Skip to main content

EDD. sábado 26 de diciembre de 2020.

Hoy, sábado, 26 de diciembre de 2020

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (6,8-10;7,54-60):

En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba. Oyendo estas palabras, se recomían por dentro y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: «Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios.»
Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos, dejando sus capas a los pies de un joven llamado Saulo, se pusieron también a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación: «Señor Jesús, recibe mi espíritu.»
Luego, cayendo de rodillas, lanzó un grito: «Señor, no les tengas en cuenta este pecado.»
Y, con estas palabras, expiró.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 30,3cd-4.6 y Sab 16bc-17

R/.
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu

Sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirigeme y guíame. R/.

A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás.
Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría.
Te has fijado en mi aflicción. R/.

Líbrame de los enemigos que me persiguen;
haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (10,17-22):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará.»

Palabra del Señor

REFLEXIÓN :

Queridos hermanos y hermanas:

Estamos de lleno en la llamada “octava de navidad”: siete días para seguir celebrando el Misterio… para no hacer duelo (¡litúrgicamente no se permiten las misas de difuntos estos días!) Y sin embargo la Iglesia quiere recordar justamente hoy a san Esteban protomártir (primero de los mártires), es decir: alguien que llegó a entregar la vida por este Jesús que hoy nace en Belén. Poco que ver con adornos navideños huecos y cantos bobalicones. La cosa es seria, muy seria…

El “valor” no está solo en que entregó la vida, sino que dicen de él que vivía “lleno de gracia y poder del Espíritu de Dios”. Cuando las cosas iban tan mal que todos le rodeaban para apedrearlo, fue capaz de fijar su mirada en Cristo, entregarle su espíritu (lo más profundo de sí mismo) y perdonar a los enemigos. Actitudes muy navideñas o al menos, muy evangélicas. Actitudes que no se improvisan si no van cuajando día a día en una vida cotidiana “llena de gracia y de poder del Espíritu de Dios”.

La fiesta de hoy nos invita a pensar una vez más en quién y en qué hemos puesto nuestra confianza… pero de verdad, no sólo de palabra. Preguntémonos a quién acudimos cuando estamos en apuros (rodeados de gente que quiere apedrearnos), en quién nos apoyamos cuando no podemos más, a quién volvemos la mirada en busca de luz… Ojalá, en alguna medida, Cristo El Señor, el Niño de Belén, el Dios de nuestra historia y nuestra vida, se encuentre también ahí y no sólo en las tarjetas navideñas de estos días…

Fuente : https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy