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Comentario al evangelio de hoy jueves 02 de mayo de 2019.

Del santo Evangelio según san Juan 3, 31-36

«El que viene de lo alto está por encima de todos; pero el que viene de la tierra pertenece a la tierra y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. Da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios, porque Dios le ha concedido sin medida su Espíritu.

El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque la cólera divina perdura en contra de él».

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Cuando vemos unas personas que traen un traje de adelita o jeans con tejana, botas y saco con tejidos de gallos u otros animales reconocemos que son mexicanos, que están en una fiesta mexicana o cosas por el estilo. Igual si vemos a una persona con kimono, pensamos que es de Japón, o si vemos a un hombre con traje bávaro, pensamos que es alemán, o irlandés si no conocemos mucho…

¿Cómo es el traje del cielo? Ayer vimos cómo Dios amó demasiado al mundo, al punto de entregar a su Hijo a la muerte. Esto nos deja entrever el traje que utiliza el Hijo, un traje que, hace pocos días, durante la Semana Santa, encontramos lleno de heridas, de llagas, de dolores… Pero no cualquier dolor, es el dolor del que se sabe amado por el Padre, del amor capaz de amar a otros, de no encerrarse en su propia soledad, en su propio egoísmo… El traje de Jesús es el amor, es el único traje que encontraremos repetido en muchos modelos, tamaños, formatos, colores, tonalidades y matices diversos; y solo se hace más bello ese traje entre más se utiliza.

Los teólogos expertos dicen que Jesús, en el cielo, conserva las cinco llagas de la cruz; es una muestra de cómo nuestras debilidades, nuestros problemas, nuestros fallos, nuestros errores… nuestras llagas resucitarán gloriosas, si las vivimos con amor; y ya no nos darán vergüenza, al contrario, serán el testimonio de que hemos pasado por la tierra sin apegarnos a ella, más bien con el traje del cielo.

«La justicia es, por lo tanto, una virtud, es decir, un ropaje interno del sujeto: no un traje ocasional o para ponérselo en las fiestas, sino un ropaje que se lleva siempre, porque te cubre y te envuelve, influyendo no solo en las decisiones concretas, sino también en las intenciones y en los propósitos. Y es virtud cardinal, porque indica la dirección correcta y, como un gozne, es punto de apoyo y articulación. Sin justicia, toda la vida social se queda atascada, como una puerta que ya no se puede abrir, o termina chirriando en un movimiento farragoso.»
(Discurso de SS Papa Francisco, 19 de febrero de 2019)

Fuente : http://es.catholic.net/op/articulos/72742/el-traje-del-cielo.html#modal