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EDD. lunes 30 de agosto de 2021.

Lunes de la vigesimosegunda semana del tiempo ordinario
Santa Rosa de Lima, Patrona de América Latina, virgen
Fiesta
Color: blanco

Rosa de Lima (1586-1617) es la primera santa canonizada del Nuevo Mundo. Fue una muchacha sencilla, piadosa, trabajadora. Retirada en el jardín de sus padres, vivió, como laica, el ideal dominicano de contemplación e irradiación apostólica. Tuvo gran devoción y afinidad con Santa Catalina de Siena.

De gran fortaleza interior, soportó toda clase contratiempos, malentendidos y enfermedades que ella tomó como ejercicio de penitencia y de unión con los sufrimientos de Cristo, y también como ofrenda por la salvación de los indios americanos.

Murió en Lima en 1617 y fue canonizada el 12 de Abril de 1671.

Antífona de entrada 

Alegrémonos todos en el Señor, al celebrar esta festividad en honor de santa Rosa. Los ángeles se regocijan por esta festividad y alaban al Hijo de Dios. 

Gloria. 

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que encendiste en tu amor a santa Rosa y la llamaste a vivir sólo para ti en la austeridad y la penitencia, concédenos, por su intercesión, que siguiendo en la tierra el camino de la vida podamos gozar en el cielo de la abundancia de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Los he unido al único Esposo, Cristo, para presentarlos a Él como una virgen pura.

Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 10, 17—11, 2

Hermanos:

“El que se gloría, que se gloríe en el Señor”. Porque el que vale no es el que se recomienda a sí mismo, sino aquel a quien Dios recomienda.

¡Ojalá quisieran tolerar un poco de locura de mi parte! De hecho, ya me toleran. Yo estoy celoso de ustedes con el celo de Dios, porque los he unido al único Esposo, Cristo, para presentarlos a Él como una virgen pura.

SALMO RESPONSORIAL    148, 1-2. 11-14

R/. ¡Alaben el Nombre del Señor, jóvenes y vírgenes!

Alaben al Señor desde el cielo, alábenlo en las alturas; alábenlo, todos sus ángeles, alábenlo, todos sus ejércitos.

Los reyes de la tierra y todas las naciones, los príncipes y los gobernantes de la tierra; los ancianos, los jóvenes y los niños, alaben el Nombre del Señor.

Alaben el Nombre del Señor. Porque sólo su Nombre es sublime; su majestad está sobre el cielo y la tierra, y Él exalta la fuerza de su pueblo.

¡A Él, la alabanza de todos sus fieles, y de Israel, el pueblo de sus amigos!EVANGELIO

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO      JN 15, 9B. 5B

Aleluya.

“Permanezcan en mi amor; el que permanece en mí, y Yo en él, da mucho fruto”, dice el Señor. Aleluya.

EVANGELIO

Vende todo lo que posee y compra el campo.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    13, 44-46

Jesús dijo a la multitud:

El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.

El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.

Palabra del Señor.

Fuente : http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2021-08-30

REFLEXIÓN :

Es más fácil adiestrarnos en los negocios del mundo que en los «negocios» espirituales. Los primeros los medimos con ganancias materiales y tangibles, mientras que los segundos sólo los medimos con la fe y el amor. Esto no significa que sea difícil encontrar las riquezas de la vida espiritual, más bien quiere decir que si nosotros no podemos, hay que asesorarnos con quienes conocen este mundo de negocios de la eternidad. Dios nos ha dado muchos medios para poder encontrarlo a Él: la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras, la Santísima Virgen, los sacerdotes, los santos, los ángeles y tantas personas de buena voluntad que viven una vida ejemplar.

Las comparaciones que nos pone el Señor con su Reino, las entendemos con facilidad, porque conocemos lo que vale un cofre lleno de monedas de oro o una perla de valor incalculable, aunque nunca las hayamos tenido en las manos físicamente. Para nosotros debe haber sólo una perla, como le expresa el pasaje, pues no son varias porque disminuiría su valor. Nuestra única perla preciosa es Cristo, y quien lo posee conoce su valor. Quienes no lo conocen a Él, tampoco saben cuál es nuestro tesoro por el cual podemos llegar a dar la vida, como lo han hecho los mártires, los santos.

También hay quienes encuentran el campo donde está el tesoro, venden todo y luego lo compran. Ellos son los que eligen la vida religiosa, consagrada o sacerdotal; ellos dejan todo con tal de poseer las praderas donde está el Tesoro. Estas praderas son donde llegan a reposar y a descansar porque Cristo, el Buen Pastor y Único Tesoro, nos hace valorar las cosas en su justo precio. Cuando Jesús se convierte en nuestro único tesoro, también Él nos esmalta con las bellas joyas de la fe, de la esperanza, de la gracia, de las virtudes y del amor.

En un bello himno se lee que un apóstol no es apóstol si no es también un mensajero. Este tesoro que descubrimos lo será más en la medida en la que lo hagamos descubrir a los demás. Es curioso pensar que cuando encontramos a Dios, se transforma en la joya invaluable que nadie nos puede quitar si la cuidamos bien, y al mismo tiempo podemos hacer que otros lo encuentren, pero nunca podremos hacer que otros lo aprecien como lo único que vale si ellos mismos no lo valoran así. Esta es la experiencia de Dios en la vida espiritual, de la que más necesitamos conforme más la vamos conociendo y gustando.

Santa Teresita del Niño Jesús tiene una frase que encierra bien esta experiencia: «Jesús, dulzura inefable, convertidme en amargura todos los goces de este mundo». Quien encuentra este tesoro, sólo le pide a Dios no perderlo. Una sola es la Verdad, uno sólo el Camino, y una sola es la Vida, todo lo demás que hemos recibido de Dios en este mundo, no es malo, al contrario, pues si hubiera sido algo malo Él nunca nos lo habría dado. Pero las personas, las cosas, lo material está subordinado al único valor que está expresado en el primer mandamiento de la ley de Dios: amar a Dios sobre todas las cosas. En esta relación, lo demás será un don y una oportunidad para alabar y agradecer a Dios.

Fuente : https://es.catholic.net/op/articulos/49046/cat/347/el-reino-de-los-cielos-se-parece-a-un-tesoro-escondido.html