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EDD. jueves 07 de enero de 2021.

Jueves después de Epifanía
San Raimundo de Peñafort, presbítero
Memoria libre 
Color: blanco

El dominico catalán Raimundo de Peñafort (1175-1275) fue uno de los grandes maestros de la Teología moral y del Derecho canónico de su tiempo. Ingresó a la Orden de Predicadores en 1222. Durante dos años fue Maestro de la Orden. Tuvo gran celo por la difusión de la fe entre los sarracenos.

Fue conocido también por sus esfuerzos en la formación de los presbíteros, especialmente en lo que hace al ministerio de la Reconciliación.

Murió casi centenario, el 6 de enero de 1275. Fue canonizado el 29 de Abril de 1601 y es patrono de los juristas.

Antífona de entrada Cf. Sal 131, 9 

Tus sacerdotes, Señor, se revistan de justicia y tus fieles exulten de alegría. 

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que diste al presbítero san Raimundo una gran misericordia para con los pecadores y los cautivos, concédenos por su intercesión que, libres de la esclavitud del pecado, realicemos con libertad de espíritu lo que te agrada. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

El que ama a Dios debe amar también a su hermano.

Lectura de la primera carta de san Juan           4, 19—5, 4

Hijos míos:

Nosotros amamos porque Dios nos amó primero. El que dice: “Amo a Dios”, y no ama a su hermano, es un mentiroso.

¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, el que no ama a su hermano, a quien ve? Éste es el mandamiento que hemos recibido de Él: el que ama a Dios debe amar también a su hermano.

El que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y el que ama al Padre ama también al que ha nacido de Él.

La señal de que amamos a los hijos de Dios es que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.

El amor a Dios consiste en cumplir sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga, porque el que ha nacido de Dios, vence al mundo.

Y la victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra fe.

SALMO RESPONSORIAL    71, 1-2. 14. 15acd. 17

R/. ¡Pueblos de la tierra alaben al Señor!

Concede, Señor, tu justicia al rey y tu rectitud al descendiente de reyes, para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. 

Los rescatará de la opresión y la violencia, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos. Por eso, que viva largamente, que oren por él sin cesar y lo bendigan todo el día. 

Que perdure su Nombre para siempre y su linaje permanezca como el sol; que Él sea la bendición de todos los pueblos y todas las naciones lo proclamen feliz. 

EVANGELIO

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO   Lc 4, 18

Aleluya.

El Señor me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos. Aleluya.

EVANGELIO

Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas   4, 14-22a

Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu y su fama se extendió en toda la región. Enseñaba en las sinagogas de ellos y todos lo alababan.

Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor”.

Jesús cerró el libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en Él. Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”.

Todos daban testimonio a favor de Él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca.

Fuente : http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2021-01-07

REFLEXIÓN :

• Animado por el Espíritu Santo, Jesús vuelve a Galilea e inicia a anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios. Yendo por las comunidades y enseñando en las sinagogas llega a Nazaret, donde se había criado. Volvía a la comunidad en la que, desde pequeño, había participado en las celebraciones durante treinta años. El sábado siguiente, según acostumbraba, va a la sinagoga para estar con la gente y participar en la celebración.


• Jesús se levanta para hacer la lectura. Escoge el texto de Isaías que habla de los pobres, de los presos, de los ciegos y de los oprimidos. El texto refleja la situación de la gente de Galilea en el tiempo de Jesús. En nombre de Dios, Jesús toma postura en defensa de su pueblo y, usando las palabras de Isaías, define su misión: anunciar la Buena Nueva a los pobres, proclamar la libertad a los cautivos y a los ciegos que pronto van a ver, despedir libres a los oprimidos. Retomando la antigua tradición de los profetas, proclama “un año de gracia del Señor”. Proclama un año de jubileo. Jesús quiere reconstruir la comunidad, el clan, para que fuera de nuevo expresión de su fe en Dios. Así que si Dios es Padre/Madre, todos y todas debemos ser hermanos y hermanas unos de otros.


• En el antiguo Israel, la gran familia o el clan o la comunidad, era la base de la convivencia social. Era la protección de las familias y de las personas, la garantía de la posesión de la tierra, el cauce principal de la tradición y de la defensa de la identidad del pueblo. Era la forma concreta en que el amor de Dios se encarnaba en el amor del prójimo. Defender el clan, la comunidad, era lo mismo que defender la Alianza con Dios. En la Galilea del tiempo de Jesús, un doble cautiverio marcaba la vida de la gente y estaba contribuyendo en la desintegración del clan, de la comunidad: el cautiverio de la política del gobierno de Herodes Antipas (4 aC a 39 dC) y el cautiverio de la religión oficial. A causa del sistema de explotación y de represión de la política de Herodes Antipas, apoyada por el Imperio Romano, muchas personas eran excluidas, quedaban sin hogar y sin empleo (Lc 14,21; Mt 20,3.5-6). El clan, la comunidad, se quedó debilitada. Las familias y las personas quedaron sin ayuda, sin defensa. Y la religión oficial, mantenida por las autoridades religiosas de la época, en vez de fortalecer la comunidad, para que pudiera acoger a los excluidos, reforzó aún más ese cautiverio. La Ley de Dios se usaba para legitimar la exclusión de mucha gente: mujeres, niños, samaritanos, extranjeros, leprosos, poseídos, publicanos, enfermos, mutilados, parapléjicos. Era el contrario de la fraternidad que Dios ¡soñó para todos! Así que, tanto la coyuntura política y económica como la ideología religiosa, todo conspiraba para debilitar la comunidad local e impedir la manifestación del Reino de Dios. El programa de Jesús, basado en el profeta Isaías, ofrecía una alternativa.


• Terminada la lectura, Jesús actualiza el texto y lo enlaza con la vida del pueblo diciendo:“¡Hoy se cumplen estas profecías que acaban de escuchar!” Su manera de enlazar la Biblia con la vida de la gente, produce una doble reacción. Algunos creen y quedan admirados. Otros tienen una reacción de descrédito. Quedan escandalizados y no quieren saber nada de él. Dicen: “¿No es éste el hijo de José?” (Lc 4,22) ¿Por qué se quedan escandalizados? Porque Jesús habla de acoger a los pobres, a los ciegos, a los oprimidos. Pero ellos no aceptan su propuesta. Y así, cuando Jesús presenta su proyecto de acoger a los excluidos, ¡él mismo es excluido !

Fuente : https://ocarm.org/es/content/lectio/lectio-divina-lucas-414-22a