EDD. martes 06 de noviembre de 2018.
Primera lectura
Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús. Él, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre sobre todo nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios
Salmo
R/. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea
Cumpliré mis votos delante de sus fieles.
Los desvalidos comerán hasta saciarse,
alabarán al Señor los que lo buscan:
viva su corazón por siempre. R/.
Lo recordarán y volverán al Señor
hasta de los confines del orbe;
en su presencia se postrarán
las familias de los pueblos. R/.
Porque del Señor es el reino,
el gobierna a los pueblos.
Ante él se postrarán las cenizas de la tumba. R/.
Mi descendencia le servirá,
hablarán del Señor a la generación futura,
contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:
todo lo que hizo el Señor. R/.
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, uno de los comensales dijo a Jesús: «¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios!»
Jesús le contestó: «Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó un criado a avisar a los convidados: «Venid, que ya está preparado.» Pero ellos se excusaron uno tras otro. El primero le dijo: «He comprado un campo y tengo que ir a verlo. Dispénsame, por favor.» Otro dijo: «He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor.» Otro dijo: «Me acabo de casar y, naturalmente, no puedo ir.» El criado volvió a contárselo al amo. Entonces el dueño de casa, indignado, le dijo al criado: «Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos.» El criado dijo: «Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio.» Entonces el amo le dijo: «Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene la casa.» Y os digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete.»
Palabra del Señor
Reflexión :
Queridos hermanos:
Buena voluntad no le faltaba a la persona que le dijo a Jesús esa frase de dichoso el que coma en el banquete del Reino de Dios. Estaba con Jesús, le escuchaba, cenaba con Él, en fin, un buen tipo. También a nosotros nos sobra la buena voluntad. Estamos hartos de decirle a Cristo que queremos vivir siempre con Él.
En Rusia hay un dicho que suena así: Lo queríamos lo mejor posible y salió como siempre. Cuántas veces hemos hecho buenos propósitos a comienzo de año, al empezar el Adviento o la Cuaresma, al cumplir años, al terminar un retiro o unos ejercicios… Y al final, nada – o muy poco – cambia. Siempre hay algo que se pone en contra nuestra, o mejor dicho, nos dejamos estorbar por muchas cosas, que en realidad no son tan necesarias. Y aparcamos a Cristo a un lado, y vivimos preocupados y ocupados en muchas cosas.
No sabemos cómo acabaría la vida del anónimo seguidor de Jesús que habló en esa comida. Escuchó esa advertencia y quizá pensó que la cosa no iba con él: Yo nunca dejaré al Maestro por nada. O puede ser que estuviera con Él hasta el final, en su camino hasta Jerusalén. Sólo sé que en mi vida hay muchas excusas para no entregarme del todo a Cristo. A mi alrededor, hay mucha gente sencilla que vive con mucha entrega su fe. A pesar del tiempo frío, de la nieve, del hielo, de la oscuridad… Su ejemplo me anima a seguir hacia adelante, con esperanza. Porque yo también, como el anónimo protagonista del relato, quiero estar en el banquete del Reino. Y para eso, hay que esforzarse cada día, como si fuera el primero, y como si fuera el último de nuestra vida. Como si fuera el único. Dios nos ayuda siempre. ¿Lo sientes?
Fuente : https://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/hoy