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Homilía para la Eucaristía del domingo 07 de febrero de 2021.

Hermanos, el incendio de la iglesia de Boroa no nos debe desanimar, sino luchar por la paz y el bien en la araucanía. 

DOMINGO QUINTO DEL AÑO. 

Job 7,1-4.6-7: Job habla desde la cátedra del dolor. Compara la vida a un servicio, pero a un servicio pesado, de esclavo. Es una vida de desencanto, en la que el hombre es presa de la inquietud hasta la aurora. 

1Corintios 9,16-19.22-23: Pablo se siente empujado a proclamar la Buena Nueva como un esclavo a realizar lo que le manda su amo. Él es esclavo de Cristo, el Señor, debe cumplir con su deber: evangelizar. 

Marcos 1, 29-39: Jesús es presentado como Salvador, el que libera de las ataduras que esclavizan al ser humano. Su presencia es irrupción de la vida de Dios, que libera de todo mal. 

1.- El Evangelio, como lo  indica su nombre, es Buena Noticia, Y Jesús es presentado como Buena Noticia, por eso, es presentado sanando, liberando de todo mal. Dice Marcos que Jesús “levantó” a la suegra de Pedro. Utiliza el evangelista el mismo verbo (levantar) para hablar de la resurrección. Pues a eso viene el Señor, a levantar. ¿A quién? Al postrado, al caído, al bajoneado y depresivo. Y esto es solamente una señal de su misión: traer la salvación a todos. 

Ya el domingo pasado el evangelio nos mostraba a Jesús que habla y enseña con autoridad. Y en el evangelio de hoy esta autoridad se manifiesta sanando a muchos que sufrían diversos males. Esto significa el triunfo de Jesús sobre el mal y la instauración del Reinado de Dios. 

Job es el retrato del hombre sumido en el dolor, en el fracaso. En la época de Job no era clara la fe en la resurrección, pero sí se muestra la tremenda confianza que él tiene en Dios, que le puede sacar de la situación en que se encuentra. La vida de Job es dura, amarga, pesada, es como el servicio del esclavo, que lo único que anhela es que llegue pronto la liberación, como el enfermo desvelado que espera la aurora. ¿Acaso no sucede esto con muchísima gente? 

2.- Pablo tiene una misión: evangelizar, proclamar la Buena Noticia de la salvación. Misión que debe cumplir a toda costa. Si para Job la vida que lleva es una carga pesada, para Pablo evangelizar también es una carga, una tarea que debe realizar.  Y no sólo Pablo, sino todos debemos ser portadores de la Buena Noticia de la salvación. Dios quiere salvar, no quiere que el hombre viva postrado, aplastado por el sufrimiento, porque Él nos quiere libres, plenos. Y pienso que una señal positiva de todo esto es la campaña que ya se ha comenzado de la vacunación. Dios salva, pero no por arte de magia. Siempre se ha valido de mediaciones; y la mejor de estas mediaciones es Jesucristo, el Salvador. Él sigue actuando entre nosotros. 

3. Pero surge un problema. ¿Cómo proclamar hoy la verdad de Jesucristo salvador, que libera, que sana? ¿Cómo hacer creíble esta verdad en un mundo dominado por la ciencia y la técnica? Porque hoy todo se resuelve con la ciencia. Lo que no resuelve la ciencia simplemente no existe, Dios no existe, la religión es algo superado. Hoy se prescinde de Dios. Esta es una cara del problema, ya que también hay creyente que están en la vereda del frente: no a la ciencia, basta la fe en Dios. Entonces se rechaza lo que ofrece la ciencia, muchos rechazan la vacuna; dicen: Dios es mi médico. 

Ambas posturas son erróneas. Hoy se exige del creyente una Fe madura, sólida, con la que podemos y debemos enfrentar el mal en todas sus formas. Creer en Jesús, el que salva, no significa cerrarse a los adelantos científicos. 

4.- Celebramos nuestra Fe en Jesús el salvador, de ese Jesús que con la fuerza de su Palabra y con el Espíritu de Dios, dominó la enfermedad y la muerte. Él viene a conjurar todas las fiebres de la humanidad, esas fiebres de poder, de placer, de dominio. Fiebres que echan a perder la obra de Dios. Él hoy nos toma de la mano y nos levanta, nos pone de pie.  

Aunque nos veamos acosados por tanto mal nosotros proclamamos nuestra fe en Jesús, el Salvador. Y esto nos debe animar y salir a proclamar esta buena nueva de Jesús. Con fe podemos seguir luchando; vanos a superar la pandemia, porque el Señor es quien obra a través de la ciencia. Por eso damos gracias, porque como dice el salmo: “Él sana a los afligidos”. 

Hermano Pastor Salvo Beas.