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Homilía para la Eucaristía de Vigilía de Noche Buena. 24.12.2018

NAVIDAD. VIGILIA.

Isaías 9,1-6: Anuncio gozoso de la salvación a los pueblos de Galilea, sumidos en la miseria y desventura, en la oscuridad. En ellos brilla la luz, la salvación y la paz, porque nació un Niño con dotes excepcionales.
Tito 2,11-14: Exhortación a llevar una vida recta. Razón: la Gracias, es decir, el Amor de Dios que salva se ha manifestado en Jesucristo, quien se entregó por nosotros para salvarnos. Él es nuestro Dios y Salvador.
Lucas 2,1-14: Jesús nace en un contexto histórico concreto: entra en el tiempo. Es presentado como Salvador, Mesías, el Señor. Los pastores, entonces mal vistos por la sociedad, son los primeros en recibir la Buena Noticia.

1.- Ha llegado, por fin, la Navidad. Nos vamos metiendo poco a poco en el misterio de la Encarnación. DIOS SE HACE PRESENTE. ¿Dónde? Allí donde reina la tiniebla. Tiniebla, sinónimo de muerte, desolación, abandono, pecado. El profeta dice: “El pueblo que caminaba en las tinieblas”. Lo que nos da a entender que es un pueblo que tiene un estilo de vida oscuro, corrupto, pecaminoso, un estilo de opresión y muerte. Allí se hace presente y brilla como una luz grande. Ya que donde reinan las tinieblas ha de brillar la luz.
No en vano dice el evangelio que fue en la noche cuando nació Jesús, en la noche envolvió el ángel con su luz a los pastores para darles la Buena Noticia: les ha nacido un salvador, y no es uno más, sino Jesús, que es el Mesías, el Señor. El mismo mensaje da san Pablo a Tito al decir que Jesús, expresión del amor de Dios al mundo, es Dios y Salvador.

2.- Hoy celebramos la entrada de la luz en las tinieblas, de Dios en el mundo. Él que no es como los dioses paganos, sino Él es el Salvador, el que viene a liberarnos de todo aquello que aflige a la humanidad. A la imagen de las tinieblas san Pablo agrega la impiedad y los deseos desordenados. La presencia de Jesús en medio nos viene a recordar que somos hijos amados de Dios, como lo proclamaron los ángeles en la Noche de Navidad. Y porque somos amados somos hijos, somos hermanos. Esto nos debe llevar a rechazar la impiedad. Impío es aquel que no se siente hijo y, por ende, tampoco hermano. Por eso se nos exhorta a una vida sobria, justa y piadosa.

3.- Pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz, ha visto a Jesús, el Dios-con-nosotros. Él se hace presente de la forma más débil e inofensiva. Él hacerse presente de una forma tan débil asume nuestra realidad concreta y triste, que de tantas maneras se manifiesta hoy en nuestro medio.
«La Navidad —dice el Papa— es siempre nueva, porque nos invita a renacer en la fe, a abrirnos a la esperanza, a reavivar la caridad. Este año, en particular, nos llama a reflexionar sobre la situación de tantos hombres, mujeres y niños de nuestro tiempo – migrantes, prófugos y refugiados- que están en marcha para escapar de las guerras, de la miseria causada por las injusticias sociales y el cambio climático. Para dejar todo – hogar, familia, país – y enfrentarse a lo desconocido, ¡debes haber padecido una situación muy dura!». También Jesús, recordó el Papa, «provenía de “otro lugar”», y, «cuando la ira violenta de Herodes cayó sobre el territorio de Belén, la Santa Familia de Nazaret vivió la angustia de la persecución y, guiada por Dios, se refugió en Egipto. El pequeño Jesús —dijo el Papa— nos recuerda así que la mitad de los prófugos de hoy, en el mundo, son niños, inocentes víctimas de las injusticias humanas».
Pocos días atrás Chile no firmó un acuerdo de la ONU que se refiere a los migrantes, ya que ser migrante no es un derecho, se arguye. Dejemos esto para los grandes pensadores. ¿Qué nos dice el Señor?, eso es lo importante.

4.- En esta Noche de Navidad, en la que la Palabra nos recuerda el hecho más fundamental de la historia: Dios asume nuestra realidad, aprendamos nosotros a llevar este Misterio a la práctica. Siempre digo y habrá que decir lo mismo: “Dios se hizo hombre y valoró nuestras vidas”.
Hoy Dios nuevamente entra en nuestra historia, entra a nuestra sociedad que aún camina en tinieblas. Que brille la Luz esta noche, porque es Noche Buena, porque Dios nos ha nacido. Que nazca en cada uno de nosotros, en nuestro ambiente y en nuestra familia. Celebremos, pues, esta Noche que en verdad es de Paz y es de Amor.

Hermano Pastor Salvo Beas.