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Homilía para la Eucaristía del domingo 19 de Diciembre de 2021.

Desde ya, una feliz navidad.

DOMINGO CUARTO DE ADVIENTO. 

Miqueas 5,1-4: Es un oráculo esperanzador sobre el futuro Mesías. Habla de Belén, de allí nacerá el que gobernará a su Pueblo. 

Hebreos 10, 5-10: El Verbo al entrar a este mundo se ofrece como víctima en la Encarnación. 

Lucas 1,39-45: María visita a Isabel. Ésta reconoce en María a la Madre del Señor. 

1.- Ya estamos muy cerca de la celebración del Misterio: Dios hecho hombre. Miqueas anuncia al Mesías como pastor de su Pueblo. Por eso dice: “Belén…de ti nacerá el que gobernará a Israel”. Algunos afirman que no fue Belén el lugar donde nació Jesús. No importa, ya que no interesa si se está indicando el lugar geográfico del nacimiento de Jesús, o si se está indicando que el Mesías se entronca con la dinastía de David. Hay que hacer notar que a veces se nombra el lugar en vez de nombrar a la familia. Así, la Casa de David es Belén. Lo importante del texto es lo que se dice: “Él se mantendrá de pie y los apacentará con la fuerza del Señor”. Es decir, será jefe-pastor davídico, y lo hará por el favor del Señor. 

De modo que se nos está indicando que el Verbo se encarna concretamente en el seno de la familia de David. 

2.- Es la misma Palabra la que da testimonio de algo “irracional”: Dios toma un cuerpo, se encarna. ¿Para qué? Para ser verdadera víctima. Y es de esto que da testimonio la Palabra de Dios. De hecho Jesús, el Verbo encarnado, ofreció el mejor sacrificio: “Vengo a hacer tu Voluntad”. He aquí lo fundamental. Él ofrece lo más noble que tiene el ser humano: su Voluntad. Porque por su voluntad el ser humano es persona, es capaz de decidir libremente. Y esto es lo que Jesús puso en manos de su Padre. Por esta entrega Él nos santifica a todos. De modo que el verdadero sacrificio que agrada a Dios no son ni nuestras penitencias, ni ayunos o cuanto podamos hacer, sino el cumplimiento de su santa Voluntad. 

3.- Pero el ser humano es un pésimo administrado de lo que Dios le ha dado o puesto en sus manos. Así, el ser humano se ha apropiado de su voluntad para responder a su modo a Dios. El hombre, llamado a ser un Protagonista con Dios  (un co-protagonista) de toda la creación, se ha convertido en un Antagonista de Dios y no está en sintonía con la Voluntad de Dios. Por eso Dios llega al hombre y asume nuestra condición humana para poder enderezar con su obediencia nuestra desobediencia. De ahí la importancia de la Encarnación, que no siempre hemos profundizado y asimilado. 

4.- A la luz de este Misterio mejor podemos entender a María, la Madre. Ella es feliz, bienaventurada, porque creyó, acató, obedeció en todo a lo que se le había anunciado de parte del Señor. María, al aceptar la propuesta de Dios, quedó grávida de Dios. Por esta razón, María ya no tiene una vida privada y exclusiva para Ella, sino toda su vida será para Dios. 

Y no sólo esto. Ella se puso en camino; Ella es la Mujer bendita entre las mujeres; Ella es la mujer en salida, la portadora de Jesús. Y así es percibida por Isabel. Permanece con Isabel y se pone a su servicio. 

San Francisco la saluda diciendo: “¡Salve, Señora, santa reina, santa Madre de Dios, María hecha Iglesia”! Sí, María, la Virgen hecha Iglesia es la modelo de todo el Pueblo de Dios. Como María, la Iglesia debe ser una iglesia en salida, portadora de Jesús, el Salvador. La Iglesia, el santo Pueblo de Dios, no está para ser servida, sino ser servidora de la humanidad. Y el mejor servicio que le podemos hacer es el ofrecerle a Jesús, nuestro Salvador. 

Hoy el Señor aquí presente nos invita a ser junto con Él una ofrenda agradable a Dios. Por eso, con Jesús también nosotros digamos: “He aquí que vengo a hacer tu Voluntad”. 

Hermano Pastor Salvo Beas.