Skip to main content

EDD. sábado 19 de junio de 2021.

Hoy, sábado, 19 de junio de 2021

Primera lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (12,1-10):

Toca presumir. Ya sé que no está bien, pero paso a las visiones y revelaciones del Señor. Yo sé de un cristiano que hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo, con el cuerpo o sin cuerpo, ¿qué sé yo? Dios lo sabe. Lo cierto es que ese hombre fue arrebatado al paraíso y oyó palabras arcanas, que un hombre no es capaz de repetir. De uno como ése podría presumir; lo que es yo, sólo presumiré de mis debilidades. Y eso que, si quisiera presumir, no diría disparates, diría la pura verdad; pero lo dejo, para que se hagan una idea de mí sólo por lo que ven y oyen. Por la grandeza de estas revelaciones, para que no tenga soberbia, me han metido una espina en la carne: un ángel de Satanás que me apalea, para que no sea soberbio. Tres veces he pedido al Señor verme libre de él; y me ha respondido: «Te basta mi gracia; la fuerza se realiza en la debilidad.» Por eso, muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo. Por eso, vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque, cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 33,8-9.10-11.12-13

R/.
Gustad y ved qué bueno es el Señor

El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R/.

Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que le temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R/.

Venid, hijos, escuchadme:
os instruiré en el temor del Señor;
¿hay alguien que ame la vida
y desee días de prosperidad? R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,24-34):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: No estéis agobiados por la vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los gentiles se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.»

Palabra del Señor

REFLEXIÓN :

Queridos hermanos:

Todos sabemos ´que San Pablo fue un santo y gran apóstol. Pues bien nos ha dejado escrito en esta carta a los Corintios: “Toca presumir. Ya sé que no está bien, pero paso a las visiones y revelaciones del Señor. Yo sé de un cristiano (se está refiriendo a sí mismo)  que hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo, con el cuerpo o sin el cuerpo, ¿qué sé yo? Dios lo sabe. Lo cierto es que ese hombre fue arrebatado al paraíso y oyó palabras arcanas, que un hombre no es capaz de repetir. De uno como ése podría presumir; lo que es yo, sólo presumiré de mis debilidades”.

¿De dónde consigue Pablo tanta fortaleza? De la cruz de Cristo. No hay nada más poderoso en este mundo que la santa Cruz de Jesús nuestro Señor.  La experiencia de la vida cristiana nos enseña  que Dios nuestro Padre siempre nos  escucha. ¿Cómo lo hace? No reduciendo la carga, el sufrimiento,  sino duplicando las fuerzas de quien le pide ayuda.

Hoy justamente el evangelio nos habla de la confianza en Dios, porque Él es nuestro Padre y nos cuida. Jesús no nos explica cómo o cuándo se hace presente la providencia; simplemente nos invita a abandonarnos en manos de nuestro Padre Dios, para quien sus hijos e hijas son las criaturas más importantes de toda su creación, y así, pasar del miedo  a la confianza.

Jesús resume cómo debe ser la actitud de sus seguidores ante la providencia de Dios: «buscad ante todo el reino de Dios y su justicia». Este reinado se recibe como don gratuito, con la alegría y confianza de quien experimenta la paternidad de Dios en los momentos más inesperados de la vida. Pero esta ayuda de Dios nos llama también a la colaboración para realizar su plan de salvación contando con nosotros en. Dice el salmo: “Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él”.

La sierva de Dios Maria Florencia Domínguez  Netto (Piché) nació en Asunción (Paraguay) el 27 de octubre de 1917. Desde los primeros años de su infancia vivió en Encarnación donde sus padres pusieron su domicilio. A los cinco años de edad comenzó su enfermedad de parálisis, que ya no la dejaría en toda su vida. La parálisis fue inmovilizando los miembros de su cuerpo y a los nueve años se vio obligada a vivir postrada en cama, de la que ya no salió hasta su muerte, acaecida el 17 de noviembre de 1982. Total 56 años postrada en cama.

Ella, con la luz del Espíritu Santo, penetró en el misterio de la cruz y aprendió a ver en el dolor un favor del Señor y una muestra de su predilección.  Cuando más arreciaba el dolor, que según los médicos tenía que ser muy fuerte, ella solía repetir: “Son caricias de mi Jesús”.

Adquirió el difícil arte de hacer de la renuncia y el dolor, una fuente de amor y un medio de apostolado, porque  acercaba a Dios a cuantos la visitaban.

Al cumplir los cincuenta años hizo imprimir un recordatorio en el que escribió : “En recuerdo y eterna gratitud al Señor porque me ha elegido para servirle durante 50 años, a través de la enfermedad, desde esta cama”. “Sea mil veces bendito el sufrimiento que me ha acercado a Dios”.

Vuestro hermano en la fe.
Carlos Latorre
carloslatorre@claretianos.es

Fuente : https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy