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EDD. martes 02 de marzo de 2021

Hoy, martes, 2 de marzo de 2021

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (1,10.16-20):

OÍD la palabra del Señor,
príncipes de Sodoma,
escucha la enseñanza de nuestro Dios,
pueblo de Gomorra.
«Lavaos, purificaos, apartad de mi vista
vuestras malas acciones.
Dejad de hacer el mal,
aprended a hacer el bien.
Buscad la justicia,
socorred al oprimido,
proteged el derecho del huérfano,
defended a la viuda.
Venid entonces, y discutiremos
—dice el Señor—.
Aunque vuestros pecados sean como escarlata,
quedarán blancos como nieve;
aunque sean rojos como la púrpura,
quedarán como lana.
Si sabéis obedecer,
comeréis de los frutos de la tierra;
si rehusáis y os rebeláis,
os devorará la espada
—ha hablado la boca del Señor—».

Palabra de Dios

Salmo

Sal 49,8-9.16bc-17.21.23

R/.
Al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios

V/. No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños. R/.

V/. ¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos? R/.

V/. Esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.
El que me ofrece acción de gracias,
ése me honra;
al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios». R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,1-12):

EN aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a los discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen.
Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbí”.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbí”, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Palabra del Señor

REFLEXIÓN :

Queridos amigos.

Una vez más la Palabra de Dios que escuchamos en este día de Cuaresma nos recuerda que si dejamos de lado a los débiles –el oprimido, el huérfano, la viuda…- no existe el culto agradable a Dios. Y Jesús denuncia a los líderes religiosos por abusar de su superioridad moral: en nombre de Dios cargan la conciencia de los demás con exigencias muy pesadas mientras ellos encuentran la manera de eludirlas. Jesús no puede tolerar estos abusos ni que se produzcan en la comunidad diferencias: a unos les llamamos “padres y madres”, a otros “maestros” y a otros “hermanos”. A Jesús le disgusta el hombre que se engríe y ostenta vanidosamente lo que no es. Le disgustan los soberbios, los cínicos y los orgullosos.

Si nuestras relaciones se construyen sobre el poder o sobre el empeño por mejorar la propia imagen no son relaciones ni comunidades seguidoras de Jesús, el último y el servidor de todos. “La humildad abre puertas, la prepotencia las cierra”.  Si solo tenemos un Padre y un guía y todos somos hermanos y servidores unos de otros, no cabe en la Iglesia la imposición o el abuso de ningún tipo, y menos a los más débiles. Si todos los hombres tenemos una misma dignidad y si todos los miembros de la Iglesia somos hermanos en Cristo no puede haber entre nosotros diferencias ni desigualdades ni unos ser más que los otros o disponer de más recursos que otros.  Estos desequilibrios no forman parte del Plan de Dios de formar una sola familia humana.

Para ser parte de la comunidad del Reino es necesario construir unas relaciones basadas en el servicio, la igualdad y la fraternidad. Todos tenemos que aprender de los demás, renunciar a “hacernos ver” (cuantas veces buscamos el agradar para ser vistos y queridos por los demás y nos cuesta hacer las cosas igual tanto si me ven como si me ignoran), ser humildes y presentarnos como somos y ponernos a disposición de los demás. Como dice Robert Burns: “¡Ah, si nos fuera dado el poder de vernos como nos ven los demás! De cuantos disparates nos veríamos libres”.

Os ofrezco estos pensamientos que ayudan a comprender mejor mi reflexión:

“Cuando vayas subiendo, saluda a todos. Son los mismos que vas a encontrar cuando vayas bajando” (Papa Francisco)

Procura ser tan grande que todos quieran alcanzarte, y tan humilde que todos quieran estar contigo” (Gandhi)

“La grandeza de las personas se mide por la lealtad de su corazón y la humildad de su alma” (Rubén de Segura).

José Luis Latorre

Fuente : https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy