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EDD. lunes 07 de enero de 2022.

Hoy, lunes, 7 de febrero de 2022

Primera lectura

Lectura del primer libro de los Reyes (8,1-7.9-13):

En aquellos días, Salomón convocó a palacio, en Jerusalén, a los ancianos de Israel, a los jefes de tribu y a los cabezas de familia de los israelitas, para trasladar el Arca de la Alianza del Señor desde la Ciudad de David (o sea Sión). Todos los israelitas se congregaron en torno al rey Salomón en el mes de Etanín (el mes séptimo), en la fiesta de los Tabernáculos. Cuando llegaron los ancianos de Israel, los sacerdotes cargaron con el Arca del Señor, y los sacerdotes levitas llevaron la Tienda del Encuentro, más los utensilios del culto que había en la Tienda. El rey Salomón, acompañado de toda la asamblea de Israel reunida con él ante el Arca, sacrificaba una cantidad incalculable de ovejas y bueyes. Los sacerdotes llevaron el Arca de la Alianza del Señor a su sitio, el camarín del templo, al Santísimo, bajo las alas de los querubines, pues los querubines extendían las alas sobre el sitio del Arca y cubrían el Arca y los varales por encima. En el Arca sólo había las dos Tablas de piedra que colocó allí Moisés en el Horeb, cuando el Señor pactó con los israelitas al salir del país de Egipto, y allí se conservan actualmente. Cuando los sacerdotes salieron del Santo, la nube llenó el templo, de forma que los sacerdotes no podían seguir oficiando a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba el templo. Entonces Salomón dijo: «El Señor quiere habitar en las tinieblas; y yo te he construido un palacio, un sitio donde vivas para siempre».

Palabra de Dios

Salmo

Sal 131, 6-7. 8-10

R/.Levántate, Señor, ven a tu mansión

Oímos que estaba en Éfrata,
la encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada,
postrémonos ante el estrado de sus pies. R/.

Levántate, Señor, ven a tu mansión,
ven con el arca de tu poder:
que tus sacerdotes se vistan de gala,
que tus fieles vitoreen.
Por amor a tu siervo David,
no niegues audiencia a tu Ungido. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,53-56):

En aquel tiempo, cuando Jesús y sus discípulos terminaron la travesía, tocaron tierra en Genesaret, y atracaron. Apenas desembarcados, algunos lo reconocieron, y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas. En la aldea o pueblo o caserío donde llegaba, colocaban a los enfermos en la plaza, y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos.

Palabra del Señor.

REFLEXIÓN :

Juan Lozano, cmf

Querido amigo/a:

Durante esta semana meditaremos el Primer libro de los Reyes que nos cuenta las andanzas del rey Salomón que destacó por construir el gran Templo de Jerusalén, destruido por Nabucodonosor cuatrocientos años más tarde, reconstruido y vuelto a destruir por los ejércitos de Tito en torno al año 70 d. C. El pasaje de hoy nos muestra el orgullo del pueblo por la inauguración de este templo con el traslado del Arca de la Alianza, un lugar sagrado donde encontrar a Dios. Son necesarios los lugares de culto para encontrarse con el Señor, pero no solo.

El bello pasaje del evangelio de hoy nos muestra a un Jesús que busca a la gente de pueblo en pueblo y a gente que, con su fe y sus dudas, busca acercarse a Jesús. Jesús busca a la gente y la gente busca a Jesús. Hoy Jesús sigue buscando, tratando de abrirse un hueco cada vez más cerrado a su presencia. La pena, la pérdida, la torpeza es que, en nuestra cultura, no se busca a Jesús. ¿Para qué? ¿Qué me aporta? Mientras paradójicamente, lo que sí se buscan son sustitutivos de la religión que ofrecen ilusiones, sentido de vida…, porque en el fondo hay sed, hay dolencias, hay vacíos, hay heridas que curar, no hay satisfacción verdadera…

Precisamente Aquel que lo llena todo, a quién se debería buscar como el tesoro más preciado, no está en el punto de mira, ni en las expectativas, ni en el horizonte, ni en los objetivos de muchos, al menos públicamente, ya que es complicado escrutar el interior del corazón.

Y tú, ¿a quién buscas? ¿Te dejas encontrar y tocar por Jesús? Afortunado si lo has encontrado. No lo pierdas, disfrútalo y haz lo posible para que otros puedan encontrarse con Él. Jesús no dejará de buscar, de buscarte. No perdamos el tiempo, que no se nos pase la vida sin descubrirle.

Vuestro hermano en la fe.
Juan Lozano, cmf.

Fuente : https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy