Skip to main content

EDD. lunes 29 de abril de 2019.

Lunes de la segunda semana de Pascua
Santa Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia
Memoria obligatoria 
Color: blanco

Nació en Siena el año 1347. Como miembro laical de la Tercera Orden dominicana, supo conjugar su intensa vida contemplativa con su incesante actividad al servicio de la Iglesia. Movida por su gran amor a Dios y al prójimo, promovió la paz y la concordia entre las ciudades e intervino en forma decisiva en el retorno del Papa a Roma, sometido en Aviñón a las presiones del rey de Francia. Con sabiduría cristiana, expresada en sus escritos, suscitó un movimiento de renovación y reforma en la Iglesia de su tiempo. Murió en Roma el 29 de junio de 1380 y el Papa Pablo VI la proclamó Doctora de la Iglesia en 1970.

Antífona de entrada

Esta virgen sabia y prudente salió al encuentro de Cristo con la lámpara encendida. Aleluya.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios nuestro, que otorgaste a santa Catalina de Siena un amor intenso para contemplar la pasión de tu Hijo y para servir a la Iglesia, concédenos, por su intercesión, que tu pueblo, unido al misterio de Cristo, se alegre siempre en la manifestación de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA

Cuando terminaron de orar todos quedaron llenos del Espíritu Santo y anunciaban decididamente la Palabra de Dios.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles      4, 23-31

Una vez que Pedro y Juan fueron puestos en libertad, regresaron adonde estaban sus hermanos, y les contaron todo lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los ancianos. Al oírlos, todos levantaron la voz y oraron a Dios unánimemente: Señor, Tú hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos; Tú, por medio del Espíritu Santo, pusiste estas palabras en labios de nuestro padre David, tu servidor: “¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos? Los reyes de la tierra se rebelaron y los príncipes se aliaron contra el Señor y contra su Ungido”.

Porque realmente se aliaron en esta ciudad Herodes y Poncio Pilato con las naciones paganas y los pueblos de Israel, contra tu santo servidor Jesús, a quien Tú has ungido.

Así ellos cumplieron todo lo que tu poder y tu sabiduría habían determinado de antemano. Ahora, Señor, mira sus amenazas, y permite a tus servidores anunciar tu Palabra con toda libertad: extiende tu mano para que se realicen curaciones, signos y prodigios en el nombre de tu santo servidor Jesús.

Cuando terminaron de orar, tembló el lugar donde estaban reunidos; todos quedaron llenos del Espíritu Santo y anunciaban decididamente la Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL  2, 1-9

R/. ¡Felices los que se refugian en ti, Señor!

¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos? Los reyes de la tierra se sublevan, y los príncipes conspiran contra el Señor y contra su Ungido: “Rompamos sus ataduras, librémonos de su yugo”.

El que reina en el cielo se sonríe; el Señor se burla de ellos. Luego los increpa airadamente y los aterra con su furor: “Yo mismo establecí a mi Rey en Sión, mi santa Montaña”.

Voy a proclamar el decreto del Señor: Él me ha dicho: “Tú eres mi hijo, Yo te he engendrado hoy. Pídeme, y te daré las naciones como herencia, y como propiedad, los confines de la tierra. Los quebrarás con un cetro de hierro, los destrozarás como a un vaso de arcilla”.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO  Col 3, 1

Aleluya.

Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Aleluya.

EVANGELIO

El que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan   3, 1-8

Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, que era uno de los notables entre los judíos. Fue de noche a ver a Jesús y le dijo: “Maestro, sabemos que Tú has venido de parte de Dios para enseñar, porque nadie puede realizar los signos que Tú haces, si Dios no está con Él”.

Jesús le respondió:

Te aseguro que el que no renace de lo alto no puede ver el Reino de Dios.

Nicodemo le preguntó: “¿Cómo un hombre puede nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y volver a nacer?”

Jesús le respondió:

Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: “Ustedes tienen que renacer de lo alto”. El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu.

Fuente : http://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2019-04-29

REFLEXIÓN :

¿Nacer de lo alto? Pero, ¿Qué significa esta pregunta y afirmación de Cristo? ¿Acaso un espíritu puede engendrar algo? Efectivamente. Da a luz a un nuevo ser pero como hijo de Dios. Como dice el Catecismo en el número 782 «nacer de lo alto significa ser miembro de este cuerpo no por el nacimiento físico, sino por el «nacimiento de arriba, del agua y del Espíritu», es decir, por la fe en Cristo y el Bautismo.

En qué conflictos doctrinales se metería Cristo con lo judíos de ese tiempo pues decir que era necesario nacer de lo alto significaba introducir nuevas doctrinas difíciles de interpretar y que además venían dichas por el «hijo del carpintero». Qué gran ejemplo de Cristo en enseñarnos cómo se transmite su palabra dada por su Padre. Deja de lado los conocimientos eruditos de los judíos y les predica la verdadera doctrina de la salvación. El bautismo que les abrirá las puertas del Reino de Cristo y les hará verdaderos hijos de Dios.

Nosotros como bautizados hemos recibido esta gracia de Dios. Ya somos sus hijos merecedores de su herencia, del cielo y sobre todo de su amor. Ahora como hijo de Dios debemos hacer honor a nuestro nombre cuidando el gran tesoro de la gracia. No podemos derrochar la magnífica herencia que se nos tiene preparada por un placer terrenal pasajero. Podemos conservar el nombre de hijos de Dios manteniendo limpia nuestra vida de gracia, que significa amistad con Cristo. ¿Cómo trataríamos a un amigo que tanto queremos y estimamos? De la misma forma hay que tratar a Cristo, como un amigo que quiere corresponder a su amistad.

Fuente : https://es.catholic.net/op/articulos/14726/cat/566/el-que-no-nazca-de-lo-alto-no-puede-ver-el-reino-de-dios.html