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EDD. sábado 16 de julio de 2022.

Sábado de la decimoquinta semana del tiempo ordinario
Nuestra Señora del Carmen, Madre y Reina de Chile
Solemnidad 
Color: blanco

En tiempos antiguos, el Monte Carmelo, en Palestina, recordaba las hazañas del profeta Elías. En el siglo XVIII, algunos hombres, “ardiendo de celo por el Dios vivo”, se agruparon allí bajo una regla común y llevaron una vida eremítica. Así nació la Orden del Carmelo, que se puso bajo la protección de María, la Virgen de Nazaret y la Madre de los contemplativos. Su distintivo es el escapulario, entregado por la Virgen, según la tradición, a san Simón Stock a mediados del siglo XIII.

PRIMERA LECTURA

Elías oró y el cielo envió su lluvia.

Lectura del primer libro de los Reyes   18, 1-2a. 41-46

Al tercer año de la sequía, la palabra del Señor llegó a Elías, en estos términos: “Ve a presentarte a Ajab, y Yo enviaré lluvia a la superficie del suelo”.

Entonces Elías partió para presentarse ante Ajab y le dijo: “Sube a comer y a beber, porque ya se percibe el ruido de la lluvia”.

Ajab subió a comer y a beber, mientras Elías subía a la cumbre del Carmelo. Allí se postró en tierra, con el rostro entre las rodillas. Y dijo a su servidor: “Sube y mira hacia el mar”.

El subió, miró y dijo: “No hay nada”. Elías añadió: “Vuelve a hacerlo siete veces”.

La séptima vez, el servidor dijo: “Se eleva del mar una nube, pequeña como la palma de una mano”.

Elías dijo: “Ve a decir a Ajab: Engancha el carro y baja, para que la lluvia no te lo impida”.

El cielo se oscureció cada vez más por las nubes y el viento, y empezó a llover copiosamente. Ajab subió a su carro y partió para Izreel. La mano del Señor se posó sobre Elías; él se ató el cinturón y corrió delante de Ajab hasta la entrada de Izreel.

SALMO RESPONSORIAL 84, 9A. 10-14

R/. Muéstranos, señor tu misericordia y danos tu salvación.

Voy a proclamar lo que dice el Señor: el Señor promete la paz. Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la Gloria habitará en nuestra tierra.

El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo.

El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos. La Justicia irá delante de él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos.

SEGUNDA LECTURA

Íntimamente unidos, se dedicaban a la oración

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 1, 12-14

Después que Jesús subió al cielo, los Apóstoles regresaron del monte de los Olivos a Jerusalén: la distancia entre ambos sitios es la que está permitida recorrer en día sábado. Cuando llegaron a la ciudad, subieron a la sala donde solían reunirse.

Eran Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago. Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. 

EVANGELIO

Éste fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 2, 1-11

Se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y, como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: “No tienen vino”. Jesús le respondió: “Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía”. Pero su madre dijo a los sirvientes: “Hagan todo lo que Él les diga”.

Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: “Llenen de agua estas tinajas”. Y las llenaron hasta el borde. “Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete”. Así lo hicieron.

El encargado probó el agua cambiada en vino y, como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: “Siempre se sirve primero el buen vino y, cuando todos han bebido bien, se trae el de calidad inferior. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento”.

Éste fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en Él.

Fuente : https://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2022-07-16

REFLEXIÓN :

En esta fiesta mariana, nos encontramos nuevamente con el milagro de las Bodas de Caná. Un contexto festivo, una fiesta que celebra el amor de una pareja. En este contexto María, “se da cuenta” de un problema que está afectando este importante momento. Eso es empatía: darse cuenta de los problemas de los demás, estar en el zapato o en la piel del otro. Aquí es María, la Madre de Jesús, la que tiene ‘empatía’. Y le dice a Jesús: “No tienen vino”. Como diciéndole: “Haz algo”. Pero parece que la única solución era un milagro. María no pedía la conversión de los pecadores, ni pan para los hambrientos; solamente quería sacar de apuros al novio con un milagro o algo por el estilo; todo indica la fe grande en Jesús. Y posteriormente la generosidad y la abundancia de la Gracia de Dios se manifestaron. Jesús quiere entrar en nuestra vida con su poder para transformar nuestra miseria en el vino del crecimiento y de la realización. Y nos enseña a darnos también con generosidad.

Fuente : https://boosco.org/www/2019/02/10/juan-2-1-11-y-la-madre-de-jesus-estaba-alli-nuestra-senora-de-lourdes/