jueves, 29 de junio de 2023

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (12,1-11):

En aquellos días, el rey Herodes se puso a perseguir a algunos miembros de la Iglesia. Hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan. Al ver que esto agradaba a los judíos, decidió detener a Pedro. Era la semana de Pascua. Mandó prenderlo y meterlo en la cárcel, encargando su custodia a cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno; tenía intención de presentarlo al pueblo pasadas las fiestas de Pascua. Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él.
La noche antes de que lo sacara Herodes, estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con cadenas. Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel. De repente, se presentó el ángel del Señor y se iluminó la celda.
Tocó a Pedro en el hombro, lo despertó y le dijo: «Date prisa, levántate.»
Las cadenas se le cayeron de las manos y el ángel añadió: «Ponte el cinturón y las sandalias.»
Obedeció y el ángel le dijo: «Échate el manto y sígueme.»
Pedro salió detrás, creyendo que lo que hacía el ángel era una visión y no realidad. Atravesaron la primera y la segunda guardia, llegaron al portón de hierro que daba a la calle, y se abrió solo. Salieron, y al final de la calle se marchó el ángel.
Pedro recapacitó y dijo: «Pues era verdad: el Señor ha enviado a su ángel para librarme de las manos de Herodes y de la expectación de los judíos.»

Palabra de Dios

Salmo

Sal 33,2-3.4-5.6-7.8-9

R/.
 El Señor me libró de todas mis ansias

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R/.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R/.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias. R/.

El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.

Segunda lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4,6-8.17-18):

Yo estoy a punto de ser sacrificado y el momento de mi partida es inminente. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Ahora me aguarda la corona merecida, con la que el Señor, juez justo, me premiará en aquel día; y no sólo a mí, sino a todos los que tienen amor a su venida. El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles. Él me libró de la boca del león. El Señor seguirá librándome de todo mal, me salvará y me llevará a su reino del cielo. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,13-19):

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás! porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.»

Palabra del Señor

REFLEXIÓN :

Queridos hermanos, paz y bien.

Celebramos hoy una solemnidad importante, la de los apóstoles Pedro y Pablo. Juntos nos los presenta la Iglesia, para que juntos nos den algunas pautas de vida. Allá vamos.

La historia de hoy nos muestra a un Pedro que experimenta en su vida, en un momento difícil, la intervención de Dios. De un modo (tan) milagroso, que ni él mismo se lo cree. Fue una liberación orada y pedida por toda la iglesia de Jerusalén. Es que la oración el justo siempre es escuchada. A Pedro, como al salmista, el Señor le libró de todas sus ansias.

Por otro lado, en la segunda lectura, Pablo comparte con nosotros su experiencia. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe. Casi nada. Pero Pablo siempre ha tenido claro que es el Señor el que le escogió, le ayudó y le dio las fuerzas para perseverar. Para Pablo, cada día era un tiempo favorable, era un día de salvación. Y mira que Pablo pasó por penalidades varias. Apaleado, apedreado, dejado por muerto, con hambre, con sed, desnudo, naufragado… Pero todo lo pudo en el Dios que le confortó.

Tanto Pedro como Pablo han pasado por un proceso personal muy intenso. El encuentro con Cristo les cambió de tal modo que se convirtieron en los líderes de las comunidades, uno de los judíos, otro de los paganos. Ambos con una sola meta, que se conociera a Cristo por todo el mundo. Por eso celebramos su solemnidad juntos. Es que en la Iglesia hay sitio para todos, y para diversas tendencias, eso sí, siempre con Cristo en el centro.

Pablo perseguía a los cristianos, se encontró con Cristo, y todo su celo perseguidor se convirtió en celo misionero. Pedro confesó a Cristo, le traicionó y volvió a afirmar su amor tres veces, para convertirse en la cabeza de la Iglesia naciente. Con María y con los otros apóstoles, en diálogo para saber como vivir (el Concilio de Jerusalén, Hc 15) y abiertos a lo que Dios les iba revelando.

Que la memoria de estos santos nos lleve a todos a vivir la fe con su mismo celo, con la capacidad de admitir el perdón, después de nuestras caídas, y siempre pensando en cómo más gente pueda conocer, amar y servir a Jesucristo.

Vuestro hermano en la fe, Alejandro, C.M.F.

Fuente : https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy