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Homilía para la Eucaristía del domingo 14 de noviembre de 2021.

Un cordial saludo a todos.

DOMINGO XXXIII DEL AÑO. 

Daniel 12,1-3: Israel sufre una terrible persecución de  parte de Antíoco IV. En este contexto surge Daniel con un mensaje lleno de esperanza. Por primera vez en el Antiguo Testamento se asegura la verdad de la resurrección. Dios está con su Pueblo. 

Hebreos 10,11-14.18: Solamente el sacrificio de Cristo santifica, ya que la Sangre de Cristo purifica. 

Marcos 13,24-32: Discurso del fin del mundo. Se describe la situación de la comunidad cristiana después de la partida del Señor; queda en un ambiente hostil, pero el Señor está siempre presente, presencia que todo lo relativiza. 

1.- ¿Qué significa ser cristiano, ser discípulo de Jesús? Lo hemos visto. Discípulo es el que vive para servir, vive con los ojos bien abiertos (Fe), amando a Dios y al prójimo. Es una persona que ha descubierto que el único Bien supremo de su vida es Dios. 

Pero somos personas que debemos tener bien clara la película, porque vivimos en un mundo que todo lo absolutiza. Pero nosotros sabemos que no es así; al contrario, vemos que a lo largo de la historia han caído muchos ídolos, muchos tiranos, gente que con poder y dinero han tiranizado al ser humano. Y tenemos un Antíoco IV, un Herodes, un Nerón, un Hitler…y muchísimos más. Ha habido sistemas absolutistas que se han adueñado de los pueblos, de las personas, de la verdad. Todos estos absolutismos tienen en común que barren con el respeto a la dignidad de la persona humana. Si esto parece a usted apocalíptico, basta con atender a la Palabra de Dios. 

2.- Pero la Palabra de Dios siempre es Buena Noticia. Lo fue para el Pueblo de Dios que sufrió horrores a lo largo de su historia, pero nunca perdió la fe en el Dios presente en su historia. El Pueblo de Dios no está exento de problemas, de persecuciones y muertes. Pero sabemos que Dios está con nosotros, muy presente en nuestra vida. La Palabra de Dios, tan llena de imágenes, nos está indicando una realidad mejor. Así como con la salida del sol desaparecen las estrellas, del mismo modo, la presencia de Cristo hace desaparecer a los ídolos. Cuando el cristiano, por la fe, deja entrar a Cristo en su vida, desaparece la idolatría en su vida. Y la peor idolatría es la del propio yo, que conduce a la persona a comportarse como el peor de los tiranos. Se cumple el dicho del filósofo: “El hombre es un lobo para el hombre”. 

3.- Poco días atrás los poderosos del mundo se reunieron preocupados por el cambio climático, el calentamiento de la tierra, que amenaza con la destrucción del planeta.  El Papa Francisco hace rato que nos ha recordado que estamos llamados a ser grandes (santos), a ser hermanos, a respetar al mundo y a lo que hay en él.  

Una simple bacteria ha puesto en jaque a todo el mundo, mostrando así que por más que nos engrandezcamos, somos humanos, frágiles, mortales. 

4.- Jesús concluye su discurso del fin del mundo con una comparación: la de la higuera.  El Señor pide a sus discípulos que sepan discernir frente a los signos de los tiempos, de la historia. La historia es maestra de la vida. Y desconocerla lleva a volver a repetir los mismos errores. Tenemos que aprender como cristianos a conocer y discernir nuestra realidad para poder amarla de verdad. Porque el ser humano no se salva huyendo de la realidad, por negra que esta sea, sino comprometiéndose con ella. 

Aprender de la higuera, por sus brotes conocemos la cercanía del verano.  Aprender de la historia, de los hechos, de lo que acontece día a día. Algo nos quiere decir el Señor. 

Personalmente pienso que creer en el fin del mundo nos puede paralizar. Prefiero creer en el Señor, que es el Sol de Justica que nace de lo alto y viene a iluminarnos. 

Estemos atentos y vigilantes, sin miedo, ya que “el Señor es la parte de mi heredad y mi cáliz”. 

Hermano Pastor Salvo Beas