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EDD. miércoles 28 de abril de 2021.

Hoy, miércoles, 28 de abril de 2021

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (12,24–13,5):

EN aquellos días, la palabra de Dios iba creciendo y se multiplicaba. Cuando cumplieron su servicio, Bernabé y Saulo se volvieron de Jerusalén, llevándose con ellos a Juan, por sobrenombre Marcos.
En la Iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simeón, llamado Níger; Lucio, el de Cirene; Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo.
Un día que estaban celebrando el culto al Señor y ayunaban, dijo el Espíritu Santo:
«Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado».
Entonces, después de ayunar y orar, les impusieron las manos y los enviaron. Con esta misión del Espíritu Santo, bajaron a Seleucia y de allí zarparon para Chipre.
Llegados a Salamina, anunciaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 66,2-3.5.6.8

R/.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben

Que Dios tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.

Oh, Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga; que le teman
todos los confines de la tierra. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (12,44-50):

EN aquel tiempo, Jesús gritó diciendo:
«El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí, ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas.
Al que oiga mis palabras y no las cumpla, yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, esa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo, lo hablo como me ha encargado el Padre».

Palabra del Señor

REFLEXIÓN :

Queridos amigos y amigas:

Hay dos detalles que llaman mucho la atención en el texto de los Hechos de los Apóstoles de este día. En primer lugar, es significativo que Bernabé y Saulo, después de haber regresado a la comunidad de una misión, sean enviados de nuevo por el Espíritu del Señor a una nueva e importante misión de evangelización. De este modo el texto de los Hechos de los Apóstoles nos hace ver la fuerza y el estímulo que infunde, sin interrupción, el Espíritu Santo en el corazón de los discípulos de Jesús. No hay espacio para detenerse, para lo estático. La misión urge y hay necesidad de salir. De la misma forma la vida cristiana de cada uno, si es vivida en «complicidad con el Espíritu», está en un dinamismo continuo, en fidelidad creativa, impulsada al anuncio del Evangelio.

Esta lectura de los Hechos subraya dos modos a través de los cuales la comunidad y cada cristiano pueden realizar un verdadero discernimiento de la voluntad de Dios. Estos dinamismos espirituales son la oración y el ayuno. Justamente, a través de la oración y el ayuno la comunidad cristiana puede tomar una mayor conciencia del proyecto de Dios. En este hecho encontramos una preciosa indicación válida también para nosotros hoy. Cuando nos disponernos para una búsqueda consciente de la voluntad de Dios tenemos en nuestras manos estos medios: la oración asidua y el ayuno. De esta manera la misión de la Iglesia es fruto de su discernimiento eclesial, esto la edifica y hace que su obrar sea más conforme a la acción del Espíritu.

El evangelista introduce las palabras pronunciadas por Jesús diciendo que gritó con fuerza. Juan en este texto quiere abrirnos al mensaje de salvación de Jesús. Representa la conclusión última de su ministerio público. Es una llamada vehemente a escuchar y guardar su Palabra. Jesús enviado por el Padre, está íntimamente unido a Él, quien lo ve a Él ve al Padre. Su venida al mundo constituye nuestra salvación, lo que ilumina nuestra existencia y humaniza nuestro mundo. ¡Su palabra nos da vida! Por eso, en la actitud que tenemos hacia Él y su Evangelio nos jugamos la plenitud de nuestra vida cristiana. ¿Qué es lo que se expresa en este grito de Jesús? Nos manifiesta el fuerte deseo del corazón de Jesús de ser escuchado, seguido, amado. Este es el sentido del grito de Jesús: él grita para que lo escuchemos, grita para que sigamos su palabra, grita para que dejemos nuestra mediocridad e indiferencia, grita para que finalmente nos decidamos por Él y su evangelio.

Fraternalmente,
Edgardo Guzmán, cmf.
eagm796@hotmail.com

Fuente : https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy