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EDD. miércoles 17 de junio de 2020.

Hoy, miércoles, 17 de junio de 2020

Primera lectura

Lectura del segundo libro de los Reyes (2,1.6-14):

Cuando el Señor iba a arrebatar a Elías al cielo en el torbellino, Elías y Elíseo se marcharon de Guilgal.
Llegaron a Jericó, y Elías dijo a Elíseo: «Quédate aquí, porque el Señor me envía solo hasta el Jordán.»
Eliseo respondió: «¡Vive Dios! Por tu vida, no te dejaré.»
Y los dos siguieron caminando. También marcharon cincuenta hombres de la comunidad de profetas y se pararon frente a ellos, a cierta distancia. Los dos se detuvieron junto al Jordán; Elías cogió su manto, lo enrolló, golpeó el agua, y el agua se dividió por medio, y así pasaron ambos a pie enjuto.
Mientras pasaban el río, dijo Elías a Elíseo: «Pídeme lo que quieras antes de que me aparten de tu lado.»
Eliseo pidió: «Déjame en herencia dos tercios de tu espíritu.»
Elías comentó: «¡No pides nada! Si logras verme cuando me aparten de tu lado, lo tendrás; si no me ves, no lo tendrás.»
Mientras ellos seguían conversando por el camino, los separó un carro de fuego con caballos de fuego, y Elías subió al cielo en el torbellino.
Eliseo lo miraba y gritaba: «¡Padre mío, padre mío, carro y auriga de Israel! »
Y ya no lo vio más. Entonces agarró su túnica y la rasgó en dos; luego recogió el manto que se le había caído a Elías, se volvió y se detuvo a la orilla del Jordán; y agarrando el manto de Elías, golpeó el agua diciendo: «¿Dónde está el Dios de Elías, dónde?»
Golpeó el agua, el agua se dividió por medio, y Eliseo cruzó.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 30,20.21.24

R/.
Sed fuertes y valientes de corazón,
los que esperáis en el Señor

Qué bondad tan grande,
Señor,reservas para tus fieles,
y concedes a los que a ti se acogen
a la vista de todos. R/.

En el asilo de tu presencia los escondes
de las conjuras humanas;
los ocultas en tu tabernáculo,
frente a las lenguas pendencieras. R/.

Amad al Señor, fieles suyos;
el Señor guarda a sus leales,
y a los soberbios les paga con creces. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,1-6.16-18):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará.»

Palabra del Señor

REFLEXIÓN :

Queridos amigos y amigas:

En el Evangelio de hoy Jesús nos invita a discernir el modo de vivir nuestra práctica religiosa. La limosna, la oración y el ayuno eran los pilares de la religiosidad judía. Jesús advierte a sus discípulos del peligro que se corre de vivir de modo superficial e hipócrita las practicas religiosas. Es una fuerte crítica, en línea con toda la denuncia profética, a una religión institucionalizada que se preocupa sólo de sí misma y que busca con normas, leyes y disciplina asegurar la experiencia religiosa, vaciándola de contenido hasta convertirla en meros ritos rutinarios.

Frente a este riesgo de vivir una religiosidad vacía solo para ser vistos, Jesús propone a sus seguidores algunos principios para una práctica religiosa auténtica. Es el camino de la interioridad, de entrar en nosotros mismos, en lo secreto, lo escondido, en ese espacio dentro de nosotros que no está al alcance de los demás, en el que permitimos entrar solo a Dios. Es el camino del discernimiento, de la búsqueda de sentido, de no olvidar que nuestra práctica religiosa cristiana es ante todo una relación de amistad con Dios. Cuando olvidamos esta dimensión nuestra espiritualidad se convierte en una lucha, en un deber que demos cumplir y lo que buscamos es demostrar algo a los demás.

Siguiendo la tradición profética el verdadero culto a Dios es el que se concreta con la práctica del bien y la justicia. Es lo que Jesús nos propone en su Evangelio: vivir con autenticidad nuestras practicas religiosas. Debemos estar siempre atentos a las motivaciones que tenemos, no dejar que sea nuestro ego con su interés lo que nos mueva en la vivencia de nuestra fe. Necesitamos purificar siempre nuestras motivaciones para que la apariencia, la imagen, el reconocimiento, el aplauso buscado no enturbien nuestras buenas obras. ¡Es una gracia a pedir! Para que nuestra vida con sencillez y simplicidad hable de la Buena Noticia de Jesús.

¿Qué es lo que mueve mi práctica religiosa? ¿Pongo el amor a Dios y su Reino como el fin y el motivo de mis acciones?

Fraternalmente,
Edgardo Guzmán CMF
eagm796@hotmail.com

Fuente : https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy