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EDD. sábado 15 de junio de 2019.

Hoy, sábado, 15 de junio de 2019

Primera lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (5,14-21):

Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por todos, todos murieron. Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos. Por tanto, no valoramos a nadie según la carne. Si alguna vez juzgamos a Cristo según la carne, ahora ya no. El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado. Todo esto viene de Dios, que por medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos encargó el ministerio de la reconciliación. Es decir, Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo-, sin pedirle cuentas de sus pecados, y a nosotros nos ha confiado la palabra de la reconciliación. Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no habla pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios.

Palabra de Dios

Salmo

Sal 102,1-2.3-4.8-9.11-12

R/.
El Señor es compasivo y misericordioso

Bendice, alma mía, al Señor, 
y todo mi ser a su santo nombre. 
Bendice, alma mía, al Señor, 
y no olvides sus beneficios. R/.

Él perdona todas tus culpas 
y cura todas tus enfermedades; 
él rescata tu vida de la fosa 
y te colma de gracia y de ternura. R/.

El Señor es compasivo y misericordioso, 
lento a la ira y rico en clemencia; 
no está siempre acusando 
ni guarda rencor perpetuo. R/.

Como se levanta el cielo sobre la tierra, 
se levanta su bondad sobre sus fieles; 
como dista el oriente del ocaso, 
así aleja de nosotros nuestros delitos. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,33-37):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo a los antiguos: «No jurarás en falso» y «Cumplirás tus votos al Señor.» Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta decir «sí» o «no». Lo que pasa de ahí viene del Maligno.»

Palabra del Señor.

REFLEXIÓN  :

Queridos hermanos y hermanas:

La palabra de Dios para este día nos invita a superar la actitud de descalificación de personas que, en muchas ocasiones, se presta para la difamación y la mentira. Más bien nos motiva a buscar la reconciliación que haga prevalecer la verdad (aunque a veces duela y lleve a reconocer los propios errores).

San Pablo descubre que sólo en la superación de las desigualdades y en el reconocimiento de la dignidad de cada uno de sus miembros se pueden edificar comunidades al estilo de Jesús. No habrá rastros de la buena nueva ni esperanzas de futuro para comunidades creyentes que se encierren en un falso espiritualismo y no trabajen por la superación de todo lo que nos separa o distingue. Los verdaderamente reconciliados en Cristo estamos llamados a implicarnos en aquellas grandes causas de la humanidad que nos hermanan, que nos permiten crear puentes y no muros. La invitación a ser «embajadores de Cristo» y portadores de «la reconciliación» nos impulsa a dar testimonio de tolerancia más que de cerrazón y a practicar la misericordia más que la condena.

El evangelio de hoy nos advierte sobre la manipulación de quienes utilizan el nombre de Dios para hacer prevalecer su voluntad. Observamos el descontento generalizado y la desconfianza que generan ciertos liderazgos (políticos, religiosos y de otros ámbitos), no sólo por su falta de coherencia sino porque valiéndose de su posición traicionan a quienes han depositado en ellos su confianza.  

Si Jesús invita a «no jurar en absoluto» es porque quiere comunidades creyentes que, viviendo en la verdad, construyan relaciones que humanicen y liberen. Un seguidor de Jesús nunca impone, más bien, dialoga y se posiciona con un «sí», siempre a favor de la vida y de todo lo que haga prevalecer el bien común.

¿aceptas el reto de ser embajador de reconciliación y de paz? Pidamos por el testimonio de los cristianos en el mundo, siempre abiertos al amor sincero y al servicio desinteresado.

Fuente :
https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy