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EDD. martes 14 de mayo de 2019.

Martes de la cuarta semana de Pascua
San Matías, apóstol
Fiesta 
Color: rojo

Fue elegido por los Apóstoles para que ocupara el lugar de Judas, como testigo de la resurrección del Señor. Así lo atestiguaron los Hechos de los Apóstoles (1, 25-26).

Antífona de entrada Jn 15, 16

Dice el Señor: no son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto y ese fruto sea duradero. Aleluya

Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que incorporaste a san Matías al colegio apostólico, concédenos por su intercesión que, alegrándonos de la elección de tu amor, podamos ser contados entre tus santos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.L

PRIMERA LECTURA

La elección cayó sobre Matías, que fue agregado a los once apóstoles.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles  1, 15-17. 20-26

Después de la Ascensión del Señor, Pedro se puso de pie en medio de los hermanos – los que estaban reunidos eran alrededor de ciento veinte personas- y dijo:

“Hermanos, era necesario que se cumpliera la Escritura en la que el Espíritu Santo, por boca de David, habla de Judas, que fue el jefe de los que apresaron a Jesús. Él era uno de los nuestros y había recibido su parte en nuestro ministerio. En el libro de los Salmos está escrito: “Que su casa quede desierta y nadie la habite”. Y más adelante: “Que otro ocupe su cargo”.

Es necesario que uno de los que han estado en nuestra compañía durante todo el tiempo que el Señor Jesús permaneció con nosotros, desde el bautismo de Juan hasta el día de la Ascensión, sea constituido junto con nosotros testigo de su resurrección”.

Se propusieron dos: José, llamado Barsabás, de sobrenombre el Justo, y Matías. Y oraron así: “Señor, Tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de los dos elegiste para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que le correspondía”.

Echaron suertes, y la elección cayó sobre Matías, que fue agregado a los once Apóstoles.

SALMO RESPONSORIAL   112, 1-8

R/. El Señor lo hizo sentar entre los nobles de su pueblo.

Alaben, servidores del Señor, alaben el Nombre del Señor. Bendito sea el Nombre del Señor, desde ahora y para siempre.

Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el Nombre del Señor. El Señor está sobre todas las naciones, su gloria se eleva sobre el cielo.

¿Quién es como el Señor, nuestro Dios, que tiene su morada en las alturas, y se inclina para contemplar el cielo y la tierra?

Él levanta del polvo al desvalido, alza al pobre de su miseria, para hacerlo sentar entre los nobles, entre los nobles de su pueblo.E

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO      Cf. Jn 15, 16

Aleluya.

“Yo los elegí del mundo, para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero”, dice el Señor. Aleluya.

EVANGELIO

No son ustedes los que me eligieron a mí sino Yo el que los elegí a ustedes.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan  15, 9-17

A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos:

Como el Padre me amó, también Yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como Yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto. Éste es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como Yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen los que Yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; Yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino Yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, Él se lo concederá. Lo que Yo les mando es que se amen los unos a los otros.

Fuente :
http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2019-05-14

REFLEXIÓN  : 

La Iglesia celebra la fiesta de San Matías, apóstol e invita a reflexionar en el Evangelio (Jn 15:9-17) suscitado en el discurso de despedida de Jesús en el Cenáculo, cuando en un aparte dijo a sus discípulos: “Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado.” Ello quiere decir que el ser humano encuentra la plena felicidad en la medida que cumpla por amor los mandamientos de Jesús, pues ahí se da la unión con Él, esa es la savia del amor que tiene su origen en el Padre, manifestado en el amor de Jesús por sus discípulos, incluso hasta dar su Vida en la Cruz. Es un proceso que va madurando en la comunión total e integral con Dios y se convierte en el signo distintivo de la vida comunitaria de los discípulos, a quienes Cristo enseña: “Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.” Así las cosas, al dar el mandamiento del Amor, revela la comunión originaria y eterna de amor entre el Padre y el Hijo, y que el Hijo comunica a sus discípulos, por eso Jesús es fuente y modelo para vivir este mandamiento, que al mismo tiempo es la misión de los discípulos de cara al mundo: “No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros”. Nótese que se configuran tres círculos concéntricos de amor: el amor divino entre Jesús y el Padre, el amor salvífico de Jesús a toda la humanidad; y, el amor transfigurante (ser Jesús “dador de vida” para el otro) de la comunidad fraterna, esto es, el amor misionero de la comunidad apostólica. En efecto, el discípulo ama porque es amado y se sabe amado por Jesús, con un amor caracterizado por la comunión (Se debe permanecer en ese amor) y la gratuidad (Precede a la decisión del discípulo, quien no debe sentirse autosuficiente ni desalentado, pues el amor de Jesús da la seguridad de su presencia y el auxilio en la misión de dar fruto que permanezca), por eso, Jesús llama a sus discípulos amigos, toda vez que les reveló todos los designios del Padre. Manos a la obra, hay que inundar a toda la humanidad del verdadero amor, que viene de Dios y a Dios debe volver, por eso, el testamento de Jesús es que sus discípulos se amen unos a otros, como Él los ama, que fue cumpliendo la Voluntad de Dios Padre, que es el Amor y la Misericordia mismos. ¡Jesús, en Ti confío!

Fuente :
http://www.opusmisericordiae.org/2016/05/14/reflexion-del-evangelio-segun-san-juan-159-17/