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Homilía para la Eucaristía del Domingo 04 de agosto de 2019.

Domingo XVIII.

Eclesiástico 1,2;2,21-23: reflexión sapiencial sobre la realidad de todo. Nada es absoluto, todo relativo. Nada es eterno, todo es pasajero.
Colosenses 3,1-5.9-11: El cristiano es un hombre nuevo; por eso debe tener una vida nueva, nada que ver con la vida carnal, terrenal. De e saber mirar todo desde la perspectiva de la fe.
Lucas 12,13-21: La actitud de un discípulo frente a las cosas, al dinero.

1.- Hay una pregunta que podemos hacernos: Qué es ser Cristiano? Esta pregunta nos puede servir para darnos cuenta qué somos nosotros. De la pregunta dependerá lo que somos.
Hay varias respuestas, todas válidas.
Por ejemplo:
– ser cristiano es ser un seguidor de Cristo.
– ser cristiano es ser un hombre nuevo.
– ser cristiano es un modo de ser persona.
– ser cristiano: un modo de ser y estar en el mundo, en la sociedad.
Todas estas respuestas apuntan a la identidad, a lo que uno es.
Y hoy muchos no saben lo que son, no saben ni si quiera si son cristianos.
Si partimos diciendo que un cristiano es aquel que, por haber aceptado a Cristo en su vida, tiene un modo de ser nuevo; todo lo ve desde otra perspectiva, la de la Fe, como la ve Cristo.
2.- Y esto es muy importante. Ya que todo lo que existe en el mundo no es ni malo ni bueno. Así, las cosas, los bienes, el dinero, el sexo, la política, la T.V, la religión, etc.etc. Somos nosotros que hacemos de todo esto un buen o mal uso. A veces somos como el Rey Midas. Todo lo que él tocaba se convertía en oro.
Lo mismo sucede con nosotros. Hacemos buen o mal uso de todo, lo hacemos bueno o malo.
Y Jesús nos enseña con su Palabra cuál debe ser la parada de un discípulo suyo frente a la realidad con la que tenemos que toparnos cada día.
3.- Una de las manifestaciones del pecado es el absolutizar o idolatrarlo todo.
Se idolatran las ideologías, las cosas, el dinero, la religión, el placer, el sexo, etc. Y toda idolatría lleva a los excesos, los que dañan a la humanidad.
Por eso, con razón exclama el sabio en la primera lectura: «Vanidad, pura vanidad».
Cuánta gente vive atormentada por el futuro. El querer retener lo que poseen, pero sabiendo que se les va de las manos.
Cuántas guerras e incomprensiones por querer imponer una ideología o una religión . Pura vanidad.
En el mundo de la farándula estrellas rutilantes son estrellas fugaces. Pura vanidad.
4.- Pero el Señor nos sale al paso; tenemos que ser ricos a los ojos de Dios. Esa es la consigna. Y lo seremos en la medida que sepamos estar frente a la persona, el sexo, las cosas, en una palabra, frente a todo.
San Pablo nos dice: » Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra «.  No se trata de ser » volados «, ni enajenados. Al contrario, bien aterrizados, pero sin absolutizar nada, ni idolatrar nada. Porque el ídolo, sea el que sea, exige víctimas y mata.
Siempre, recordando que somos hombres nuevos, hemos de decir con el salmista: » Enseñanos  calcular nuestros años, para que nuestro corazón alcance la sabiduría. «
Con Jesús, Maestro y Sabiduría del Padre, aprendamos a vivir, a estar en la realidad para que la santifiquemos y hagamos buen uso de ella. 
Entonces sí sabremos responder a la pregunta inicial: qué es ser cristiano?

Hermano Pastor Salvo Beas.