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Comentario al evangelio de hoy viernes 08 de marzo de 2019.

Del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-15

En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a ver a Jesús y le preguntaron: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos sí ayunamos?” Jesús les respondió: “¿Cómo pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días en que les quitarán al esposo, y entonces sí ayunarán”.

Palabra del Señor.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Conozco a una muchacha que para el día de su boda tuvo que hacer dieta; por el estrés de la boda había engordado y ya no le quedaba su vestido. Tenía que adelgazar 5 kilos en una semana, por lo que inició una dieta muy estricta que consistía en no desayunar ni cenar, y sólo ingerir un almuerzo normal. Pero sufría mucho porque se ponía de mal humor cuando tenía hambre, y durante ese tiempo tuvo mucha.

Nosotros, cristianos, hacemos ayuno durante la Cuaresma. Todos necesitamos quemar las grasas que nos impiden colocarnos nuestra ropa para el matrimonio, esa grasa difícil de quemar que llamamos pecado.

Pero en el Evangelio de hoy nuestro Señor nos dice que el ayuno es para cuando el novio no esté, entonces ¿por qué ayunamos en Cuaresma? ¿Dios no está con nosotros? Cada uno de nosotros ayunamos para prepararnos para la gran boda con el Señor; quemamos todas las grasas que nos impiden colocarnos el vestido para celebrar nuestra unión con Él en la Semana Santa.

Por eso la Cuaresma hay que vivirla con la ilusión de eliminar las grasas malas de nuestra alma para prepararnos mejor para estar con Dios, y unirnos a Él, por medio del ayuno, para pronto celebrar la boda con el mejor vestido. La Cuaresma es una preparación para la Semana Santa, una preparación para nuestra boda con el Señor.

«Si tú quieres hacer penitencia hazla en paz. Pero tú no puedes por una parte hablar con Dios y por la otra hablar con el diablo, invitar al ayuno a los dos; esta es una incoherencia. No ayunéis más como hoy, para hacer oír en las alturas vuestra voz. Nosotros somos católicos, practicamos; yo pertenezco a esa asociación, nosotros ayunamos siempre, hacemos penitencia. Pero ¿ayunáis con coherencia o hacéis la penitencia incoherentemente como dice el Señor, con ruido, para que todos la vean y digan: “Pero qué persona justa, qué hombre justo, qué mujer justa?”. Esto, es un truco; es maquillar la virtud. Es maquillar el mandamiento. Una tentación de maquillar en vez de ir en serio sobre la virtud, sobre lo que el Señor nos pide. El Señor aconseja a los penitentes, a esos que ayunan de maquillarse, pero en serio: “Ayunad, pero maquillaos para que la gente no vea que estáis haciendo penitencia. Sonreíd, estad contentos”. Frente a tantos que tienen hambre y no pueden sonreír, tú busca el hambre para ayudar a los otros, pero siempre con la sonrisa, porque tú eres un hijo de Dios y el Señor te ama tanto y te ha revelado estas cosas. Pero sin incoherencias.»
(Homilía de S.S. Francisco, 23 de febrero de 2018, en santa Marta).

 

Fuente  :  http://es.catholic.net/op/articulos/72478/dieta-espiritual.html#modal