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Homilía para la Eucaristía del domingo 03 de julio de 2022.

Paz y Bien a todos.

DOMINGO XIV DEL AÑO. 

Isaías 66,10-14: Futuro de la Nueva Jerusalén: será una era de abundante paz, es decir, de salvación, del Reino de Dios. 

Gálatas 6,14-18: Conclusión de la carta. Pablo vive una nueva realidad ya que es una nueva criatura. Por eso goza de los bienes mesiánicos de la paz y el amor que se derraman sobre el pueblo. 

Lucas 10,1-10: Jesús envía a sus discípulos, que son 72, ya que se pensaba que el número de naciones era 72. Tienen que anunciar el Reino de Dios, lo que traerá la paz a los que los acojan. 

1.- Dios anuncia salvación, anuncia la Paz en abundancia junto con la prosperidad. En el lenguaje bíblico el término paz resume la situación de pleno bienestar en todos los órdenes de la vida humana. Pero la Paz de la que se habla nada tiene que ver con la “Pax romana”. Los romanos afirmaban lo siguiente: “Si quieres la paz prepara la guerra”. Pero no es esta la Paz del Reinado de Dios. La Paz en la Biblia (Shalom) designa la idea de ‘intacto’, ‘completo’, satisfacción por haber realizado una tarea. Paz es sinónimo de bienestar, armonía total: consigo mismo, con Dios, con los demás (hombres-creaturas). La Paz implica seguridad y concordia. De ahí que saludar a alguien deseándole la paz significa desearle lo mejor. 

La Paz se opone al mal; es la suma de los bienes otorgados por la justicia. Por eso, una de las notas del Reino de Dios es la Paz, como así mismo uno de los frutos del Espíritu Santo (cfr. Gálatas 5,22). 

2.- Solamente el justo está aceptando el Reinado de Dios en su vida, ya que le hace caso a Dios, deja entrar a Dios en su vida. Es lo que hizo san Pablo; él dejó entrar a Cristo, aceptó al Señor con sus exigencias y comenzó a ser un Hombre Nuevo. Pablo dice de sí mismo que vive una nueva realidad., es una nueva criatura.  Consecuencia de esto, tiene paz, que es lo que desea también para los demás. En una palabra, está viviendo la paz de Dios. Y este es el verdadero sentido de la frase “Descansa en Paz”. Si en tu vida has hecho la Voluntad de Dios gozarás de la verdadera paz, la de Cristo, no como la del mundo. 

3.- Porque la paz mundana es otra cosa. Muchas veces se la define como la ausencia de guerra, ausencia de conflictos. Y así se piensa en la seguridad que dan las armas o las alianzas entre los poderosos, pero esto es efímero. Ya que el poseer mucho exige proteger mucho, armarse, tener guardias de seguridad, alarmas; pero igual hay robos y violencias. 

La gente no acierta a tener paz ya que vive más preocupada de sí misma y de sus cosas que de Dios, de hacerle caso. 

La Jerusalén terrenal actualmente no tiene paz. Sus habitantes viven atemorizados por el terrorismo imperante. Y quien dice Jerusalén dice también cualquier país o ciudad de cualquier lugar. Por eso, anunciar la paz verdadera es una Buena Noticia, ya que es anunciar el Reinado de Dios. 

4.- Jesús envía a sus discípulos, nos envía a nosotros a anunciar, proclamar, yo diría a instaurar el Reino de Dios. Y ahí donde es aceptado, donde hay alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él”. ¿Y quién es digno de recibirla? El que trabaja por la justicia y el bienestar de los demás. 

La paz es un don de Dios, pero también es un fruto. Es un don de Dios que Él da a todo aquel que se lo pida, pero también es fruto de una actividad por la justicia. 

Cristo es nuestra paz. Aceptando a Cristo tendremos paz. ¿Quieres tener paz? Acepta a Cristo. ¿La familia no vive en paz? Es que,  tal vez, Cristo está ausente de esa familia.  Lo mismo sucede con nuestra sociedad, porque le ha dado la espalda a Cristo. Vivimos inmersos en una sociedad pagana, que no está ni ahí con el evangelio. Por eso hay que trabajar por la paz. 

Él viene a establecer la armonía entre todos nosotros. Que el Señor haga de cada uno de nosotros un artesano de Paz y Bien. 

Hermano Pastor Salvo Beas.