Hermanas y hermanos Laicos Capuchinos, les saludamos esperando que ustedes y vuestras familias estén bien.
Nuestra fraternidad “Santa María de Los Ángeles” Catedral – Santiago está con mucha tristeza debido al fallecimiento de una de nuestras hermanas, Lidia Ester Herrera Baeza (q.e.p.d), nuestro Buen Padre Dios la llamó a su lado al iniciar el día de hoy 04 de junio de 2020.-
Lidia integró nuestra fraternidad desde el inicio, su primer encuentro lo vivió en Concepción en septiembre del año 2001, invitada desde nuestra parroquia cuando participaba en la catequesis familiar preparando a su hijita Valeria (hoy de 30 años) para el sacramento de la Primera comunión. Cuando volvimos de allí su primer comentario fue “… esto me gustó, orare mucho para que el Señor me dé la gracia de perseverar en el camino de la fe aprendiendo a conocer a San Francisco” …. y así fue!! Pocas veces participó en los encuentros de verano, pero ahora recordamos que en uno de ellos en Huaquì, recibió su Tau, sus ojos y corazón rebosaba de felicidad y siempre portó nuestro signo amorosa y dignamente y nos comentaba que se llenaba de alegría cuando en su trabajo, en la calle o en una tienda alguien le preguntaba si ella era franciscana y podía contestarle “si, lo soy”.
Durante estos 19 años su vida en este caminar fue siempre de servicio en silencio, en la minoridad, muestra de ello es que siempre puso a nuestra disposición su talento de gran conocimiento en todos los temas computación, sistemas de comunicación y todo lo último asociado a eso, y nos decía “yo lo hago, pero otro lo lee o expone” … y así también amablemente y con mucha risa, nos detenía cuando la cateteábamos para que hablase en público aun estando solo nuestra fraternidad. Y así… muchos momentos, de luces y sombras, vividos con nuestra Lidia que atesoraremos en nuestros corazones.
Lidia hizo familia con su hija Valeria, sus papás (con los que ya debe haberse encontrado), sus hermanas y hermanos Herrera Baeza y … nosotros … como ella decía “familia solo mía, que me apropio por ser un regalo del Buen Padre Dios y nuestra Buena Madre María”.
Así todo, segurisimos confiamos en la Misericordia del Corazón de nuestro Señor Jesús para que haya perdonado todas sus faltas y la reciba en su Mansión. También pedimos a nuestra Buena Madre María Santísima que abrace a Valeria y a toda la Familia de Lidia y les de consuelo y fortaleza en todo momento.
“Querida Lidia Ester … ahora haz vida lo que nuestro Señor Jesús nos promete y tu firmemente creíste y esperaste… descansa en paz, goza de la Vida Eterna y del Reino por el que trabajaste desde tu fe y esperanza…”
Fraternidad de Laicos Capuchinos Santa María de Los Ángeles, Catedral – Santiago