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Homilía para la Eucaristía del domingo 02 de abril de 2023.

DOMINGO DE RAMOS. 

Mateo 21,1-11: Se nos presenta un signo mesiánico: Jesús entra triunfante a Jerusalén. 

Isaías 50.4-7: Imagen el Servidor de Dios sufriente, modelo de discípulo: recibe una enseñanza y la trasmite al pueblo sufriente; pero fue rechazado, humillado por obedecer a Dios. Es la imagen perfecta de Jesús: el Discípulo (obediente) y Maestro (que enseña). 

Filipenses 2,6-11: Himno que proclama el Misterio de Cristo: Él es el Dios presente en la debilidad de nuestra carne, obediente al Padre hasta las últimas consecuencias. Por eso es el Señor. 

Mateo 27,1-2.11-54: Se nos presenta a Jesús  inmolado como un cordero pascual para liberar al pueblo. En Jesús, el Justo, se cumple la Voluntad de Dios. El rechazo por parte del Pueblo trae la salvación del No-pueblo. 

1.- Con la liturgia de hoy entramos de lleno a celebrar el Misterio de la Pascua: la de Cristo y la nuestra. Podemos contemplar dos partes en esta celebración: la primera parte. Un signo mesiánico con el que se da inicio a una nueva etapa en la vida de Jesús. Él es presentado como el Rey pacífico que viene a salvar. Los que creen en Él lo reciben y aclaman; lo que no creen en Él lo rechazan como Mesías. Y esto recordamos con la bendición de los ramos. 

Pero la bendición de los ramos puede ser un rito sin sentido, vano. Repetir el gesto debe ser señal de que creemos en Él, lo aceptamos y aclamamos con un estilo de vida nuevo. Pero ¿a quién estamos aclamando? ¿A un político, a un poderoso? No, sino a uno que viene no como caudillo, sino como un Rey de paz, según el decir del Profeta: “Mira que tu Rey viene hacia ti humilde”. 

2.- Sí, tan humilde que tomó la forma de un servidor-esclavo siempre obediente. Por algo Isaías lo describe como un Discípulo. Y he aquí, hermanos, algo fundamental. Para dar primero hay que recibir. Para evangelizar primero hay estar evangelizado. Para enseñar primero hay que saber ser discípulo. Para tener poderío primero hay que saber obedecer. Y todo esto se realizó plenamente en la Persona de Jesús, el Servidor-el Discípulo-el obediente hasta la muerte. Por eso es el Señor, es decir, lo máximo en todo sentido. Este es el camino y no hay otro. 

3.- Han aparecido en el mundo muchos mesías. El mesianismo es un peligroso error que ha causado mucho daño a la humanidad. Porque son muchos los que han  pretendido salvar al hombre, pero poniéndole el pie encima. Pretenden liberar al hombre de una servidumbre sometiéndole a otra peor. ¿Por qué? Porque pretenden enseñar, pero nunca han escuchado a la Sabiduría de Dios. Pretenden servir sirviéndose del pueblo. Pretenden gobernar, pero se adueñan de la gente, de su modo de pensar y creer. 

Y el mismo error ocurre en la Iglesia cuando busca el poder y no el servicio y cae en el clericalismo y abuso de poder, dominando a las conciencias. Y eso no va con lo que enseña Jesús. 

4.- Hoy se nos muestra al verdadero Mesías, a Jesús, que es el verdadero Maestro que enseña, porque, como dice Juan 8,38, “Yo digo lo que he visto junto al Padre”. Él es el Servidor fiel y obediente, que en todo momento supo cumplir con la Voluntad de su Padre. Por eso Él nos traza un camino por el que ha de caminar todo discípulo, toda la Iglesia; es el camino de la Pascua. 

Entremos, pues, a esta Semana Santa. Santa porque es diferente a las otras semanas, ya que nos queremos empapar del Misterio de Cristo. No es para vacacionar y gastar dinero. 

Y no sólo en esta Semana. Toda la vida de un cristiano ha de ser un camino pascual, de un morir y resucitar como Jesús. Así como Él se anonadó, del mismo modo todos nosotros debemos aprender de Él a ser verdaderos discípulos y servidores. 

Hacer la comunión ha de ser un sí al Señor, estamos dispuestos a seguir tu camino. 

Hermano Pastor Salvo Beas.